25 enero 2011

CORRER CON LOS SENTIDOS


Escucho por enésima vez la obra conceptual "Nostradamus" de Judas Priest y me viene a la mente la época en la que no salía a dar un paso por los caminos si no era acompañado por la música del Ipod, en particular, era este trabajo músical el que más frecuentaba. Y, curiosamente, las notas de esta obra de la banda británica me trae a la mente caminos fríos y solitarios; y hojas caídas. Probablemente lo escuchaba en los meses de invierno y otoño y de ahí esos recuerdos.
Es curioso comprobar cómo la acción de correr está unida de manera indeleble a otros mundos, a otros sentidos. Evocas alguna música, algún olor o alguna visión mientras corres y todo se queda grabado en algún lugar de tu mente, para siempre.
Probablemente nuestro estado mental y anímico sea muy distinto mientras corremos. De hecho, el organismo y la mente no se encuentran en un plano normal mientras realizamos esta actividad. El organismo trabaja a un ritmo frenético. El corazón bombea la sangre a más velocidad y los tejidos y músculos están en constante movimiento, mientras que la mente genera endorfinas que ayudarán a erradicar el dolor del esfuerzo al tiempo que crearán una adicción imborrable. Además, el oxígeno llega más fresco a la mente y es normal que ésta trabaje a otros niveles. De hecho, siempre las mejores ideas para escribir se presentan mientras corro. Pero no exageremos: no son demasiadas esas ocasiones.
Incluso la soledad hace sus estragos. Las horas en las que un corredor está sólo son muchas. Decía el escritor Javier García Sánchez que durante un maratón sería posible convertirse del cristianismo al judaísmo y volver de nuevo a reconvertirse al cristianismo y es posible que no exagere.
Yo no se exactamente en qué pienso mientras corro. Probablemente esté atrapado por la respiración, por mi crono, por mi ritmo..pero en otras ocasiones me atrapa una idea o bien me atrapa un paisaje o el color de las copas de los árboles.
Veo el vídeo de "esos locos que corren" que hace unos días pusimos por aquí y puedo comprender el gesto que el dibujante ha puesto al corredor y sobre todo la cara de estupor que muestra cuando es atacado por un pájaro. Seguramente es la expresión más gráfica de lo absorto que puede ir un corredor cuando es sorprendido por alguna circunstancia. Esa cara de estupor es la misma que hemos puesto todos en alguna ocasión cuando nos ha ocurrido algo por algún camino perdido. Y, probablemente, es la misma cara de estupor que yo dibujé cuando aquella rata no se despegaba de mis zapatillas -mucho más asustada que yo- o cuando aquel dogo francés con cara de malaleche me esperaba paciente en mitad de un estrecho camino, sí, aquel que acabó jugueteando conmigo sin cambiar un ápice la expresión de su cara.

24 enero 2011

HAN DE CAER TODAS LAS MÁSCARAS DE ESOS PÉTREOS ROSTROS (Publicado en el periódico digital: Por Andalucía Libre)


En esta región sumisa como pocas, los andaluces (y andaluzas) que aún estamos en la edad de trabajar y formarnos, hemos crecido bajo la batuta de una clase política provista de máscaras y poca dilección, pero tras treinta años de “régimen” (nunca es conveniente que un partido político, el que sea, permanezca tanto tiempo en el poder) las máscaras comienzan a ir desprendiéndose de esos pétreos rostros y a cada cual se le está viendo su verdadera faz. Quizá sea tarde, pero siempre es mejor tarde que nunca.
Los “regímenes” tienen la desventaja de autoinmolarse y morirse de éxito. Y esa muerte es probable que esté ya llegando a estas ajadas tierras. Entre otras cosas porque no es posible mantenerse tantos años vendiendo humo e involucionando.
Andalucía es una tierra afortunada, dotada de recursos naturales únicos como ya comprobaron las antiguas civilizaciones que hicieron patria por aquí. Una tierra que podría ser mucho más próspera y menos sumisa si hubiera tenido mejores gobernantes. Pero es necesario dejar claro que cada tierra tiene los dirigentes que elige y, probablemente, los que se merece. Es defendible que en la primera elegibilidad de un político o un partido concreto la culpa del desatino electoral sea de ese político o ese partido concreto, pero en segunda y sucesivas elegibilidades la culpa, por fuerza, ya tiene que ser del electorado, que conociendo como funciona ese político o ese partido, que aún sabiéndolo, sigue apostando por ese voto. De hecho, ahí tenemos el ejemplo de Italia con un Berlusconi dos veces reelegido por sus compatriotas. O el caso de Bush, que a pesar de que venció utilizando técnicas trapisondas en su primera elección, fue ampliamente reelegido en la segunda.
Pues bien, en Andalucía no ha habido una ni dos reelecciones sino múltiples. Es más, reeligiendo en esas múltiples ocasiones al personaje Chaves, probablemente el político más nefasto que ha habitados estas tierras y que en premio a sus servicios prestados retorna al gobierno de Madrid no se sabe bien por qué motivos.
Pero no pensemos, ni creamos que ha habido renovación en su partido. Todo lo contrario. Al mando del gobierno andaluz ha dejado a su buen amigo –otrora también Ministro de Trabajo como el mismo Chaves- José Antonio Griñán, Presidente del Gobierno de todos los andaluces, pero no elegido por éstos. Y es Griñán, quien ha tomado la decisión que está contribuyendo a eliminar esas máscaras de las que hablaba líneas más arriba. Esa decisión es la de reordenar el sector público andaluz, ámbito en el que no parece creer el Presidente. Una reordenación que está asumiendo de forma fraudulenta ya que de lo que se trata no es de reordenar sino de solucionar ese desaguisado de empresas públicas, fundaciones, entes instrumentales y no se sabe qué otras denominaciones que esconden no se sabe qué intereses confesables o no.
De la disección de ese colectivo –que en puridad ni se sabe con exactitud de cuantas personas se compone porque nadie se ha molestado en informar, pero se dice está compuesto de más de treinta mil personas- deducimos a su vez distintos intracolectivos a saber: personal de dirección o bien altos cargos, que lo forman básicamente personas del propio partido en el poder que han tenido algún tipo de cargo público (exalcaldes, exconcejales, exdiputados, exdelegados provinciales, excargos de todo tipo); personal laboral fijo o no, situados también en la órbita del partido como es el caso de algún delegado provincial que otro (muchos de ellos optaron a la condición de laboral fijo tras superar un concurso oposición a la medida); personal contratado, entre los que se encuentran personas que nada tienen que ver con el partido en el gobierno, al menos en apariencia; e incluso se afirma (yo no lo sé) que también hay personas afines a los sindicatos mayoritarios, es decir, UGT y CCOO. Pero el denominador común de todo este personal es que no pueden ser considerados empleados públicos en puridad, de acuerdo con la denominación que hace el Estatuto Básico del Empleado Público.
Lo que pretende el gobierno andaluz no es otra cosa que todo ese conglomerado de personal se convierta en empleado público en igualdad de condiciones a quienes sí lo son, es decir, quienes integran la Administración General que presta sus servicios en Consejerías y Delegaciones Provinciales y, últimamente, en alguna que otra Agencia Administrativa : Funcionarios y laborales fijos.
¿Y como lo harían? Es decir, ¿Qué harían para convertir a todas esas personas en empleados públicos? Muy fácil: hacerles concursos-oposiciones a la medida, es decir, montando una fase de oposición fácil y baremando de manera generosa méritos que sólo tendrán quienes opten a esa plaza. Y cuando eso ocurra estas personas ya serán de por vida empleados públicos en igualdad de condiciones de quienes han accedido a través de una oposición o concurso-oposición duro y selectivo. Al mismo tiempo, dejarán sin opciones a todos esos miles de jóvenes que cada año salen de las universidades, institutos o formación profesional, ya que las plazas públicas que deberían de salir a través de las anuales ofertas de empleo público ya estarán más que copadas por todo ese personal referido de la administración paralela indicada.
Todas estas personas de la calle podrán presentarse a esos concursos-oposiciones pero aunque aprueben la oposición, se quedarán sin plaza, es decir, que serán doblemente engañados. Por eso es tan importante que se derogue el Decreto-Ley 6/2010. Importante para el empleado público legal e importante para la ciudadanía en general.
Hay que evitar que todos esos intereses gubernamentales, contrarios a la ciudadanía, sigan su curso. No es permisible tener un gobierno que lejos de ser garante del empleo público es contrario a él, excepto, cuando se trata de beneficiar o situar a alguien de su zona de influencia; hay que evitar que el gobierno andaluz siga actuando como si fuera el amo del cortijo. Andalucía ya no puede seguir siendo el cortijo que ha sido en los últimos treinta años. Hay que buscar el cambio. Y, sobre todo, que caigan definitivamente todas esas máscaras de todos esos pétreos rostros.

Enlace de Por Andalucía Libre, tal vez el digital más comprometido con la información real de Andalucía, es decir, es información que oculta Canal Sur, El País, La Ser y otros medios afines.

19 enero 2011

SOMOS PELIGROSOS

Hace un mes (el pasado 17 de diciembre), un grupo de empleados públicos de la Junta de Andalucía –no más de cincuenta- nos dirigimos pacíficamente a Plaza Nueva de Granada, lugar en el que se encuentra la sede gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. La idea no era otra que hacer lo que estamos haciendo en todos los rincones de Andalucía: protestar ante el cargo público de turno –en este caso era el mismo Presidente de la Junta de Andalucía- que acudía para asistir a la toma de posesión del nuevo Presidente del máximo tribunal andaluz.

Durante toda la semana las consignas que nos intercambiamos a través de correo electrónico eran de máximo respeto y educación, lo que conllevaba no crear algarabía con nuestros potentes silbatos ya que allí se encontraban los máximos representantes del Poder Judicial y contra ellos no iban nuestras protestas. Además, circuló la idea de ir con alguna prenda negra para dar más solemnidad al acto de protesta en total convergencia con lo que allí se iba a celebrar.

Seguramente la concentración silenciosa hubiese consistido en algo ejemplar y virtuoso, pero no lo entendió así el Subdelegado del Gobierno de la provincia de Granada que, ajeno a nuestras inquietudes, decidió dar la orden de acordonar la plaza con un bueno número de efectivos policiales que venían con la lección bien aprendida: había que inmovilizar y alejar lo máximo posible a esos insumisos del sistema, a esos apenas cincuenta antisistema que vienen a boicotear el nombramiento del máximo responsable del Poder Judicial en Andalucía, a toda esa gente peligrosa con un largo historial delictivo sobre sus espaldas, se dijeron.

Y, efectivamente, así lo hicieron. Algunos policías estuvieron amenazantes en todo momento creando tensión donde no la había. E incluso pidieron algunos documentos de identidad, asegurando que estábamos infringiendo varios preceptos de la normativa sobre Seguridad Ciudadana e infringiendo el Derecho de Reunión, ya que no se había pedido autorización (¿Autorización para qué? ¿Para estar pacíficamente en silencio en la plaza sin obstaculizar el natural orden de las cosas? ¿Autorización para respirar?. En definitiva, que éramos un serio peligro para el sistema, las instituciones y la convivencia pacífica en general.

El resultado de aquella acción propia de un Estado policial está llegando ahora a los buzones de algunos compañeros y compañeras en forma de infracción administrativa con multa de 301 €. Lean, lean lo que le ha llegado a una compañera a la que pidieron el DNI:

HECHOS DENUNCIADOS: Del informe propuesta emitido por la Brigada Provincial de Información de la Jefatura superior de Policía de Andalucía Oriental en Granada, se desprende que, entre las 11,00 y las 12,00 horas del día 17.12.2010 y con motivo de la toma de posesión del nuevo Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en Plaza Nueva de esta capital, unas 100 personas (supongo que en esa cifra están incluidos los propios policías, también funcionarios) se concregaron (no es una falta ortográfica, sino que viene así en el escrito) en contra de las medidas en el ámbito de la Función Pública, tanto nacional como regional, concentración que no había sido comunicada previamente a esta Subdelegación del Gobierno, siendo Vd. Una de las organizadoras (es compañera de trabajo y la conozco, y es una persona peligrosa donde las haya, añado yo; de hecho cuando anda por los pasillos de las dependencias todo el mundo busca un lugar en el que esconderse. Una batasuna, vamos. ) de la misma dado que portaba pancarta y se mostraba más activa, incumpliendo con su comportamiento los requisitos establecidos en la Ley de Derecho de Reunión.

Está claro que han perdido el norte y se muestran totalmente nerviosos. De ahí que esté justificado seguir protestando por nuestros derechos, a pesar de que nos consideren antisistema y batasunos.

18 enero 2011

ESTÁN LOCOS...YO LOS HE VISTO..

Impagable el vídeo de YouTube que me ha enviado mi amigo Alberto, corredor en ciernes, con una Media Maratón ya a sus espaldas. Nos os perdáis ni un segundo de él, probablemente la letras ya la conozcáis (el famoso texto del escritor uruguayo Marciano Durán, cuya voz también pone en este vídeo). La conexión del texto y la imagen es mágica:

17 enero 2011

CORRUPCIÓN Y PODER


El pasado domingo nos comentaba una amiga sudafricana que Nelson Mandela es para los ciudadanos de su país -con independencia del color de su piel: ella es blanca- una figura muy apreciada por su honradez y coherencia, pero que no tenían la misma percepción de los actuales dirigentes de su partido, que actualmente gobiernan el país, que actúan corruptamente siempre que pueden. Y le comentaba yo que la honestidad tal vez no sea atributo de ningún régimen o partido político sino de las propias personas.
Estamos de acuerdo que en determinados países en los que los controles jurídicos son mayores y la ciudadanía está más informada, la corrupción es menos común, pero que eso nada tiene que ver con la condición del individuo. De hecho, pongamos el ejemplo de nuestro país -le dije-. Se supone que tras treinta años de democracia nuestras instituciones y nuestros políticos ya debieran de haber dado muestras de honradez institucional como mínimo (no digo personal) o que al menos tuviéramos los resortes legales suficientes (o un Poder Judicial independiente) para actuar con contundencia ante los múltiples casos de corrupción que nos asolan desde siempre. Pero a la vista está de que eso no está ocurriendo y, en ese sentido -y en otros muchos,- no estamos convergiendo con los países mas avanzados de nuestro entorno europeo, lo que no significa que los demás países no tengan casos de corrupción, que también la tienen.
De hecho, nuestra vista debería de estar fija en el ejemplo de países como Alemania o los países nórdicos e incluso Gran Bretaña, que son más contundentes en los casos de corrupción pública, aunque alejada lo máximo posible del caso de Italia o Grecia.
España, dentro de nuestro entorno occidental, tal vez sea el país que tiene más sinvergüenzas públicos por metro cuadrado después de Italia y quizá Grecia. Los treinta años de democracia sólo han servido para que los "amigos de lo público" se hagan más fuertes en sus torres institucionales y hayan tenido el tiempo suficiente para blindarse jurídicamente de todas las tropelías que cometen.
A ese blindaje jurídico de sus acciones (que serían ilegales si las leyes que ellos mismos se dan no los ampararan mientras el Poder Judicial calla) hay que sumar toda esa serie de prebendas que se autoconceden, ya sea por medio del abuso vomitivo de coches oficiales, pensiones máximas, tarjetas de crédito, sueldos y dietas desmesuradas, utilización personal del dinero público, viajes y servicios gratis total, por citar alguna de las pocas cosas de las que disfrutan, pero por si faltara algo todavía hay quien llevando treinta años medrando aprueba cantidades millonarias (más de 10 millones de euros) para subvencionar a la empresa en la que trabaja su propia hija, sin que eso le suponga dimisión alguna ni responsabilidades penales, tan sólo un leve tirón de orejas administrativo.
¿Habrá que esperar otros treinta años para que todo cambie? ¿O será esa actitud corrupta una condición muy española?

16 enero 2011

VUELVO A LAS MAYORES DISTANCIAS



Con la entrada del nuevo año y pasados los fastos navideños que, en mi caso, no alteran apenas mi ritmo de entrenamiento, he decidido volver a las mayores distancias en los entrenamientos.
Es una idea blanca, es decir, que no responde a ningún objetivo (maratón) concreto, pero cabría la posibilidad que 2011 trajera mi tercer maratón. Pero como no es nada objetivo, ni verificable, ni tan siquiera probable, lo mejor es acumular kilómetros por si se diera esa posibilidad.
Por lo pronto, tan sólo me conformo con hacer distancias mayores una vez por semana o, al menos, una vez cada diez días. Distancias que irán entre los 21 kilómetros y los 30. En esa línea.
El comienzo fue el sábado, día en el que completé algo más de 22 kilómetros con una media de 5 minutos el mil. Un ritmo que aguanté sin problemas y que me sentó muy bien, a pesar de las dudas previas.
De esa distancia aproximada se componen los medios maratones, pero quien compite sabe perfectamente que no existen las mismas sensaciones compitiendo en esa distancia que entrenando en esa distancia. Cuando se entrena las distancias siempre parecen mayores porque no existe la adrenalina que otorga la competencia, en la que a pesar de su dureza ya que se corre a mayor velocidad -o tal vez por eso mismo- las distancias siempre se hacen más cortas.
Es muy importante meter sesiones "maratonianas" en los entrenos, ya que ese tipo de entrenamiento favorece al organismo del corredor y contribuye a eliminar grasa superflua, además de alimentar los ritmos aeróbicos y anaeróbicos. Es muy importante también hacer algunos entrenamientos más rápidos -yo no hago series- durante la semana y dejar para el fin de semana -que siempre hay más tiempo- la tirada de más de 20 kilómetros. Es lo ideal. Y, además, es lo que mantiene al corredor que se precie bien entrenado y con la mente puesta en ese entrenamiento. De ahí que mi propuesta aspire a ser lo más permanente posible, con independencia de correr un maratón o no. Si decido no correrlo, quedará siempre el efecto positivo del entrenamiento largo; y si decido correrlo el entrenamiento ya estará hecho y ya sólo bastará tomar la decisión de inscribirse.

14 enero 2011

LO QUE SÉ DE LOS HOMBRECILLOS


Ni tan siquiera me atrevo a escribir esto. Es decir, juzgar al maestro Millás (Dios me libre; ¿quién soy yo para ello? Un simple mortal). Pero he de decirlo: Lo que sé de los hombrecillos no me ha parecido lo mejor que ha escrito. O al menos no ha estado a la altura -en mi opinión- de otras de sus obras como el Orden alfabético, El mundo o Dos mujeres en Praga, que son las tres con las que me quedo de las que he leído de él (y por supuesto no lo he leído todo, aunque me propongo hacerlo).
Lo que sé de los hombrecillos, está escrita en el más puro estilo millásiano. Son sus palabras, sus ideas, sus representaciones, sus metáforas, su mundo real e irreal, es decir, es Millás en estado puro, qué duda cabe. Pero no me ha parecido que esté a la altura de las anteriores.
Es una idea genial, pero me esperaba otra cosa. Y me esperaba otra cosa porque le exijo a Millás hasta el infinito, como le exijo a Landero o le exigía a Saramago, tres escritores capaces de todo.
Sin embargo, esa pequeña novela es una pequeña delicia, en mi opinión -repito- no está a la altura -que es mucha a la que nos tiene acostumbrados- de otras suyas, pero es una excelente novela. Lo que ocurre es que en mi opinión (¡por Dios, quién soy yo para juzgar al maestro!) quiebra en algún momento. Parte de una idea interesante, pero el escritor valenciano no ha sabido sacarle todo el jugo como él sabe hacer como nadie.
Significa eso que no la aconseje. En absoluto: la aconsejo. Como aconsejo todo lo que escribe este magnifico escritor.
Significa eso que me ha decepcionado esta obra. En absoluto: nada de lo que escribe Millás me decepciona; sencillamente me han gustado otras cosas más. Eso es todo.
Y, por supuesto, ansioso estoy por leer su próxima obra, que seguro la bordará.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...