09 junio 2011

ZAPATILLAS SALOMON RELAX



En cuanto las vi en Internet comprendí que era la zapatilla de relax que andaba buscando tras varios intentos fallidos. Y, por fin, la marca británica especializada en trail, pero también con muchos productos para running, saca al mercado algo que necesitamos los corredores para antes y después del entrenamiento o la competición, que en ambos casos es necesario tener los pies bien protegidos y relajados. No obstante, cuando más agradecen los sufridos pies su protección es después de devorar kilómetros por esos caminos y carreteras de Dios.
Desde que las uso -y no es convencimiento de comprador satisfecho del producto comprado- mi pies hablan otro idioma.
Y eso se debe a su perfecto diseño, completamente pensado para proteger y relajar el pie tras la realización de un duro deporte. Poseen una sólida suela -muy similar a la que poseen las zapatillas técnicas- que protegen la planta del pie cuando es más necesaria su protección, ya que tras cientos y miles de pisadas la zona plantar se encuentra agotada y dolorida. De ahí que esta zapatilla de relax posea una suela tan elevada del suelo. Al mismo tiempo, en Salomon han pensado que al contrario que la planta del pie, el resto del mismo necesita la mayor suavidad posible; de ahí que el resto de la zapatilla sea una suavísima malla amorfa que permite que el pie y los dedos del mismo adquieran la forma que deseen sin que existan durezas, costuras y otros elementos que perjudican tanto a un pie ya de por sí castigado.
En mi caso, las calzo nada más acabar el entrenamiento o la competición y estiro con ellas. A partir de ahí ya las llevo puestas hasta llegar a casa, apreciándose la comodidad a medida que más tiempo permanecen puestas. Pareciera que andaras descalzo.
Otro aspecto bien pensado es la inexistencia de cordones -aunque hay un modelo que sí las lleva- y la facilidad de calzarlas.
El modelo que he adquirido es idéntico -incluso en color- al de la fotografía, aunque he de advertir que no son unas zapatillas baratas. No llegan al precio de unas técnicas, pero no andan muy lejos. Sin embargo, es un precio que compensa ya que poseen un I+D muy avanzado y no hay que escamotear en proteger los miembros inferiores, que son los que, en definitiva, nos van a permitir que sigamos corriendo.

08 junio 2011

LA UE APRIETA..Y AHOGA




La Comisión Europea no desea intervenir a España de la misma manera que lo ha hecho con Irlanda, Grecia y Portugal, pero sí le está pareciendo bien intervenirnos a pequeños sorbos, como esa gota de agua que a base de pequeños golpeteos acaba horadando la dura piedra.
Los analistas afirman que la economía española es demasiado grande y compleja para ser intervenida, pero pocas opiniones se refieren al hecho de que intervenir España supondría eliminar de la lista a uno de los países que más aporta al fondo de rescate.
Por tanto, la solución que esgrime la Unión Europea es ir sugiriéndonos –para después dictarnos- pequeños ajustes, que unidos se convertirán en uno mayúsculo que, obviamente, saldrá del escuálido bolsillo de los españoles de a pie, como ya está ocurriendo en los países intervenidos. Realmente, produce hartazgo e indignación que todas las medidas de ajuste que se les ocurren en Bruselas sean para meter en cintura al ciudadano y jamás para perjudicar al gran capital, a los bancos, ni tan siquiera a la casta política. Ya aviso Julio Anguita que lo que se estaba construyendo era la Europa de los mercaderes no de los ciudadanos, pero claro lo dijo un iluminado y no era conveniente tener en cuenta tales ocurrencias.

Mientras tanto en este extraño país gozamos de un sistema de autonomías único en el mundo (habrá que preguntarse por qué no lo ha imitado nadie) que gastan y despilfarran como si su reino no fuera de este mundo, mientras que el gobierno central del Estado es incapaz de detener esa orgía financiera.
Lo que pueda ocurrir a partir de ahora con los nuevos ajustes y la reducción del déficit será algo que conoceremos cuando veamos el importe de la nómina -para quien la tenga por entonces la subida de los tributos. Pero apuesto mi fe –que ni siquiera ya poseo- que habrá más ajustes y las víctimas seguirán siendo los mismos (y las mismas, para no soliviantar a la Pajín). Al tiempo.

07 junio 2011

LA MONARQUÍA BAJA A LA ACERA


Caricatura debida al genial Kikelin

Hace unos días, la mayoría de la prensa, alineada o libre, se hacía eco de un hecho muy extraordinario e inusual: el pleno debate que el príncipe tuvo con una ciudadana en algún lugar de Pamplona, que lejos de ir a aplaudir a los herederos y gritar guapa a la princesa súbdita (algo que seguramente desconocía porque, probablemente, porque no suele ver TeleCirco), solicitó un referéndum para poder decidir si optamos por la monarquía o por la república.
Yo, particularmente opino que esta ciudadana no estaba exenta de razón porque siempre he defendido que con anterioridad a votar a favor o no de la Constitución de 1978, se debería de haber preguntado a los ciudadanos sobre qué forma de Estado se elegía: monarquía o república, ya que la primera iba en el paquete constitucional, curiosamente, junto a muchas instituciones herederas de la Constitución republicana de 1931, como es por ejemplo el Título I y VIII de la Constitución o el Tribunal Constitucional -que fue llamado en la II República Tribunal de Garantías Constitucionales-. Sin embargo, no es objeto de esta entrada analizar estas cuestiones sino comentar esta noticia ciertamente curiosa.
Y digo curiosa porque la visión de la monarquía bajándose a hablar con el pueblo en plena calle no es una imagen que pudiéramos imaginarnos algunos años atrás, por lo que algo está cambiando, aunque no sabemos muy bien en qué dirección.
La primera impresión que tuve cuando tuve acceso a esta información -lógicamente en un confidencial- es que todo aparecía invertido: la súbdita se dirige cómodamente al coche oficial y el heredero se pone el mono de trabajo para defender su institución, su casta y, por qué no decirlo, sus privilegios, que disfrutándolos ya desde la cuna, verdaderamente los ostentará en un futuro no demasiado largo, dada la edad del Jefe del Estado, su padre.
Y, claro, mientras ese momento no llegue (y parecer ser que ya no es tan seguro como sí lo era hace algunos lustros) no tendrá más remedio que bajar del escenario y defender su posición en las aceras, en el mismo nivel en el que a duras penas subsiste el pueblo, es decir, sus súbditos.
No obstante, todo este tipo de acciones "campechanas" podrían ser no otra cosa que acciones de marketing bien medidas por la fontanería fina de La Zarzuela para ganarse el favor del pueblo. El tiempo dirá. Lo que sí está claro es que las instituciones que duran y duran como es el caso de Iglesia y la Monarquía (también ocurre con la prostitución -sin ánimo de mezclar-, pero no se trata aún de una institución) han podido perpetuarse porque han sabido adaptarse a los tiempos en cualquier época histórica.
Sin embargo, no me acabó de gustar la forma que tuvo el futuro monarca -esperemos que no- de zanjar un debate que probablemente tenía perdido: has tenido tu minuto de gloria, espetó a la ciudadana. ¿Utilizó la prepotencia, la ironía, la soberbia? ¿O sencillamente quería ya salir como fuera de esa embarazosa situación que él mismo provocó?

05 junio 2011

VI CARRERA FUERZAS ARMADAS "LAS DOS COLINAS" (5/6/2011)




EL RECORRIDO


Esa imagen que preside esta entrada es bucólica. E histórica. No en vano en ella aparece una de las maravillas de la humanidad-la octava-. Me refiero a la Alhambra. Y justo enfrente, uno de los barrios más simbólicos de España -tal vez del mundo-, habitado durante siglos por la civilización musulmana. Me refiero al Albaicín. La Alhambra se construyó en el siglo XI, pero la datación del Albaicin se alarga desde la época ibero-romana, según vestigios arqueológicos hallados, aunque fue en la época Nazarí cuando alcanzó su mayor esplendor.

Sinceramente, si el hipotético lector no es de Granada y aún no ha visitado ambos elementos arquitectónicos no debería pensarlo dos veces. Un buen plan, sin duda, podría ser elegir la fecha de celebración de la prueba de fondo "Las dos colinas" organizada por las Fuerzas Armadas y que se celebra anualmente. No obstante, aconsejando esas visitas obligadas, no seré yo quien aconseje hacer esta prueba porque jamás aconsejo a nadie correr nada ya que dependerá mucho de la forma física de cada uno, si bien alguien se anima a hacer esa ruta turística-deportiva he de advertir que se trata de una prueba muy dura. Durísima.

Me lo decía Mario mientras recogíamos el dorsal. Pero Órgiva es más dura, le espetaba yo, a pesar de que sí he hecho Órgiva en tres ocasiones y aún no había hecho ni una sola vez ésta de las dos colinas (porque ¿cómo iba a ser más dura que Órgiva pensaba yo para mí mismo). Pero Mario con su objetividad y laconismo habitual, sin barroquismo alguno, sonriendo dijo: sí, ésta es mucho más dura.

Y ahora comprendo que no debí infravalorar su aseveración tajante. Es lo que tiene no haber corrido nunca una prueba y sin embargo opinar de ella.

Amigos corredores aprended mi lección: ¡jamás valoréis una prueba hasta que no hayáis pisado la meta!



SUBIDA A LA ALHAMBRA POR LA CUESTA DE GOMÉREZ


La dureza de esta prueba no estriba tan sólo en las terribles cuestas de la Alhambra, Sacromonte y Albaicin sino en la imposibilidad de vaticinarlas.

Uno corre en Órgiva o en Alhama, incluso, en La Ragua, y sabe que toca subir y toca bajar y, normalmente, toda esta adversa orografía de subidas y bajadas está ordenada y organizada. Pero en la prueba de fondo de "Las dos colinas", no es posible vaticinar cuando subes ni cuando bajas porque es algo que conoces segundos antes de iniciar el ascenso o el descenso.

Además, los ascensos son verdaderos ascensos y los descensos verdaderos descensos. Sin medias tintas. Y entre medias toda una pléyade de cortas pero durísimas subidas y de cortas pero vertiginosas bajadas. Es decir que en un tramo de un kilómetro es posible subir tres o cuatro cuestas y bajar ese mismo número, sin que exista terreno llano en ningún momento. Así es el Albaicin. Así es la Alhambra. De hecho, tal y como reclama el nombre de la prueba, corres en dos colinas, urbanizadas, pero colinas a fin de cuentas.


MI CONCURSO

Como decía era la primera vez que corría esta prueba y, como ayer decía a mi Álter por SMS, es algoimperdonable siendo de esta tierra y viviendo en esta tierra. Probablemente, en años anteriores existiera coincidencia con otras pruebas del Circuito, pero es probable que en algún lugar de mi interior me resistiera a hacerlo.

La organización afirmaba que existían 12900 metros, pero una ligera consulta de varios forerunner nos convenció que ninguna marcaba más de 12600. El mío marcó 12400, por lo que, en mi caso, debería ir lo más rápido posible para no traspasar el umbral de la hora, y aunque eso no era importante, al final pude conseguirlo. Comprendí que lo conseguiría cuando un poco antes de afrontar la bajada de Calderería Nueva el cronómetro estaba por debajo de los 50 minutos al paso por el décimo kilómetro, algo que me sorprendió toda vez que no era muy factible, dado el terreno ascendente, conseguir una media inferior a 5 minutos el mil. Finalmente el ritmo fue de 4'48'', gracias, principalmente, al descenso de esa media en tramos más asequibles.

De todas formas he de admitir que no he tenido en ningún momento las buenas sensaciones de Órgiva, principalmente, por el terreno tan cambiante y escarpado, si bien las buenas o las malas sensaciones tienen más relación con las sensaciones puramente interiores y hoy no han sido demasiado buenas. Probablemente debido a que no soy un corredor que acostumbre a trabajar las cuestas de manera específica. Las supero con garantías si se encuentran en algún lugar de la ruta y, en ocasiones, suelo buscar rutas que las contengan, pero no es un terreno en el que me sienta especialmente cómodo.



LA CUESTA DE LOS CHINOS


Aunque tampoco en las bajadas. Éstas, son generalmente bienvenidas -sobre todo si antes ha habido alguna subida-, pero no es un terreno que me emocione. De hecho, la bajada de la Cuesta de los Chinos -que deja la Alhambra para penetrar en el bajo Albaicin- ha podido ser, sin ningún lugar a dudas, la más desastrosa que haya podido hacer jamás. Seguramente que me adelantaron hasta los sorprendidos turistas que encontramos por el camino. Y, lógicamente, si no bajas bien pierdes tiempo, sin que eso signifique que recuperes lo sufrido en la subida anterior.

Pero hablando de recuperar, huelga decir que la recuperación en esta prueba es un elemento clave. Una subida agónica puede dar al traste con un mejor ritmo en el siguiente terreno, sea llano o sea descenso. Llegar muy tocado al final de una de las múltiples cuestas, en esta prueba puede ser la tumba del corredor.



LA CUESTA DE GOMÉREZ


Sin embargo, he de decir que a pesar de la subida agónica en algunos tramos, recuperé bien en todo momento, con la excepción de la subida a la Alhambra a través de la cuesta de Gomérez, en la que me costó algo más recuperar.

Prueba muy bien organizada, gracias a aluvión de personal de la organización, compuesto por militares, protección civil y policía local del Ayuntamiento de Granada. Esa organización es clave en esta prueba ya que pocas cuentan con tantos atajos y encrucijadas. Sin el posicionamiento de personal en todas esas encrucijadas el corredor podría perderse sin remedio por ese mal de callejuelas de que está compuesto, principalmente, el Albaicin.

Por tanto, corriendo en esta prueba nos encontramos ante: belleza, historia, arte, sudor, sufrimiento, y es posible que algunos casos lágrimas. Sin embargo, es una prueba que hay que hacer. Sin más remedio. Pero correr o no, a pesar de esa belleza, es algo que dejo a la elección del corredor porque hay que estar en un buen nivel físico si se quiere alcanzar la meta.

03 junio 2011

BUENAS SENSACIONES


En Órgiva me sentí bien en todo momento


Tras la prueba de Órgiva, el pasado domingo 29 de mayo, comprendí que tenía buenas sensaciones, a pesar de la dureza del recorrido.
Me había mantenido en tiempos similares a los de las dos participaciones anteriores, pero las sensaciones eran otras y la certeza de no haber ido al cien por cien de mis posibilidades mejoraron las sensaciones aún más. Por tanto, corriendo con esos datos la relación con este deporte es aún mejor, si cabe.
El próximo domingo correré por primera vez la prueba de “Las dos colinas”, organizada por las Fuerzas Armadas. Es curioso, pero a pesar de vivir en la ciudad nazarí y tratarse de una bonita prueba que atraviesa los dos lugares más simbólicos de la ciudad, la Alhambra y el Albaicín, jamás la he corrido. Seguramente por coincidir con otras pruebas del Circuito de Diputación.
Pero este año, Alejandro, nuestro mentor en el club Caja Rural nos ha inscrito en bloque; y ha hecho bien porque muchos teníamos ganas de correr esta prueba y quienes ya lo habían hecho tenían gana de repetirla. Por tanto, si nada se tuerce allí estaremos subiendo esas dos colinas que tanta fama universal dan a Granada.
Sin embargo, he optado por no cargarme de kilómetros esta semana, sobre todo si consideramos que la prueba del domingo pasado fue dura y fuerte correctivo para la musculatura. Tampoco he querido centrarme de forma particular en cuestas porque no estoy muy seguro si he descansado lo necesario. No obstante, si estoy haciendo sesiones suaves principalmente, aunque he alternado lo suave con rodajes más rápidos como fue el caso del jueves por la tarde. Esa tarde el entrenamiento me arrojó algunas dudas sobre si estaba realmente recuperado o no. La tarde anterior tan sólo rodé durante nueve kilómetros a un ritmo suave –tan sólo el último kilómetro fue fuerte- y, a pesar de sentir las piernas rígidas no me encontraba particularmente cansado. Pero al día siguiente –el jueves- rodé durante cinco kilómetros como lo haría un zombi recién salido de su tumba: torpe en los pasos y demasiado rígido. Además el sudor era pastoso y la condición física en general bastante penosa, algo que me llevó a detenerme durante el trayecto. Sin embargo, a partir del kilómetro cinco hubo una mutación orgánica y a partir de ahí todo eran parabienes y bondades en mi físico: rodaba fácil y ligero al tiempo que devoraba kilómetros sin esfuerzo y en total armonía. Un nuevo misterio que añadir a este complejo e incierto deporte.

02 junio 2011

IRÓNICA REGENARACIÓN DEL PSOE


Tras el batacazo electoral en las pasadas elecciones locales y autonómicas que accedieron por la vía del artículo 143 de la Constitución, el PSOE ha decidido regenerarse de una manera muy particular.
Evidentemente todo el mundo esperaba un congreso y algunos de sus miembros más destacados así lo solicitaron, pero no, finalmente han optado por unas primarias totalmente descafeinadas, de esas a las que acostumbra el partido en el gobierno simulando democracia interna. Pero no la hay y, en la práctica, la mecánica es muy similar a la del dedazo que utiliza el PP, pero al menos éstos no se esconden ni disimulan.
Y de esa irónica regeneración se va a encargar la cúpula del partido del 82, aquel construido a la imagen y semejanza de su líder, ahora convertido en un acaudalado señor que gestiona fondos de inversión, como los grandes magnates.
Pues sí, esa regeneración tiene nombre y apellido: Alfredo Rubalcaba, pero llamémosle Alfredo a secas, como a él le gusta. Y no dudo de su capacidad política –de hecho, es probablemente el mejor político con que cuenta el PSOE- si entendemos por ésta la que te permite baldear bien todos los terrenos de este otrora noble arte de engañar sin parecerlo.
Por tanto, ¿de qué regeneración está hablando este partido? Tan sólo faltaría que a sus huestes de futuro se unieran Chaves y Zarrías. Se ve que esta gente quiere autoinmolarse en el partido una vez inmolado el Estado con su pésima gestión.
Pero lo peor de todo no es eso. Lo peor es que la negativa a adelantar las elecciones generales para liquidar un gobierno en el que su cabeza se encuentra secuestrado en la Moncloa, culminará con diez meses de campaña electoral sufragada por todos los españoles. De hecho, el pasado jueves Rubalcaba aprovechando lo de la crisis del pepino se acercó a Almería para desde allí dar un salto a Sevilla en avión oficial militar para hacer campaña de partido con su desquiciado amigo Griñán el enterrador de Andalucía.
En fin, el PSOE.

29 mayo 2011

NULA TRANSPARENCIA DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA


¿Tenemos la monarquía que nos merecemos? Probablemente sí. Porque resulta no ya que estemos de acuerdo o no estemos de acuerdo con este sistema -es una forma de Estado a fin de cuentas- o con el sistema tan camuflado con que penetró en la democracia -no hay que olvidar que no se votó monarquía sí, monarquía no, sino una Constitución que ya la tenía contenida-. Pero el problema no es sólo ese sino la puesta en escena de los miembros de esta familia e inherentemente el silencio acerca de sus actos por parte de todos los medios de comunicación importantes -sólo en Internet se alzan críticas contra esta institución-.
Una institución podrá gustar más o menos. Podremos estar más o menos satisfechos con ella, pero en democracia es fundamental la transparencia tanto personal como económica e institucional de los miembros que asumen esa institución. Transparencia que deja mucho que desear en muchas instituciones democráticas pero que no existe en el caso de la monarquía española, como sí existe en la de los países europeos que la ostentan.
Todos hemos asistido a los rumores -periodismo de investigación, incluso- sobre los negocios del yerno del Rey, Iñaki Urdangarin, o a los del propio Rey pero inmediatamente todo se ha tapado sin que los ciudadanos tengamos un conocimiento exacto sobre qué hay de verdad o de mentira en todo ello. Pero, incluso, hay otras cuestiones menores que al menos al quien firma este artículo le chocan: la inoportunidad de las apariciones públicas de determinados miembros de la monarquía, muchas de ellas sin que vengan a cuento. Por ejemplo, el sábado por la noche, con ocasión de la final de la Copa de Europa de Clubes en Wembley. Por allí apareció el Príncipe Felipe -media hora antes del comienzo del partido porque se ve que no le afectan los atascos o las horas perdidas en los aeropuertos- para ocupar un lugar de honor en el palco junto a otras autoridades políticas y deportivas.
Allí se encontraban el Alcalde en funciones del Ayuntamiento de Barcelona y el Presidente de la Generalitat catalana, algo que puede parecerme lógico porque, en definitiva, son representantes de la ciudad y comunidad autónoma que representa el FC Barcelona, pero me pregunto y pregunto (incluso estoy pensando en hacer esa consulta a la propia Casa Real por la vía del Derecho de Petición): ¿A quién representaba en ese partido el Príncipe Felipe, estando como estaba el Secretario de Estado para el Deporte en representación del Gobierno de la nación? ¿Cómo fueron sufragados esos gastos si se entienden que no representaba a nadie? ¿Por qué estaba el representante de la monarquía española y no había ningún miembro de la monarquía británica, sobre todo, si consideramos que había un equipo inglés y se jugaba en terreno británico?
Muchos interrogantes que no se disipan porque no existe una transparencia propia de la democracia.
Y, claro, luego habrá quien se raje las vestiduras si cada vez hay ciudadanos más indignados.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...