25 noviembre 2018

EBOOK: RELATOS Y ARTÍCULOS DE VIAJES: WÜRZBURG


Würzburg 


Cuando el viajero llega a Würzburg —ubicada a unos cien kilómetros al noroeste de Núremberg—, ya en noche cerrada, se encuentra ante una ciudad solitaria. Una estación de tren, propia de una urbe media de unos ciento treinta mil habitantes —contando todo su término municipal—, conduce a la avenida principal en la que afloran múltiples comercios y algunas grandes superficies.  
La calle está partida por las vías del tranvía en sentido doble y es utilizada indistintamente por vehículos privados y las sempiternas bicicletas. A lo lejos se aprecian altas torres de múltiples iglesias. Nuestra acreditada cicerone, que con tanta gratitud nos acoge en su domicilio y allí residente desde hace algunos años, nos cuenta que es una ciudad con muchas iglesias.
No podría afirmarse que le pareciera al viajero una ciudad triste ni que el frío fuera considerable en ese momento para tratarse de una ciudad ubicada en el noroeste del länd de Baviera, en la región de la Baja Franconia. Un posterior callejeo le abre una ciudad mucho más amplia, dotada de un esplendoroso y alegre alumbrado navideño, el cual contrasta con la soledad de sus calles y plazas. Sin embargo, los puestos del mercado navideño, silentes y ya clausurados a esas horas, no le ofrecen argumentos para creer en esa alegría. Pero, unos metros más allá, el romántico y solitario —a esas horas ya tardías para una ciudad alemana— puente de Carlos sobre el río Meno, el cual desembocará en el Rin, le sorprende por su belleza y lo invita a unas vistas nocturnas protagonizadas por la fortaleza de Marienberg, que se corona orgullosa a la izquierda, y un cauce fluvial amplio y caudaloso. El resultado del agradable callejeo por el centro de la ciudad lo convence de que se trata de una ciudad próspera y que, a pesar de la casi total destrucción infligida por la aviación británica durante la Segunda Guerra Mundial, hoy día conserva ese sabor antiguo propio de esta zona de Alemania. Esa idea permanece en su mente y la corrobora la visita al agradable restaurante en el que tiene mesa reservada en compañía de su pareja y su acompañante, que ya dijo era una acreditada cicerone.
El Backföfele, que así se denomina el restaurante, está ubicado en un antiguo barracón o amplia cuadra, cuidadosamente restaurado y decorado. No es el tipo de restaurante que se tenga la oportunidad de ver a diario. Repleto de detalles y esmerada decoración, se adereza con los elegantes motivos navideños. Las mesas, repletas de comensales, se ubican arracimadas sin una estructura ordenada, pero al mismo tiempo, exentas de improvisación. Se compone de varios comedores perfectamente comunicados y dotados cada uno de ellos de una decoración algo distinta, pero encuadrada en una misma categoría de decoración de impronta rústica. Unos espacios cuentan con más iluminación que otros, pero eso tampoco forma parte de la improvisación. A estas alturas del viaje, el viajero comienza a comprender que existe toda una vocación detallista en los restaurantes alemanes, algo a lo que ya se ha referido y, seguramente, lo seguirá haciendo. Otro elemento a tener en cuenta en la restauración alemana es el buen servicio. Así que, en poco tiempo, el viajero y sus acompañantes son atendidos por una camarera que les indica con amabilidad que no todos los platos están ya disponibles. Son más de la diez de la noche y a esa hora no es fácil que los restaurantes alemanes ofrezcan todas las viandas de su carta ya que van cerrando su cocina de manera paulatina. Aun así, hay mucho donde escoger: carnes cocinadas de distintas formas, amplias ensaladas generosas en verduras, quesos fundidos y guisos diversos. Quien acompaña al viajero y a su pareja, familiar de ellos —que aún no lo había mencionado— y, como ya ha dicho, residente en la ciudad, va traduciendo la carta y en pocos minutos la pequeña pero coqueta mesa que ocupan se llena de diversos manjares. Pero la cerveza en este país siempre merece una atención especial. Se trata de Alemania y no es fácil decantarse por alguna en concreto, sobre todo para un cervecero vocacional como es el viajero: Pilsen, tostada, de trigo, negra..., todas las imaginables abundan y de todas las marcas. Así que continúa su particular festival de cerveza, ya comenzado en Núremberg y que ya no acabará en todo el viaje. Un comensal vecino, comprendiendo la buena impresión del viajero y sus acompañantes, quizá orgulloso de su ciudad y sus restaurantes, se ofrece para hacerles una foto. Lógicamente, aceptaron. Porque es bastante habitual que en cualquier ciudad alemana sus ciudadanos se dirijan al visitante con absoluta espontaneidad, haciendo añicos el mito de la frialdad de trato teutona.  
La misma ciudad, que por la noche la encuentra el viajero serena y tranquila, por la mañana es otra. Lo aprecia enseguida cuando baja a comprar pan recién hecho, que en este país es mucho más que una rutina diaria. La panadería de enfrente de la casa en la que se hospeda está a rebosar en ese momento, tanto de clientes como de variedad panificadora. Por mucho que ya haya observado estas fastuosas panaderías que abundan por doquier en cualquier ciudad alemana, jamás podrá acostumbrarse al espléndido espectáculo de las estanterías repletas y perfectamente ordenadas de panes de todo tipo, tamaño y color. Es algo que forma parte de la cultura alemana y una de las cosas que mayormente disfrutará el viajero que visite este país. Las calles a hora temprana ya están repletas de gente que, junto al abundante comercio e incesante paso de los tranvías de atrevido colorido, forman un espectáculo único. El viajero vuelve a tener la misma sensación que ya tuvo en Núremberg: parece una ciudad de juguete. Piensa también que una nueva versión moderna de Canción de Navidad de Charles Dickens podría encontrar aquí su mejor decorado si se le añade nieve.   
Él y su pareja —ya sin su cicerone, que trabaja ese día—, callejean distraídos por la ciudad en busca de sus lugares más emblemáticos y en breve se topan con la Residencia de Würzburg, una impresionante mole de estilo barroco, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y cuya función principal fue servir de residencia de los obispos de la ciudad.  No lejos de allí, también se topan con la vistosa catedral de San Kilian, de estilo románico, que consta de dos amplias naves. Su concepción es muy sobria, pero elegante. En su puerta principal hay un enorme árbol de Navidad (porque como ya ha dicho en el relato sobre Núremberg estamos en plena fecha de Adviento) y al fondo de la animada calle, repleta de comercios, se atisba el puente de Carlos, formando todo ello una estampa idílica. Le recuerda un poco al de Praga, con el que comparte nombre y que ya conoció unos años antes.
En pleno centro de la ciudad, está ubicado su Christkindlesmarkt, que ya lo vio cerrado la noche anterior. Mucho más pequeño que el de Núremberg, se trata de un mercado navideño muy coqueto. Sus puestos guardan una gran armonía entre sí y cada uno de ellos parece obedecer a una especialización temática. Cerrando el mercado, se ubica un puesto de mayor tamaño que dispensa todo tipo de viandas propias de la gastronomía alemana: salchichas de todos los tamaños, carnes guisadas de distintas formas y el siempre preciso vino caliente propio de estos climas tan extremos. El mercado está muy concurrido de ciudadanos de Würzburg y visitantes. Entran en un pequeño puesto, repleto de motivos navideños, y vuelve a sorprenderlo su cuidada decoración. Todo parece tener vida propia. Asimismo, comprueba que los dueños de los distintos comercios que frecuentan son amables y se desviven por atender. Está claro que este país posee una enorme tradición en cuanto al fomento del pequeño comercio, algo que en España es cada vez más difícil de apreciar, piensa para sí.
Una nueva visita al puente de Carlos, en esta ocasión de día, y la contemplación de parte de la ciudad y su gran río convence al viajero de que está ante una de las ciudades más privilegiadas de Baviera, algo que se debe en gran parte a su prestigiosa universidad pública, una de las más valoradas de todo el país.
Por la noche, vuelven de nuevo a las andadas gastronómicas y observan que es muy difícil encontrar mesa si no se ha reservado con antelación. Debemos considerar que se encuentran en una de las zonas más ricas de Alemania, algo que se aprecia. Además, son días casi festivos. Finalmente, la encuentran en un coqueto restaurante que está atendido por camareras ataviadas con los vestidos tradicionales bávaros. Deben compartir mesa con un hombre de mediana edad, que dice ser austríaco, y que resulta ser un tipo agradable y parlanchín. En muchos países europeos es normal que se haya de compartir mesa con personas desconocidas, experiencia que resulta interesante, a pesar de las reticencias iniciales que en España se posee de esta práctica. Lógicamente, quienes comparten siempre acaban conversando. Comer une mucho y eso suele ser siempre una experiencia agradable como ya expondrá el viajero en sucesivas crónicas. 
El restaurante, como ya ha contado de otros, está provisto también de una cuidada decoración, aderezada por la navideña. Y la alta temperatura, las amplias viandas, la presencia colosal de la cerveza y la vestimenta de las camareras que los atienden con amabilidad, producen en el viajero y sus acompañantes unas inolvidables sensaciones; y la fuerte convicción de sentirse en lo más esencial y tradicional de la vieja Europa, cuya cultura ancestral tanto representa para el viajero. 

El viaje a Würzburg está incluido en Cuatro ciudades bávaras del ebook: Artículos y relatos de viajes, disponible en Amazon

22 noviembre 2018

CINE: MARY SHELLEY (UK, 2017)

Mary Shelley Shelley es una autora conocida, principalmente, por su universal obra Frankenstein pero su bagaje cultural y literario era muy amplio y la llevaron a sumergirse en otros géneros literarios, incluido el ensayo. No en vano sus padres eran destacados intelectuales de ese Londres victoriano y gótico que tantos talentos dio. En realidad, su nombre y apellidos de nacimiento fueron Mary Wollstonecraft Godwin. Su madre, Mary Wollstonecraft, fue una intelectual y activista preocupada por los derechos de la mujer y su padre, Willian un famoso filósofo y escritor. Ambos compartían una visión del mundo libertaria y es, quizá, por eso por lo que los apellidos de la hija, y después famosa escritora, aparezcan invertidos.
Lo de Shelley se debe al casamiento con el conocido poeta, uno de los más importantes de su generación. Y sería a raíz de ese casamiento cuando la escritora comenzara a sufrir enormes penalidades que unidas a su visión del mundo (muy gótico, hay que decir) la llevaron a crear esa magna obra, gracias a que también era una devota de la ciencia. Sin embargo, Frankenstein es más una metáfora que una obra de ciencia ficción. Una metáfora con un claro mensaje trágico del mundo que le tocó vivir a su autora. Una visión nada positiva del hombre al que enjuicia como un monstruo, que también puede hacer cosas maravillosas.
Hasta ahí más o menos lo que sabemos de la autora (muy resumidamente, por supuesto), luego, ¿qué nos cuenta este biopic fílmico de esta autora? Nos cuenta, no tanto vida completa, sino las distintas etapas vividas hasta la creación y publicación de la obra, que no las tuvo todas consigo al principio, principalmente, porque estaba escrita por una mujer y eso en una sociedad con una fuerte moral favorable al hombre y casi nada a la mujer suponía un problema. Es más, es posible que pudieran publicarse las primeras ediciones porque el prólogo o introducción estaba escrito por su esposo, Percy Shelley, ya consagrado como poeta y ensayista.
La película, sin tratarse de nada extraordinario, posee la calidad suficiente como para no despotricar de ella. Cuenta con un guión claro y una dirección correcta y eso ya es mucho en este tipo de películas, mucho más cuando se trata de vidas tan complejas como las de estos artistas e intelectuales británicos que vivieron a caballo entre los siglos XVIII y XIX. Se ofrece en la película, también, un importante protagonismo al poeta Lord Byron, que siempre se ha considerado como el exponente principal de esta generación. De hecho, la obra Frankenstein está muy relacionada con su figura (se ha llegado a decir que está inspirada en él) y surgió en la mansión de Ginebra donde los Shelley, la hermanastra de Mary y el médico personal de Byron, John Willian Polidori (autor del relato El vampiro que, como Frankenstein, surgió en aquella noche tan misteriosa y extraordinaria de tormenta y que se atribuyó Byron)  también escritor pasaron una temporada junto a Byron
La película Mary Shelley no es una película optimista ni alegre, como no lo fue la existencia de esta generación de grandes autores, que dejaron una impronta muy importante en la literatura británica y universal. Y, sí, merece la pena verla para conocer más sobre esta autora y su obra universal.

14 noviembre 2018

EL CUENTO DE NAVIDAD

Cuento de Navidad en Cadiz, Casa Palacio Aramburu: Horario y Entradas
 Desde que aquel británico de nombre Charles y apellido Dickens nos deleitara con su Canción de Navidad, muchos autores han querido seguir sus pasos y adscribirse a este género -porque es un género en sí- del cuento de Navidad, una época muy propicia para alegrar y entristecer con las palabras, porque ambas cosas hay en este género universal de la literatura.
El cuento de Navidad, como tal, está circunscrito a un periodo concreto. Descansa durante once meses y se levanta de su letargo el último mes del año. No diré que no haya lectores que gusten de leer en época no navideña, que los habrá, pero lo dudo. Lo que sí parece más claro es que quienes lo escriben parecen sentirse más inspirados en esta época. Es mi humilde caso. Los que he escrito, casi siempre -sino siempre-  en fechas cercanas o inmerso ya en periodo navideño. El motivo está claro: es cuando el espíritu se siente más conmovido e inspirado.
De hecho, este año también me he sentado al ordenador a escribir uno -es posible que salgan dos-, pero no es siempre así. Hay años en los que no encuentro inspiración o temas que abordar en un relato que, por lo general, no suele superar las dos mil palabras.
Es posible que no existe un mapa concreto para escribir un cuento o relato navideño, pero sí deben estar presentes motivos navideños para que pueda considerarse como tal. Y motivos navideños hay muchos. Están los materiales: la nieve, los adornos, las comidas familiares, los árboles de Navidad, los belenes... Pero también los hay internos, tal vez, muchos más. Unos están relacionados, como decía al principio, con la alegría y otros con la tristeza. Además, está la soledad, la nostalgia, la melancolía.. Sentimientos que parecen estar ocultos el resto del año -en ocasiones no tan ocultos- y que afloran en esta época. Por tanto, sigamos adorando este género, que perdurará mientras nosotros queramos que perdure.

09 noviembre 2018

LIBRO: LOS MEJORES POEMAS DEL XXV PREMIOS DE POESÍA DE TARIFA


Hoy al llegar a casa, me encontré en el buzón este pequeño y precioso libro que recoge los mejores poemas de los XXV Premios de Poesía Luz, convocado por el Ayuntamiento de Tarifa y editado por la editorial ImagenTa. Un buzón, que debido a la irrupción del mundo digital, ha quedado para poco más que para facturas y publicidad buzoneada, pero que aún guarda un rincón de sueños con correspondencia propia de otra época no tan lejana. 
La pequeña historia de mi relación con este concurso poético es peculiar, entre otras cosas, porque yo no soy poeta, o al menos, no me considero tal, sino una persona que le gusta escribir sobre casi todo y en ese todo se encuentra la poesía, que la concibo como un mundo de imágenes, síbmolos y palabras. El caso es que un buen día, acabado mi poemario, Me iré con el primer viento, deseché varios poemas. Todos sabemos que los concursos solicitan poemas inéditos, no publicados. Por tanto, si el libro iba a ser publicado (aún está en esa fase de espera o duda o ambas cosas), esos poemas ya no podrían presentarse a concurso alguno. Pero, como digo, había desechado algunos. Tal vez, los que me gustaban menos, los que consideraba menos trabajados y, sobre todo, todos esos temáticos que podrían ver la luz algún día en otro poemario, insisto, temático, como es el caso de los poemas relacionados con correr.
No soy dado a presentar cosas a concurso, pero un día vi anunciado este de Tarifa, sobre el que leí que era prestigioso a nivel nacional, por lo que alcanzaba un elevado número de participantes, algo que se corrobora en la contraportada del libro que he recibido. Así que me dije: no tengo nada que perder. Y envíe un poema corto (a vuelapluma creo que es el más corto de los seleccionados en el libro), uno de los que no consideraba demasiado trabajado, la verdad. Su título: Tiempo dormido. Pasaron los meses y olvidé el concurso. Está claro que si no se ponen en contacto contigo es porque no has ganado o, ni tan siquiera, te han seleccionado en la antología a publicar, que se anunciaba en las bases del concurso. Por tanto, como digo, pasó al olvido, hasta el punto que he tenido que 'tirar' de memoria para recordar por qué venía un poema mío en este libro. Han sido unos segundos de zozobra, sí, y confusos. No me habían notificado nada con antelación, he ahí el motivo de la confusión. 
Tras leer los dos poemas ganadores (muy buenos ambos, sobre todo el segundo premio) y otros a salto mata (los leeré todos, claro está), he comprendido que el nivel es enorme, que no se trata del clásico panfleto en el que pretendidos poetas garabatean unos versos, nada de eso. Puedo decir que yo, que no soy dado a sorprenderme fácilmente por lo que escriben otros y menos en poesía, he quedado gratamente sorprendido.
En fin, que no me enrollo más y os remito a las fotos del libro y de mi poema por si queréis echar un vistazo.
Estoy contento, sí, porque a veces llegan cartas...  

07 noviembre 2018

CINE: CASI 40 (ESPAÑA, 2018)

Casi 40Lo manifestaré ya desde el principio: me ha gustado la última película de David Trueba. Una película a pie de calle y fresca, que no elude la comedia o ese cierto regusto a drama que destila toda la película, en la que el fracaso, el éxito, la amistad y el amor van de la mano , cada uno a su paso, en ocasiones, pero también en perfecta comunión en otras. Ya digo, me ha gustado la frescura del guión y las buenísimas interpretaciones de Lucía Jiménez y Fernando Ramallo, que parecen disfrutar de los personajes que interpretan. Personajes muy cercanos a todos nosotros, a pesar del pasado reciente de éxitos musicales de la protagonista y posterior olvido por el gran público, que nos recuerda mucho a la trayectoria musical de un par de cantantes forjadas como tales en los noventa, que fue una etapa musical mucho más pobre que las de los ochenta, en mi opinión. 
Me ha gustado sobremanera, también, que la película se haya rodado en su totalidad en exteriores y que hayamos podido disfrutar de ciudades menos mediáticas, tal vez (me refiero a ciudades que no son Madrid o Barcelona, que suelen ser siempre las preferidas para rodar por los directores españoles). Nos trasladamos a Plasencia, a Segovia, entre otras, y eso siempre se disfruta, sobre todo para quienes nos gustan las ciudades interiores no demasiado grandes.
Curiosamente, la película no está tan bien valorada como otras del menor de los Trueba, pero estoy convencido que será mejor valorada por el público (no sé si por la crítica) a medida que más gente la vea, toda vez que es bastante reciente.
Por supuesto, la aconsejo, para quienes gusten del cine español o las películas sencillas. O ambas cosas. 

24 octubre 2018

RELATOS Y ARTÍCULOS DE VIAJES (EBOOK)


La literatura de viajes se caracteriza por un elemento fundamental: el autor convierte en literatura lo que observa. Por eso, resulta tan atractiva. En este libro, el autor nos acerca a distintas ciudades y lugares de España y Europa, y nos cuenta en tercera persona, a modo de relato, sus impresiones, anécdotas, vicisitudes, reflexiones..., todo aquello que jamás podremos leer en una guía o página de viajes de Internet. Se trata de la visión del viajero que busca convertir su experiencia en literatura. Por tanto, el lector, podrá disfrutar a través de sus relatos de todo aquello que ofrecen las ciudades y lugares que solo es posible ver a través de la observación y las palabras. Es por ello por lo que el relato de viaje como género literario gana cada vez más adeptos y resulta tan interesante. Además, cuenta con la particularidad de poder guiar al futuro viajero por lugares que no conoce, complementado de manera literaria lo que ya tiene previsto visitar; o bien, descubrir cosas nuevas de lugares que ya ha visitado, pero que es posible que no haya advertido. O incluso, viajar con la imaginación a través de los relatos mismos. Esa es la magia de la palabra escrita, la cual vinculada al viaje en sí, se convierte en algo único. 

Circunscribiéndonos al contenido del libro, el lector podrá encontrar en él relatos de lo más variopinto, contenido y extensión. Y eso es así, porque no hay dos lugares ni dos viajes iguales. Cada cual tendrá su propia personalidad. Es por eso, por lo que el autor de este libro está convencido de que es el lugar o la ciudad que se visita lo que determina si se ha de escribir sobre ello o no. Viajará a La Mancha quijotesca, pero después lo hará al desierto de Tabernas o a la Cádiz milenaria; o bien visitará a través del texto la mágica Irlanda o penetrará en las atiborradas pero correctas calles londinenses, o bien se perderá en la Roma eterna para después visitar cuatro ciudades de la Baviera alemana. Pero no serán solo esos lugares los que visitará, serán muchos más.
El libro se complementa con artículos relacionados con viajes que el autor ha publicado en prensa y en revistas. Asimismo, el lector podrá leer un relato de un viaje muy especial relacionado con la figura de Colón, un viaje iniciático desde Santa Fé a través de la Vega de Granada, tras exponer su proyecto del Nuevo Mundo a los Reyes Católicos, los cuales se encuentran a la espera de tomar Granada al último reino nazarí de la península ibérica. Este relato pertenece a su libro "Conversación en la taberna y 41 relatos".



LOS RELATOS DE LAS LAS CIUDADES Y LUGARES QUE APARECEN EN ESTE LIBRO SON:



ESPAÑA: CÁDIZ, CABO DE TRAFALGAR, SANCTI PETRI, TABERNAS, TOLEDO ALMUÑECAR, MADRID, BARCELONA, LA MANCHA



EUROPA: ALEMANIA (Cuatro ciudades bávaras: Múnich, Núremberg, Würzburg y Rothenburg), Berlín 
IRLANDA Dublín, Acantilados de Moher,
INGLATERRA: Londres,
PORTUGAL: Lisboa, Oporto, Coimbra, El Algarve, Valença Ponte do Lima, Do Minho, Viana do Castelo, Braganza, Évora, Elvas, ITALIA: Roma, Florencia y Bolonia. 

Ebook disponible en exclusiva en Amazon

19 octubre 2018

EQUIS QUERÍA CORRER (NOVELA CORTA) SERÁ PUBLICADA

Tras muchas horas de dedicación a mi novela corta Equis quería correr (mi primera novela que verá la luz), será publicada. He valorado mucho cómo hacerlo. Las vías no son demasiadas, sobre todo para un autor desconocido que jamás ha publicado una novela, aunque sí haya publicado otros géneros, que, hay que decirlo, tampoco han sido demasiado conocidos. A saber las vías son más o menos estas: A) envío del manuscrito a una editorial tradicional y prestigiosa, que no leerá porque se acumulan los manuscritos en sus oficinas, a no ser que llegue avalada por un agente, que tampoco es fácil encontrar, ya que estos también están hasta arriba de manuscritos. B) Buscar una editorial pequeña, que apenas tiene distribución física (en realidad casi ninguna) aunque sí la tenga mediante catálogo. A través de esta editorial pequeña se podrá publicar por varias vías, si se presta a ellas: enviar el manuscrito para que lo valoren y una vez valorado y decidan publicarlo, firmar un contrato, casi siempre leonino para el autor, y dejar que ellos lleven a cabo todo el proceso editorial, sin que tú apenas puedas hacer nada (he pasado por ahí o casi); y no poder hacer nada -y eso dependerá mucho del talante de la editorial- significa no poder elegir portada, tipo de maquetación, tamaño del libro, tipo de letra, corrección o precio. Son demasiados requisitos para un resultado que no será nada del otro mundo, porque tampoco la van a distribuir y, al final, todo el proceso de marketing lo tendría que hacer el autor, o sea, yo. Podría admitir algunas de estas cosas, pero hay otras que no. Por ejemplo, el precio. Este suele ser alto, sencillamente, porque al asumir la editorial todo el proceso editorial, intentará rentabilizar los costes y como sabe que no podrá hacerlo a través de miles de ventas lo hará gracias al amplio margen de ganancia que calculará por cada libro vendido. El resultado será que un libro que tiene un coste aproximado de cinco o seis euros lo venderá a quince, dieciséis o dieciocho euros y a esos precios un libro de formato estándar de medidas 15X21 y de unas doscientas cincuenta a trescientas páginas resultará caro, ya que es un precio más propio para un libro de mayor tamaño con tapa dura y de autores conocidos. Por tanto, lo idea es optar por una forma intermedia: asumir yo el proceso editorial, ayudándome de las editoriales honestas que prestan servicios pero que también llevan a cabo un proceso editorial solvente. De esa manera, podré opinar e intervenir en todo el proceso editorial y, lo que es más importante, fijar un precio más que razonable, que para un libro de las características antes anotadas no debería de estar por encima de los diez o doce euros.
Por tanto, dicho esto, este que os escribe desde este lejano rincón digital, va a publicar su primera novela, la cual ya casi he terminado de revisar por tercera vez, una vez leídos los borradores por mis lectores 0 y hechas sus sugerencias. Ya solo queda ese último o primer proceso editorial (depende cómo se mire): la corrección profesional y, posteriormente, todos los demás. 
Dicho también esto, expondré ahora los motivos por los que me ilusiona publicar esta primera novela. Son muchos, pero los trataré de resumir para no hacerme muy pesado (porque si habéis llegado hasta aquí es posible que dejéis ya de leer): el primer y principal es que he trabajado mucho en ella. No saldrá perfecta, porque ningún libro lo es, ni tampoco creo que vaya a ganarse a todos los lectores del planeta, pero es una novela a la que me he dedicado e intentado pulir lo máximo posible como el escultor pule una roca para sacar de ahí una escultura o un pintor da vida a un lienzo. El segundo, está más relacionado con mi proyección como escritor no profesional: necesitaba dar ese salto. Y aunque se trata de una novela corta (dedicaré otro día un post para hablar del proceso creativo que he seguido) que tendrá unas 53 000 palabras, necesitaba comprobar cómo me desenvuelvo en el género largo, más allá del relato corto, que es lo que más he escrito hasta ahora.
Hay más razones, pero las dejaré para otro momento. Tan solo comentarios (si ya habéis llegado hasta aquí, os pido un poco más de paciencia, por favor, que ya acabo), que no pretendo hacer una presentación como las anteriores -para quienes las hayáis vivido-, sino más discreta y con menos aforo. Llevo muy mal el compromiso de que se asista a la presentación de mis libros porque sea yo el autor y me conocéis. Prefiero que asistan cinco lectores que, en realidad, les interese mi libro y lo busque, a que asistan sesenta que lo hagan porque soy yo quien ha escrito el libro. Las presentaciones son pretenciosas y hay demasiadas, pero pueden ser divertidas y  emocionantes, además de un magnifico acto cultural, casi siempre enriquecedor. Por tanto, la haré en una librería, un lugar idóneo para presentar un libro y con poco aforo, muy a la americana. Intentaré que sea antes de que acabe 2018, pero queda aún bastante para culminar el libro y la Navidad está cercana y es mala fecha para presentar libros. Si no es posible, ya me iría al mes de marzo (los primeros meses del año sin realmente grises y oscuros) porque tampoco quiero llegar a la Feria del Libro, que se está convirtiendo también en algo muy pretencioso. 
Pero de todo eso ya hablaré otro día.  

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...