10 mayo 2009

IV CARRERA DE FONDO "CAPITULACIONES-LA HISPANIDAD"



Cuando se trata de corredores aficionados -que populares es un concepto que cada vez me gusta menos- no podemos hablar de desastre, porque nada nos jugamos en esto. Pero sí he de reconocer que es muy molesto y doloroso sentirse en declive en cuanto a rendimiento y marca en una carrera.Y hoy me siento así. 
No sólo por el mero hecho de haber acabado con un tiempo de principiante sino por las malísimas sensaciones experimentadas durante toda la carrera. 
Y otro dato importante que demuestra este hecho: en la primera vuelta (los primeros cinco kilómetros), el tiempo, aunque no excelente para mí para una carrera de estas características, sí cumplía con lo previsto. En estos primeros cinco kilómetros mi crono marcó 21 minutos 2o segundos, lo que suponía ir a una media de 4 minutos y 16 segundos el mil, una media sensata, si bien alejada de la de 2007 en esta misma prueba y con igual recorrido. Sin embargo, necesité casi tres minutos y medio más (casi 25) para completar los otro cinco kilómetros restantes, necesitando diez minutos para hacer los dos últimos . Increíble.


Prueba de fondo de Santa Fé 2007. Eran otros tiempos.
Gentileza de Mari Carmen -mujer de Gregorio, al que se ve al fondo, poco antes de retirarse por lesión-

Y es que percibía que paulatinamente me iban abandonando las fuerzas
y no andaba "ni para atrás", como diría Paco Montoro. 
Cuando me alcanzó Emilio (ante el que me quito el sombrero por sus resultados sin apenas entrenar. Sus cualidades son innatas.) en el kilómetro siete y medio, le dije que continuará porque me costaba respirar. Pero en el ocho ya no sólo era un problema de respiración sino de vaguedad en piernas e incapacidad mental para aumentar el ritmo. Sólo iba algo más cómodo bajándolo ostensiblemente. 
Pasó de nuevo por mi mente el fantasma de la retirada, como ya ocurrió en noviembre pasado en esta misma prueba, pero aprendí bien la lección en su momento y concluí que sólo una eventual lesión debe de retirarnos de la competición: si ha habido momentos de "gloria" también tiene que haberlos de"miseria" en esas dos dualidades nos movemos los corredores y esas dos son las dualidades de nuestra existencia. 
¿Significa esto que el declive es crónico? En absoluto. Tiene su explicación y referencias.
Tras las series 4X1000 del pasado jueves, entre 3'46" y 4' el mil, el día siguiente, que corrí durante 12 kilómetros, sentía que me encontraba muy cansado y barruntaba que ese cansancio pudiera no desaparecer para el domingo. Y no desapareció, en absoluto.
Cuando se encara una carrera rápida, en la que te propones mejorar tu marca ( en mi caso, haber hecho no más de 41 minutos), necesitas una preparación específica y abordarla con suficiente tiempo, sobre todo si eres corredor más diesel que ligero. No asumir esa preparación con el tiempo suficiente suele dar resultados negativos. 
En una prueba rápida y corta, como es el 10.000, mejorar unos minutos se puede convertir en una misión muy difícil, ya que se trataría de robar bastantes segundos a cada kilómetro, aspecto éste que necesita un plan de entrenamiento, principalmente, basado en la calidad. Es decir, hacer una marca de 44 minutos puede ser un fracaso y restarle a ese tiempo tres minutos puede ser un triunfo, hablando en términos relativos siempre. 
Pero para nada estoy desilusionado. No soy esclavo de marcas ni nada por el estilo y conozco mis limitaciones espaciales y temporales. 
Como siempre mantengo, me gusta correr por encima de todo, sin adjetivos.
Por cierto, animado cerveceo con Emilio, Antonio y Javi. Lástima que estos dos últimos tuvieran que irse pronto, precisamente cuando Javi y yo comenzábamos a hablar de Murakami.
Emilio y yo seguimos reflejándonos en el vidrio verde durante un buen rato. 

08 mayo 2009

LA LITERATURA DE HARUKI MURAKAMI



Tenía mucho interés por leer a Haruki Murakami, incluso expectación. Nada de este autor japonés había leído hasta el momento, ni siquiera conocía que es un escritor de culto en el mundo occidental - no tanto en su país de origen -, pero me impactaron las respuestas que ofreció en una entrevista a una revista literaria. Su universo literario me pareció fascinante y me dirigí raudo a una librería y me hice con su última novela, After dark.
Con anterioridad Murakami se había consagrado, básicamente con varias novelas: Tokio blues, Sauce ciego, mujer dormida y Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, entre otras. Pero preferí por leer la última. 



Ahora, tras leerla, siento que le faltan más patas a la mesa para concebir su literatura. After dark, siendo una novela muy bien construida, si consideramos que una novela bien construida es aquella en la que los personajes tienen vida propia y la narración es sobresaliente; siendo una novela bien construida, decía, me ha dejado algo vacio. Por tanto, no tendré más remedio que acudir a otras novelas suyas. Probablemente Tokio blues -que tendrá su versión en cine en 2010- a la espera que llegue a las librerías su nueva novela, en la que el correr -su gran pasión, junto a coleccionar vinilos de jazz- al parecer, tendrá un protagonismo. 
No obstante ese vacio que experimenté al acabar After dark, dio paso al poco a sentimientos extraños. Como si se tratara de un recuerdo nocturno de un Tokio, que llegas a conocer, a pesar de no haberlo visitado nunca. Podría ser un gran comienzo para sumergirse en la literatura de este escritor universal.  
 

06 mayo 2009

LA PERCEPCIÓN DE LAS COSAS



Hace unos pocos días pasaba casualmente por una calle de mi pueblo, Pinos Puente; una calle normal, una de las muchas que podríamos encontrar en cualquier pueblo, pero añorada. Cercana a la casa de mi niñez; una calle por la que he pasado en muchas ocasiones y que tengo asimilada con sus características propias. La tienes memorizada en la retina, y podrías perfectamente reproducirla mentalmente sin necesidad de contemplarla en la realidad. Es algo que nos ocurre a todos con los lugares de nuestro entorno.


Y decía que pasando casualmente por ella observé en ella otra fisonomía. Sabía que esa calle seguía siendo la misma de siempre, nada en ella había cambiado, pero de pronto me sorprendió comprobar cómo al fondo de la misma emergía majestuosa Sierra Nevada, a pesar de que podrían existir un mínimo de 40 kilómetros de separación. Y pensé que nunca había reparado en ello. Asimismo, sorprendentemente, en un primer plano, emergía el Piorno, un picacho que preside la entrada del pueblo y que forma parte la zona montañosa de Sierra Elvira. Ese primer plano, también me sorprendió, pero era mucho más evidente. Sin embargo, no podía dejar de contemplar la gran mole de Sierra Nevada, repleta de nieve, y tener la sensación real de que se podía tocar con la mano.
Minutos después me encontraba en la carretera que une Pinos Puente con Granada y observé Sierra Nevada mucho más lejana, circunstancia ésta que me produjo mucho más estupor: si me acerco a Sierra Nevada, ¿ cómo es que la veo más lejana que desde la calle del pueblo ? No supe responder a esa pregunta.
Nos acostumbramos a mirar de una manera concreta desde niños. Vemos los elementos que nos rodean con la configuración inicial y resulta difícil deshacerse de esa manera de mirar. 
Pero en realidad, aunque miramos y vemos, no tenemos agudizado el sentido de la observación. Si siempre hemos contemplado las cosas, las personas, los objetos, de una manera y la mente acostumbra a ver de esa forma. Pero hay otras formas de mirar, y descubrirlas siempre es emocionante. Seguramente eso ocurrió cuando contemplé esa calle con una mirada distinta.        

04 mayo 2009

MAFIAS


Francesco Forgione y Roberto Saviano coinciden en dos cosas, al menos: ambos son italianos y ambos denuncian a mafias de su país. Además, ambos están amenazados por aquellos a quienes denuncian.  
Leo una entrevista hecha a Forgione y aparece con una sonrisa relajada, aunque sabe que tiene detrás, permanentemente, a un pistolero sin escrúpulos de la "Ndrangheta", una de las mafias más peligrosas del mundo, la temida mafia calabresa. Y eso es así desde que denunció a esta "famiglia", a través de un informe denominado explícitamete "Ndrangheta".  Pero a él eso no parece preocuparle.
Un tanto de lo mismo pasa con Roberto Saviano -al que ya dediqué una entrada hace unos meses-. Este joven autor italiano optó por denunciar en "Gomorra", su libro superventas y ahora también película, a la mafia napolitana, su tierra de nacimiento. 
Pero también ambos autores comparten un don especial: el arrojo y la valentía. 
Cuando uno les mira en fotografías aparecidas en prensa, en las solapas de sus libros o en entrevistas en televisión, siente cierta envidia. Obviamente, no por estar en su pellejo, pero sí por su determinación en denunciar un mal que devora los cimientos de su tierra y a sus gentes. Por su sólido compromiso.
Un dato muy importante que ambos ratifican: ambas mafias están muy arraigadas en España, principalmente en las costas españolas y muy especialmente en la Costa del Sol. De todo esto escribí hace unos meses en un artículo publicado en Ideal.
Y es entonces cuando te preguntas si nuestros prohombres -hombres y mujeres- políticos españoles han movido algún dedo cuando a sus suntuosas mesas de sus despachos han llegado informes policiales corroborando que una gran parte del negocio turístico e inmobiliario está participado por estas mafias. ¿Lo sabía Chaves antes de irse a Madrid? ¿Lo sabía González ó Aznar? ¿Lo sabe Zapatero?  
Quizá lo importante sea que las fuerzas de seguridad sí lo saben y son muchos los mafiosos que están engrosando la lista de presos en España, gracias a ese esfuerzo de las fuerzas de seguridad y a la necesaria colaboración con las fuerzas de seguridad italianas. De hecho, la fiscalía anticorrupción española está denunciando en estos días saturación y falta de medios.  
Pero no son las mafias italianas las únicas que se pasean por España. También están las mafias rusas y de diversos países del Este. Sin olvidar los diversos cárteles de la droga hispanoamericanos. 
Son tantas las mafias asentadas en nuestro país que uno no tiene más remedio que interrogarse con una pregunta desdoblada en dos: ¿Qué tiene o de qué carece España para que sea tan atractiva para el crimen organizado?  

01 mayo 2009

FARTLEK



Hoy la bitácora del corredor se convierte en entrada. Y es así porque me ha ilusionado el entrenamiento de calidad llevado a cabo en la tarde del jueves, entre las 7,30 y las 8,30. 
En realidad, no he llevado a cabo unas series agonizantes ni subidas escalofriantes a velocidad alta, nada de eso. He llevado a cabo un fartlek, ejercicio consistente en realizar cambios de ritmo en carrera, sin necesidad de detenerse como sí suele ocurrir en las series.
Lógicamente, el siemple hecho de no detenerse hace que el fartlek se deba realizar con un nivel de inferior exigencia que el imprimido a las series, pero, en cambio,  conlleva no darse un respiro, es decir, no detenerse en ningún momento del recorrido, algo que psicológicamente podría ser más exigente.
En el entrenamiento del jueves, sobre un circuito de 13 kilómetros, he optado por dedicar los primeros cuatro a calentamiento, antes de subir el ritmo lógico de los cambios. Pero, el ritmo de esos cambios dependerán mucho de la velocidad de crucero del entrenamiento: si se lleva un ritmo más que alegre, esos cambios exigirán un sacrificio mayor. Y algo parecido ha ocurrido en mi primer cambio.
Cuando me dispuse a llevar a cabo ese primer cambio, por tiempos y recorrido, calculé que trotaba a un ritmo aproximado de 4'40'' el mil, de manera que el cambio de ritmo para que fuera efectivo supondría bajar sobradamente de los 4' el mil  y, claro, percibí sobradamente el esfuerzo.
Los siguientes cambios los llevué a cabo partiendo de una velocidad de crucero de 4'50'' el mil aproximádamente, de forma que me fuera fácil cambiar a 4' o 4'05'' el mil. Esa ha sido la dinámica durante el resto del circuito.
Progresivamente intentaré ser más exigente, pero en esta ocasión acabé con satisfacción y sensación de haber hecho un entreno muy completo y de calidad. 
Volver a la calidad siempre me ilusiona, si bien casi nunca he sido capaz de persistir. Son tan pocas las sesiones de calidad llevadas a cabo en mis años como corredor que podría casi recordar las ocasiones en las que he hecho series o fartlek, pero cuando llevo a cabo estos ejercicios siempre me impongo seguir en esa linea, si bien nunca lo cumplo.
La calidad, incustionablemente, ofrece una mejora de cara a posibilitar ir con más solvencia y rapidez en las carreras de competición, que son el lugar en el que damos todo lo que poseemos. Acostumbrar a nuestro organismo a tolerar mejor el lactato, producido por la fase anaeróbica, nos permitirá rendir mejor y permanecer más tiempo en fase aeróbica. Es algo que sabemos todos los corredores, pero que también olvidamos con cierta facilidad.
Por lo general, a la mayoría, nos gusta lanzarnos a los caminos y a las carreteras y correr por sensaciones, pero a todo el mundo aconsejo que, aunque sólo sea una vez, pruebe llevar a cabo la calidad -principalmente fartlek, porque lo considero más llevadero y divertido- y ya verá como su ilusión como corredor se multiplica.    
 

28 abril 2009

SOLILOQUIO DE UNA DAMA DESPECHADA


 No sé. En los días anteriores a la visita del presidente francés sentí como una especie de desazón, algo parecido a una angustia ¿Era por él? En el fondo sé que no. Vendrá acompañado por esa "gabacha", que en realidad es italiana y que todas las miradas, los objetivos, todo el marujeo de este país estará pendiente de ella, y no sé si sabré soportarlo. 
Yo sé que vendo bien mi imagen. Aparento ser una mujer sofisticada y profunda e irradio una imagen de desapego hacia toda esa prensa rosa que me persigue allá por donde voy, aunque yo solo sé que me encanta que me retraten en esas páginas de colorines, en las que puedo lucir mi delgadez casi anoréxica y mi recién operada nariz (¿colaría ese mensaje de la casa alegando que padecía de problemas respiratorios?). Todo ese glamour me encanta, siempre que yo sea la protagonista, sólo yo. De ahí mi ansiedad.
Una ansiedad justificada porque con el presidente franchute viene esa Carla Bruni, que ya fue capaz de calentar la sangre a los flemáticos ingleses, y que incluso restaría protagonismo si quisiera a Michele Obama ¿Qué hacer, qué ponerme, como mirar a la cámara, como comportarme? Por lo pronto no voy a admitir que aparente ser más delgada que yo. Yo soy la princesa, y ella es una don nadie...bueno, ha sido modelo, cantante, pero eso no significa nada: yo vivo en la casa, hago lo que quiero, vivo a todo tren, sin importarme el precio de vestidos, maquillaje, caprichos. Por pronto mi esposo nada me niega, aunque en puridad nada se niega a sí mismo. Total, eso lo paga el Estado, es su lema.
Pero no quiero desviarme. Por momentos quisiera que esta señora del presi francés no viniera, que contrajera un pequeño catarro, que optara por no venir a España. De esa manera no tendría que pasar el mal trago de que me compararan con ella. Y si es así, no sabría que más hacer. Me operé la nariz porque con la anterior ofrecía cierto aspecto de meiga, adelgacé hasta lo infinito porque me veía rechoncha y bajita, adopté unos modos menos bruscos con mi esposo para que no pareciera que era un calzonazos. No sé que más podría hacer.
Por lo pronto mis cuñadas ya no cuentan. Una nunca contó. La pobre nació como nació y, para colmo, la separación de ese panoli la hizo desaparecer por completo. Es la preocupación más profunda que tiene mi suegro. Bueno, esa y las bebidas espirituosas. Por su parte, la otra, la más lista se va a otro país - ni siquiera me he preocupado por interesarme a qué país-. No es mala chica, pero le ha tocado en suerte un marido sin límites en ambición económica y ya estaba pisando terreno delicado; de hecho, la más interesada en que cambiaran de aires ha sido mi suegra, que nació para reinar según ella y no soportaba que se comportaran como nuevos ricos. Mejor así. De esa manera ya nada detendrá mis ambiciones.
Pero me concentraré en mañana. Buscaré un vestido con un color que atraiga las miradas hacia mí en vez de a esa italiana, pero me han comentado los asesores de la casa que, ojo, que estamos en crisis en España, dicen, que no está el personal para ver lujos y derroche, que vaya sencillita y repita vestido. Qué fastidio.    

26 abril 2009

ALHAMA O EL DILUVIO UNIVERSAL


Jesús Lens y servidor, un minuto antes de la salida. Al fondo, Rocío. Lloviendo torrencialmente.

Si este aciago mundo del correr no fuera tan impredecible no sería un mundo tan adorable. Me explico. 
De todas las pruebas que he hecho del Circuito de Diputación, y creo que en los años que llevo corriendo las he hecho todas, ésta siempre ha sido para mi la más indeseable. Por dura, por exigente, por sus cuestas, por el calor. 
Sin embargo uno nunca sabe cuando lo indeseable se puede convertir en armonioso y entrañable. En la vida y en las carreras todo es impredecible.
Algo así pensaba cuando cruzaba la meta de Alhama en 52 minutos y 30 segundos, sintiéndome entero y reconfortado, aunque empapado hasta las cejas como cada uno de los valientes corredores y corredoras que nos hemos atrevido a correr 11,5 kms., bajo una impresionante manta de agua y un frío, que en algunas lomas altas ha podido estar en torno a los 4 grados centígrados. 
Las manos paralizadas  de frío, los brazos entumecidos e inmóviles, pero las piernas trabajando acompasadamente con corazón y pulmones.
Subíamos a buen tren Mario, Jesús y quien esto suscribe por la dura vía de monte que recibe a los corredores a partir del tercer kilómetro de carrera, sabedores que entre subidas y bajadas ya no habría tregua.
Y como sempiterna acompañante la lluvia. Una lluvia densa, hambrienta, helada, sin tregua. Y el peligro inherente a la bajada, ante la presencia de pequeñas lagunas de agua que iban destrozando las zapatillas sin piedad alguna, jugándonos el pellejo, sin duda.
Miré el cronómetro en el kilómetro tercero y la media no subía de 4:15 el mil, pero lógicamente vendrían las infernales subidas y la lógica pérdida de tiempo que las fuertes bajadas apenas compensan el tiempo perdido. Una estampa muy "proustiana".
Conservo una imagen muy precisa del kilómetro siete y la sensación de haber llegado a él rápidamente, pero entre éste y el nueve se encontraba la última subida tras atravesar el embalse y el río Alhama, para inmediatamente, sin tregua y reprogramando la zona muscular de las piernas,  tener que emplearme a tope en la fuerte bajada de dos kilómetros aproximados que conducen a la localidad y, por ende, a la meta donde, justo unos metros antes de ese gran globo rojo que a todos nos encanta atisbar, se encontraba la famosa calle Fuerte, que este año para mí no ha sido la mitad de dura que en años anteriores.

Este año no sufrí tanto como el anterior. (Alhama 2007) 

Escribía al principio de las pruebas indeseadas, que se pueden tornar deseables y armoniosas. Y vuelvo a explicarme. Vuelvo a narrarlo con otras palabras, con otras sensaciones, como si la cámara que acostumbra a narrar Murakami, visionara el antes, el durante y el después de la carrera y ésta se enfocara desde otro ángulo:  vas con gente grata, compartes charlas diversas, kilómetros y sensaciones; llegas a un pueblo que inspira lejanía y lo encuentras desperezándose, pero matizado con una lluvia que amenaza y que de pronto irrumpe. Con violencia. Pareja pero con violencia. Y ese frío que deja ateridos nuestros cuerpos. Y ese café que te tomas con Mario en un acogedor bar en la plaza del pueblo. Y esas charlas con las buenas y sencillas gentes del lugar que te preguntan inquietas si te dispones a correr con esta lluvia. Y esos amigos que siempre celebras ver. Ese "padre" de nuestro club, Caja Rural, Alejandro, que siempre tiene atenciones con los miembros del club (gracias, Alejandro), que sigue tus carreras y te pregunta cómo te encuentras. Todo ese enjambre de corredores del club que forman piña antes y después de la carrera. Esas conversaciones entrecortadas por nuevos saludos con unos y con otros. Esas charlas amenas en el coche a la vuelta y a la ida con Mario, con Jose "del Oliver", con Rocío y con Jesús, ese Alter de uno con el que conectas siempre en ideas y sensaciones, con el que hablas de literatura, de política, de cosas diversas, siempre con su mochila repleta de libros, una suerte de biblioteca portátil (gracias amigo, esa lectura será prioritaria). Y para colmo, la satisfacción de haber corrido con fuerza, con ganas, con buenísimas sensaciones, bajando dos minutos la marca del año anterior, que no es lo importante, pero que reconforta. Todo eso justifica más que de sobra que un circuito indeseable -aunque bonito- se torne entrañable, bello. Y todo eso se debe a ese gran invento, tan antiguo como el hombre mismo, tan lejano como la vida misma, como es la sencilla acción de correr.     

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...