15 julio 2013

ENTRE EL RIGOR Y EL HEDONISMO

Reflexionaba ayer sobre la importancia que tiene la irrupción de la vida social en el régimen -más o menos cerrado- de los entrenamientos. Los corredores aficionados tenemos ciertas contradicciones en ese aspecto, pero hay que intentar no vivirlas como tales. Me explico. 
Por lo general, entrenamos un mínimo de tres días por semana. Y para cualquier corredor aficionado medio-avanzado o avanzado que se precie ese mínimo ha de ser sagrado. Además, se da la circunstancia que cada uno de esos entrenamientos no consiste en una mera sesión de jogging de parque de ciudad, cuatro o cinco kilómetros a ritmo muy trotón. Nada de eso. Cada sesión se habrá de convertir en un entrenamiento mínimo de diez kilómetros serios, con ritmos mínimos por encima del trotón -cada cual marcará su ritmo-, no inferior casi nunca a los 5'30'' el mil. Pero la sesión no terminará ahí ya que cada una de ellas exigirá un mínimo de calentamiento y no menos de 15 minutos de elongamiento posterior. Y eso exige dedicación.
Sumado a eso, esos 30 kilómetros mínimos semanales no serán posibles si durante toda esa semana -mucho más los días de descanso- no existe cierto orden en cuanto a la nutrición y la ingesta de líquidos varios o, en general, un estilo de vida saludable, que conllevará un mínimo de descanso y cierto orden. Y ahí es donde radica la contradicción.
Lógicamente, en unos corredores más que en otros. Para algunos esta dualidad se convertirá en un quebradero de cabeza, por la sencilla razón de que les atrae tanto el régimen cerrado de entrenos como las salidas sociales -nocturnas, por lo general-; pero para otros, eso no será un problema, por la sencilla razón que su régimen social está en un plano muy atrasado con respecto al del entrenamiento. No obstante, el asunto se estropea cuando a éstos últimos, en ocasiones, les da por dejarse llevar por el sosiego que suponen las alternancias sociales, principalmente ahora en periodo estival. Y como no es su costumbre, su rendimiento cae enteros.
Una reflexión que viene a cuenta de mi propia experiencia durante la semana pasada. Una semana dividida entre el entrenamiento y el alterne social y nocturno. Por lo general, pertenezco a ese segundo grupo de corredores que no suele frecuentar el ámbito 'farrero', pero cuando eso ocurre -y ocurre poco, lo confieso, por decisión propia- el entrenamiento se convierte en una birria. Hago la mitad de kilómetros y esa mitad nos lo hago con la dedicación y nivel que quisiera. Además, cuesta arrancar y centrarse en un ritmo normal de entrenos.
Pero comprendo y aconsejo que -como siempre digo- el corredor aficionado tiene la ventaja sobre el profesional de poder entregarse con mesura al dios 'Baco' y al Hedonismo. Lo importante es ser ecléctico y concienzudo. En otras palabras, no perder la cabeza ni en una cosa ni en la otra.      
        

12 julio 2013

MÚSICA: MEGADETH (USA, 1983-Act.)

Megadeth es una banda norteamericana (también originaria de Los Ángeles) que tiene una trayectoria muy paralela a Metallica, si bien es menos conocida para el gran público, aunque no para el público afín al Heavy Metal. 
Cultivan al igual que la mítica banda californiana el Thrash Metal, pero también se han adentrado en el Speed Metal. De hecho, su líder, guitarrista y cantante, Dave Mustaine, creo Megadeth a raíz de ser expulsado de Metallica, banda de la que era guitarrista principal. De ahí que su trayectoria sea muy similar. 
Mustaine ha sido desde siempre el 'alma máter' de la banda, hasta el punto de ser el único que ha permanecido siempre en ella. Los demás integrantes instrumentales se han ido rotando a lo largo de  sus ya 30 años de vida.    
No por ser algo menos conocidos para el gran público han dejado de obtener premios. Han sido disco de oro y platino en su país, amén de ser poseedores de varios 'Grammy'. 
Su estructura musical gira en torno a dos guitarras -siendo la de Mustaine la principal-, un bajo y una batería, que en el Thrash Metal siempre está muy presente. Idéntico esquema al que muestra Metallica, si bien su sello es distinto. Comparten estilo con otras grandes bandas del Thrash como son la misma Metallica o Slayer -por poner dos sólo ejemplos-, pero atesoran un distinto estilo. Por ejemplo, la voz de Mustaine es menos agresiva que la de James Hetfield, aunque más melodiosa. 
Son considerados unos grandes mundiales del Heavy Metal y allí por donde van llenan estadios y grandes salas. Aquí les vemos actuando en Sofía en 2010, bajo una proverbial lluvia.

     

SAN EREFERMIN




Los de 'El Jueves' geniales como siempre.

10 julio 2013

EL FÚTBOL EN ESPAÑA VA A CAMBIAR (TIENE QUE CAMBIAR)

Hace casi un año publiqué un artículo en el diario Ideal cuyo título era 'Crisis económica y fútbol'. Unos meses antes publiqué en el mismo periódico 'El fútbol como terapia'. Es más, un par de años antes, el mismo día en el que España se proclamaba campeona del mundo de fútbol en Sudáfrica publicaba otro artículo denominado 'El fútbol como catarsis'  (todos los podéis leer pinchando en el título). Por tanto, no cabe duda que he intentado reflexionar sobre lo que está ocurriendo y lo que podría ocurrir en el mundo del fútbol. Ese mundo que sigue aún encerrado en una burbuja, a pesar de que el país lleva años desangrándose. En todos y cada uno de los artículos criticaba esta situación de proteccionismo y teorizaba sobre el enorme interés que tienen los gobiernos que nada cambie, porque de esa manera, con ese pan y circo, se mantiene entretenida a una enorme masa social votante.
Pero ahora, tal y como ya teorizaba, las cosas ya no se podrán mantener así. Conocimos el 'hachazo' del fisco a Messi y ahora estamos asistiendo a la desaparición de clubes de segunda y categorías inferiores por problemas económicos. Asimismo, nos llegan informaciones que equipos consagrados e internacionales de otros deportes más minoritarios ya han desaparecido o están en vía de desaparecer. Son los casos del Atlético de Madrid de Balonmano, el Caja Segovia de Fútbol Sala y la pronta desaparición de uno de los equipos españoles más competitivos, el Esukatel. Pero el chorreo no se va a detener ahí. En los próximos meses habrá muchos más casos. Las causas son fáciles de comprender: la crisis ha retirado patrocinadores y las instituciones ya no subvenciona. Para colmo, muchos de estos equipos estaban financiados por las obras sociales de las Cajas y al cambiar la normativa y convertirse la mayoría en bancos, la obra social desaparece.
    Sin embargo, aún existe una enorme protección hacia la primera división del fútbol español. Siguen sin estar claras las cuentas en los grandes clubes de nuestro fútbol y existe una fusión de intereses entre los intereses privados y ocultos de sus directivos y los del club mismo. Para colmo, la mayoría tiene enormes deudas con Hacienda, la Seguridad Social y proveedores. Pero no ocurre nada. Lo que sería una persecución para cualquier ciudadano o cualquier empresario de esta país, para los clubes de fútbol no supone problema alguno. Es más, a pesar de que han bajado sus pretensiones en cuanto a fichajes, siguen disparando con pólvora de rey. Un ejemplo, el equipo que más dinero debe a Hacienda de este país, el Atlético de Madrid, aún se permite fichar a uno de los jugadores con más ficha del fútbol español, David Villa. Es demencial. Los ciudadanos deberíamos de sorprendernos -y no lo hacemos demasiado- sobre las cantidades bestiales que cobran los jugadores, aún a sabiendas que sus estratosféricas fichas se mantienen a costa de que sus clubes deban cientos de millones de euros a Hacienda y a la Seguridad Social, que es como decir que están endeudados con el conjunto de los españoles. Porque resulta que mientras que nuestras empresas nos retienen la cantidad pertinente en concepto de IRPF y Seguridad Social, los clubes suelen abonar el total de esos conceptos que, legalmente, le correspondería a los jugadores, ya que se negocian contratos netos de impuestos y Seguridad Social. De ahí esa deuda descomunal que tienen los clubes con el fisco.
     Además, en los países de nuestro entorno dentro de la UE las cosas no son así. Alemania -que es la voz cantante en Europa- cuenta con sistema legal que prohíbe que los clubes no estén saneados y todos se encuentran al día con Hacienda y la Seguridad Social. Y en Inglaterra, los clubes son como franquicias o empresas que hasta cotizan en bolsa en algunos casos. Ninguno depende de instituciones públicas y se financian como cualquier otra empresa que, en este caso, son sus socios y unos derechos televisivos repartidos de manera más ecuánime que en España. Por tanto, es nuestro país uno de los pocos que aún mantiene el sistema proteccionista al fútbol profesional. Lógicamente, la UE está presionando al gobierno español para que eso cambie (incluso hay voces en estos países que vinculan los éxitos del fútbol español a esta situación privilegiada, pero eso sería discutible).
¿Pero por qué el gobierno, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos siguen permitiendo estas situaciones? Muy fácil: si se mete en cintura a los clubes, la mayoría no podría subsistir y desaparecerían y los políticos no quieren ni por asomo que eso ocurra porque saben que de ocurrir el personal ya no tendría pan y circo y, entonces, sus enormes culos se quedarían aún más al aire.    

09 julio 2013

CINE: 'EL CUERPO' (Esp, 2012)

El cuerpo
No se puede negar que esta película española tiene buena hechura. Buen guión, aceptable dirección, excelente fotografía que capta perfectamente el ambiente claustrofóbico y ciertamente decadente que quiere mostrar, pero dicho esto, en mi humilde opinión, hay demasiadas interpretaciones que no están a la altura. 
Podríamos salvar a Belén Rueda, que ya ha demostrado en más de una ocasión encarna muy bien los personajes que le asignan, pero poco más. Y lo lamento porque con otro tipo de interpretaciones -o tal vez otros interpretes- la película hubiera podido dar más juego, a pesar del obsesivo interés que muestran los guionistas (uno de ellos es el mismo director de la película, Orio Paulo) por girar excesivamente los vericuetos de la historia. Pareciera que compitieran por sorprender permanentemente al espectador y que éste pueda admirar la capacidad imaginativa de éstos a la hora de retorcer el desenlace de la película, pero eso me parece algo desacertado ya que una buena historia no tiene por qué pugnar con esa obsesión en girar la historia hacia lugares indeterminados y casi increíbles.
Ejemplo de sencillez y maestría la encontramos en 'No habrá paz para los malvados', en la que la historia gira hacia un terreno sorprendente pero no rebuscado. En cambio, aquí en esta película no hay sorpresa pero sí excesivo retorcimiento.
No obstante, eso podría ser pasable si, al menos, durante el metraje de casi 100 minutos hubiera habido interpretaciones más brillantes. Un José Coronado al que se le ve algo bajo de tono y un Hugo Silva, eficaz para otro tipo de papeles más adecuados a su rol e imagen, pero no para el que aquí le encomiendan (por cierto, alguien debería decir a este actor que hay que intentar vocalizar mejor). 
No obstante, se trata de una película ciertamente meritoria por una de las razones que esgrimía más arriba, que no es otra que el logrado ambiente creado y la excelente fotografía. También hay que elogiar la banda sonora, a pesar de que ésta no pasa de ser algo más que neutra.   
Pese a todo, es una película que se deja ver bien. Y, además, se trata de cine español hecho con pocos medios y una encomiable determinación y voluntad. Y eso siempre hay que valorarlo.        

07 julio 2013

XV PRUEBA DE FONDO 'RÍO DÍLAR' (7/7/2013)

Competir es divertido. Y puede ser muy divertido si el corredor aficionado acude a las citas para eso, para divertirse. Creedme si os digo que esa es siempre la opción más sensata e inteligente y a la que se llega cuando uno ya tiene decenas de carreras a sus espaldas. 
Divertirse y mantenerse en forma. Sentir que pasan los años y uno puede seguir haciendo circuitos exigentes; sentir que todo va como tiene que ir. Entrenas bien y medio te respetan las lesiones, el médico te ha dicho que estás sano y que no tienes colesterol ni triglicéridos, tu entorno te ve sano y delgado, te compraste la última camiseta técnica que te gustó....Por lo tanto, no exijas más, tan sólo disfruta. Vive el momento para cuando no sea posible hacerlo. 
Compruebo que me estoy poniendo trascendente, pero no es mi intención; y mucho menos un siete de julio en el que el sol acompaña casi hasta que te vas a la cama y se vislumbran unos buenos meses de bajada de inactividad y/o vacaciones. Pero ocurre que esto del correr ha de tener sus reflexiones y sus respuestas, ya que no se trata tan sólo de ponerse unas zapas y dar zancadas por esos caminos de Dios. Ha de haber algo más entre el cielo y la tierra.
Y lo hubo esta mañana en Dílar. O por lo menos a mí me lo pareció ya que sin proponérmelo me sentí congraciado y compenetrado con la ruta, con esos exigentes 16 kilómetros que transcurren por los municipios de Dílar, Otura, Ogíjares y Gójar. En pocas palabras: me sentí bien, muy bien. 
Seguramente había planificado bien mis entrenamientos, había descansado lo suficiente, el olivo-trail estará aportando cosas buenas, lo que fuere, pero el caso es que en pocas ocasiones me he sentido tan bien en una prueba exigente como ésta, a pesar del fuerte calor y a pesar del terreno. 
Así que consciente de ello, decidí disfrutar cada kilómetro y no echar por la borda las buenas sensaciones con cambios de ritmos innecesarios que nunca llegan a buen término. Reconozco que al entrar a meta hubo un momento de reproche: he sido demasiado conservador. He llegado demasiado entero. Debí haber expuesto más. Todo eso me dije. Pero inmediatamente deseché las dudas: había hecho la carrera que la mente me había dictado: cómoda y con buenas sensaciones. 
Porque siempre lo digo: las buenas sensaciones son las que posibilitan afrontar nuevas pruebas y entrenos con mejores perspectivas; con más seguridad y optimismo; con más motivación. 
De hecho, no es la primera vez que me ocurre en esta prueba. Recuerdo nítidamente que hace dos años fue aquí (con salida en Ogíjares) cuando decidí apuntarme a la Subida al Veleta. 

UNA PRUEBA EXIGENTE 

Decía antes que ser trata de una prueba exigente. Una prueba larga y organizada en unas fechas muy críticas. Es más, tampoco sale demasiado temprano (deberían de pensar que hay muchos corredores que necesitan en torno a las dos horas para completar la ruta). Por tanto, no considero que sea una prueba que deba hacer cualquier corredor que no tenga un mínimo de kilómetros en sus piernas. Es algo que vi en los rostros de algunos cuando yo me dirigía al coche y ellos y ellas subían los últimos metros de la última rampa para llegar a la meta. No estaría mal que al igual que ocurre en otras disciplinas aeróbicas (es común en el senderismo y en el montañismo, por ejemplo) se difundiera con antelación el nivel de exigencia de todas y cada una de las pruebas. Nadie debería de exponerse a un sobreesfuerzo que posteriormente pudiera pasarle factura. Opino.

MI CONCURSO 

Prácticamente lo expongo en las primeras líneas, ya que se puede resumir en lo que decía: buenas sensaciones. Percibía los kilómetros sin sensación de haberlos hecho y casi daba lo mismo que fueran hechos en llano, bajando o subiendo. Cuando las buenas sensaciones acompañan, el terreno siempre se distingue menos. Eso lo sabemos todos los corredores. 
Saliendo desde muy atrás, como vengo haciendo últimamente y sin el Forer -por decisión propia- en la muñeca, me complacía en la visualidad del circuito, en el paso por las calles de las localidades, de las urbanizaciones, de las zonas de arboleda y, también, por los pasos en los que el sol golpeaba como un puño de hierro. Nada era ajeno a mis sentidos porque las piernas no pesaban. Como decía antes, la opción podría haber sido el haber imprimido más velocidad a las mismas, ya que éstas claramente la exigían, pero no era una opción importante en mi esquema de carrera. Así que iba adelantando a corredores -algo que es muy habitual si sales desde muy atrás- e iba disfrutando de mi lugar en la prueba. Nada más. Y nada menos. 
Gracias a haber elegido esa opción, puedo hoy escribir esta crónica en sentido positivo; de lo contrario, podría haber sido una crónica tremebunda; o sencillamente, la podía no haber escrito.   
Nota final: siento mis piernas más frescas que nunca. 
                             

05 julio 2013

MÚSICA: DIMMU BORGIR (1993-act)

'Dimmu Borgir' es una banda oscura de origen noruego. Gustan de cultivar el 'black metal' y la rama sinfónica de éste. Por tanto, nos estamos refiriendo a una rama muy definida del metal que no gusta a todo el mundo; y cuando me refiero a todo el mundo, me estoy refiriendo al mundo del metal. No obstante, sus veinte años en escena y sus muchos premios le avalan y demuestra que tienen legión de seguidores y que pueden sacar pecho por haber estado en el Wacken (de la edición de 2007 es el vídeo que inserto) y haber vendido bien alguno de sus discos en el mercado estadounidense. 
Para quien adore el excesivo 'guturalismo' esta banda hará sus delicias pero, a diferencia de otras del género metálico más negro, también apuestan por lo melódico en ocasiones. Es más, ha habido etapas en las que sus seguidores le han reprochado su 'enmoñamiento'. 
Desde casi siempre han tenido problemas entre sus miembros, principalmente, en lo que concierne a autorías de letras, y en más de una ocasión han acabado en los tribunales por estos motivos. Pero aún así y cambiando de miembros en bastantes ocasiones, ahí siguen en la brecha, considerándose como unos de los grandes a nivel mundial del género 'black'. 
Trabajan con una omnipresente voz gutural -en la actualidad la del noruego Stian Tomt Thoresen, de nombre artístico 'Shagrath', que según dice él mismo es el nombre de un orco que aparece en la literatura tolkiana de 'El Señor de los Anillos', aunque no en la película-, dos guitarras de estética muy 'black', un bajo muy presencial y una batería que se caracteriza por una transición muy rápida y coordinada con el bajo. Utilizan teclados.
Es una banda que practica un estilo metálico que no es nada convencional, pero sí señero de ese estilo en sí. Yo, particularmente, no es el que más sigo, aunque valoro su instrumentalidad.   

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...