18 diciembre 2009

COMIDAS NAVIDEÑAS (IDEAL 18/12/2009)


Hoy, quienes hayáis tenido ocasión de leer la edición impresa del remozado Ideal, hipotéticamente os habréis encontrado con un artículo por mí firmado. Un artículo muy navideño.

Siendo época, como es, de las comidas de empresa navideñas, me ha parecido oportuno escribir sobre ello. Lo someto a vuestra consideración:


COMIDAS NAVIDEÑAS



Sospecho que existe una débil frontera entre la comida navideña fraternal y la comida navideña profesional. Y a la experiencia que pueda aportar el hipotético lector me remito.

Las comidas navideñas de empresa tienen un gran significado desde el punto de vista sociológico. Pero también desde otros puntos de vista, pues estos eventos tienen mucha relación con todo aquello que constituye el tejido de las relaciones laborales y personales tanto en el sector privado como en el sector público.

Se comentaba en este mismo periódico hace unos días que el coste de las comidas navideñas, en el momento de crisis actual, no es asumido por las empresas en la mayoría de los casos, sino por el propio comensal y a su vez empleado. Y, lógicamente, este detalle configura de forma muy distinta estas efemérides.

Cuando la empresa asume el gasto, el empleado no se atreve a no asistir al ágape. De no hacerlo podría ver planear sobre su cabeza el fantasma del desarraigo profesional o en el peor de los casos del despido. Así de estrictas son estas circulares que invitan a la comida. Porque es de conocimiento común que tras estas invitaciones existe todo un catálogo de intereses confesables o inconfesables que entroncan con el egocentrismo mal entendido del empresario, ya que éste no lleva bien que a su llamada los empleados le espoleen con el silencio y la ingratitud. Que sea el empleado raro, asocial, introvertido y solitario pase, porque se trata de un caso aislado, previsible e identificable, pero que el rechazo sea generalizado no es soportable para el jefe absoluto que observa cómo se va agrietando la relación laboral y de camino la falta de dirección y mando. Y por ahí no está dispuesto a pasar.

Por tanto, para evitar esas indeseables situaciones, el empresario podría buscar dos vías de muy desigual contenido: o bien favorecer durante todo el año un buen clima laboral y respetar los derechos de los trabajadores, que asegurará una aquiescencia en masa a la hora de asistir a la comida navideña; o bien no hacerlo, pero asegurarse por medios más o menos ortodoxos una asistencia masiva a esa comida, que suele convertirse siempre en un eficaz termómetro que gradúa las relaciones personales y profesionales en el seno laboral.

Si por el contrario el gasto lo asume el empleado, ya son muy otras las consecuencias, porque existe un mayor acto de libertad individual, en principio.

Digo en principio, porque tampoco la libertad total es posible, aunque esa pequeña dosis de libertad es mucho más democrática. De hecho, esos empleados no obligados por invitación alguna, suelen buscar integrarse en grupúsculos libres que dinamitan de manera decisiva la comida colectiva optando por comidas más tribales. Esos grupúsculos también existen en la comida teledirigida pero son menos identificables.

Sin embargo, tampoco estarán exentos de cierta presión esos empleados libres, aunque siempre podrán alegar coincidencia de actos o inventarse ocupaciones ficticias, amparándose en el mínimo derecho a la libertad que ofrece el dinero propio.

En esta selva social en que se convierten las comidas navideñas de empresa, no están ausentes las famélicas relaciones que pueden darse entre los propios empleados tras un largo año de encuentros y desencuentros, pero imagino que ese asunto daría para otro artículo.

16 diciembre 2009

EL CASO AMINATU HAIDAR



Reconozco que comencé a interpretar este caso con cierto desinterés. Como uno de esos casos que surgen de vez en cuando y que pronto se evaporan. Pero no, el asunto ya está calando hondo en la política y en la sociedad española. Y es importante que nos posicionemos.
Ahora es una ciudadana saharaui la que pone en aprietos al gobierno español. Y hace unos meses fueron unos pescadores gallegos y vascos.
El caso es que el gobierno español cada poco tiempo encuentra muros de lamentaciones y pareciera que todo es debido a su mala gestión. Eso es lo que opina el PP y otros partidos parlamentarios.
Pero resulta que acostumbrados como estamos en este país a ser el hazmerreir de tantos, ya nada nos extraña. Y, efectivamente, algo de culpa tiene el presidente del ejecutivo. Me explico.
Ocurre que todo el que llega a nuestro país, con independencia de su procedencia, de su entrada es ilegal o legal, se arroga derechos, sin que importen tanto las obligaciones. Seguramente secundando la voz del Presidente del Gobierno español, que en todos los foros internacionales apuesta por el "buen rollito".
Y sí, no seré yo el que niegue al individuo, con independencia de su país, credo o creencias, los derechos inherentes a la persona, pero en un mundo como el actual hay que tener mucho cuidado con lo que se predica, sobre todo si eres presidente de un gobierno.
A este ritmo a España se le llegará a conocer como el país de los derechos, pero no tanto como el de los deberes. Y todo ciudadano, venga de donde venga, exige derechos en España, los mismos que no puede pedir en su país. No afirmaré que el caso de la ciudadana saharaui sea estrictamente ese, pero creo que su crítica feroz a España no lo está siendo tanto hacia Marruecos, el país que está provocando el problema y que para colmo goza de un régimen totalitario encabezado por un monarca que además de inmisericorde, cree que tiene ascendencia divina. Y por eso no paso. Me vuelvo a explicar.
O mejor, me pregunto: ¿Por qué España no quiere decir una mala palabra a Marruecos? ¿Qué rábanos nos importa a nosotros los españoles ese país? ¿Porqué no damos un puñetazo en la mesa del Mohamed ese y le cantamos las cuarenta? ¿Qué está pasando?
Pues está pasando que con la habilidad que caracteriza a los vecinos del norte de África, están trasladando todo el problema de Aminatu Haidar a España, hasta el punto de que sí a esta señora le llega a costar su vida la huelga de hambre, el máximo responsable no será Marruecos, sino España.
Hay que decirlo claro. España erró al dejarla entrar en nuestro país sin que tuviera los requisitos legales para ello, pero lo que está totalmente claro es que quien no la deja regresar a su territorio es el monarca divino marroquí. Pero, claro, España es el país de los derechos y tal.
En mi opinión España debería de aplicar más dureza en sus relaciones internacionales, principalmente, con los países que deben a España muchas cosas y no tienen la lealtad esperada.
Guste o no guste lo voy a decir claro, porque es lo que pienso: España, con las excepciones obvias, se está convirtiendo en el asistente social de millones de marroquíes, que están en nuestro país utilizando los servicios públicos sociales, ocupando los paritorios y obteniendo becas de estudio y ayudas sociales. Aunque no negaré que otros -no muchos- están trabajando y creando riqueza en nuestro país.
Y si eso no quiere verlo el rey alauíta, España se lo debería de hacer ver y replantearse de camino esas ayudas, de las cuáles -espero que algún día lo explique- sabe mucho el infame Chaves, cuyas buenas relaciones con Marruecos son bien conocidas.
También sería muy importante que nuestro monarca hiciera algo más que llamar hermano al rey de los marroquíes.

13 diciembre 2009

MEDIA MARATÓN DE GRANADA DE 2009 (13 DE DICIEMBRE)

Atrás quedaron aquellos tiempos en los que la Media Maratón de Granada se convertía en una referencia de la temporada. Y aunque no descarto que esos tiempos puedan volver, (el tiempo es siempre una espiral impredecible) en los últimos años esta prueba se ha convertido para mí más en un reto que en otra cosa.(SEGUIR LEYENDO EN VUELVO A LOS CAMINOS)

11 diciembre 2009

MURAKAMI, CORREDOR


"Las carreras de larga distancia (más o menos, para mejor o peor) me han moldeado en la persona que soy hoy, y espero que sigan siendo parte de mi vida por tanto tiempo como sea posible"

"Mi tiempo, mi puesto, todo eso es secundario. Para un corredor como yo, lo realmente importante es alcanzar el objetivo que me marqué a mi mismo, bajo mi propia voluntad. Doy todo lo que tengo, aguanto todo lo que puedo aguantar, y soy capaz, a mi propia manera, de acabar satisfecho. De los fracasos y las alegrías soy capaz de obtener una lección concreta"


Hoy he querido trasladar los asuntos de correr a este blog, si bien no es lo propio. Pero es que voy a hablar de Murakami.

Estas líneas en color rojo que acabáis de leer son de Murakami, el prestigioso escritor japonés autor de Tokio blues y After dark.

Resulta que este raro literato ha escrito un libro -aún no traducido al español- cuya temática entronca o está referida al mundo del correr. Porque Murakami es corredor desde hace 20 años.

Mi amigo Paco Montoro acertadamente me envió un email con algunas ideas de este escritor relacionadas con el mundo del correr. Y de todas las citas -sin desperdicio ninguna de ellas- he querido extraer éstas que incluyo.

Yo creo que será mucho más entendible lo que aquí escribe Murakami si gozamos de la experiencia de ser corredores como una actitud ante la vida. Y, por eso, se convierten en inapelables esas palabras del escritor nipón.

Esa hora de soledad en la que con nadie tengas que hablar ni a nadie tengas que escuchar entronca con aquel "dejad que me ausente" que pronunció en su día el Dr. Sheehan, tan admirado por Paco.

Quizá por eso me gusta correr en soledad, aunque también disfruto mucho de buena compañía. Pero correr en soledad, con la sola presencia del aire, de la lluvia, de la naturaleza, es esencial. Una milimésima de segundo de gobernabilidad sobre uno mismo, sin más ataduras que el dolor del esfuerzo, el cual se convierte, sin embargo, en el mayor aliado de esa libertad.

Estaremos pendientes de la traducción de ese libro a nuestro idioma, porque muchas cosas nos ha de revelar un escritor tan interior y al mismo tiempo corredor durante tanto tiempo.



08 diciembre 2009

VUELVO A LOS CAMINOS



Observo el contador de visitas y compruebo un número cada vez más creciente en éste, vuestro blog, que pretende intercambiar información y abordar asuntos que nos puedan parecer interesantes, tanto de la actualidad, la literatura, la música, el cine o tantas otras cosas que pueblan el alma humana.
Sin embargo, ese contador es mucho más modesto en Vuelvo a los caminos, blog que recoge las cenizas de aquel Diario de un corredor y que sigue con una filosofía similar, si bien dedicado sólo al corredor y su mundo.
Un blog que está elaborado básicamente de reflexiones sobre rutas y carreras, de las que me gustaría contar con vuestra participación porque el correr es nuestra pasión.
Os invito a que lo visitéis pinchando en el enlace de la derecha de vuestra pantalla, el cual siempre contiene el día en el que se ha actualizado y algunas palabras iniciales de la entrada.
Espero ansioso vuestras visitas y comentarios.

06 diciembre 2009

SENSATEZ CON LOS ASUNTOS RELIGIOSOS

Según establece el artículo 16.3 de la Constitución española de 1978, "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". Es decir, que el Estado español se declara aconfesional -no laico como dicen algunos políticos-. Por tanto, la libertad religiosa y de culto está asegurada, estableciendo el límite del respeto al orden público, según establece el artículo 16.1.
Por tanto, que se eliminen los crucifijos como símbolo religioso de las escuelas estatales me parece congruente con la Constitución. Y esa acción que se reivindica, emanada del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, me parece lógica y razonable. Algo que siempre ha sido deseable por éste quien suscribe -ojalá se eliminara también el careto del borbón de los estamentos oficiales, aunque considero que esto será más difícil ya que es el Jefe del Estado, según la Constitución-.
Ahora bien, dicho esto, no pretendamos convertirnos enemigos de una tradición más allá de lo que establece el texto Constitucional (texto que también establece que se mantendrán relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones), que es la española y no nos abstengamos al mismo tiempo de ser igual de críticos con otros símbolos religiosos que la progresía snob de este país no parece observar. Me estoy refiriendo a los símbolos religiosos del Islam, muy presentes también en las escuelas aconfesionales estatales. Esos símbolos son los derivados del velo que lleven las mujeres árabes, que no los portan como adorno sino como símbolo religioso bien definido.
A ver si estamos vendiendo España a un precio irrisorio y no nos estamos dando cuenta. Y, lo que es peor, provocando de paso polémicas futuras indeseables.
Que eliminemos crucifijos -ya digo que me parece bien- no será un problema para los católicos españoles, que no protestarán más allá de lo razonable. Y no lo harán porque España hace ya años que ha dejado de ser un país fundamentalista en materia religiosa. Ahora bien, que reaccionen igual quienes profesan la religión de Mahoma lo veo más difícil.
Y hay que tener cuidado con todas estos asuntos de religión, ya que cuando no se está a un nivel avanzado de modernidad y adaptado a los nuevos tiempos, puede tornarse en algo peligroso.

02 diciembre 2009

"EL NIÑO 44" DE TOM ROB SMITH


Desde que leí el primer capítulo promocional de la novela "El niño 44" del joven escritor británico Tom Rob Smith no he podido eliminar la idea de leer esta obra.
Como soy muy dado a descubrir a autores noveles no me resisto a leer críticas y reseñas y capítulos promocionales acerca de éstos, así como de autores que hasta ese momento no conocía. Un ejercicio que me concilia con lo que se escribe actualmente y ayuda a seguir descubriendo toda esa literatura que uno lleva en la cabeza.
Por eso, la prosa de "El niño 44" me pareció fascinante. Utilizando con enorme dominio los puntos y seguidos, su forma de narrar se acerca mucho al concepto literario que busco insistentemente y que pocas veces he encontrado. Una forma de narrar con inherente magia en las palabras.
Me dejó mortalmente herido -letraherido- "Por el camino de Swann" del francés Marcel Proust, y Cervantes, Luis Landero y Saramago envenenaron mi mente con una prosa deliciosa, por lo que el descubrimiento del joven escritor Tom Rob Smith completa un circulo, que para nada se cerrará ya que mi gran pasión es seguir descubriendo.
Mañana adquiero este magnífico libro como colofón a dos duras semanas alejado de libros y deporte regular por cuestiones profesionales formativas.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...