28 abril 2009

SOLILOQUIO DE UNA DAMA DESPECHADA


 No sé. En los días anteriores a la visita del presidente francés sentí como una especie de desazón, algo parecido a una angustia ¿Era por él? En el fondo sé que no. Vendrá acompañado por esa "gabacha", que en realidad es italiana y que todas las miradas, los objetivos, todo el marujeo de este país estará pendiente de ella, y no sé si sabré soportarlo. 
Yo sé que vendo bien mi imagen. Aparento ser una mujer sofisticada y profunda e irradio una imagen de desapego hacia toda esa prensa rosa que me persigue allá por donde voy, aunque yo solo sé que me encanta que me retraten en esas páginas de colorines, en las que puedo lucir mi delgadez casi anoréxica y mi recién operada nariz (¿colaría ese mensaje de la casa alegando que padecía de problemas respiratorios?). Todo ese glamour me encanta, siempre que yo sea la protagonista, sólo yo. De ahí mi ansiedad.
Una ansiedad justificada porque con el presidente franchute viene esa Carla Bruni, que ya fue capaz de calentar la sangre a los flemáticos ingleses, y que incluso restaría protagonismo si quisiera a Michele Obama ¿Qué hacer, qué ponerme, como mirar a la cámara, como comportarme? Por lo pronto no voy a admitir que aparente ser más delgada que yo. Yo soy la princesa, y ella es una don nadie...bueno, ha sido modelo, cantante, pero eso no significa nada: yo vivo en la casa, hago lo que quiero, vivo a todo tren, sin importarme el precio de vestidos, maquillaje, caprichos. Por pronto mi esposo nada me niega, aunque en puridad nada se niega a sí mismo. Total, eso lo paga el Estado, es su lema.
Pero no quiero desviarme. Por momentos quisiera que esta señora del presi francés no viniera, que contrajera un pequeño catarro, que optara por no venir a España. De esa manera no tendría que pasar el mal trago de que me compararan con ella. Y si es así, no sabría que más hacer. Me operé la nariz porque con la anterior ofrecía cierto aspecto de meiga, adelgacé hasta lo infinito porque me veía rechoncha y bajita, adopté unos modos menos bruscos con mi esposo para que no pareciera que era un calzonazos. No sé que más podría hacer.
Por lo pronto mis cuñadas ya no cuentan. Una nunca contó. La pobre nació como nació y, para colmo, la separación de ese panoli la hizo desaparecer por completo. Es la preocupación más profunda que tiene mi suegro. Bueno, esa y las bebidas espirituosas. Por su parte, la otra, la más lista se va a otro país - ni siquiera me he preocupado por interesarme a qué país-. No es mala chica, pero le ha tocado en suerte un marido sin límites en ambición económica y ya estaba pisando terreno delicado; de hecho, la más interesada en que cambiaran de aires ha sido mi suegra, que nació para reinar según ella y no soportaba que se comportaran como nuevos ricos. Mejor así. De esa manera ya nada detendrá mis ambiciones.
Pero me concentraré en mañana. Buscaré un vestido con un color que atraiga las miradas hacia mí en vez de a esa italiana, pero me han comentado los asesores de la casa que, ojo, que estamos en crisis en España, dicen, que no está el personal para ver lujos y derroche, que vaya sencillita y repita vestido. Qué fastidio.    

5 comentarios:

  1. Estimado José Antonio:

    Una de las mejores reflexiones autocríticas -quizás la mejor- que he escuchado en la segunda dama de la raleza (o realeza).
    Ayer la vi junto a la Bruni, y menudita la cara de alpargata que se le puso.
    Hay que reconocer que la franco-italiana le da un repaso en belleza y en encanto. Aunque a mí -particularmente- me cae gorda y engreída.
    Hasta Sonsoles le dio pan con sopas (a la Leti, por supuesto).

    Pero es que la Leti... ¡ tela marinera !
    Ésta es de las que, el día que se muera le implorará fervientemente al "Dios" de los "dioses" para que pueda continuar viviendo en su palacio celestial. Ahora ya es consciente de que, el verdadero "cielo" está aquí abajo.

    Excelente soliloquio.

    Saludos republicanos. Toni Sagrel.

    ResponderEliminar
  2. muy acertado josse antonio, hasta Sonsoles poso con los gabachos, no jose botella

    ResponderEliminar
  3. A la altura de la alpargata dejó la Bruni a la Leti. Cómo posa la cabrona, cómo sonríe, como engatusa... Ahora, qué cínica, hipócrita, falsa, trepa... qué mirada fría, esos iris atraviesan. Como pez en el agua estuvo la italo-gabacha. La leti y su escuálida figura, en un discreto segundo plano.
    Vaya tela. ¿Y qué me dices del enano de Sarkozy?

    ResponderEliminar
  4. Toni, yo creo que me quedé corto. Seguramente ella misma hubiera sido más tajante. Ridícula estampa la de esta mujer. Celebro que te haya gustado el soliloquio.

    Mario, la moda era estar lo más cerca posible de la Bruni, qué país de marujas y marujos.
    La Sonsoles me pareció algo más discreta. Mucho más que la Leti, por supuesto.

    Javi, estoy contigo: esta mujer hizo el indio al lado de la gabacha -italiana, pero no por nada sino por su sempiterno afán de competir siempre y ser ella siempre la que deban de mirar. Es triste contar con esta monarquía, con lo que está cayendo.
    Lo de Sarkozy, pues nada, un enano con mucha labia y olfato político. Nada más.

    ResponderEliminar
  5. José Antonio, buenísimo! Me encanta la forma en que describes cómo esta mujer paraliza el país, por dos días dejó de haber problemas en España, todo el mundo estaba pendiente de ellas. Sabrá media españá a qué vino siquiera Nicolas?

    ResponderEliminar

Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

NUEVOS PROYECTOS LITERARIOS YA CONSOLIDADOS

  Me refiero a nuevos proyectos literarios ya consolidados, porque por su propia naturaleza un proyecto no es otra cosa que una intención qu...