Yo, como toda persona que guste estar informada, he seguido con interés, desde siempre, la actualidad política. Hubo un tiempo en el que la política, a pesar de estar siempre en el filo de la corruptela, por su propia naturaleza, era una rama más del conocimiento humano y podías leer la actualidad política del país en cualquier periódico sin necesidad de echar la pota, pero ese tiempo ya ha pasado.
Y ha pasado, desde que la política cada vez está más contaminada por los intereses materiales -por los intereses siempre lo ha estado- más ridículos y nauseabundos. Inclusos sus actores ahora son otros. Hubo políticos de raza, con los que podías estar de acuerdo o no estarlo (dos recientemente fallecidos, Fraga y Carrillo, por poner dos casos extremos, eran ejemplo de políticos de raza -aunque personalmente jamás he comulgado con la ideología de ninguno-), pero sus argumentos, por lo general, estaban totalmente alejados de intereses materiales. Eran políticos profesionales, es cierto, pero jamás se les ha descubierto una corrupción económica que les empañara su larga carrera política. Han vivido siempre en el mismo sitio y no se les ha conocido grandes fortunas, al margen de lo que hayan podido atesorar con su buen sueldo de ministros o diputados, según el caso. Pero ese tipo de políticos ya están falleciendo o bien se han retirado de la vida pública.
No hace mucho vi un programa de Jordi Évole, 'el follonero', dedicado a conocer las opciones de gente -muchos de ellos políticos- que han hecho de su función un ejemplo de transparencia. De entre los entrevistados me llamó la atención un señor mayor, fundador del PP y con aspecto muy pepero -si es que ese aspecto está catalogado de alguna manera-, que por voluntad propia se había retirado cuando comenzó a comprender a qué se dedicaban sus antiguos compañeros de partido, que acababan de alcanzar la mayoría absoluta del gobierno de España, en el año 2000. Precisamente se apartó de la política cuando comprendió que ese poder no iba a ser bien digerido. Y no se equivocó. Es más, este antiguo político del PP considera que hoy que hoy día estar en un partido es igual a podredumbre y corrupción. Era diputado en ese momento y demostró coherencia y coraje. Un caso único, sin duda.
Por tanto, visto lo visto, yo he decidido voluntariamente no leer intencionadamente ninguna noticia política ni perder el tiempo en esta pantomima en que se ha convertido la vida pública. Sencillamente, renuncio. No me interesa. Lo mismo que ya he decidido no votar más a opciones políticas de este tipo.
Y sería sano que así lo hiciéramos muchos porque el sistema político actual y sus medios de comunicación palmeros se alimentan de esas audiencias. Sin ellas, no serían nada. Que les zurzan.
Por el contrario, es completamente insano perder el tiempo con toda esta gentuza. Un tiempo precioso que podemos dedicar a cosas que precisamente ellos no quieren que hagamos. Por ejemplo: ser más cultos, leer buena literatura e historia, ver buen cine, escuchar música culta, reflexionar, escribir. En fin, miles de cosas de ámbito intelectual que al sistema no le interesa que hagamos, porque ellos, como grandes ególatras que son, lo que les interesa es que estemos ensimismados con sus cuitas y enredos y nos olvidemos de crecer como seres pensantes y sintientes. Quieren masa, no personas. Que no cuenten conmigo.Lógicamente, seguiré leyendo la prensa y escribiendo en ella, mientras pueda y me dejen, pero hay muchas formas de acercarse a los medios de comunicación, muchas formas de leer y de escribir y yo tengo claro qué me interesa. Me ha ocurrido tarde, pero al final he visto la luz.
Lo que ocurre es que cada vez tardo menos en leer la prensa y los telediarios no los aguanto ni dos minutos. Por tanto, al parecer, lo estoy consiguiendo.
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