16 octubre 2009

CHAVES, EL MANIRROTO



"El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, con 64 años y después de cuatro años como ministro y 19 como presidente de la Junta de Andalucía declara un patrimonio que apenas bordea los 69.000 euros, 46.502 de la valoración de su vivienda y 22.461 en el banco. No tiene créditos pendientes."

Esa es la noticia que hoy ha aparecido en los medios de comunicación, a raíz de la publicación oficial en el Boletín Oficial del Estado del patrimonio del actual gobierno.
¿Y por qué me centro en el patrimonio de Chaves y, no por ejemplo, en el más coherente de Zapatero? ¿Es porque hace tiempo que le tengo manía al anterior presidente andaluz? ¿ Porque siempre lo he considerado un político sin personalidad ni ideas? ¿Porque su gestión ha hundido a Andalucía al lugar que probablemente se merece? No sé, quizá todo esto haya influido, pero lo que más me sorprende -y por eso lo cito aquí y desperdicio una entrada para hablar de correr, música, cine o libros- es porque no me creo que ese sea su patrimonio. Hagamos unas simples operaciones aritméticas.
Chaves lleva de forma ininterrumpida ocupando altos cargos desde 1982, que fue la fecha en la que asumió el poder el primer gobierno socialista presidido por Felipe González. Luego, si no calculo mal, lleva con excelentes sueldos más que decentes 27 años, cuatro como parlamentario nacional, cuatro como Ministro de Trabajo y diecinueve como Presidente de la Junta de Andalucía. Sueldos cuantiosos todos ellos, además de las siempre opacas dietas; luego, con ese patrimonio que declara el honorable Chaves ha ahorrado cada año la friolera cantidad de: 2.554,22 €. O sea, un manirroto, como ya demostró en la presidencia de la Junta. Una especie de hijo pródigo de la política.
Obviamente, desde mi punto de vista, el patrimonio que deberá declarar el vicepresidente tercero del actual gobierno no es lo que posee en la actualidad, sino todo lo que ha invertido, donado a hijos o vendido. Y, claro, como eso no lo ha manifestado el insigne socialista de preclara mente pues seguimos con la duda y con una sensación de que este hombre considera que toda España creerá sus patrañas como ocurrió en Andalucia durante casi cuatro lustros. En fin, ¿qué pensáis?

15 octubre 2009

Fear of the dark, de Iron Maiden

El concierto que ofrecieron en el mítico Rock in Río en 2001 los chicos de Iron Maiden es de los que crean afición al Heavy Metal ¿Pero quién no ha vibrado con su legendaria "Fear of the dark", uno de los temas puesto en escena en este magno festival por los pupilos de Eddy?:

13 octubre 2009

LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES (LA PELÍCULA)


Reconozco que tenía reticencias para ver la versión cinematográfica del primer tomo de Millennium, "Los hombres que no amaban a las mujeres", si bien podría ser peor el remedio que la enfermedad ya que siempre acabas por leer y escuchar opiniones. De ahí que quisiera tener una idea directa.
Decía que acumulaba reticencias porque es un libro muy gráfico. Un libro en el que es posible imaginar rostros y lugares. Lugares comunes que te atrapan a lo largo de las casi 700 páginas de la novela de Stieg Larsson. Había visto algún trailer, pero no me lanzaba a ver la película. Así, que estando ya en DVD, no he podido sucumbir a la tentación.
Y, finalmente, exclamé de alivio: es la película que yo hubiera hecho si fuera director y supiera dirigir cine.
Una película que no me ha defraudado en absoluto. Es más, al verla resolví una de las ecuaciones que más me inquietaban: ¿cómo introducir en una película de metraje standard un denso libro, con un denso argumento, con densos detalles? Pero el director, Niels Arden Opley, lo ha conseguido, si bien ha debido dejarse importantes en el camino. Es lógico.
A mí, Lisbeth Salander siempre me ha parecido una persona enormemente integra, con una alta dosis de honestidad y un alto sentido de la moral y la ética. Una persona completamente anarquista en sus hábitos más personales y en su concepción del mundo, pero congruente con el mundo que le rodea, aspectos éstos que la hacen más sensata si cabe. Hace lo que tiene que hacer y no escatima esfuerzos. Deja a la gente en paz, pero se venga salvajemente de quien le ha hecho o le hace daño. Pero, lógicamente, hay que tener un enorme arrojo para ello.
Es algo en lo que pensé cuando acabé de leer el libro y es algo que he vuelto a ratificar ahora que he visto la película.
Por su parte el personaje de Mikael Blomkvist me ha tenido que ir convenciendo poco a poco, hasta no tener más remedio que aceptar que es el personaje que yo hubiera creado. Inicialmente no me convenció en absoluto: no era la cara que le suponía, ni los gestos que le imaginaba. Ahora bien, su penetración en la esencia del periodista tenaz y honesto me convenció a lo largo del film.
Sin embargo, algo me ha trastocado mi visión inicial: el patriarca del imperio Vanger, Henrik, que pasa en la película por ser un encantador octogenario, en el libro es una persona que desde la buena intención muestra un lado maquiavélico y manipulador. Manipuló al periodista y eso no era nada fácil. No es una manipulación egoísta, pero es el clásico multimillonario que siempre consigue lo que quiere, previsto de una buena billetera, claro.
Pero nada más cuento de la peli, que seguramente habrá quien habiendo leído el libro, aún no la haya visto. Película que aconsejo encarecidamente ver. Principalmente, para quienes hayan leído el primer volumen de "Millennium".

12 octubre 2009

ENCRUCIJADA


El Dr. Sheehan fue un corredor por encima de cualquier cosa. Muy admirado por nuestro amigo Paco Montoro y por todos nosotros.

Me siento corredor. A pesar de que apenas piso los caminos y las carreteras y que toda mi ropa técnica y zapatillas están cayendo en la inanición, me sigo sintiendo corredor. Porque quiero seguir creyendo que volveré a los caminos.
Cuando clausuré "Diario de un corredor" y meditaba en hacer realidad este blog que ahora leéis, recuperé del archivo aquel conocido blog y le denominé: "Vuelvo a los caminos", aunque finalmente no lo publiqué. Y, recuerdo que lo hice en un momento en el que me encontraba tocado -probablemente de los gemelos, no falla-, y necesitaba contar que estaba intentando volver. Y ahora, de nuevo, pienso en aquellos momentos.
Me sigo sintiendo corredor pero, también, cada vez más ciclista, con toda la carga de respeto que ha de contener esa denominación y a pesar de que nada he hecho encima de la bici..bueno sí: caerme en tres ocasiones. De hecho, tuvo que pasar mucho tiempo y recorrer muchos kilómetros para que me convenciera a mi mismo que debía llamarme corredor. Creo que comencé a hacerlo tras el Maratón de Madrid de 2007.
Cuando el otro día volvía de hacer una ruta de 54 kilómetros con la bici, sentí que ese deporte me recordaba peligrosamente a los comienzos como corredor. Aquellos días en los que apenas llegaba a 15 kilómetros y llegaba a casa fundido y con alguna hipoglucemia que otra. Sencillamente, mi organismo estaba comenzando a adaptarse. Algo similar a lo que ocurría el pasado sábado, cuando teniendo ya a la vista Granada, miraba el cuentakilómetros y comprobaba que los dígitos no superaban los 16 kilómetros por hora. Entonces fue cuando comencé a comprobar que los miembros inferiores pueden dar todo un recital distinto cada día de dolores y agujetas.
Pero a la mañana siguiente me levanté nuevo. Sin dolor en el Aquiles y sin dolor en el gemelo derecho, circunstancias éstas que me habían retirado de correr transitoriamente. Incluso me miré en el espejo y me pareció que éste despedía un rostro curtido por el sol y afilado por el esfuerzo. De hecho, ese tipo de síntomas son los que hacen que el enamoramiento deportivo se adentré en tu ser. Una suerte de respuestas a aquella pregunta que un día me hice cuando fui a comprar la bicicleta a Semar.
Y, lógicamente, es algo que quería escribir, ya que cuando no consigo explicarme, acudo a la palabra escrita, que es la forma en la que mejor pienso.
Luego, me pregunto: ¿estaré preparando el terreno para colgar las zapatillas en favor de los culotes? Es probable que así actúe mi subconsciente y aún no lo haya transmitido al ser pensante.
Lógicamente, cuando dejas de practicar una actividad -ya sea correr, leer, o comer pasteles-, te vas despegando de ella. Y eso es así a pesar de que esa actividad esté muy adentro de tu ser. Es lógico que así sea. Si no lo fuera, sería muy difícil arrastrar toda esa carga. Dura encrucijada la mía.

10 octubre 2009

The siren of the woods, de Therion

Si sois fieles a la versión cinematográfica de "El Señor de los anillos", basada en la obra de Tolkien, seguramente también os gustará "The siren of the woods", del grupo sueco Therion, un grupo de heavy metal, aunque no lo parezca en este tema:



05 octubre 2009

PODREDUMBRE POLÍTICA



Disculpadme si vuelvo a escribir de política. Sé que muchos de vosotros, amables lectores, preferiría leer sobre correr o de literatura o de música. Pero es que la política está de nuevo en nuestras vidas, aunque sea sólo para interesarnos por esa bestial subida de impuestos o comprobar con estupefacción el chorreo diario del caso Gürtel.
Y es que el cinismo de nuestros políticos ya no tiene techo; igual que la desfachatez que demuestran no tiene suelo. Esta noche escuché hablar a Camps, esa especie de hiena política que lanza balones fuera con la habilidad de aquel portero valenciano llamado Sempere y que tanto admiré. Escuchaba preguntar a un periodista sobre sus adláteres Costa y Rambla, cubiertos de mierda hasta el mentón a raíz del caso de supuesta financiación ilegal de su partido, y respondía el crecido Camps con frases de concordia del estilo "todos tenemos que apoyarnos" o desviando cínicamente y sin disimulo la respuesta a la crisis y las meteduras de pata de Zapatero. Lógicamente, me indigné con tanta dosis de cinismo, que el mismo Maquiavelo habría reprobado.
Por otra parte, a raíz de la última encuesta en la que por primera vez en algunos años el PP adelanta en intención de voto al PSOE, decía la lumbreras Pajín, que la verdadera intención de voto se da el día de las elecciones. Y, claro, ante tal respuesta ya no pude soportarlo y me tuve que tapar la nariz. Y es que se mire donde se mire la clase política española, con las lógicas excepciones, está derivando hacia una podredumbre asfixiante. Y me pregunto yo: ¿Qué podemos hacer los ciudadanos para que esta gentuza se vaya a la mierda?
Menos mal (mi gozo en un pozo) que a la monarquía se le congela su presupuesto. Los pobres.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...