22 junio 2014

LA FORMA POLÍTICA DEL ESTADO (IDEAL, 21/6/2014)

 Muy interesante hubiera sido para la madurez política del país y para más salud de la democracia que antes de una nueva coronación borbónica, se cumpliera lo que aún está pendiente: la forma política del Estado. Eso sería así si España y sus políticos fueran serios, pero no es así, por desgracia. Reflexiones que introduzco en un artículo que me publica el diario IDEAL a los pocos días de la coronación, pero que aún así, bienvenidas sean, aunque por lo pronto haya que esperar varios decenios más para que se cumpla lo que aún está pendiente de preguntar al pueblo: monarquía o república. Por si no pudisteis leer en papel reproduzco el artículo completo: 

LA FORMA POLÍTICA DEL ESTADO       


          Asistimos en estos días en nuestro país a un debate político de importante trascendencia. Ya no se recuerda desde cuando no se había abordado algo tan vital en materia política en este país y lejos de enfatizar ese aspecto, lamentablemente, hay demasiados actores interesados en que el debate se agote y trivialice.
            Acostumbramos como estamos a tanta bazofia política, esa que básicamente consiste en lanzar la pelota de la responsabilidad de un tejado de un partido a otro sin que se aborden con seriedad los asuntos que afectan al país y a los ciudadanos, se está perdiendo la oportunidad de debatir con calma y seriedad sobre el futuro de España para las próximas décadas.
            Cuando hablamos de debate político para nada se debería de entender como tal el que ha habido en los últimos treinta y cinco años, periodo de vital importancia para la democracia pero que parece haberse desaprovechado de forma tan pródiga como incomprensible. Años que deberían de haber servido para poner las bases de la democracia, lo han sido para fomentar una sistema político harto tramposo y rastrero, en el que parece haber importando tan sólo el poder, el dinero y la carrera política como prolongación de egos enfermizos.
            Y ahora que se presenta la oportunidad de debatir en serio, acostumbrados como estamos a que todo se trivialice y se forman múltiples facciones de sospechosas alianzas, con toda seguridad, se volverá a desaprovechar la oportunidad histórica que se presenta de debatir sobre qué forma política de Estado queremos o nos interesa a los españoles.
            La trivialización, como no podía ser de otra forma, vuelve a estar encabezada y protagonizada por los sempiternos partidos que llevan alternándose en el poder desde las primeras elecciones generales tras la promulgación de la Constitución de 1978. Intentan de nuevo, de espaldas a la ciudadanía y los partidos minoritarios de una sociedad cambiante, monopolizar el debate, aferrándose a la herramienta constitucional como una norma inmutable e intocable. Ignoran -o no ignoran- que la Constitución española, como cualquier norma jurídica, con mayor o menor dificultad o consenso, es mutable, tanto o más como lo es la sociedad que pretende organizar. Una Constitución, además, que está construida en base a las pautas de las constituciones modernas occidentales de nuestro entorno, ya sean monarquías o repúblicas parlamentarias.    

            Ahora de lo que se trata es de poder aprovechar la oportunidad histórica que se brinda con la abdicación y reformular qué tipo de Estado y qué tipo de Constitución queremos los españoles, muchos de los cuales aún no habían votado o nacido cuando ésta fue promulgada. Al mismo tiempo, es vacuo el debate que intenta demonizar la forma política de Estado basado en la república parlamentaria, principalmente, porque se está eliminando -en mi opinión de forma interesada- la esencia de esta forma política de Estado y que es compartida por la mayoría de los países democráticos no sólo de Europa sino de todo el planeta. Que la forma política de Estado basada en la monarquía parlamentaria esté presente aún en varios países de nuestro entorno occidental no significa que no deba ser revisada si lo que se pretende es construir sociedades políticas democráticas en las que impere tan sólo el Estado de Derecho, la transparencia y la legitimidad de las urnas y que estos aspectos abarquen a todas las instituciones sin excepción alguna.    

17 junio 2014

PANORAMA PATRIO

   Sinceramente os lo digo: yo a estas alturas ya no sé qué tipo de cosa es España. Yo no sé ni lo que sienten ni lo que piensan vascones -astures ya no- y catalanes ante la renovada etapa monárquica. A lo mejor piensan que si los Borbones entraron en la gran España con Felipe V, igual se quieren ir para siempre cuando se acabe -dios o los cielos lo quieran- el reinado del futuro Felipe VI, pero es que a estas alturas -los vascones y catalanes, digo- no han dicho ni mú. Es más los que cuentan -CIU y PNV- en el Congreso se han abstenido en la votación de la ley orgánica de la abdicación. Es decir, algo así como decir que ni me va ni me viene. Pero yo creo que les va más que le viene. 
   Por su parte está el PSOE, ese partido que ya nadie sabe a qué se dedica. Se declaran en las tabernas como republicanos pero luego se hacen una piña en el Congreso y se alían con PP y UP y D -qué desilusión la de este partido, oye- y crean un muro de contención en torno a la corona. Pero, bueno, ya se sabe, qué se puede esperar con los chaves, los rubalcabas y toda esa mugre política que no se hace otra cosa que mirar el calendario y echar sus cuentas para la jubilación. 
   Por su parte los del PP -quizá los mas coherentes- ahí con ahínco numantino alzando la bandera del nacionalespañolismo, si bien, en puridad, no otra cosa se les puede pedir ni reprochar. Alguien tiene que asumir la herencia.   
   Pero es eso en lo que consiste o ha consistido España. No ha sido otra cosa desde la transición o desde antes. Una interminable lista de politicastros interesados tan sólo en su bolsillo, su futuro personal y el de su familia, que no el del país ni tonterías por el estilo. Y no les ha salido mal el engaño de lo que llamaron transición y democracia con mayúsculas, tanto que están dispuesto a repetir las veces que haga falta, seguir apoyando a la monarquía porque nos ha ido de maravilla con ella, para qué cambiar, para qué cambiarlos, si con sus ganancias también ganamos nosotros. Que basta con seguir asustando a la gente con lo de la República y la guerra o la crisis. Nosotros a lo nuestro. Que siga el heredero o quien haga falta y que nos dé tanta prosperidad como nos dio el padre, se dicen unos a otros. Que los Borbones siempre se prestan, desde aquel Felipe de Anjou franchute.
    Otra cuestión bien distinta son los tiempos venideros, ese horizonte que se barrunta desde las elecciones europeas. Ese Podemos, ese Vox, ese Ciudadanos, en fin todo ese grupúsculo de gente de la calle, que todos unidos podrían cambiar las moquetas de los altos edificios del poder hispano. Está por ver. 
Pero de entre todos los aparentes contrarios a algo, me llama mucho la atención Izquierda Unida, maniobrando ahí como puede. Sin saber si sumarse al bipartidismo o liderar el grupúsculo Podemos. Difícil situación la suya. Sabe que si se alía con el bipartidismo el error táctico puede ser demencial -bipartidismo no se convertirá jamás en tripartidismo por su propia naturaleza- pero si se alía con el grupúsculo Podemos, estos 'pueden' -y de hecho ya lo han hecho- arrebatarles sus votos. Curioso panorama el de los partidos españoles, el de la sociedad española.
Mientras tanto la monarquía a su bola. Montando su franquicia como el Mcdonald monta tiendas donde puede o le dejan, intentando que la prole, que es abundante, tenga un futuro. O sea como cualquier familia de bien. Buscando los mínimos resquicios que les deja o le posibilita la clase política rastrera, apresurándose a que esto no se convierta en algo ingobernable, aprovechando la coronación mientras que la decadencia de la 'roja' no se derrumbe del todo, aprovechando cualquier cosa por tal de seguir ahí todo el tiempo posible. Cuatro años más, ocho años más, lo que sea, a ver si conseguimos que podamos jubilarlos como Chaves o Rubalcaba y que los niños no tengan que irse a Sintra o a Biarritz a veraneos perpetuos, como los abuelos.
Por su parte, el español medio. Ese que mira con asombra y perplejidad, a la vez que con ascendente apatía todo lo que pasa a su alrededor. Total, si sabe que por mucho o poco que diga nada va a cambiar, para qué mover un dedo. Y eso ahora que estamos jodidos económicamente, que cuando tengamos prosperidad económica gritaremos al cielo el nombre de Felipe VI o lo que haga falta. Es cuestión de tener paciencia.
Y, claro, como eso lo saben desde la monarquía hasta el alcalde más modesto, se trata tan sólo de aguantar el chaparrón, hacer leyes inmunes y que la 'roja' vuelva a ganar cuanto antes, aunque sea a Australia. 
Así se escribe la historia.  

16 junio 2014

¿MONARQUÍA O REPÚBLICA? ¡MONARQUÍA O REPÚBLICA!

   La mañana siguiente a la abdicación, un compañero de trabajo me planteó lo siguiente: 'José Antonio, si te dieran a elegir la continuidad de los Borbones o una República cuyos Jefes de Estados fueran Aznar o González, ¿qué harías?. No seas malvado y dame más opciones, le dije. No, no hay más opciones. Lógicamente me quedé blanco, bloqueado, sin saber qué opinar.
   Y me puse a pensar. 
  Haber, me dije, eso que me ha planteado mi compañero, a pesar de la rigidez de la cuestión, es perfectamente posible. Es más, es hasta probable. Conociendo cómo se hacen aquí las cosas y considerando que la historia de nuestro país está llena de este tipo de cuestiones y cambios inesperados, eso que me planteó mi compañero, es perfectamente posible. Comencé a destilar sudor frío ante la claridad de la evidencia. 
   Supongamos que mañana los dos partidos mayoritarios, por temor a la respuesta de los nacionalistas e independentistas y temerosas de la cada vez mayor pujanza de los partidos minoritarios de filosofía antimonárquica y republicana, pasan de coronar a Felipe VI y deciden iniciar un proceso constituyente, reformar la constitución, eliminando el Título II o adaptándolo a la nueva forma política de la Jefatura del Estado y tras unas elecciones urgentes, España, un buen día, casi como pasó en 1931, se levanta republicana. 
  En realidad, parece haberse producido un tsunami político. Todos los medios de comunicación españoles, europeos y mundiales, se hacen eco de la noticia, pero en realidad, nada ha cambiado. 
   No han cambiado los valores éticos y morales, se sigue aceptando la corrupción como algo inevitable, las autonomías siguen gastando a sus anchas y la división de poderes sigue siendo inexistente, entre otras cosas, porque el poder ejecutivo domina al legislativo por aquello del partido con más representantes en el Congreso, y eso también determina que el Consejo General del Poder Judicial, que es el gobierno del Poder Judicial, siga eligiéndose en base a esa máxima representatividad de los partidos en el Congreso. 
   Por tanto, como hay una nueva de forma de Estado, en lugar de rey, ahora hay un presidente de la República, como en Italia, en Francia, Portugal o Alemania, por poner cuatro ejemplos europeos. Hay unas elecciones para elegir al Jefe del Estado y ya no se tira de la herencia dinástica. 

Y a esas elecciones, obviamente, se presentan todos los partidos que quieran el cargo.Y los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, vuelven a poner en marcha el resorte bipartidista. Y como se trata de un cargo no ejecutivo, tiran de sus hombres más prestigiosos. Es decir, de aquellos que ya han ocupado la presidencia del gobierno. Es decir, el PP tira de Aznar y el PSOE de González -no creo que se atrevan de Zapatero-. Luego, en pocos meses, el sueño republicano se convierte en lo mismo que había, pero de nuevo aguantando a estos dos nefastos líderes, abueletes forrados con delirio de grandeza. Y en poco tiempo, vemos en Zarzuela a Aznar, a la Botella. a su hija reproductora de mucha especie humana, al yernísimo y a toda la tropa. Y será entonces cuando comprobaremos de verdad lo que esta familia es capaz de hacer. Si ya siendo presidente del gobierno, casó a la hija con más lujo y boato que una infanta y que el mismísimo príncipe, mejor no pensar cuando se vea como Jefe de Estado. Y si se trata de González, tendremos que aguantar sus ocurrencias y sus negocios con sus amiguetes de América latina, que es donde le gusta a él estar. Todo cambia para que nada cambie o algo así.
   En fin que la cuestión que me planteó mi compañero, me dejó hecho mierda y mucho más confundido. A pesar de estar plenamente convencido de que la forma política de los estados siempre ha de ser elegible y no hereditaria y que eso supone tener que asumir que sea elegido quien no nos gusta. Pero es elegido y lo será durante un periodo concreto. Lo hereditario ni es elegido ni va a durar un periodo concreto, luego ¿qué razón de ser tiene entonces una monarquía en un sistema democrático? ¿Me lo podría explicar alguien como se explican las cosas a un niño de cinco años? Es para ver si me entero.    

14 junio 2014

MIS AMIGOS, LOS INSECTOS (O COSAS QUE OCURREN CUANDO CORRES)

Picadura `de lo que sea' en el gemelo
izquierdo.

 Estas imágenes que veis en pantalla, desagradables a la vista, se deben a mis amigos los insectos. Esos que me acompañan o se tropiezan conmigo en algún momento de mis campestres recorridos. 

Picadura 'de sabe dios qué será' en la zona
del tobillo, con ostensible hinchazón.
Voy corriendo y durante el recorrido siento picotazos, por lo general en las zonas del cuerpo más descubiertas: piernas, brazos, cuello..., pero eso no me impide correr. Lo sigo haciendo sin alteración alguna. Como mucho me rasco en la zona de picor y poco más. Nunca me he tenido que detener en mitad de una ruta por ese motivo. Sí lo he hecho si se me ha cruzado un perro agresivo, algún reptil, una rata o una ganso, como ya he contado en ocasiones. 
Pero el veneno, al principio no molesto. de estos insectos sigue su insondable trayecto a través de la sangre y hace su trabajo. El insecto ha hecho su trabajo y ya está. 
En ocasiones a esos insectos los he sorprendido andando por mi cuerpo, quizá atraídos por el sudor o la sangre recién oxigenada. Ellos sabrán lo que ven. El caso es que llevo algún tiempo con problemas más allá del mero picor, tal y como se descubre en estas fotografías. Hinchazón, picor, pus, y sobre todo, muchas molestias, pero eso no me retira de los caminos. De hecho en el entrenamiento de hoy estaba seguro que al atravesar una vereda prácticamente cerrada y seca en un camino perdido iba a encontrarme con algún reptil desagradable. Era el lugar propicio para ello. Eran casi las doce de la mañana y el termómetro ya marcaba los treinta y cinco grados -sufrimos una ola de calor por aquí por el sur-, pero aún así era más fuerte la voluntad e ilusión de seguir corriendo y asumía las consecuencias, las que fueran. Escuchaba ruidos en las orillas, pero finalmente hubo armisticio.  
En mis entrenos veraniegos soy picoteado, mordisqueado y 'envenenado' por insectos múltiples y los efectos son mayúsculos cuando, con detenimiento, veo en casa las zonas afectadas, pero aún así lo considero a beneficio de inventario. Así tendrá que ser, me digo, los insectos han de llevar a cabo su función encomendada y yo la mía y hay que aceptar que en ocasiones nos encontremos en los caminos.  
Lo que me pregunto es que clase de insectos son los que han hecho esos estragos que se ven en las fotografías. Juraría que son arañas.           

11 junio 2014

SERIE: ROMA (USA, 2005-06)


 Nunca me habían contado la historia de Roma como lo ha hecho la excelente serie norteamericana -con colaboración de la BBC y se nota- de HBO. 
   Sabíamos de las aventuras y desventuras de César, de Julio César -antes Octavio-, hijo adoptivo de aquél, de Marco Antonio, del Triunvirato formado por éste, el anterior y Lépido -que fue un convidado de piedra, más que otra cosa por su prestigio militar-. Sabíamos de Cleopatra, la reína Tolomea de Egipto descendiente de Alejandro, las luchas palaciegas por el poder y en el campo de batalla, de las conquistas de Roma, gran potencia de la época -como ahora Estados Unidos o como lo fue España en los siglos XV, XVI y parte del XVII-, pero, insisto, nadie me lo había contado como esta serie. Corta serie, lamentablemente, de tan sólo veintidós episodios, repartidos -doce y diez- en dos temporadas- y que no se sabe  bien por qué no siguió porque filón había para hacer veinte temporadas. Al menos hasta la caída del Imperio Romano a manos de los bárbaros del norte. 
   Seguramente porque ha debido ser ser una serie muy cara. No en vano se ha rodado en los prestigiosos y únicos estudios de Cinecittá de Roma, lugar predilecto para los mejores y mayores producciones de los clásicos romanos que todos tenemos en la mente y que nos suelen recordar por Semana Santa. 
   Pero 'Roma', es una serie que rompe con toda esta estética de las películas 'de romanos'. Es otra cosa. Montada sobre la base de dos grandes estructuras o historias paralelas, éstas se retroalimentan y conectan de manera ejemplar. Una de ellas, la oficial, la de las luchas palaciegas y en el campo de batalla por el poder; la otra la microhistoria de algunos protagonistas anónimos, en principio, pero mucho más importantes de lo que pudiera parecer al principio. 
   La forma de contar es tan visceral, descarnada, cruda, violenta, exacta, milimétrica y diseccionada que pareciera que estamos junto a los personajes, algo parecido a cuando acudes a una obra de teatro. Percibes los movimientos, los gestos, las expresiones, los excelentes diálogos. Nada escapa a tu atención. Por eso mismo, te sientes dentro de las historias, de las grandes y de las pequeñas. Te ves como testigo de excepción de esa historia que fue real y que nos ha sido transmitido gracias a la excelente pluma de historiadores, filósofos y  escritores de la época. Una historia que es la nuestra, la de las civilizaciones -no diré países- que fueron sometidos y 'socializados' por el genio romano. Por ello todo lo que ves te es familiar, máxime cuando has tenido la oportunidad de estudiar su derecho en la licenciatura, en mi opinión el más genial y perfecto, a pesar de coexistir con un nivel insoportablemente cínico de corrupción y de deterioro moral y ético (¿nos suena de algo?)- 
   La dimensión que alcanzan series como ésta, como ya conté con 'Deadwood', es tan elevada y  está tan presente que se convierten en series de culto, de esas que trascienden al mero entretenimiento para convertirse en algo más que eso. Es probable que me esté dejando llevar por mi apasionamiento hacia series de este tipo, pero creo que no exagero. Y no lo hago, porque todo está muy cuidado por su creador, el prestigioso y experimentado John Milius. Desde la cabecera, que es magnifica, hasta la banda sonora pasando por el nivel de las interpretaciones. Nada es improvisado. De hecho, este tipo de series de calidad extrema y de culto no suelen ser largas por eso mismo: por la dificultad de mantener ese nivel máximo durante tanto tiempo.
    No diré más. Tan sólo una cosa: obligatorio verla.       

09 junio 2014

EL DESÁNIMO TE HUMANIZA

Podría ser que quienes nos ven correr por caminos, calles, carreteras y otros lugares, nos imaginan seres estables, sanos, esforzados, gente que dedica parte de su tiempo libre a ejercitarse  y a acumular kilómetros, prescindiendo de otros placeres en los que ocupar ese tiempo. Eso podrá parecer bien a la mayoría e, incluso, podría ser considerado como ejemplar. Entre otras cosas, porque no todo el mundo tiene esa teórica voluntad para ponerse a correr ya llueva, haga calor o el frío congele la sangre, y si la tiene no siempre encuentra el momento para comenzar. Pero ocurre que no siempre lo que reflejamos con nuestra actitud deportiva es un trasunto de lo que nos va dictando la mente o las sensaciones. 
Porque más veces de lo que se piensa los que corremos de forma habitual somos víctimas de lo que yo denominaría 'el síndrome del corredor de fondo'. Un síndrome que tiene muchas caras y que opera más en lo anímico que en lo físico. Podrás ir mal físicamente y eso, lógicamente, se traslada a la parte anímica, pero es mucho peor cuando ocurre al contrario. 
No se trata tanto de correr anímicamente mal cuando algo en tu vida personal te está afectando de manera importante. Es más, yo siempre aconsejo procurar salir a correr cuando eso ocurra, ya que el ejercicio al aire libre suele ser una buena terapia. Me refiero a otra cosa y que en el entrenamiento del sábado experimenté y que trataré explicar, si bien, creedme si os digo que es muy difícil hacerlo con palabras.
'El grito' de Munch
No es algo muy frecuente. Sí me ha ocurrido que he sentido apatía corriendo, generalmente por sobreentrenamiento, o desconfianza, cuando he salido de una lesión y he vuelto a los caminos. Ambas cosas son normales. Pero lo del sábado fue otra historia. 
Una especie de vacío ontológico que duró tan sólo unos segundos. Había superado el kilómetro once de mi ruta de trece y me encontraba en un lugar de terreno de vega muy descubierto. No había apenas árboles y la tarde estaba ya en su ocaso, además, no había un alma en el camino. Todo eso hizo que en mi mente aquel camino se me representara como un páramo. Un terreno excesivamente yermo y raso en el que era difícil establecer referencias. Es un camino que conozco bien y que no había visto nunca de esa manera, pero en mi mente se representó así de hostil en esta ocasión.
Y fue entonces cuando esa visión se mezcló con la motivación de seguir corriendo e, incluso. de seguir escribiendo (de nuevo el ¿qué hago aquí?). Momentos en los que una gran pregunta de vocación ontológica se cierne sobre tu cabeza con una lucidez inusitada. Supongo que alguna endorfina que no ha encontrado su ruta correcta, me dije cuando llegue al coche. Por buscar alguna explicación.   
Lo curioso es que a pesar de no atravesar mi mejor forma por las muchas circunstancias por las que he atravesado, no iba mal a nivel físico, es más, percibo que crezco cada día.  A un ritmo constante de entre 4'55'' y 5'05'' el mil y sin demasiado sufrimiento, por lo que el problema físico no tuvo nada que ver con el estado anímico. Unos segundos de zozobra, de inseguridad, de indecisión, los cuales también tenemos que glosar aquí para que se observe y aprecie que no todo lo que nos ocurre a los corredores es miel sobre hojuelas. Porque esos momentos nos humanizan y hacen que nos percibamos a nosotros mismos con más transparencia y objetividad. No diré que sean momentos agradables, pero sí necesarios. Aunque, eso sí, muy cabrones.                

08 junio 2014

LOS RENOVADOS SUELDOS DE LA CASA REAL Y DEMÁS ADYACENTES

Es curioso, ahora que habrá nuevo rey y que España sigue estando como el culo en materia económica, a ningún fontanero de la casa real -con minúsculas- se le ha ocurrido aplicar una política de austeridad, aunque sólo sea para quedar bien con los súbditos y atenuar el cabreo generalizado. Que se sepa, no hay intención de bajar dotaciones -que es como le llaman a los sueldos del rey, príncipe y demás personajes- ni gastos de representación de éstos ni de los demás miembros de la casa. 
Es más, es probable que lejos de bajar sueldos sean mayores las dotaciones y gastos de representación tras la abdicación, sencillamente, porque más gente ocupará nuevos cargos e inéditas situaciones. Una sencilla operación nos lleva a lo siguiente, usando el presupuesto de este año: 

El rey saliente dejará de percibir la dotación de 140.519 € y los gastos de representación asignados de 152.233 €. Pero no nos hagamos ilusiones, ya que esas mismas cantidades se asignarán al rey entrante. Es decir, que este tipo -que a mi siempre me ha caído como el culo- va a tener una considerable subida de sueldo.
Pero lejos de pensar que lo que el recibía -el 50% tanto en dotación como en representación, de lo que cobraba el rey-, se ahorrará, esa cantidad pasará a la nueva princesa de Asturias, que es lo mismo que decir que al nuevo rey, ya que es su hija, menor de edad. Por tanto, la cantidad que se llevará al bolsillo será descomunal. Y cuando ésta crezca y se empareje, su pareja también obtendrán una dotación y gastos de representación que supondrán el 35 % de lo asignado al rey. Por lo tanto, jóvenes en paro de este país id espabilando y dejad de plantearos de emigrar a Alemania y a otros países a ganaros la vida. 
Su amante esposa, la nueva reina plebeya, pasará a ocupar la nómina de la anterior reina -la patricia griega-, es decir, que obtendrá unos gastos de dotación -sueldo- y representación del 45% de lo que tiene asignado el rey. Es decir, si sumamos lo que va a entrar en esa casa, nos entran ganas de echar la pota (dotación+gastos de representación del rey+dotación+gastos de representación de la reina+dotación  gastos de representación de la nueva princesa de Asturias. Haced la cuenta que yo ya me estoy mareando). Y todo eso libre de polvo y paja porque a diferencia de la fea costumbre que tenemos todos los españolitos de pagar nuestras facturas, ellos no pagarán nada de nada. No pagarán ni hipoteca, ni la luz, ni el gas, ni el servicio doméstico, ni la comida, ni los viajes, ni los colegios de los niños. O sea, es como decirle a un hipotecado español que el mes de junio se podrá quedar con toda la nómina él solito, que no se preocupe por nada, que ya lo paga el Estado.  
Pero lejos de pensar que todo se quedará ahí, a quién con dos dedos de luces se le ocurriría pensar que el rey y la reina salientes se iban a quedar sin asignación alguna. Sin duda, junto a la ley que les dotará de inmunidad, se les asignará una cantidad muy apañailla, que seguramente será muy similar a la que le asignan a los expresidentes del gobierno, si no mayor.
Al parecer, las hermanas -la imputada y la divorciada- no formarán parte de la casa real, por aquello que han hechos méritos más que ostentosos -principalmente la primera- para ser expulsadas, pero ¿eso significa que se les dejará sin un euro? A la imputada ya se le dejó sin gastos de representación -según se deduce de la propia página web de la casa real-, y a la segunda se le tenía asignada una cantidad de 25.000 €. Habrá que ver en qué situación se queda ahora.  Otra pregunta en el aire: ¿habrá asignación para la hija menor de los nuevos reyes, por aquello de que no odio a la hermana princesa? Al tiempo. 

En cuanto a lo material, me pregunto ¿qué ocurrirá con las dos casas? Se supone que la Zarzuerla será la que ocupará el nuevo rey, pero ¿quién ocupará la que se le hizo con todo lujo de detalles al príncipe cuando se casó? Lógicamente, no la va a ocupar la nueva princesa de Asturias que es aún menor de edad (con el tiempo la ocupará, cuando se empareje).¿La podría ocupar, pues, el rey saliente y la reina saliente? Es probable. Además, estos dos últimos necesitarán más coches y personal para su nueva situación jurídica. Es algo que aún no nos han contado. 

Por tanto ¿Esto era la democracia? ¿Esto fue la transición? ¿Hay alguna forma de darse de baja de este país?, pregunto.    

Con esas cifras, ¿cómo no va a haber motivos para sonreír? (o sea, reírse de todos los españolitos): 

   

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...