Cuando llega el momento de los reconocimientos médicos en mi centro de trabajo, a veces llega el pánico o la decepción o la frustración. En esos días todo el mundo sale algo tocado e, invariablemente, los médicos aconsejan ejercicio, dieta sana y vida sana en general. No estoy rodeado de obesos o dilapidadores de salud pero, sí, en muchos casos la salud deja mucho que desear. Y es, entonces, cuando llegan las inquietudes y las propuestas e intenciones de hacer más ejercicio y vida sana, aunque, lamentablemente ese impulso no dura más de una semana. Y, claro, al año siguiente vuelven las malas noticias, aderezadas además de más alarmismo porque se tiene un año más.
A la semana de iniciar un plan sano, casi todo el mundo vuelve a su rutina diaria y si se andó durante unos días o se nadó e, incluso, -en el menor de los casos- corrió, todo eso pasa pronto al olvido, justificando todo el mundo no tener tiempo para hacer deporte.
Es decir, ¡que no se dispone de media hora diaria y una hora los fines de semana! Esa es una frase preconcebida que cada día me creo menos. Todo el mundo dispone de tiempo para hacer deporte si su motivación es alta y su hábito estable, pero ocurre que siempre se posterga ese rato dedicado al deporte porque se da prioridad hasta a lo más ínfimo, entre lo que se incluye estar haciendo zapping durante más de media hora o lo que es peor, deteniéndose un rato en Tele5.
Se piensa o al menos a mi me lo dicen que los que corremos lo hacemos porque estamos dedicado a ello. Pero no es verdad. Ni estamos dedicados a esto por obligación o profesión alguna, ni nadie nos obliga. Nos obligamos nosotros mismos.
Es más, en ocasiones, -suelo decir- para poder sacar una hora para correr tengo que salir a horas intempestivas o no habituales y renunciar a otras cosas importantes. De hecho, sin ir más lejos, el pasado domingo, sabedor de la complicación de la agenda, corrí durante once kilómetros a las tres de la tarde, no bajando el termómetro de los treinta grados. Pero lo más curioso es que corriera esa distancia en apenas cincuenta minutos, a pesar del fuerte calor. Si yo puedo, todo el mundo puede hacerlo o al menos intentarlo, aunque me temo que eso es mucho pedir.
Hola José Antonio
ResponderEliminarCorrer a más de 30º tiene su mérito pero cuidado con el golpe de calor.
Por lo demás, veo que te recuperas y pronto superaras los tiempos de Guadix.
que voy decir yo sobre esto...
ResponderEliminarCorrer. Con el estado en que te sumerge..¿como es posible que aun seamos una minoria?
ResponderEliminarEsa es la cuestion
.. mejor que seamos una minoría.
ResponderEliminarJose Antonio, con lo bien que sientan unas verdes y unos vasos largos después de haber hecho un rodaje de 15 o 20 km , verdad?
Los que no corren y se toman esas birras y los cubatas se hinchan y les da remordimiento, a nosotros no. Qué te parece el record del mundo de maratón que ha hecho el keniata este fin de semana pasado en Berlín? 42 km a 2`55`` km. Y los futbolistas ganando millonadas...
Hola Ramón, sí, voy recuperando a muy buen ritmo, saludos.
ResponderEliminarMario, supongo que cuando escuchas a las nueve de la mañana que no tienen tiempo para correr, te dará la risa...
Anónimo, una minoría selecta y silenciosa, una pequeña revolución.
Alfredo, estoy seguro que si este keniata jugará en el Madrid sería criticado por Mourinho.
En serio, una pasada lo de este joven atleta, que debería ganar el doble que los fanfarrones del balón.
A mí me da rabia, mucha, cuando escucho lo del "no tengo tiempo". No me lo creo. Sé de corredores convencidos que trabajan 14 horas diarias y corren 14 kms. ¡Incluso doblan entrenamientos!
ResponderEliminarEl caso no es el tiempo, sino la motivación y la escala de valores.
Y sí, mejor ser una minoría. El resto no sabe lo que es "el primer trago de cerveza y otros placeres indescriptibles" tras una tirada larga.
saludos
Es más, Javi, estoy llegando a la conclusión que corro para beber después cerveza...
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