
Cumplida ya la segunda sesión de fisio, doy por "inaugurado" el amplio verano deportivo que espero culmine con un buen puñado de kilómetros.
Estas dos sesiones de fisioterapia han dado un excelente resultado porque tenía bastantes músculos contracturados, a pesar del adecuado desarrollo muscular que favorece que esas contracturas "en vosotros, los deportistas, sean más fácilmente eliminables", en palabras del fisioterapeuta. No obstante, si me admitis un consejo, no postergueis los masaje si no queréis sufrir como ha sufrido quien esto firma.
Por lo general, los corredores -exceptuando a algunos, envidiablemente cuidadosos-, no solemos preocuparnos por otras cosas que no sea correr: estiramos poco, calentamos poco, no reforzamos la musculatura a principio de temporada o cuando decidimos correr una prueba dura, vamos muy poco al masajista, y un largo etcétera. Si corremos sin dolor y sin demasiadas molestias, nos limitamos a correr y a poco más. Lo lamentable es que pronto llegan los problemas y las lesiones.
Por tanto, decía, comienzo ya a planificar a partir de mañana el nivel de entrenamiento que quiero llevar a cabo durante todo el verano. Por lo pronto, si me respetan las lesiones y no recaigo, me dedicaré durante dos o tres semanas al volumen kilométrico progresivo empleando un ritmo de entre 5' y 5'30 el mil. Una vez superado ese periodo, lógicamente, no perderé la referencia de la tirada larga semanal, pero comenzaré a subir cuestas con moderación inicial. Deseo fervientemente volver a subir a Tiena y al Torreón de Albolote.
Para dinamizar estas sesiones, introduciré una sesión, al menos, cada diez día de MTB, que las bicicletas son para el verano, como diría el desaparecido Fernando Fernán Gómez.
En la tercera semana de julio, aproximadamente, será un buen momento para introducir rodajes de calidad, pero deseo que éstos lleguen de una manera natural, sin forzar la máquina, que conozco las consecuencias.
En cuanto al peso, he tenido la suerte de no aumentarlo, pero es importante eliminar entre dos o tres kilos, principalmente para rodar de manera más eficaz y con menos riesgos. Porque llegarán las vacaciones y con ellas los excesos culinarios y será inevitable coger algunos kilos. Es la gran ventaja de no se un corredor de élite.
En cuanto a la competición, ésta se adormece durante el verano. Así que la única prueba que habrá que considerar es la siguiente prueba del Circuito de Diputación, la del Río Dílar, y ya esperar las medios maratones de otoño, siendo el primero si no me equivoco el del Melocotón de Guadix.
En fin, muchos proyectos y mucha ilusión depositada que espero no eche por tierra una nueva recaída, que intentaré evitar con sesiones de recuperación del electroestimulador Compex y, al menos, una sesión mensual de fisio.
¿ Qué os parece ?