19 octubre 2008

REGRESANDO DE LOS INFIERNOS


Foto debida a Ana

Todo parece indicar que regresamos de los infiernos de la lesión paralizante. La cautela esta mañana en la Media Maratón de Granada era comprobar si el gemelo derecho -y eventualmente el izquierdo- respondería a la carga de kilométrica por las calles de Granada.
Correr puede se prescindible -como casi todo en la vida-, si se opta por dejar esta actividad de forma
meditada y racional, pero un retiro involuntario, no premeditado, no escogido, -como todo en la vida- podría ser el concepto más apropiado de pérdida de libertad. Se corre o se lee porque forma parte de la esencia de un individuo. Y si eso ya no es posible que ocurra ese individuo queda diezmado. Para siempre.
Por eso me refiero a ese regreso de los infiernos, si bien los vericuetos de este lugar teológico pueden ser infinitos. Como infinitos han sido esos kilómetros a los que debía enfrentarme en esta mañana granadina.

Si la existencia no es otra cosa que un lugar común hostil, correr se puede convertir en su crónico. El individuo corre porque debe hacerlo; porque está configurado para hacerlo; porque es lo natural y lo obvio; porque ha estado corriendo desde siempre; porque no debe renunciar a hacerlo. La sociedad evoluciona a un ritmo totalmente antagónico a la acción de correr. Donde correr se convierte en ocio aparecen los primeros demonios de la inactivad ¿Para qué correr? ¿Por qué correr? Si se valoran o se responden a estas preguntas con respuestas indiferentes sabremos, entonces, que el infierno existe.
El infierno existe. Existe si un individuo busca seguir la esencia de la naturaleza -correr- y no consigue hacerlo. Hablamos de la esencia de la lesión, entonces.

Que te persigan (las lesiones) no debe ser la respuesta de la naturaleza. Ésta debe responder de otra manera: agotando el petróleo, bajando la producción de vehículos, pero no desdotando al individuo de esa esencia natural. Por eso hoy debía correr la Media de Granada esta mañana.
Porque debía reinventarme. Porque tras algunos años de decisiones espontáneas que
acababan siempre en participar en carreras y entrenamientos, contemplé las llamas del lugar de Azrael. Y debía purgarme de eso sin exorcisarme. No obstante, conocía que existía la penitencia. El regreso es la penitencia. El no tener energía desde el primer kilómetro prácticamente, el ir a un ritmo por debajo de lo acostumbrado, conociendo que, incluso, ese ritmo era suficientemente alto para mi estado actual. Pensando en cada kilómetro que debía retirarme, que me producía hastío y ansiedad saber que la mayoría de los corredores parecían ir mucho más enérgicos que yo. Sabiendo que iba perdiendo fuerza a cada paso. Sabiendo que la ilusión, la alegría, la fuerza, el empuje.., que nada de eso existía. Sabiendo que la mente ante la imposibilidad de provocar dolor en los gemelos avisaba a los diversos órganos que se activaran para posibilitar la retirada. Pero ésta no llego. ¿ Por qué ? Porque soy corredor.


Foto debida a Francisco J. de www.granadafotosdefondo.com

Se abre una nueva etapa. He decidido cuidar alguna divisa, si aún la poseo. Porque no corro para ganar, corro para correr, para sentirme unido a la naturaleza, par
a no despegarme de la esencia del individuo, porque aún apostaría que llegaran los tiempos en los que el individuo debía correr kilómetros o probablemente varias días para saborear algún alimento, porque hay que volver a la dieta del paleolítico, porque hay que negar que el individuo cada vez sea más una masa amorfa, ya escasamente pensante, siempre con exceso de colesterol, siempre con un cigarro en la boca, siempre conduciendo un coche, siempre con el mando del televisor en la mano. Porque no es ese el mundo que imaginaba. Por todo eso, sé que seguiré dedicándome a correr, a pesar de la visita a las infiernos y esa obligada penitencia que, en mi caso, hoy ha sido la Media Maratón de Granada. Total de tiempo empleado 1 hora, 39 minutos y 45 segundos. Seis minutos por encima del año anterior.


Mi grupo verdoso y dos amigos corredores.

18 octubre 2008

MEDIA MARATÓN DE GRANADA


Está será la cuarta vez que corra la Media Maratón de mi ciudad. Y en cuatro años han pasado muchas cosas relacionadas con el mundo del correr -y también al margen de este mundo-.
Cuando corrí la primera jamás había competido. Corría de manera relajada y sin pretensiones, principalmente, por la Vega de Pinos Puente, por Caparacena y por el Camino de la Fuente de la Bicha, que era mi zona de residencia en aquel momento.
Meses antes, un vecino de bloque, gran corredor, me animó a que corriera alguna prueba del Circuito , ¿ De qué ? -le pregunté-. Nada de lo que me indicaba me era familiar, por supuesto, pero aposté por seguir sus indicaciones porque siempre reacciono con decisión ante los nuevos retos. Además, si estaba corriendo, o lo que fuera aquello, ¿Por qué no probar? Mi vecino me indicó que estaba cerca de iniciarse el Circuito aquel año, con la célebre y clásica carrera "La Industrial", en Armilla, de tan "sólo" 10 kilómetros. Sin embargo, para mí eran quizá demasiados, porque no recordaba haber hecho más de 8 en el mejor de los casos. Por ello, cuando quienes corremos, informamos a otros que no lo hacen sobre la bestialidad de kilómetros que hacemos, deberíamos de ser prudentes.
No corrí aquella primera prueba del Circuito, ni la segunda, ni la tercera. Es más, no corrí hasta octubre: mi primera media maratón, la de Granada.
Comprendo que no es fácil tomar la decisión de correr en competición. Entre otras cosas porque se trata de prácticas que no se conocen de otra manera que no sean presencialmente. Cuando alguien te plantea correr por primera vez en competición, siempre piensas lo mismo: y si llego el último, y si no llego..Por tanto, si comenzar ya no se me iba de la cabeza ¿por qué no comenzar a lo grande?
La semana antes a correr la primera media, me alarmé: estaba ya inscrito, pero jamás había corrido más de 12 o 13 kilómetros por aquél entonces, así que sin pensarlo dos veces cogí el coche y medí un circuito que tenía exactamente la distancia de la Media Maratón: 21.097 mts. Y, posteriormente, me dispuse ha hacerlo. Aquello fue bestial. Faltaban aún cuatro kilómetros y ya hacía mía aquella mítica frase de Silvester Stallone, en el papel de Rambo. Para colmo, aquella misma noche acudí a casa de Emilio y otro amigo de forma "cariñosa" tuvo la osadía de decirme a la cara (que es lo que deben hacer los amigos, si así se denominan), que ¿cómo que iba a correr aquella distancia si tenía hasta barriga? Pero razón lo le faltaba ya que en aquel momento los digitos del peso estaban más cerca de 100 kgrs., que de 90 y si bien es verdad que no existía obesidad visible, las comparaciones con ahora son odiosas. Por tanto ¡estaba sobrado de moral y ánimo!
Y así de esa guisa corrí mi primera media maratón, en 1,51 minutos, llegando gracias a la ayuda de una barrita energética que acerté a llevar. Sufrí enormemente. Pero, he de decir, que acabé muy satisfecho ¿Ya era corredor? En absoluto, pero las dificultades y la emoción de correr una prueba de competición posibilitaron una dedicación intensa a la tarea de correr, algo que posibilitó que en la segunda media, el crono se quedara en 1 hora y 36 m., la friolera de un cuarto de hora y seis o siete kilos menos, con respecto al año anterior.
Y estando en ese crono, que para mí fue una verdadera revelación, ¿Quién no se atreve con bajar de 1,30? Casí lo conseguí al año siguiente, dejándolo en un tiempo real de 1 hora y 33 minutos y unos cuántos segundos, sin que al acabar me quedara duda alguna que al próximo año -éste- bajaría de 1,30, y por ese camino iba cuando en la Media Maratón de Sevilla-Los Palacios, rodando a 4,12, aproximádamente el mil, en el kilómetro 9 sufrí mi primera microrotura en el gemelo izquierdo, en esta ocasión.
Escribo toda esta historia, tal vez como purga y necesaria mentalización para afrontar el tiempo con el que me tendré que conformar el próximo domingo. En cuatro años, como decía, pasan muchas cosas, y si bien considero que he evolucionado mucho desde entonces, físicamente ahora no estoy dispuesto ni tan siquiera a hacer la marca del segundo año. Más vale tenerlo claro desde el principio, sin crearme falsas expectativas.

17 octubre 2008

LA MEMORIA HISTÓRICA



Sospecho que la decisión judicial del juez Garzón no va a ser pacífica. Yo creo que razón jurídica no le falta porque lo ocurrido durante la Guerra Civil y durante los años de franquismo podrían ser considerados delitos de lesa humanidad al existir asesinatos, tortura y exterminio. ¿ Pero seremos capaces en nuestro país de no politizar esta decisión judicial ?
Garzón es un juez controvertido para muchos. Algunos le alaban su valentía jurídica y otros le tachan de "juez estrella". En mi modesta opinión jurídica el Juez Garzón se acoge a la Ley Orgánica del Poder Judical (Ley 6/1985, de 1 de julio), que en su artículo 4 establece lo siguiente:

Igualmente será competente la jurisdicción española para conocer de los hechos cometidos por españoles o extranjeros fuera del territorio nacional susceptibles de tipificarse, según la ley penal española, como alguno de los siguientes delitos:

a. Genocidio.

b. Terrorismo.

c. Piratería y apoderamiento ilícito de aeronaves.

d. Falsificación de moneda extranjera.

e. Los delitos relativos a la prostitución y los de corrupción de menores o incapaces.

f. Tráfico ilegal de drogas psicotrópicas, tóxicas y estupefacientes.

g. Tráfico ilegal o inmigración clandestina de personas, sean o no trabajadores.

h. Los relativos a la mutilación genital femenina, siempre que los responsables se encuentren en España.

i. Y cualquier otro que, según los tratados o convenios internacionales, deba ser perseguido en España.

Es el artículo al que se ha acogido para perseguir los delitos de lesa humanidad perpetrados por el régimen de Pinochet en Chile o por la dictadura militar en Argentina. Además España ratificó el Estatuto de Roma de 17 de julio de 1998 que es constitutivo de la Corte Penal Interncional y tiene ratificada la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por tanto, me parece que el juez Garzón actúa de una forma inapelable y con la independencia jurídica necesaria. Lo que realmente sorprende es que no se haya actuado con anterioridad.
Ahora bien, ese asunto está en la calle y está en la agenda política de los principales partidos españoles y, lógicamente, traerá cola.




Principalmente porque ha irrumpido el asunto mediático de los restos del poeta Garc
ía Lorca, si bien hay que ir más allá de esa dato, que también es importante e icono.
Para muchos, desenterrar el pasado es poco menos que resucitarlo; pero para otros es necesario saldar las heridas que aún no están cerradas.
Durante la Guerra Civil española se cometieron delitos de lesa humanidad en uno y otro bando, pero fue el bando republicano el que puso más muertos sobre la mesa, en opinión de la mayoría de los investigadores. Lógicamente los 40 años de dictadura franquista echaron más tierra si cabe a todos esos enterramientos y la llegada de la democracia fue un ejercicio de responsabilidad de unos y otros y, por tanto, no era posible sacar a flote todo este correoso asunto. Han transcurrido ya casi 30 años desde la aprobación de la Constitución de 1978 y el dictador ya lleva 33 muerto, por tanto, no hay motivo para seguir escondiendo cadáveres en el armario o bajo tierra.
Muchos medios de comunicación han titulado a estas investigaciones judiciales como un proceso al franquismo y, en mi opinión, razón no les falta. De hecho, se intentan buscar cabezas culpables con nombres y apellidos. Algunos de estos actores (no digo imputados) aún viven. Es decir, miembros relevantes del franquismo, como es el caso de Manuel Fraga. Pero no olvidemos que nuestro monarca fue declarado heredero muchos antes que falleciera Franco y, por tanto, era alguien relevante en el franquismo. Hay que considerarlo todo, como diría Guillermo de Baskerville en el Nombre de la Rosa.



En mi opinión, se ha de hacer justicia a la II República, que fue apartada violentamente del poder que adquirió en un momento convulso de nuestra historia política española, por medio de unas elecciones municipales, que además y para colmo, siendo la ultrajada fue la que más muertos puso sobre la mesa.

15 octubre 2008

LAS CATEDRALES Y SUS MUNDOS


El vetusto y oscuro claustro de la Catedral de Ávila

Cuando supe de la publicación del libro "Las rosas de piedra", debido a la pluma del escritor leonés Julio Llamazares, no dudé en adquirirlo. Porque es un libro de viajes y porque su temática gira en torno a catedrales. Y es que éstas han sido el denominador común de un buen numero de viajes a lo largo y ancho de nuestra tierra patria. Resulta que, tanto a Mati como a mí, nos fascina la oscura estética de estos monumentos de piedra, y hemos acudido sin dudarlo a los lugares donde se erigen las más espectaculares.
Al margen de cuestiones religiosas -que poco o nada me interesan- la catedral, desde mi punto de vista, representa la historia y es testigo muro de un sinfín de pasiones encontradas. Al mismo tiempo, es la constancia y el logro de unos hombres que sin medios ni herramientas sofisticadas lograron erigir cúpulas y pilares que alcanzan al infinito; pero de todo, me fascina la construcción simbólica de muchas de ellas.


La sobrecogedora presencia de la Catedral Vieja de Salamanca

Me he sentido dichoso paseando por el oscuro y envejecido claustro de la Catedral de Ávila; o descubriendo rincones tétricos de las antiguas naves de la Catedral Vieja de Salamanca; o contemplando el enorme rosetón gótico de la Catedral de León; o admirando los afilados motivos góticos de la Catedral de Vitoria, en la cuál se ha inspirado Ken Follett para construir "Un mundo sin fin", segunda parte de "Los pilares de la tierra"; o bien impresionándome de los motivos paganos de la Catedral de Jaén. Y es que la catedral como símbolo esotérico cuenta con una importante carga emocional.



Por su parte, la quietud y el sosiego de una catedral vacía y oscura es algo inigualable, que se ha de vivir en persona y sin prisas.
Sin embargo, nunca he participado de la visión que a veces se hace de la catedral como objetivo turístico. No soporté durante mucho tiempo el aluvión de visitantes de la Catedral de Santiago, a pesar de su impactante belleza, ni la excesiva muestra de lujo de la Catedral de Burgos. Para mí este monumento religioso tiene que inspirar sosiego e intimidad al tiempo que misterio, o no es nada.


El majestuoso volumen de La Catedral de León y su impresionante rosetón.

De ahí que el libro de Julio Llamazares sea uno de los que comenzaré a leer en breve, porque sé que conectará con el concepto que tengo de este misterioso mundo. Y sé positivamente también que el oficio y la buena pluma del buen escritor leonés me arrastrará por lugares conocidos y por conocer.

12 octubre 2008

NADA ES COMO NOS HACEN CREER EN MATERIA DE INMIGRACIÓN


Tengo la casi certera sospecha que nada de lo que se dice oficialmente en materia de inmigración es como nos lo cuentan.
Por motivos no graves, esta tarde acompañaba a un familiar al servicio de urgencias de un hospital. Se trata de uno de esos hospitales concertados que ofrecen una atención pública sobre todo a mutualistas de distintos sectores de la función pública española, principalmente.
Resulta que la médica que atendía el servicio de pediatría era extranjera y su acento -y su aspecto- así lo indicaba. No sabría decir si era inglesa o, tal vez, de la Europa del Este porque no fue con ella con la que tuvimos un contacto directo. Sin embargo, si lo tuvimos con un joven doctor argentino, que con su fuerte acento nos atendía. De manera que comencé a reflexionar sobre algunos aspectos relacionados con la inmigración, que no nos suelen contar nuestros políticos o los agentes sociales y empresariales en los medios de comunicación.
Según el gobierno, hay sectores laborales que no admiten a día de hoy la entrada de inmigrantes (legales, claro), tales como la construcción y otros sectores en crisis. Sin embargo, existen sectores en los que se aconseja sean cubiertos con trabajadores de otros países, principalmente, sectores profesionales como la medicina, algo que constaté esta misma tarde.
Sin embargo -y ahí surgen mis dudas-, cada día aparecen datos sobre la necesidad que tienen algunos facultativos españoles recién salidos de la facultad de emigrar a otros países como Portugal, Inglaterra o Irlanda, entre otros, ante la falta de oportunidades en España, luego ¿qué está pasando realmente ? La conclusión a la que llegaba al salir del hospital no era otra que esos dos doctores extranjeros - uno que nos atendió y la otra que vimos llamando a pacientes- cubren plazas que doctores españoles no quieren cubrir por estar mal pagadas y sobrexplotadas en cuanto a horario -de hecho, al doctor argentino el cansancio le era perceptible-.
La realidad no es como la ofrecen en estadísticas oficiales. La realidad en la calle es otra muy distinta. Nuestros gobernantes -presumo- guardan datos que la población debería conocer y mientras eso no ocurra las diferencias entre esa realidad y la mostrada en papel provocarán una fuerte fractura, que probablemente sea social, principalmente, ahora en tiempos de crisis.
Por otra parte, el paro galopante que está sufriendo España ha provocado el aumento de jornaleros españoles que buscan un salario digno en las vides francesas, al tiempo que se sigue insistiendo que es necesaria mano de obra extranjera en el campo español. Lógicamente sin datos no es posible discutir todo este complejo contrasentido. Por tanto, insisto en la idea de que la mayor obligación que tiene el gobernante español es aclarar a la población algo que le confunde.
Hace poco publicaba en Ideal un artículo referente a la cuestión de la inmigración, a raíz de la propuesta del PSOE, partido en el poder central, de posibilitar en las elecciones municipales de 2.011 que extranjeros de determinados países puedan votar y ser elegidos en estas elecciones (es decir, que tengan la posibilidad de optar al sufragio activo y pasivo), algo que claramente choca con el artículo 13 de la Constitución española, que deberá ser reformado si se sigue apostando por esta medida. Y no sé por qué - y así lo decía en el artículo- sospecho que existe una lazo sólido entre los datos no aportados sobre la inmigración y esa medida de carácter electoralista. De hecho, las nacionalidades elegidas para ese sufragio universal coinciden con las más numerosos en nuestro país (marroquíes y muchos países sudamericanos, al parecer, muy inclinadas hacia el partido en el gobierno). Sí ese lazo existe en la realidad, lógicamente, se tendrá que conocer más tarde o más temprano.

AMERICAN GANGSTER



Los diversos matices de esta película del género negro, indudablemente, la hacen distinta a sus "primus inter pares". Que esté basada en un hecho real, desde mi punto de vista, no la convierte en mejor o peor película. En todo caso, el expectador siempre podrá tener presente que esos personajes existieron y probablemente vivan en la actualidad, pero nada más. La convierte en mejor o peor película el guión, la historia, el desenlace y los personajes. Y por qué no decirlo, los personajes principales siempre están en su cota más alta, principalmente, gracias a la interpretación de los actores que los encarnan: Denzel Washington en el papel de traficante y Russell Crowe en el de poli honrado ante un panorama desolador de corrupción policial ¿Más de lo mismo? Si y no. Sí en el sentido de ser una historia ya manejada en distintas películas del género; y no en el sentido de que existen matices distintos, como decía: la historia real, la novedad del mafioso negro con estrategias propias de la mafia italiana, y la existencia de roles cambiados: virtudes públicas, vicios privados y viceversa.
Sin embargo, no me quedan claras algunas transiciones (¿Poli o fiscal?), así como tampoco el ánimo de colaboración final, sin decir nada más para no destrozar la película a quien aún no la ha visto.
En mi opinión, demasiado larga. Con un preámbulo quizá excesivo, que podría haber cedido algo en favor de un "intermezzo" y de un final más profuso en detalles.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...