17 julio 2014

LA DECADENCIA DE LOS MITOS (IDEAL, 17/7/2014)

              Se podría decir que la decadencia es al mito como la temida senectud a la diva del cine. En su apogeo, el tiempo parece detenerse de forma permanente, sin vocación de continuidad. De ahí que el mito sólo pueda caer de manera estrepitosa y definitiva. No hay otra solución para ese final.
          Si el mito es humano, toda explicación sobre él no hace otra cosa que hundirlo y todo conocimiento intrínseco lo sitúa en algo demasiado vulgar al tiempo que vulnerable. Y eso es así porque el mito no nace para ser comprendido, ni tan siquiera para ser conocido. Eso es lo que explica que en la actualidad cada vez caigan más mitos, como si se tratara de un attrezzo de cartón piedra de un modesto estudio de películas de bajo coste. Tampoco resisten esas duras pruebas los mitos materiales e inmateriales.
          En tiempos de poca o nula interconexión, las máscaras, las caretas, lo artificial, lo impostado, encontraban su mejor caldo de cultivo en el desconocimiento, pero en los tiempos en los que vivimos, en lo que todo se quiere -y se puede- explicar y conocer al detalle, en gran parte por la irrupción de las redes sociales y esa necesaria interconexión diabólica denominada Internet, caen a diario muchas máscaras, muchos mitos.       
          En la Grecia antigua la tradición mitológica decidió que los dioses habitaban cómodamente ubicados en el Olimpo y esa creencia era tan oficial y válida que nadie, que no quisiera jugarse la vida, se atrevía a cuestionar que los dioses vivieran en mansiones de cristal allí en las alturas. El mito no admitía explicación y tan sólo el tiempo se encargaría de desmoronarlo, pero para ello ha debido transcurrir tiempo, mucho tiempo. Hoy día, al margen de los excelsos valores literarios y poéticos del lugar, el Olimpo no es otra cosa que la montaña más alta de Grecia, además de un parque natural protegido por las leyes. Sin embargo, en su época cumplió su función y sirvió para alimentar muchos espíritus a la vez que para poner a raya a poderosos y a ejércitos, por no hablar del populacho, siempre tan irascible.
          Los mitos nacen para esos fines. Se adaptan tanto a una cosa como a su contraria y cuentan con la ventaja de parecer auténticos en el momento histórico en el que nacen. Pensemos, por ejemplo, en los mitos religiosos -de cualquier confesión-, nacidos y alimentados tanto para justificar guerras, hacer fortuna o amedrentar al pueblo. La historia está repleta de ellos.
          Por ello el mejor aliado del mito siempre va a ser la contemporaneidad. En ésta se apoyan para evitar ser cuestionados. Básicamente porque forman parte del ideario colectivo y cuentan con la ventaja de ser alimentados a diario por instituciones, entidades o personas, en teoría, creíbles y serias. Con el tiempo esos mitos -como todos- caerán pero para entonces ya habrán cumplido con creces con la función para la que nacieron. Posteriormente, ya llegará su correspondiente decadencia, que dará paso al nacimiento de otros.


          Sin embargo, y contra todo pronóstico, en la actualidad estamos asistiendo a la caída de muchos mitos de nuestro tiempo, ya sean deportivos, económicos, sociales, políticos o monárquicos. Caídas que de forma inexplicable se están adelantando a su tiempo estipulado de inevitable decadencia.     

                                                                     Por José Antonio Flores Vera

15 julio 2014

EL CALOR: TU AMIGO, TU ENEMIGO

Por mucho que lo intente, no puedo evitar envolverme en el calor de los caminos y correr bajo el encendido astro de fuego en estos meses. Es algo que sin saber por qué me aporta energía al tiempo que sensaciones épicas.
Cuando el pasado sábado, a bastante más de treinta grados y rebasadas las once de la mañana, ese lagarto de proporciones generosas se me atravesaba en el soleado camino de la Vega, me dije: sin duda hace mucha calor. El reptil se encontraba plácidamente detenido -con esa inquietante inmovilidad que características a estos bichos- tomando su merecido baño de sol tras un invierno para olvidar y yo hube de frenarme un poco hasta que él se percatara que estaba sobrando allí en medio de la nada. En cuestión de segundos desapareció y yo pude seguir mi ruta sin más. También me ha pasado con pequeñas serpientes de agua y jamás hemos tenido conflicto alguno. Pero he de reconocer que a esas infaustas horas de color, su derecho de presencia es mayor que el mío, pero no puedo evitar invadirlo.
Aunque no suelo hacerlo durante mucho tiempo porque no es prudente. No obstante, hay temporadas que suelo entrenar con fuerte calor de manera consciente si de lo que se trata es de aclimatarme para alguna prueba que así lo exija. Eso ocurrió hace unos años cuando hice la subida al Veleta y ocurrió el año pasado cuando decidí inscribirme en el trail de Fonelas, que se celebra a mitad de agosto. Entonces, en esos casos, suelo hacer rutas con fuerte calor y por terrenos agrestes. 

Una ruta habitual de entrenamiento entre olivos

El año pasado -lo conté aquí- semanas antes de correr en Fonelas, hice varias rutas a través de descarnados carriles de olivos a horas en la que la prudencia aconseja estar en casa bajo el aire acondicionado o en una buena piscina a la sombra. Entonces me sumergí por este terreno y percibí que correr por estos lugares y a estas horas es algo especial, pero también peligroso. Principalmente, cuando en uno de esos entrenos, perdido en un mar de olivos, en el que todos los carriles eran idénticos, me perdí y acabé haciendo ocho kilómetros más de los estipulados, es decir, a los dieciséis previstos hube de añadirle ocho más, acabando en pleno agosto a más de la una del mediodía y habiendo agotado el líquido que aportaba en la correa de hidratación.
Pero supongo que eso me hizo fuerte para afrontar esa prueba en Fonelas, en la cual sufrí pero que también disfruté. 
Este año el reto, aunque en condiciones físicas peores, será similar y el próximo fin de semana volveré a esa ruta seca y dura de los olivos. Que las fuerzas me acompañen y, como dice la leyenda ordenó S. Patricio en Irlanda,  los reptiles se aparten de mí.     
   

11 julio 2014

MÚSICA: WarCRY ( ASTURIAS, 2001-ACTUALIDAD)

Cuando escuché por primera vez cantar a un tipo llamado Victor García, comprendí que era una de las voces claves del metal español. Eso fue a finales de los noventa y estaba en un buen grupo que fue popular durante su existencia en los escenarios metaleros españoles, su nombre 'Avalanch'. Eran bastantes buenos, en parte, gracias a la voz de este asturiano. 
Posteriormente. como suele ser habitual en la estética de estos grupos, salió de manera bastante atormentada de 'Avalanch' y junto a otro amigo miembro también de 'Avalanch' montó el grupo al que ahora me refiero. Su nombre WarCRY. 
Ahora escuchar a WarCRY es escuchar a aquel 'Avalanch' ya que la concepción vocal de estos grupos es básica en cuanto a su definición. Sin embargo, no sólo hay voz -considerada de las mejores del género en España-, también hay enormes instrumentalistas: guitarra principal -en ocasiones dos-, guitarra-bajo, teclados y batería. La única diferencia de unos grupos con otros del género Power metal y Progresivo, como es el caso de WarCRY, es poca en cuanto a instrumentación; de ahí que sea tan importante una voz personal. En cambio, cuando hablamos de Trash nos referimos mucho más a una labor de conjunto (véase el caso de Metallica). 
Victor García, por lo escuchado, sigue fiel a sus letras épicas, epopeyas antiguas y medievales, que es algo que se le da bastante bien como ya demostró con su grupo anterior. Ahora con WarCRY parece contar con músicos más sólidos y, verdaderamente, se disfrutan bastantes sus temas y el instrumentalismo por separado y en conjunto.
Es un grupo que abarrota los espacios en los que actúa, es muy seguido. Y lo es tanto en España como en muchos países hispanosamericanos, además, de ser uno de los grupos españoles -hay pocos- que más actúan en los difíciles escenarios europeos, donde hay tantas bandas míticas y existe tanta cultura metalera. Por tanto, celebro que este buen vocalista con su estilo tan particular y registros tan medievales, pueda seguir haciendo lo que tanto le costó con el desaparecido 'Avalanch'. 
Inserto un corte de Youtube, quizá uno de los mejores: 'El guardián de Troya', perteneciente al multitudinario concierto denominado 'Omega', que ofrecieron en el Palacio 'Vistalegre' de Madrid en 2012 y que se convirtió en un trabajo de DVD y CD del grupo. Sugiero escuchar a este grupo y este tema con interés porque tienen mucha calidad, tanto en música como en letra.           

07 julio 2014

MICRORRELATO-FÁBULA (RATA COMÚN): LA PRIMA REMOTA

Alejandra no soportaba ver esa fotografía, la cual guardaba como paño en oro en su baúl de la esperanza, pero al mismo tiempo era tal la fascinación por ella que no podía evitar contemplarla un par de veces al día. 
En la misma aparecía su prima Indira, su prima hindú que ella no conocía en persona. Le fascinaba comprobar su suave y limpio peaje blanco, sus bigotes perfectamente alineados y armoniosos, sus finas uñas limpias y pulcramente tratadas con la más delicada manicura, su delicada cola, su mirada cándida y limpia..., pero lo que más admiraba de su remota prima era la ternura que se adivinaba en la fotografía. 
Sabía por sus padres que Indira había triunfado en la difícil y clásica sociedad de la India, donde la buena casta -si no se poseía- tenía por fuerza que ser suplida por la belleza. Y de ese último aspecto, Indira, estaba más que sobrada.
Sin embargo, la fascinación que sentía por su prima no hacía más que acrecentar su tristeza y desdicha, sobre todo cuando tras contemplar por enésima vez la fotografía, pasaba ante cualquier espejo y apreciaba cómo su triste y deslucido pelaje gris, sus tiesos y arrugados bigotes y su descarnada y rectilínea cola, le anunciaban con severidad y contundencia el lugar tan insignificante que ocupaba entre el común de los roedores.  



LEE LOS ANTERIORES MICRORRELATOS FÁBULA: 

CUCARACHA

HIENA

SERPIENTE

ELEFANTE

LORO

LOBO

BUITRE

LEÓN


05 julio 2014

MÚSICA: MAGO DE OZ (Madrid, 1988-Actualidad)

Un grupo muy apropiado de escuchar en esta época es Mago de Oz. Su metal folk es alegre, desenfadado y cuentan con una espectacular puesta en escena. Además, utilizan muchos músicos e instrumentos, muchos de éstos, por lo general, no utilizados por bandas adscritas al heavy metal: violín, distintas tipos de flauta (travesera, dulce..), acordeón, buen número de sintetizadores, teclados y las siempre imprescindibles dos guitarras, bajo y batería. Todo eso les convierte en un grupo muy seguido, pero no siempre ha sido así.
Comenzaron a funcionar con mucho esfuerzo en 1988 y tras varias idas y venidas de miembros, se consolidaron en torno al grupo principal, encabezado por el batería Txus, que pasa por ser el mentor de la banda. También fue muy carismática la figura de su cantante José Andrea -doy fe que buen conversador- hasta su marcha hace unos años. Un cantante venido del conservatorio que es capaz de asumir diversos registros de voz y tonos. Eso era muy importante en la banda y está claro que tras marcharse 'Mago de Oz' no es lo que era.
También recibieron muchas malas críticas de sus aguerridos y fieles seguidores cuando un tema suyo 'Fiesta pagana' acabó formando parte de la lista de los 40 principales, asunto que se lleva muy mal en este sector musical.
Pero aún así, han hechos cosas de mucho mérito y han creado escuela con su estilo, música y letras. Probablemente el grupo de heavy metal español con más proyección internacional, sobre todo en hispanoamérica donde son seguidos por legiones de seguidores, principalmente, en México.
En España comenzaron haciendo bolos, como todos, y acabaron ofreciendo en 2004 un famoso concierto en Las Ventas, lugar que no todo el mundo llena ni se atreve a actuar y donde convirtieron el escenario en un enorme galeón de estética pirata. Profetas en su tierra. Con el conceptual 'Jesús de Chamberí' -probablemente su mejor disco, el Mago de Oz más heavy y auténtico-, se abrieron mucho camino y se consagraron con la trilogía, -sobre todo con el primero- 'Gaia', otro conceptual muy elaborado y esplendido. También brillaron con 'La leyenda de la Mancha' -un disco conceptual excelente- y Finisterra, en el que se acercaron a sus raíces musicales. Después, en mi opinión, no han hecho grandes cosas o, al menos, no con el nivel de estos cuatro trabajos.  
Cuando en 1995, mi amigo Pepe López, colaborador mío, me sugirió que los contratara en aquel incipiente 'Piorno-Rock' (lo que se hace ahora no tiene nada que ver con aquello), ya comenzaban a ser conocidos, pero aún su proyección era modesta. Meses antes habían actuado con mucho éxito en aquel fallido 'Barbarian' de Pinos Puente. Ahí los conocimos.   Volvieron a los dos años muchos más endiosados porque ya iban vendiendo discos, llenando conciertos y abarcando fama. En las tres ocasiones dieron conciertos memorables. 
Aún siguen arriba, pero la ida de su cantante les ha hecho caer bastante. Ocurre siempre que se va alguien carismático, sobre todo si se trata de la voz, que es una seña de identidad de este tipo de bandas y muy particularmente de ésta. 
Por tanto, si en el lugar de vacaciones os enteráis de que actúan por la zona, yo os sugeriría que fuerais al concierto, a pesar de que ya no es el mismo cantante. No os vais a arrepentir. 

Inserto aquí el concierto completo de las Ventas en 2004 por gentileza de YouTube, que nunca nos falte: 



      

01 julio 2014

COMO UN NOVATO

VEGA
El sábado pasado salí a entrenar por la tarde. Ya eran las siete y media de la tarde, pero el calor en la Vega a esas horas aún era desmesurado. Suelo salir más tarde en verano, pero las circunstancias impidieron que pudiera hacerlo: habíamos quedado con unos amigos. 
Y me deshidraté. No esperaba que ocurriera, pero era probable porque se daban todas las circunstancias. Tracé un itinerario de doce kilómetros y no había ninguna fuente en el mismo. Par acceder a alguna había que extender el kilometraje y no tenía tiempo para ello. Tampoco llevé correa de hidratación porque consideré que si bebía suficiente agua antes de salir, sería suficiente. Para colmo la ruta apenas tenía sombras, apenas vegetación alta.
O sea, que actúe como un novato. 
Comencé a sentir los síntomas pronto, sobre el kilómetro seis, pero pensé que sería una pájara pasajera. Sin embargo, ésta fue en aumento y me forzó a detenerme en varios puntos de la ruta, entre otras cosas para reflexionar sobre qué me estaba pasando. Además, iba demasiado rápido. Fue un mal presagio que se atravesara un lagarto de veinte centímetros en mi camino, pero no quería reconocer que había cometido un error. Estaba en la mitad de la nada, y el único agua a la que podía acceder era la de las acequias, pero no quería arriesgarme a cambiar la deshidratación por una gastroenteritis. Así que cuando llegué al kilómetro ocho de la ruta, opté por una ruta en la que pudiera encontrarme algún cortijo y deseché la ruta cercana a las obras de AVE, tal como había previsto, toda vez que es una ruta totalmente desierta. Me detendría en alguno de los varios cortijos de esa zona que lleva a Torreabeca y pediría un poco de agua. Entonces fue cuando vi un coche que venía en mi dirección y le pedí que se detuviera. Todo un riesgo para los tiempos que corren y que no suelo hacer jamás, pero mi estado era lamentable y el escenario no era peligroso: un tipo corriendo que te pide que te detengas no parece ser que sea un asesino en serie. Se trataba de una pareja que había rebasado la mediana edad y no parecieron sorprenderse. Cuando el hombre detuvo el coche y bajó la ventanilla, inmediatamente, sin dilación, le pedí por favor si llevaba un poco de agua. Es habitual que así sea en la Vega. La mujer, presta, confió que aún pudiera estar la botella que llevaba en el coche desde hacía un par de días. Yo creo que va a estar muy caliente, dijo algo preocupada. No se preocupe por eso, le dije. Buscó en el asiento de atrás y sacó una botella de plástico medio llena e me invitaron a que me quedará con ella. Bebí y les dije que me vendrá mal llevármela porque es una molestia para correr (intenté ser amable, pero no sé si lo conseguí). Por mantener alguna conversación de agradecimiento les dije: me he deshidratado. Llevo nueve kilómetros pero aún me quedan tres, por tanto, me han salvado la vida. Sonrieron satisfechos. Muchas gracias. No hay de qué, pero aún estás a tiempo de llevarte la botella, dijo el hombre a modo de despedida. Negué con la mano cuando comencé a correr.
Ese agua, en realidad, me salvo, tal vez no la vida, pero sí que pudiera concluir los tres kilómetros que me quedaban. El calor era infernal. Además, al tratarse de agua con gas, las sales minerales me vinieron de maravilla. 

Pero lo más curioso de este entrenamiento no sólo fue la deshidratación. Lo sé, se trata de algo que un corredor veterano como yo debería evitar, pero jamás aprendemos. Lo más curioso decía es que tenía muchas ganas de correr. Lo hacía con facilidad y aun ritmo que me costaba fuera superior a los cinco minutos el mil, por mucho que intentara frenanrme. Lo normal, pensé, es que en ese estado hubiera ido arrastrando las piernas, pero no. Por tanto, había una total disociación entre la mente y el resto del organismo. Aquélla quería correr y se encontraba muy bien con esas buenas sensaciones, pero a éste la faltaba una materia prima básica: el agua.    
Pero aún me sorprendió mal que la media de los doce kilómetros no hubiera superado los cinco minutos el mil. Son días extraños que a veces se cruzan. 

30 junio 2014

DE NUEVO EN EL CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL CONSEJO DE LA ABOGACÍA ESPAÑOLA


El reto que plantea cada mes el Consejo General de la Abogacía es muy interesante. Te proponen cinco palabras -que por lo general, nada tienen que ver unas con otras- y te ofrecen 150 palabras como máximo para que hagas un microrrelato que, de alguna manera, tenga relación con los abogados y su mundo. Es divertido y retador, ya digo. Contar un pequeña historia en tan pocas palabras y debiendo usar esas cinco que proponen exige echar imaginación. Pero me gustan los retos.
Unos 700 relatos reciben cada mes de todas las partes del mundo, de éstos seleccionan unos 25 -que son los que seleccionan en su página web-, y a partir de ahí, como en 'Los Inmortales', sólo puede quedar uno. Ese uno que gana cada mes, pasa a la finalísima anual, en la que también sólo puede quedar uno.
Ya subí aquí el relato que me seleccionaron en el mes de febrero 'Caminos opuestos'; y ahora subo el enlace del que me han seleccionado en el mes de junio que, curiosamente, es el primero que han incluido, una casualidad. 
Las palabras eran tremendas, he de reconocer: cactus, rey, pragmática, promulgar e ironía. Como veis poco que ver unas con otras. De ahí tenía que salir alguna historia y salió. Se denomina 'Exorbitantes privilegios' y si os pica la curiosidad lo podéis leer cliqueando aquí: 



UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...