16 junio 2010

EN FIN, ESPAÑA


Quizá no estemos reparando en ello, pero mucho me temo que sufrimos una especie de dictadura mediática a cuenta de la crisis y las impopulares medidas del gobierno. En pocas palabras: han conseguido tener en vilo a todo el país, que se compone mayoritariamente de pensionistas, empleados públicos y empleados del mercado laboral. De hecho, a esos tres colectivos van dirigidas todas las medidas de reducción de déficit. Es decir, a la inmensa mayoría. A las clases medias.
Pasas por un canal de televisión y te topas con la infumable Leire Pajín justificando algo que ni ella misma sabe de qué se trata; pero a renglón seguido aparece la gélida Cospedal argumentando proclamas contra el gobierno buscando un desgaste inmediato; o bien, te topas con el cinismo controlado de Díaz Ferrán, gran destructor de empresas, pero prohombre y representante de los empresarios; o bien, te encuentras con una especie de dúo de Zipi y Zape sindical protagonizado por Cándido Méndez y Fernández Toxo poniendo fecha a una huelga general, probablemente imposible.
Sí, todo un rosario diario de apariciones que en ocasiones se mezclan con declaraciones de prohombres de la Unión Europea advirtiendo que las medidas de recorte del gobierno español aún no son suficientes, que hay que sacrificarse más. Y, en realidad, no lo son. No lo son para seguir manteniendo esa Europa de los mercaderes que vaticinaba Anguita, esa Europa de costoso y ficticio mantenimiento en la que sus señorías sueñan con su reciente Ipad mientras todo lo demás se desmorona.
Desempleo, recortes, déficit, congelaciones, bajadas de sueldos que se contrarrestarán con más subidas de precios y mayor presión fiscal a partir de julio que convivirá con toda una exhibición de miembros de la casa real, miembros del gobierno y demás barandas haciendo fila para asomarse a Sudáfrica a animar a nuestra selección y de camino viajar, comer y dormir gratis total.
En fin, España.

14 junio 2010

VOLVER A CORRER




Volver a correr es siempre una experiencia. A pesar de los kilómetros hechos a estas alturas, el par de maratones corridos o la docena de medias maratones, volver a correr siempre es una experiencia inolvidable.
Quizá sea lo único ventajoso de las lesiones que acaban por curarse: la vuelta a los caminos.
Y nada mejor para el reencuentro que encontrar la Vega lluviosa y limpida. Con esa escasa lluvia veraniega que no necesita de bajas temperaturas para seguir fluyendo. Con ese insustituible olor a tierra mojada. Con esos campos aún verdosos tras la abundante agua caída en primavera. Con todo ese remanso de paz y tranquilidad que transmite correr por los caminos entre frondosos árboles, asistiendo a un espectáculo que parece de otro tiempo a pesar de estar tan cerca de la ciudad encementada y bulliciosa.
Todo eso supone correr desde mi punto de vista. Por eso corro.



Una de las zonas elegidas para la recuperación

Han sido ocho kilómetros muy tranquilos, hechos en cuarenta y cuatro minutos. Pero para nada importaba ni el crono ni el cansancio. Sólo importaba que el gemelo izquierdo no se resintiera.
Y no se resintió pero sé escuchar al cuerpo tras bastantes años de sordera y sé que aún existe un mal latente, una especie de sombra que amenaza con surgir al menor descuido.
Esa amenaza me atemoriza más que la lesión en sí y significa que tendré que seguir con mucho cuidado la recuperación y espaciar las salidas y esperar con paciencia.
Pero son las divisas que mayormente poseo: el tiempo y la paciencia.

12 junio 2010

VUELVO DE NUEVO A LOS CAMINOS


Mañana sábado, a eso de las siete y media de la tarde, VUELVO A LOS CAMINOS. Han sido, justos, veinticuatro días de parón voluntario, aquejado por molestias en la zona baja del gemelo izquierdo.
No sé con exactitud cómo estaré, ni siquiera si el dolor habrá remitido, pero algo me dice que todo ha pasado y he hecho lo correcto. He descansado, he puesto a trabajar al Compex, he estirado...Por tanto, no debería de haber ningún problema para comenzar con normalidad, como tantas otras veces.
Lógicamente, eligiré una zona blanda y los kilómetros serán escasos; de manera que al menor síntoma volveré a detenerme.
Sin embargo, no quiero ahora dejar la MTB y, por lo pronto, el domingo haré una ruta suave para seguir activando las extremidades inferiores y no perder demasiada capacidad aeróbica.
Sé que a partir de ahora, las pantorrilleras serán, por lo general, mis compañeras y ya estoy estudiando las plantillas del mercado para poder alternarlas con las que tengo hechas a la medida, de las cuales no quiero abusar.
El objetivo no es otro que correr con mucha suavidad la siguiente prueba del Circuito de Diputación, el día 20 de junio en Dúrcal.

En otro orden de cosas: Google nos ha dado la posibilidad de cambiar la plantilla del blog y ésta configurada en torno a libros se adecua perfectamente a una de las diversas filosofías de este blog. No sé a vosotros, pero a mí me ofrece la sensación de leer este espacio virtual en una biblioteca, por lo que el recogimiento y la concentración siempre saldrán ganando. Probáremos a ver qué tal.

11 junio 2010

EL CORRER CHI



No sé muy bien por qué, pero me llamó la atención este libro nada más ver la portada. Y leyendo su índice que podéis leer aquí, comprendí que esa sensación inicial tenía cierto sentido.
Un libro que ha sido best-seller en Estados Unidos, que como sabéis es la patria del joggin, del footing, del correr en definitiva, y que traducido al español también está captando la atención de los corredores. Aún no lo he leído, pero si os interesara os dejo la dirección web donde lo adquirí. Es ésta.

10 junio 2010

IRVING VERSUS MURAKAMI



Cuando Haruki Murakami se afanó en traducir al japones las obras del prestigioso novelista John Irving, insistió en conocerle en persona y mantener una entrevista con él, algo lógico entre autor y traductor.
Pero probablemente lo que no esperaba el autor nipón es que Irving lo citara en Central Park para intercambiar unas palabras mientras hacían unos kilómetros. Seguramente aquel encuentro debió ser estelar, casi un choque cósmico. Unos kilómetros - no sabemos a qué ritmo- recorridos por dos de los más imaginativos y excéntricos novelistas contemporáneos, que además comparten una misma afición deportiva.
Esa cita la refiere el propio Murakami en su último libro dedicado al correr y también he podido leerla en un amplio reportaje sobre el autor de "Una mujer difícil", demostrándose una vez más que la creación literaria y nuestro deporte favorito deben de originarse en un mismo territorio común, a pesar de que en apariencia recorren senderos opuestos.

07 junio 2010

VUELVO A LA MTB



Por fín, tras muchos meses de zozobra meteorológica y franca dedicación a correr, he podido hacer dos sesiones de bicicleta, que siempre aparece como si se tratara de un particular pabellón de reposo "manniano" muy necesario y útil para mis enésimas lesiones de rodilla para abajo.
Pedalear es complicado. Es duro. Es mecánico. Y entronca con un concepto del deporte muy alejado del correr, por ejemplo, porque a través del ciclismo se activa una máquina y ésta tiene sus propias leyes.
Obviamente, se avanza mucho más deprisa y los caminos, carreteras, senderos que vas atravesando tienen una urgencia superior a cuando los atraviesas corriendo. Y a los hechos me remito.
El sábado, por ejemplo, elegí hacer una ruta similar -aunque más larga- a la que suelo hacer por la Vega de Fuente Vaqueros e intentaba buscar algún parangón entre las sensaciones de atravesar esos caminos de Vega cuando voy corriendo o voy en bicicleta. Pero hay que decir que las sensaciones son distintas, es más, parecieran rutas distintas.
Igualmente el domingo por la tarde buscaba esas similitudes por una ruta idéntica a la que hago corriendo: la ruta que une Pinos Puente con el Pantano del Cubillas, para regresar de nuevo a la localidad granadina. E igualmente, nada parece igual.
Observo que las piernas no están tan habituadas a subir cuestas en bicicleta como sí lo están para subirlas corriendo: en bici sufro mucho más las subidas, probablemente por la falta de costumbre.
Pero sí observo que la resistencia aeróbica conseguida corriendo es totalmente útil para la bicicleta. Lo comprobé cuando en una recta, un ciclista que también iba en MTB, me adelantó con facilidad, mucho más acostumbrado a pedalear que yo, sin duda; sin embargo, unos metros más adelante, en una cuesta de 400 metros no tuve problemas para superarle. Comprobé que su pedaleo no era suficiente para subir a buen ritmo. Sin embargo, mi torpe pedaleo se compensó con mi mayor resistencia aeróbica.

02 junio 2010

ENSOÑACIÓN


ENSOÑACIÓN, Óleo de Miguel Menassa

Hay quien me ha visto correr en la prueba de fondo de Órgiva. Me han llamado al móvil y me han dicho: te ví subiendo bien las rampas de Lanjarón, José Antonio; también me dijo alguien que se alegraba de mi recuperación.
Posteriormente por la Gran Vía un corredor conocido me saludó y me dijo con familiaridad que por fin este año la camiseta había sido técnica por primera vez; e incluso hay quien afirma que me reconoció mientras tomaba unas cervezas tras la carrera con José del Oliver en el bar en el que siempre nos detenemos a la entrada de Lanjarón, en la misma ruta de la carrera.
Muchos sabían la equipación de Caja Rural que vestía: la Nike nueva, roja y blanca; y otros aseguraron que llegaron a meta un par de minutos antes o un par de minutos después que yo.
Es decir, que estuve en la última prueba de fondo de Diputación. Estuve en Órgiva.
Sin embargo, en mi fuero interno conservaba esa sensación tan extraña que produce levantarse de la cama cuando la gran mayoría de los corredores ya llegaron a meta; desayunar cuando muchos ya estaban con su primera cerveza poscarrera; comprobar que ese mismo domingo tuve el tiempo suficiente tras la prueba para almorzar con la familia en un lugar muy cercano a la costa y que, misteriosamente, los casi 19 duros kilómetros no pasaron factura a mi cuerpo cuando por la tarde veía Página 2 mientras acababa la novela de José Luis Serrano.
Es más, al lunes siguiente no observé la más mínima molestia en el gemelo izquierdo y hasta es posible que mis compañeros de trabajo imaginaran que ese domingo había corrido. Hasta es posible, incluso, que alguno de ellos me preguntara por esas rampas alpujarreñas y yo le comentara la dureza de la prueba.
Fue tan avanzado ese estado de ensoñación, que hube de esperar hasta el martes para comprobar en un periódico local en qué puesto y con qué tiempo termine la prueba.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...