Acabas de estirar en el momento, justo en el que la luna asoma jugando al escondite con la chimenea de la antigua fábrica. |
No hay nada más estimulante que acabar de correr y echar una mirada ociosa sobre el camino que acabas de atravesar y que va poco a poco va siendo arrebatado por la noche. |
Cae la noche, pero apenas no ha transcurrido media hora cuando aún te batías el cobre a la altura de las últimas arboledas allende al fondo de la imagen. |
Esos tímidos y jóvenes frutales ya parecen dormir, pero los percibiste muy despiertos cuando te dirigías hacia Zujaira, en cuyas calles ya comienzan a pulular las primeras luces. |
Otro día en el que acabas tu rutina en Caparacena, con el coche dispuesto para el ajetreo que siempre montamos los corredores al comenzar y al acabar de correr |
"Cada vez anochece más pronto", te dices mientras observas el final de tu ruta recién acabada. |
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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.