12 abril 2012

UNA RUTA EN IMÁGENES

Con esta entrada, si os parece, vamos a "correr" por esta ruta con la ayuda de las fotos de Google Earth, que, quien esto suscribe, hizo en la tarde del jueves, 12 de abril a un ritmo tranquilo de 5'28'' el mil y con muy buenas sensaciones. A través de las imágenes y los comentarios nos acercaremos a una bonita ruta de 12 kilómetros, que tiene sus dificultades pero también mucho encanto. Vamos a por ella:


Comienzo de la ruta en el Pantano del Cubillas

En poco más de 400 metros, doblamos a la izquierda y nos adentramos en un verdadero vergel de pinares.  

Dejado ya el vergel -que también denomino como la cuesta del perro- pasamos a la altura del cortijo de Armengol -al fondo a la izquierda-
Pasado este pequeño puente sobre el río Cubillas, nos vamos mentalizando para asumir la corta pero dura cuesta de "Los Cortijos". 

Ya avisé: la cuesta se las trae. Si no subes tranquilo te deja tocado para el resto de la ruta. Estamos en el kilómetro 2. 

Aquí todo se ve muy plácido y verde -y lo es- pero acabamos de subir la dura cuesta y nos falta el aliento. No hay lugar para contemplaciones.

Dejamos por unos kilómetros la carretera y nos adentramos en este camino del cortijo de Santa Rosa que nos iniciará en la ruta de los olivos. Por ahí correremos durante unos cuatro kilómetros.
No hay posibilidad de mostrar fotos de esta zona de olivos porque el coche de Google Earth no entra por ahí (hay muchas de ellas colgadas en mi blog a propósito de rutas en MTB). Como se puede apreciar, los dos conos amarillos nos anuncian inicio y finalización de ruta por este mar de olivos. Hay tramos realmente duros.

Como indica la inscripción acabamos de finalizar la ruta de los olivos y volvemos a reentrar en la carretera que nos conducirá de nuevo al Pantano, pasando antes por Caparacena. Pinos Puente está a menos de tres kilómetros si giráramos a la izquierda. 

Estamos a un kilómetro de Caparacena, justo en el límite del término de Pinos Puente y Atarfe, a la altura de la subestación eléctrica.

Ya contemplamos la primera vivienda de Caparacena, con su aspecto siempre silente y bucólico.

Atravesamos el "corazón" de Caparacena, una aldea con clara tradición olivarera.   

Dejamos las últimas casas de Caparacena y nos dirigimos directamente al Pantano del Cubillas. Estamos en el kilómetro 8 de la ruta y nos faltan sólo 4. Pero, ojo, esa larga recta está picada hacia arriba y las piernas lo notan. Hay que subir con cierta tranquilidad.   

Ya hemos superado la parte más dura y esa recta nos hará relajarnos un poco. Luego nos esperan más cuestas.

Cogimos esa bifurcación en la ida. Estamos a menos de tres kilómetros de la finalización de la ruta.

En breve bajaremos la dura cuesta que nos encontramos en la ida y en estas circunstancias sí hay tiempo para la contemplación, aunque todo dependerá del ritmo que llevemos, está claro.

Esta visión siempre me saca de quicio. Se trata de la salvajada de bloques en plena naturaleza, junto al campo de golf, que el Ayuntamiento de Atarfe autorizó. Se trata de la muy controvertida urbanización Medina Elvira, que tiene procesos pendientes en los tribunales. Símbolo de la época en la que éramos ricos y bastante incivilizados.   

Estamos a menos de dos kilómetros para acabar la ruta, pero aún nos queda esta dura cuesta de la Residencia Entrealamos. Por suerte alguien apostó por conservar este bonito acueducto. Sí se mantiene es porque debe estar protegido, de lo contrario ya estaría destruido.  

Con once kilómetros en las piernas y si no estamos muy en forma, esta última subida se convierte en dura, pero a mí siempre me ha gustado subir por aquí porque te pone fuerte.

Acabada la subida que podemos observar a la izquierda de la imagen, ya sólo nos queda la recta de llegada en la que es habitual esprintar. 

Fin de la ruta de 12 kilómetros, justo en el mismo Restaurante Romero, donde nos aguarda el coche, la ropa seca, la fruta, la bebida isotónica. Hay que dejar minutos para estirar. 

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