03 junio 2011

BUENAS SENSACIONES


En Órgiva me sentí bien en todo momento


Tras la prueba de Órgiva, el pasado domingo 29 de mayo, comprendí que tenía buenas sensaciones, a pesar de la dureza del recorrido.
Me había mantenido en tiempos similares a los de las dos participaciones anteriores, pero las sensaciones eran otras y la certeza de no haber ido al cien por cien de mis posibilidades mejoraron las sensaciones aún más. Por tanto, corriendo con esos datos la relación con este deporte es aún mejor, si cabe.
El próximo domingo correré por primera vez la prueba de “Las dos colinas”, organizada por las Fuerzas Armadas. Es curioso, pero a pesar de vivir en la ciudad nazarí y tratarse de una bonita prueba que atraviesa los dos lugares más simbólicos de la ciudad, la Alhambra y el Albaicín, jamás la he corrido. Seguramente por coincidir con otras pruebas del Circuito de Diputación.
Pero este año, Alejandro, nuestro mentor en el club Caja Rural nos ha inscrito en bloque; y ha hecho bien porque muchos teníamos ganas de correr esta prueba y quienes ya lo habían hecho tenían gana de repetirla. Por tanto, si nada se tuerce allí estaremos subiendo esas dos colinas que tanta fama universal dan a Granada.
Sin embargo, he optado por no cargarme de kilómetros esta semana, sobre todo si consideramos que la prueba del domingo pasado fue dura y fuerte correctivo para la musculatura. Tampoco he querido centrarme de forma particular en cuestas porque no estoy muy seguro si he descansado lo necesario. No obstante, si estoy haciendo sesiones suaves principalmente, aunque he alternado lo suave con rodajes más rápidos como fue el caso del jueves por la tarde. Esa tarde el entrenamiento me arrojó algunas dudas sobre si estaba realmente recuperado o no. La tarde anterior tan sólo rodé durante nueve kilómetros a un ritmo suave –tan sólo el último kilómetro fue fuerte- y, a pesar de sentir las piernas rígidas no me encontraba particularmente cansado. Pero al día siguiente –el jueves- rodé durante cinco kilómetros como lo haría un zombi recién salido de su tumba: torpe en los pasos y demasiado rígido. Además el sudor era pastoso y la condición física en general bastante penosa, algo que me llevó a detenerme durante el trayecto. Sin embargo, a partir del kilómetro cinco hubo una mutación orgánica y a partir de ahí todo eran parabienes y bondades en mi físico: rodaba fácil y ligero al tiempo que devoraba kilómetros sin esfuerzo y en total armonía. Un nuevo misterio que añadir a este complejo e incierto deporte.

02 junio 2011

IRÓNICA REGENARACIÓN DEL PSOE


Tras el batacazo electoral en las pasadas elecciones locales y autonómicas que accedieron por la vía del artículo 143 de la Constitución, el PSOE ha decidido regenerarse de una manera muy particular.
Evidentemente todo el mundo esperaba un congreso y algunos de sus miembros más destacados así lo solicitaron, pero no, finalmente han optado por unas primarias totalmente descafeinadas, de esas a las que acostumbra el partido en el gobierno simulando democracia interna. Pero no la hay y, en la práctica, la mecánica es muy similar a la del dedazo que utiliza el PP, pero al menos éstos no se esconden ni disimulan.
Y de esa irónica regeneración se va a encargar la cúpula del partido del 82, aquel construido a la imagen y semejanza de su líder, ahora convertido en un acaudalado señor que gestiona fondos de inversión, como los grandes magnates.
Pues sí, esa regeneración tiene nombre y apellido: Alfredo Rubalcaba, pero llamémosle Alfredo a secas, como a él le gusta. Y no dudo de su capacidad política –de hecho, es probablemente el mejor político con que cuenta el PSOE- si entendemos por ésta la que te permite baldear bien todos los terrenos de este otrora noble arte de engañar sin parecerlo.
Por tanto, ¿de qué regeneración está hablando este partido? Tan sólo faltaría que a sus huestes de futuro se unieran Chaves y Zarrías. Se ve que esta gente quiere autoinmolarse en el partido una vez inmolado el Estado con su pésima gestión.
Pero lo peor de todo no es eso. Lo peor es que la negativa a adelantar las elecciones generales para liquidar un gobierno en el que su cabeza se encuentra secuestrado en la Moncloa, culminará con diez meses de campaña electoral sufragada por todos los españoles. De hecho, el pasado jueves Rubalcaba aprovechando lo de la crisis del pepino se acercó a Almería para desde allí dar un salto a Sevilla en avión oficial militar para hacer campaña de partido con su desquiciado amigo Griñán el enterrador de Andalucía.
En fin, el PSOE.

29 mayo 2011

NULA TRANSPARENCIA DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA


¿Tenemos la monarquía que nos merecemos? Probablemente sí. Porque resulta no ya que estemos de acuerdo o no estemos de acuerdo con este sistema -es una forma de Estado a fin de cuentas- o con el sistema tan camuflado con que penetró en la democracia -no hay que olvidar que no se votó monarquía sí, monarquía no, sino una Constitución que ya la tenía contenida-. Pero el problema no es sólo ese sino la puesta en escena de los miembros de esta familia e inherentemente el silencio acerca de sus actos por parte de todos los medios de comunicación importantes -sólo en Internet se alzan críticas contra esta institución-.
Una institución podrá gustar más o menos. Podremos estar más o menos satisfechos con ella, pero en democracia es fundamental la transparencia tanto personal como económica e institucional de los miembros que asumen esa institución. Transparencia que deja mucho que desear en muchas instituciones democráticas pero que no existe en el caso de la monarquía española, como sí existe en la de los países europeos que la ostentan.
Todos hemos asistido a los rumores -periodismo de investigación, incluso- sobre los negocios del yerno del Rey, Iñaki Urdangarin, o a los del propio Rey pero inmediatamente todo se ha tapado sin que los ciudadanos tengamos un conocimiento exacto sobre qué hay de verdad o de mentira en todo ello. Pero, incluso, hay otras cuestiones menores que al menos al quien firma este artículo le chocan: la inoportunidad de las apariciones públicas de determinados miembros de la monarquía, muchas de ellas sin que vengan a cuento. Por ejemplo, el sábado por la noche, con ocasión de la final de la Copa de Europa de Clubes en Wembley. Por allí apareció el Príncipe Felipe -media hora antes del comienzo del partido porque se ve que no le afectan los atascos o las horas perdidas en los aeropuertos- para ocupar un lugar de honor en el palco junto a otras autoridades políticas y deportivas.
Allí se encontraban el Alcalde en funciones del Ayuntamiento de Barcelona y el Presidente de la Generalitat catalana, algo que puede parecerme lógico porque, en definitiva, son representantes de la ciudad y comunidad autónoma que representa el FC Barcelona, pero me pregunto y pregunto (incluso estoy pensando en hacer esa consulta a la propia Casa Real por la vía del Derecho de Petición): ¿A quién representaba en ese partido el Príncipe Felipe, estando como estaba el Secretario de Estado para el Deporte en representación del Gobierno de la nación? ¿Cómo fueron sufragados esos gastos si se entienden que no representaba a nadie? ¿Por qué estaba el representante de la monarquía española y no había ningún miembro de la monarquía británica, sobre todo, si consideramos que había un equipo inglés y se jugaba en terreno británico?
Muchos interrogantes que no se disipan porque no existe una transparencia propia de la democracia.
Y, claro, luego habrá quien se raje las vestiduras si cada vez hay ciudadanos más indignados.

26 mayo 2011

MIRANDO A ÓRGIVA



Hay pruebas a las que no puedes acudir a la ligera dada su dificultad. Una de ellas es la del próximo domingo en Órgiva. Diecinueve kilómetros de subida y bajada, repartidos en un cincuenta por ciento aproximadamente, con algunos falsos llanos de por medio. De hecho, se trata de subir a Lanjarón desde Órgiva y volver a Órgiva por la misma ruta que no es otra que la carretera local que une ambas localidades de la Alpujarra granadina.
En esta prueba mucha gente sufre mucho más bajando que subiendo por un motivo básico: el corredor adapta un ritmo voluntario en la subida y puede controlar en todo momento si ir más rápido o ir más lento en función de su estado de forma; sin embargo, la bajada no forma parte de la voluntad ya que es el mismo terreno el que te arrastra y lo hace imprimiendo a las piernas mayor velocidad y, está claro, que esa mayor velocidad es necesario que vaya precedida de un buen estado aeróbico que asuma sin dificutad ese mayor ritmo. Para evitar esa velocidad, es muy común que nos vayamos frenando al no poder aguantar el ritmo natural de bajada, por lo que ocurra una cosa u ocurra la contraria, el corredor acaba siempre pagándolo. De ahí, las enormes pájaras que se producen, principalmente, en la bajada.
A mí me ocurrió en una de las ediciones que he corrido esta prueba, que creo ha sido en dos ocasiones. En aquella ocasión subí con bastante buenas sensaciones, a buen ritmo, pero la bajada se me atragantó de una manera bestial; de hecho a falta de tres kilómetros para llegar a Órgiva ya apenas tenía fuerzas y no podía comprender el porqué de aquella pájara. Posteriormente medité y comprendí el motivo, que es el que acabo de exponer.
Por tanto, mucho cuidado en la bajada y mucha moderación, también, en la subida. Un aviso que se hace especial, principalmente, a quienes corráis esta prueba por primera vez, que es cuando se suele pagar la novatada.
En otro orden de cosas, comenté que no sería hasta el jueves o viernes cuando decidiera tomar la decisión de correr esta prueba, en función de cómo se encontrará el abductor izquierdo. He hecho los deberes y no he corrido desde la prueba de Huétor Tájar, pero sí he estirado la zona.
En la tarde del jueves decidí probar en un circuito ciertamente quebrado y duro, provisto de algunas cuestas y todo ha funcionado perfectamente. De hecho, ni he sentido molestias en la zona afectada.
Además, he puesto especial interés en las subidas y he llegado a la conclusión que subo sin demasiados problemas y en la bajada pienso seguir el consejo técnico de acortar la pisada, es decir, que el pie pise en una linea imaginaria a la altura de las caderas o, bien, que no sea fácil ver los cordones de la zapatilla si miras al suelo. Lo importante es que la bajada imprima cierta rapidez a las piernas pero que la zancada no sea larga.
Y es que hay que hacer todo lo posible para hacer esta prueba que pasa por ser, probablemente, la más vistosa del Circuito, no sólo ya por el entorno sino por su propia puesta en escena y dureza.
Allí nos veremos si todo marcha como ha marchado esta tarde.

23 mayo 2011

LA TRAVESÍA DEL DESIERTO Y OTRAS CUESTIONES ELECTORALES



La democracia, a veces, aunque no con demasiada frecuencia, tiene esos extraños efectos que acaban produciendo circunstancias muy coherentes y necesarias.
Un partido político puede lanzarse durante años, es más, lustros a una vorágine de mal gobierno, despropósitos, corruptelas, prebendas, mangoneos, engaños y otras iniquidades varias y no pasar nada. El electorado domito acaba siempre votándole y ese partido político desprovisto de escrúpulos multiplica por dos o por tres todos esos desarreglos hasta llevarlos a una enésima escandalera que de tan ruidosa acaba por escuchar ese electorado domito. Y es eso lo que ha pasado con el PSOE, partido histórico y avezado en manejar las instituciones con la experiencia y el descaro que le dicta su enorme presencia social y política.
Pero dicen los escritos antiguos que hasta los más soberbios se ven abocados a peregrinar por el desierto en búsqueda humilde del paraíso perdido que jamás creían poder perder, porque era suyo como el aire que respiran.
Y, curiosamente, eso lo ha querido la democracia que es como un reo silente y pendenciero que acaba por guillotinar cabezas si éstas lucen un corona arrogante y soberbia.
Además, el buen efecto que tiene esta travesía es que el ser arrogante y soberbio, una vez encuentre el camino de vuelta, ya jamás podrá llevar a cabo esas mismas acciones que le han provocado el destierro. Deberá de cambiar, hacerse más humilde, arrojar la corona dorada al fuego...

Y es que el PSOE ya llevaba tiempo pasándose de rosca, siendo ignominioso con la sociedad dormida. Ya le había perdido el respeto a los ciudadanos y se había entregado a una bacanal de desgobierno y despropósito. Y, claro, así no se puede gobernar, algo de lo que, incluso, se han percatado muchos miles de ciudadanos sumisos y silentes como la brisa en la oscura noche.
Sin embargo, podrían aún en las altas sedes socialistas no darse cuenta de lo que les está pidiendo el pueblo: en primer lugar, que se vayan unos cuantos lustros; en segundo, que renueven el chavismo, al zarrismo, el pajinismo, el blanquismo, el guiñanismo, que alejen como un cáliz todos esos caretos molestos a la vista y al sentido común que tanto daño están haciendo a la sociedad y a su partido mismo.
El PP podría llegar a cometer los mismos errores -si no es que ya no los está cometiendo en Valencia y otros lugares de política fácil-, pero de eso tendrán que tomar buena nota ellos mismos. Tan sólo bastaría con que se asomarán al balcón y observarán como el enemigo político va dando tumbos por ese proceloso desierto.

¿Y EL ESPÍRITU DEL 15M?

Mucho me temo que ni los que se están yendo ni los que están llegando entenderán este movimiento. Probablemente, sea el mismo movimiento el que está sudando tinta para entenderse a sí mismo, algo lógico y atribuible a la desvertebración que otorga todo sistema asambleario. Pero yo creo que el mensaje es claro y diáfano: este movimiento está dando duros toques a todos los partidos políticos, pero es probable que exista demasiada sordera entre los padres de la patria y sólo escuchen lo que les cuentan sus asesores de imagen.
He leído en muchos medios que el 15M no ha tenido repercusión en las urnas y no he podido más que sorprenderme por ese torpe análisis, porque ¿cómo un movimiento apolítico puede tener incidencia en otro político? Nada de eso. De lo que se trata es de comprender que esa voz no es la del votante habitual (a pesar de haber sido la elección con mayor número de votos en blanco y nulos, que algún significado ha de tener) sino la voz de una sociedad latente que con ánimo de portavocía -se extenderá sin duda- está reclamando que el político al uso deje ya de lado sus enormes privilegios y mire para el pueblo. Pero mucho me temo que no escucharán y de aquí a poco se volverán a sorprender con manifestaciones más duras y contudentes. De hecho, esta misma mañana cuando leía en la prensa que Doñaleticiarepublicana estaba muy ocupada eligiendo nuevos modelitos me preguntaba a mi mismo: ¿se habrá enterado la Casa Real -que es la Jefatura del Estado--, de algo? Una muestra muy clara de lo difícil que se hace escuchar cuando uno cree que sus altas torres jamás serán alcanzadas. Pero eso mismo pensó el rey Príamo de Troya.

21 mayo 2011

XIV PRUEBA DE FONDO "EL ESPÁRRAGO" VILLA DE HUÉTOR TÁJAR (21/5/2011)



Poco que contar sobre la prueba de Huétor Tájar. Pero sí mucho que reflexionar.
Poco que contar en lo personal, porque sabía que el cansancio de los últimos entrenos (somos lo que entrenamos) unido a ese dolor en el abductor izquierdo harían de esta prueba un trámite. Un entrenamiento cualificado, eso sí. Pero sí, mucho que reflexionar porque es muy meritoria la congregación enorme de corredores en esta prueba (unos 800 la finalizaron) -algo que se está produciendo desde los últimos años-, a pesar de celebrarse en un día y una hora un tanto heterodoxa, que dicho sea de paso a quien esto suscribe le gusta más que el domingo por la mañana.
Sin duda, muchos son los motivos que convierten a esta prueba en peculiar dentro del Circuito de Diputación. El día y la hora, el curioso recorrido, la sorpresa de la climatología debida a las fechas en las que estamos y debida, también, a la peculiar zona. De hecho, Huétor Tájar, un pueblo que gracias a la alta producción de espárrago es próspero, se encuentra incrustado en una especie de hoya, que, como bien decían los alumnos de los cursos que impartí allí hace no mucho tiempo, provoca que el frío sea muy gélido y el calor muy caluroso, algo húmedo por la presencia del río Genil que cruza amplio y hermoso la localidad del poniente granadino.
En lo particular, tan sólo decir que corriendo a un ritmo aeróbico tranquilo de 4'29'' el mil de media me sentí bastante cómodo, a pesar de las persistentes molestias en el abductor izquierdo, que iban a más a medida que pasaban los kilómetros o forzaba (de hecho, algún kilómetro con mejor terreno el ritmo se fue a 4'16''). De ahí que a nivel consciente -y probablemente también a nivel inconsciente- fuí prudente a lo largo de los diez kilómetros, bien medidos, de la prueba. Pero también sentí debilidad y cansancio. La misma debilidad y cansancio que estaba ya percibiendo en los últimos entrenamientos. Mucho más acusada a partir del kilómetro ocho. Claros síntomas de necesitar un descanso que provocará, probablemente, el sacrificio de la dura prueba del próximo domingo en Órgiva. Habrá que observar cómo transcurre la semana y sólo decidiré a partir del viernes. Por lo pronto no correré hasta el jueves, aunque sí estiraré y electroestimularé. Decía al principio que mucho que reflexionar. Y anunciaba que el primer motivo de reflexión era la enorme aluvión de corredores como comentábamos Ángel - de Caja Rural- y yo antes de la prueba.
Además otra honda reflexión, que al menos a mí me sugiere comprobar cómo el corredor habitual muestra la capacidad de centrarse en su mundo, a pesar de que el mundo que existe a su alrededor como ciudadano es tan intenso, cambiante e inquietante: una jornada de reflexión muy particular la vivida en España, con miles de personas ocupando calles y plazas de las grandes ciudades.
Lógicamente, el corredor no puede ser ajeno a ello (es más, es parte de ello: como ciudadano) y, sin embargo, nada consigue distraerle de su tarea, de su carrera, de sus entrenos, de su pequeño gran mundo.
En todo ello pensaba cuando me dirigía a la zona de salida. De hecho, escuché a corredores comentar entre ellos lo que está ocurriendo en España en estos días, pero lo hacían mientras calentaban o preparaban el cronómetro para iniciar la salida. Sin duda, algo muy extraordinario.
Y es que en esto de correr existen muchas cosas extraordinarias. E, incluso, a veces, surrealistas.

20 mayo 2011

EL DILEMA DE VOTAR (IDEAL 20/5/2011)



Me he mojado. A nivel físico e intelectual. De la primera forma lo hice el pasado jueves cuando un auténtico diluvio cayó sobre mi cabeza a lo largo y ancho del entrenamiento de doce kilómetros que realicé ese día. De la segunda, hoy, en el artículo que me publica Ideal que, curiosamente, tiene una teórica coincidente en parte con lo que denuncia el movimiento 15M, si bien es un artículo que lo tenía prácticamente redactado con bastante anterioridad.
Por si no lo hubierais leído en papel, con él os dejo.


EL DILEMA DE VOTAR


Entramos en la primera parte de una sucesión de elecciones que alargará su sombra hasta el año próximo. Y es tan negativa la imagen del sistema de partidos y de los políticos que el ciudadano sensato no sabe si hipotecar el sistema electoral no acudiendo a votar o, por el contrario, afianzar el mismo sistema de partidos que rechaza acudiendo a votar. Es una grave dualidad, un hondo dilema.

En una sociedad democrática avanzada –y suponemos que en ese grupo nos encontramos- el protagonismo de los políticos no debería ser tan pertinaz. Una sociedad democrática avanzada debería de reflejarse en su sociedad civil, en sus universidades, en sus intelectuales, en su avance tecnológico, en el trabajo y en el esfuerzo de la ciudadanía... y, por supuesto, la clase política debería pasar a un segundo plano. O a un tercero.

Pero no pasa a un segundo o tercer plano porque nuestra clase política no es una parte más de nuestra sociedad sino una casta muy diferenciada, retroalimentada en su esencia y sostenida en ese sistema electoral que potencia las listas cerradas y los pactos tácitos y expresos entre partidos. Son ejemplares de una misma especie que porfía por mantener sus privilegios, como cualquier casta orgullosa.

La otra especie, el ciudadano, está harta de comprobar cómo los partidos políticos simulan combatir la corrupción que anida en su seno con acusaciones hacia la de los otros que siempre a sus ojos es más grande y más corrupta si aquí se acepta la redundancia. Y, claro, cabe preguntarse si el tejemaneje de los partidos políticos es algo en sí aislado en nuestra imperfecta sociedad o si, por el contrario, no es más que un reflejo y una síntesis de nuestra forma y modo de interpretar la vida. De hecho, esta segunda tesis no sería demasiado descabellada si observamos la sociedad que nos circunda.

Por ejemplo, que compruebe el hipotético lector cómo se manipula la legalidad a su alrededor. Compruebe y analice –por ejemplo- las últimas reuniones de su comunidad de propietarios y podrá deducir cómo la legalidad casi nunca se cumple y siempre prospera la propuesta o acción ilegal de algún vecino ante el escandaloso silencio de los demás. Compruebe las últimas medidas tomadas en su municipio. O la manipulación de los estatutos en su club, peña, o asociación a la que pertenece. Y si eso es así en pequeñas parcelas de poder qué no ocurrirá en las grandes, sobre todo en esas en las que, además, se entremezclan los asuntos de estado con las artimañas políticas y los intereses económicos.

Es evidente que en nuestra sociedad la ley nace con vocación de incumplimiento, que es una tradición muy latina, pero es muy moderno, muy europeo poseer leyes que regulen cada una de las facetas de la convivencia. Curiosamente, de vez en cuando, algunas de esas normas se cumplen, aunque no en vano ya que casi siempre suele haber algún interés confeso o inconfensable detrás de ese férreo cumplimiento.

Pero debemos de abonarnos al optimismo y no pensar que todo está perdido, de hecho, hay gente honesta que trabaja en la sombra cada día para que las cosas no se deterioren cada vez más. Incluso en los partidos. Incluso en los pequeños territorios de poder diarios. Sin embargo, ese descomunal trabajo en la sombra no es más que la excepción que confirma la regla o tal vez la razón de que aún podamos contarnos entre los pretendidos países democráticos.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...