10 mayo 2013

TÉCNICA DE CARRERA

Un día vi a un tipo -un corredor- haciendo movimientos extraños en mi calle. Andaba lateralmente cruzando las piernas, daba saltitos, hacía el salto de la rana...Yo por entonces llevaba corriendo poco tiempo y apenas sabía nada sobre correr y lo que le rodea -si es que ahora sé algo-; me ponía cualquier zapa para correr y ya de ropa técnica ni hablamos. Es más, recuerdo que en una ocasión hice el circuito Pinos Puente- Caparacena y vuelta con unas zapatillas de camping y sufrí grietas en la planta del píe, por no decir que aquellos ocho kilómetros me parecieron una odisea interminable. 
Pero volviendo a lo que hacía aquél tipo en mi calle. Lógicamente, me pregunté sobre qué hacia, si bien inmediatamente recordé que algunos de esos ejercicios era similares a los que los entrenadores de fútbol -los buenos- nos obligaban a hacer en los entrenamientos.
Después supe que lo que hacía aquel tipo era técnica de carrera. Posteriormente, esos ejercicios raros los he hecho yo mismo, si bien no con la intensidad debida. Y como soy lento en aprender y -como todos- de hábitos erróneos, ahora comprendo que la técnica de carrera debería de constar de, al menos, una sesión a la semana. Y todo viene porque sé que no sé correr como es debido -es más, poca gente sabe correr cómo es debido-.Vale, todos nos defendemos corriendo; es un movimiento natural que no hay que aprender. De hecho, observad cómo corren los niños. Lo hacen de forma natural: alzan las rodillas, dan con el talón en sus glúteos, suelen contar con buena higiene postural..., pero todo eso lo vamos perdiendo a medida que dejamos de practicar la carrera y vamos cumpliendo años. Nos volvemos más rígidos, cogemos peso y, sencillamente, nos tiramos muchos años después de la infancia y la juventud sin correr. Por tanto, cuando decidimos correr de forma asidua, tenemos que reeducarnos, tenemos que reeducar nuestra postura, nuestra pisada y, en general, depurar nuestra higiene postural. 
Pero no es fácil. En primer lugar, porque genéticamente pisamos de una manera concreta y desde pequeños nadie nos ha reeducado; en segundo lugar por el hábito erróneo mal adquirido. Por tanto, es necesaria la técnica de carrera si queremos correr mejor, lesionarnos menos, y ser más rápidos y eficaces corriendo en definitiva. 
No voy a poner aquí ningún vídeo, ni esto es un tratado sobre la técnica de carrera porque la red está llena de vídeos y páginas especializadas. Como sabéis, este blog cuenta la experiencia como corredor de un humilde ídem, pero es interesante que transmitamos nuestra experiencia unos a otros. Y hoy la mía es anunciaros que la técnica de carrera ya está integrada de manera definitiva en mis planes de entrenamiento. Mejor tarde que nunca. No obstante, si daré dos premisas básicas: hacerla siempre después de rodar, es decir, cuando la musculatura ya esté lo suficientemente tonificada y hacerla en lugares donde el terreno sea blando, ya que hay que saltar, brincar y, por lo general, exponer mucho la musculatura de los pies. Podrá ser un lugar donde haya césped o un camino de tierra. Yo, por lo general, si estoy en una pista haciendo series, aprovecho el césped natural o artificial del campo; si la hago en un rodaje normal, aprovecho un sitio que es de tierra blanda, entre olivos. Jamás hacerla en asfalto y ni mucho menos en aceras y lugares similares.
Nada más sobre ese asunto por hoy, aunque volveré sobre ello. Tan sólo insertaros la crónica de la prueba del espárrago de Huétor Tajar del año pasado por si queréis conocer algo sobre esta carrera que se celebra el sábado, 11 de mayo, por la tarde, a partir de las 19,30 horas. Podéis pinchad aquí.                     

08 mayo 2013

PROGRAMA DE CUESTAS

Las buenas sensaciones en la subida al Torreón de Albolote de la tarde del miércoles, ha sido motivo más que suficiente para pensar en un programa de cuestas para estos próximos meses. 
La actitud y aptitud ante las cuestas son distintas en cada corredor, pero son necesarias para mejorar o, simplemente, para transitar mejor en este terreno en competición y entrenos. Y, como decía en la entrada anterior, si se hacen correctamente se convierten en un entrenamiento excelente y que todo corredor acaba agradeciendo a nivel psicológico y físico.  
Hablábamos de ello Juan Carlos y yo esta tarde en la subida al Torreón. Le comentaba que al igual que en las series, las cuestas no han de convertirse en un sufrimiento personal. Está claro que debe de haber sufrimiento épico-deportivo, pero no tiene por qué ser personal. No corremos para odiar a este deporte; corremos para apreciarlo cada vez más y si hacemos de él un sufrimiento personal jamás llegaremos a apreciarlo.Todo lo contrario, lo acabaremos odiando. 
Por eso hay que subir cuestas de acuerdo con el criterio de cada uno. Ir todo lo lento que se quiera ir; detenerse cuando sea preciso o cuando las pulsaciones estén demasiado altas; cuando no se pueda respirar; cuando las piernas no respondan. La mejora llegará con el tiempo, no hay que preocuparse por ello. 
Yo no soy un experto en cuestas. No soy un corredor menudo (mido 187 centímetros y estoy entre los 81 y los 85 kgrs.) y, por tanto, no soy el mejor candidato para correr en cuestas. Sin embargo, por el motivo que sea, no se me dan nada mal y con el paso del tiempo y gracias a que me he aventurado a correr pruebas duras en alta montaña (Veleta, La Ragua), he ido aprendiendo algo sobre este terreno. 
Lo primero que aprendí es que el primer contacto con las cuestas debe ser en soledad. No significa que no podamos correr con otra gente, pero si lo hacemos podemos dejarnos llevarnos por su plan de entrenamiento propio y nunca tendremos el nuestro. Por tanto, lo que ha de hacer un corredor que encare por primera vez las cuestas es buscar un terreno adecuado que le guste y comenzar a subir, sin que la abrume responsabilidad ninguna. Es decir, detenerse cuando sea necesario o bien andar si lo considera necesario. Particularmente también me vino bien realizar ejercicios complementarios relacionados con las gomas o lastres para fortalecer los pies y los abdominales. Muy importante es también incluir alguna competición que se caracterice por tener un buen nivel de subida, con la idea de ir probando cómo está resultando nuestro entrenamiento. 
Por tanto, a partir de ahora, y con independencia de que no debamos apuntarnos a todos los retos, como viene a decir Rafa Bootello, integraré diversos entrenamientos en cuestas: El Llano de la Perdiz, como sugiere Javi, que es un lugar ciertamente paradisiaco, ubicado en la Dehesa de la Alhambra, la imponente y preciosa subida al Castillo de Moclín y cuando llegue el mejor tiempo, como cada año, entrenamiento en Sierra Nevada. El entrenamiento y el tiempo irá aconsejando a qué pruebas de fuerte desnivel me iré apuntando, aunque no descarto nada a priori porque me siento bien y con las fuerzas necesarias para afrontar nuevos o antiguos retos.        

07 mayo 2013

HAY QUE EMPLEARSE EN LAS CUESTAS

Las dos últimas pruebas en llano realizadas en las dos últimas semanas -Padre Marcelino y Salobreña-, me han convencido que no estoy tan mal como creía tras la lesión y el retiro de dos meses de los caminos y las carreteras. De hecho, estoy corriendo a ritmos similares a antes de la lesión. Por tanto, ningún momento más idóneo para comenzar a subir cuestas, toda vez que las pruebas que vienen a partir de ahora están repletas de ellas.  


Las cuestas nos gustan a unos corredores más que otros, pero son completamente necesarias y hay que programarlas en algún momento de la temporada. Particularmente, con el paso del tiempo he aprendido a tolerarlas. La grandeza de entrenar en ellas estriba en poder ir más sobrado y fresco en pruebas de competición que integren cuestas. No obstante, yo no aconsejo las cuestas todo el año porque a pesar de que ofrecen muchos beneficios, también pueden ser nocivas si se abusa de ellas. Pensemos que los grupos musculares que se activan en las piernas son distintos a los que se activan cuando se corre sobre llano. Por ejemplo, el isquiotibial y el gemelo trabajan mucho más, sin olvidar que la rodilla en la inevitable bajada también sufre lo suyo. 
Ahora bien, es un ejercicio de calidad y mejora del nivel aeróbico excelente si se hacen bien y con mesura. Yo, como todos los corredores, con el paso de los años he aprendido bastante a subir cuestas y sé que lo importante es ir lo más cómodo posible, dentro del esfuerzo que suponen. Y también he aprendido que es el terreno que necesita más adaptación y ejercicios complementarios, ya que tanto los abdominales como la zona de glúteos y espalda son fundamentales para subir con garantías; por tanto, son zonas que se deben de reforzar y tonificar. Tampoco viene nada mal el fortalecimiento de todos los grupos musculares del tren inferior, ya que éste va a tener que trabajar mucho. Dentro de la musculatura del tren inferior, es muy importante reforzar la zona de los abductores, algo que descuide en mi participación en la Subida al Veleta en 2011 y lo acabé pagando. 
Por tanto, tomemos nota de lo que viene ahora en la provincia de Granada para convencernos de que hay que subir cuestas. Seguramente, no participemos en todas las pruebas, pero con que hagamos algunas ya está más justificado trabajar este terreno. Veamos:
1. Prueba de Las Dos Colinas (Carrera de las Fuerzas Armadas).
2. Prueba de Fondo de Órgiva, que como sabéis tiene bastante subida y bastante bajada.
3. Prueba de Fondo de Dílar, que siempre transcurre por terreno difícil. 
4. Media Maratón de Montaña de La Calahorra-La Ragua. 

Cito estas cuatros para circunscribirme a un periodo temporal corto. Pensad que las más duras (Las Dos Colinas, Órgiva y La Ragua) se van a hacer en un mes aproximado a contar desde hoy. Por tanto, ya no es posible dilatar más el entrenamiento en este terreno. 
Por lo pronto, ya tengo preparado un entrenamiento para mañana al Torreón de Albolote y, con toda probabilidad, programaré subidas a Tiena, al Llano de la Perdiz y si hay fuerzas, es posible que hasta Moclín. 
Que la fuerza y las ganas nos acompañen.         

06 mayo 2013

CINE: REALITY (ITALIA, 2012)

RealityVivir en Nápoles y estar obsesionado con 'Gran Hermano' ¿Puede haber algo tan cruento? la respuesta a esta pregunta podría ser una escaramuza de la ficción si no estuviera tan cerca de la realidad en Italia o cualquier otro país en el que ese tipo de programas estén tan demasiado presentes en la vida cotidiana de demasiadas personas. 
Garrone, como ya hizo en 'Gomorra' -a cuyo ritmo se asemeja guardando las distancias argumentales-, pretende con 'Reality' llevar a la ficción lo que sin lugar a dudas podría ser una 'realidad' y de ahí el título. Una realidad muy italiana, muy del sur de Italia, pero ¿Lo consigue? No lo podría afirmar, porque nunca he estado en Nápoles -ni creo que vaya a ir nunca- para comprobar cómo es la vida allí y cómo es su gente, pero me da la sensación que el retrato es bastante veraz. De hecho -y aunque no lo he leído en ninguna parte-, la galería de personajes que van apareciendo por la película no son actores. 
En Italia como en España y otros países, existen muchas personas consumidas con la posibilidad de la fama efímera y barata de programas basuras, de los cuales son devoradores puros pero, para mí tengo que en Nápoles todo está llevado a otra esencia, porque a ello hay que unir que existe una determinada forma de vida exponencial en esta tierra, consistente en sobrevivir introduciendo el fraude y la picaresca en sus vidas, a pesar de las populares creencias religiosas católicas (¿se supone que morales?) de muchos de ellos. No es vano es el paraíso de la mafia italiana del sur. 
Y como trasfondo, ese Nápoles degradado, decadente y sucio que tenemos en la retina cuando vemos alguna noticia o algún programa de televisión sobre esa zona del sur de Italia, que tan bien nos retrató en su libro 'Gomorra' Roberto Saviano, llevada espléndidamente al cine por Garrone, como decía más arriba. 
Con 'Reality' se vuelve al realismo italiano y de alguna manera también a Fellini, si bien a un realismo totalmente vigentes y actuales. 
Por todos esos motivos y por lo que cuenta y cómo se cuenta 'Reality' me ha parecido una excelente película como excelente y muy creíble es la interpretación de su actor principal, Aniello Arena, del que he leído que con anterioridad había sido un sicario de la 'camorra' -la mafia napolitana-, por tanto, nadie mejor que él para dar con fidelidad el 'biopic' que, seguramente, ha buscado con ahínco el buen director italiano para esta destacada película. 

05 mayo 2013

MUERE JEFF HANNEMAN, GUITARRISTA DE SLAYER



He lamentado mucho la muerte del guitarrista de Slayer Jeff Hanneman, el cual llevaba unos dos años retirado de la banda para recuperarse de una fascitis necrotizante, al parecer, a causa de la picadura de una araña, según dijeron los médicos que le trataban. Pero la causa final de su muerte ha sido un fallo hepático. 
Jeff Hanneman (1964-2013) era lider y cofundador de la banda norteamericana de Trash Metal, que comparte una trayectoria y un estilo muy similar a la también norteamericana Metallica. De hecho, ambas cultivan el Trash y fueron creadas en 1981. Slayer -al igual que Metallica- se caracteriza por un sonido muy potente basado en dos guitarras de enorme  fuerza, de 'riff' virtuosos, acompañadas de un potente bajo y una enorme presencia de la batería y de la voz. 
Hanneman fue considerado como una de las mejores guitarras del Trash Metal, famoso por la fuerza de sus 'riff'. Una gran perdida para el Trash Metal y el Metal en general.

Muestro aquí uno de los homenajes que circulan por Youtube: 



03 mayo 2013

COMIENZAN LAS PRUEBAS EN LA COSTA GRANADINA

Con la prueba de fondo de Salobreña, comienza la primera de las tres pruebas que hay cada año en la costa de Granada. Una prueba totalmente llana y de recorrido atractivo al coincidir parte del mismo por la línea de costa. Se puede ir disfrutando del mar si el ritmo y las circunstancias no lo impiden. Una prueba de las llamadas rápidas que nunca llega a los 10 kilómetros exactos -se suele quedar en unos 200 o 300 metros menos, algo que sigo sin comprender-. 
El año pasado no la pude hacer al ritmo deseado, toda vez que estaba recién salido de una lesión de dos meses de duración, pero aún así significó el comienzo de las buenas sensaciones y de la recuperación. 
Os dejo el enlace para que podáis consultarla si queréis alguna referencia de la misma (a mí siempre me viene bien releer lo que escribí sobre una prueba a un año vista). Podéis pinchad aquí: 

Y por si ha sabido a poco la entrada, inserto una actuación en directo -en el Wacken- de Van Canto, que es una banda alemana de Heavy Metal 'A Cappella'. Curioso, ¿verdad? Escuchádlos y veréis como os sorprenden. Sólo utilizan la batería, porque debe ser un instrumento difícil de recrear con las cuerdas o vocales, o bien, para dar algo más de profundidad metalera a sus actuaciones: 

 

02 mayo 2013

DISFRUTANDO DEL CORRER-PLACER Y DEL CORRER-DEBER

En la entrada de ayer escribía sobre dos concepciones distintas, pero no antagónicas, a las que bauticé como correr-placer y correr-deber. Pues bien, en el entrenamiento de esta tarde de 9 kilómetros y 200 metros he optado por llevar a cabo ambas opciones, que es una fórmula muy aconsejable, según mi propia experiencia. 
Comenzaba a eso de las 7 y 10 de la tarde a un ritmo tranquilo. La tarde era muy serena, aunque en el cielo de Caparacena se dibujaban irregulares grupos de nubes de color negruzco. Todo parecía que en algún momento alguna de ella descargaría, pero no fue así. 
Ese ritmo tranquilo lo conservé durante toda la ida -es un circuito de ida y vuelta-, en torno a un ritmo de 5'30''-5'20'' el mil. Teniendo en cuenta que en el kilómetro 3 se presenta una pendiente de casi medio kilómetro, el ritmo se atenúa algo, pero luego hay algo de bajada y se recupera. El caso es que siempre me detengo en el kilómetro 5 a hacer una necesidad fisiológica menor -pareciera que ya estoy programado para ello-, en un camino irregular entre olivos a la salida de Pinos Puente, buscando de nuevo la vuelta a Caparacena.  Llegué a ese punto con una media kilométrica de 5'15''. Me gusta detenerme allí, porque dentro del correr-placer el detenerse en algún momento es fundamental. Allí suelo estirar algo o, sencillamente, después de hacer la necesidad fisiológica, fijar mis ojos en el enjambre de olivos y perder la vista hasta los paisajes más remotos de la Vega como trasfondo. 
Pero, hoy, curiosamente, me apeteció hacer algo de técnica de carrera. Consideré que aún había mucha luz -y, por tanto, tiempo suficiente para volver- y aprovechando la blandura del terreno arenoso entre los olivos llevé a cabo varios ejercicios de técnica de carrera. Elevé las rodillas, ejecuté algunos saltos cortos con los pies juntos, intenté patearme el culo con mis talones...en fin, los típicos ejercicios que se suelen hacer. Posteriormente me dispuse a seguir la ruta y, para mi sorpresa, comencé a sentirme cada vez mejor. Percibía que las piernas seguían la inercia de los ejercicios de técnica y se alzaban con mucha facilidad. 
Aún quedaba un buen trecho de camino entre olivos antes de salir a la carretera local que conduce a Caparacena y cada vez me sentía más liviano y feliz corriendo, así que esos últimos kilómetros, hasta llegar hasta la bonita aldea, los ejecuté a un ritmo cada vez más superior. Se trataba de un correr-deber -igual que los ejercicios antes hechos- pero disfrutaba de esos últimos kilómetros mucho más que de los iniciales, que pertenecían a la opción correr-placer. La media de los dos últimos kilómetros, a pesar de que el terreno no es exactamente llano, los llevé a cabo a un ritmo muy similar al de competición. Se trata de una de las diversas y sorprendentes paradojas con que nos obsequia este agradecido deporte.             

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...