En la noche electoral del pasado domingo, los dirigentes socialistas andaluces se mostraban radiantes. Alguien despistado que no conociera los resultados, al ver esas imágenes de caras felices y sonrientes hubiera afirmado que el PSOE era el ganador absoluto de los comicios autonómicos. Pero nada más lejos de esa afirmación: el PSOE había perdido la estrepitosa cifra de nueve escaños, aunque no se había hundido por completo tal y como vaticinaban las encuestas. Sin duda, existe un fuerte voto cautivo en lo más profundo de Andalucía, cuya inercia sólo conocen los socialistas. Muchos años de políticas subvencionadas con dinero público suelen creer en el votante una conciencia electoral inmutable. Son las trampas de la democracia.
Pero habría que preguntarse a qué motivos respondía esa felicidad evidente de los dirigentes socialistas. El primer motivo respondía al hecho de conocer que el Partido Popular no había obtenido mayoría absoluta, tal y como vaticinaban la mayoría de las encuestas; el segundo, a que se daba por hecho que se gobernaría con Izquierda Unida, que dobla su fuerza electoral en Andalucía.
Ese segundo motivo es el que interesa analizar aquí: ¿qué papel jugará IU en un hipotético gobierno andaluz?
De la coalición de izquierdas conocemos que tiene luces y sombras y que tan capaz es de entrar en un gobierno estable -tipo tripartito catalán o Ayuntamiento de Sevilla- como de dejar gobernar a la lista más votada, aunque ésta sea la del PP, como es el caso de Extremadura. De todo, hay que deducir que la coalición se conduce por decisiones asamblearias, al contrario de lo que suele pasar en la mayoría de los partidos. Consultar a las bases es la esencia estatutaria de esta fuerza, que no siempre lleva a efecto de manera transparente. Va por barrios.
Dentro de Izquierda Unida Andalucía, existen varias opiniones en cuanto a la posibilidad de pactar con el PSOE, tradicionalmente enemigo en el espacio electoral, siendo muy marcadas y apasionadas las diferencias en el ámbito municipal andaluz.
Una corriente muy amplia, encabezada por el alcalde de Marinaleda José Manuel Sánchez Gordillo, siguiendo la estela de Julio Anguita, es contraria a todo pacto con el PSOE, considerándose a este partido tan enemigo político o más que el mismísimo PP. Esa corriente, con Valderas ya a la cabeza, se impuso en 1994 cuando la famosa pinza con el PP. El PSOE, al igual que ahora, no alcanzó la mayoría absoluta e Izquierda Unida se negó a entrar en el gobierno del PSOE, que era la lista más votada. Este debate fue muy intenso en Izquierda Unida y rodaron varias cabezas. Finalmente, Izquierda Unida hizo pinza con el PP y posibilitó que el actual líder, Diego Valderas, presidiera el Parlamento de Andalucía. De aquello el PSOE salió muy reforzado, adelantó elecciones y ganó por una mayoría aplastante. El electorado castigó severamente a Izquierda Unida.
Ahora existe una tesitura muy similar, pero con matices. El PSOE no es en esta ocasión el partido más votado sino que se trata de desbancar al que lo es. Por tanto, la posibilidad de exigencia del PSOE a su vecino IU no es tan amplia como lo fue en aquella ocasión. Y de esa consideración es de la que hay que sacar las valoraciones y hacerse las preguntas más interesantes.
¿Pedirá IU determinadas Consejerías o, por el contrario, pondrá sobre la mesa su programa como requisito innegociable para formar un gobierno estable?
En el primer caso la solución es fácil. Ya lo hizo el PA en su momento. Tan sólo basta que el PSOE entregue a IU determinadas Consejerías y que cada partido monte una Administración propia sin que nadie meta las narices en la Administración del otro. Es una opción no demasiado responsable, pero muy útil en democracia. Es lo que hicieron, por ejemplo, en el tripartito catalán: montaron tres Administraciones paralelas, se duplicaron órganos y el gasto se disparó, además de esfumarse la credibilidad en los tres partidos de gobierno. Eso posibilitó la victoria de CiU.
La otra opción, la de poner sobre la mesa el programa de gobierno, tiene otros matices más delicados y debe ser más propia de la coalición de izquierdas por aquello del programa, programa, programa. Y si es esa la opción que se elige, la solución es muy compleja. Sencillamente porque los programas de ambos partidos poco se parecen y porque si existe coherencia en la coalición debería de defender todo aquello que ha ido denunciando a lo largo de tantos años: una Administración transparente, la eliminación del fraude, que es genérico en la Junta de Andalucía, la eliminación de cargos de confianza, la derogación de la Ley de Reordenación del Sector Público, que ha creado una Administración paralela ilegal tal y como sostiene el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y los propios funcionarios (es una promesa electoral que ha hecho Valderas a pesar de que se abstuvieron en el Parlamento), moción para exigir la Tercer República, la austeridad en los gastos, una política fiscal distinta a la actualmente llevada a cabo, y sobre todo una política expansiva del gasto social, totalmente contraria a la que marca la Unión Europea y el gobierno central. Con ese panorama difícilmente se podrán conciliar posturas.
Lógicamente, Izquierda Unida, querrá "tabula rasa" en cuanto a las personas salpicadas por la corrupción que aún ocupan cargos en la Junta de Andalucía. Querrá que todos esos dirigentes directamente relacionados con los fondos de reptiles y los ERE's no vuelvan a ser nombrados. Y, sobre todo, querrá que se esclarezca la supuesta relación que ha tenido el propio Griñán con los fondos destinados a fines supuestamente ilícitos.
¿Se podrá conciliar todo eso? Lo veremos en los próximos meses y comprobaremos si aún siguen latentes las sonrisas en los rostros.
Ahora existe una tesitura muy similar, pero con matices. El PSOE no es en esta ocasión el partido más votado sino que se trata de desbancar al que lo es. Por tanto, la posibilidad de exigencia del PSOE a su vecino IU no es tan amplia como lo fue en aquella ocasión. Y de esa consideración es de la que hay que sacar las valoraciones y hacerse las preguntas más interesantes.
¿Pedirá IU determinadas Consejerías o, por el contrario, pondrá sobre la mesa su programa como requisito innegociable para formar un gobierno estable?
En el primer caso la solución es fácil. Ya lo hizo el PA en su momento. Tan sólo basta que el PSOE entregue a IU determinadas Consejerías y que cada partido monte una Administración propia sin que nadie meta las narices en la Administración del otro. Es una opción no demasiado responsable, pero muy útil en democracia. Es lo que hicieron, por ejemplo, en el tripartito catalán: montaron tres Administraciones paralelas, se duplicaron órganos y el gasto se disparó, además de esfumarse la credibilidad en los tres partidos de gobierno. Eso posibilitó la victoria de CiU.
La otra opción, la de poner sobre la mesa el programa de gobierno, tiene otros matices más delicados y debe ser más propia de la coalición de izquierdas por aquello del programa, programa, programa. Y si es esa la opción que se elige, la solución es muy compleja. Sencillamente porque los programas de ambos partidos poco se parecen y porque si existe coherencia en la coalición debería de defender todo aquello que ha ido denunciando a lo largo de tantos años: una Administración transparente, la eliminación del fraude, que es genérico en la Junta de Andalucía, la eliminación de cargos de confianza, la derogación de la Ley de Reordenación del Sector Público, que ha creado una Administración paralela ilegal tal y como sostiene el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y los propios funcionarios (es una promesa electoral que ha hecho Valderas a pesar de que se abstuvieron en el Parlamento), moción para exigir la Tercer República, la austeridad en los gastos, una política fiscal distinta a la actualmente llevada a cabo, y sobre todo una política expansiva del gasto social, totalmente contraria a la que marca la Unión Europea y el gobierno central. Con ese panorama difícilmente se podrán conciliar posturas.
Lógicamente, Izquierda Unida, querrá "tabula rasa" en cuanto a las personas salpicadas por la corrupción que aún ocupan cargos en la Junta de Andalucía. Querrá que todos esos dirigentes directamente relacionados con los fondos de reptiles y los ERE's no vuelvan a ser nombrados. Y, sobre todo, querrá que se esclarezca la supuesta relación que ha tenido el propio Griñán con los fondos destinados a fines supuestamente ilícitos.
¿Se podrá conciliar todo eso? Lo veremos en los próximos meses y comprobaremos si aún siguen latentes las sonrisas en los rostros.
Crónicas de Spainlandia. SOS:
ResponderEliminarSobre las 00.00 horas de la noche. Según parece, los agentes de "LA AUTORIDAD ESTRADENSE" han tornado a vigilar mi vivienda familiar. ¿Qué será, será, lo que mañana pasará?. No deja de ser una coincidencia curiosa (ya vivida repetidamente): se notificó, hace unos días, a Asistencia Social del Ayuntamiento de A Estrada y al Defensor del Menor la posible existencia de malos tratos a un menor, que según parece tiene fotografías y grabación, etc... Insisto: NO ES LA PRIMERA NI LA SEGUNDA COINCIDENCIA... Pulsar "Entrar" y “¿Terrorismo de Estado?” en:
http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm
A mí también me resultó chocante-o no- los caretos rebosantes de felicidad de muchos sociatas en la noche electoral, sobre todo los altos cargos que llevan decadas chupando de cargo tras cargo y que no tienen oficio ni beneficio conocido y que ante una mayoría absoluta pepera se veían en la p... calle.
ResponderEliminarPero eso afortunadamente para ellos no sucedió y tendrán otros cuatro años para seguir chupando de la teta gobernante coaligados con esa amalgama de radicales , excépticos y utópicos que son los de IU. Mi teoría es que salvo pequeñas concesiones al programa, programa.. que decía aquél , sólo se producira un reparto del pastel, un par de consejerías y la presidencia del Parlamento y a vivir otros cuatro años sin que nada cambie.
Lo de siempre y mientras las mismas condiciones en la región, SEGUIREMOS EN LA COLA Y DEPENDIENDO DE LA SUBVENCIÓN DE TURNO ya que sus ciudadanos lo han querido con sus votos soberanos.
DISFRUTEN DE LO VOTADO!!
El segundo acto de todo esto el jueves dónde unos pocos pero con muchos medios afines intentarán vender como un éxito su intento de parar el país y castigar al Gobierno... Europa y los mercados nos castigarán, sino al tiempo.
Conmigo que no cuenten.
Alfredo, a muchos nos han sorprendido esas sonrisas ganadoras, ¿qué pensarían que podía pasar? ¿que desaparecerían del mapa político?
ResponderEliminarIzquierda Unida tiene sus luces y sus sombras, pero hay más gente honesta por metro cuadrado que en el PSOE y no entrarán tan fácilmente por el aro como supone Griñán.
Eso sí, el PP ha errado de manera surrealista.
La reforma laboral es una barbaridad, que deja inerme a muchos trabajadores, pero esta huelga es política más que sindical.
Saludos.
En la noche del 25 de marzo los socialistas andaluces celebraban incredulos su derrota dulce. Al día siguiente cargos de la junta de andalucía en todas las provincias celebraban esa "derrota" con los jefes de servicio y como ese día se ingresaba dinero en la cuenta para gastos de protocolo. Será sólo coincidencia. Sea lo que sea, que sigan celebrandolo mientras miles de familias andaluces no saben como afrontar las necesidades más primarias y cómo personas mayores están esperando durante muchos meses las ayudadas de la Dependencia, porque en muchas ocasiones están paralizadas.
ResponderEliminarCelebrar, no hay nada que celebrar. Más rigor, seriedad y transparencia señores y señoras de la Junta. Y de justicia social nada de nada.