19 abril 2012

REFLEXIÓN POSENTRENAMIENTO

Las buenas sensaciones que tuve en la prueba de fondo de Alhama, el pasado domingo, me han reforzado de cara a las muchas pruebas que quedan para acabar la temporada y ya será mucho más normalizado el entrenamiento hasta volver a la carga de unos 50 kilómetros semanales, volviendo de nuevo a las mayores distancias, pero alternando con las distancias más cortas. Sin embargo, aún no me planteo sesiones de calidad.
La semana de entrenamiento la he comenzado hoy, un poco tarde, sí, pero con una sesión de 12,5 kms., y bajo una lluvia pertinaz pero muy soportable. Casi una lluvia gallega.
No obstante, a pesar de la lluvia, que siempre me estimula, no me he sentido nada bien. Pinchazos en los gemelos -que pueden ser la manifestación de que las Saucony Triumph están llegando a su fin- y pesadez en general, aunque nada de eso ha impedido que concluyera ese kilometraje sin demasiados problemas a un ritmo suave de 5'10'' el mil. Para contrarrestar esas malas sensaciones, la sesión de mañana viernes, será más suave, no más de 10 kms. 
Sin embargo, cada vez veo más obligatoria una concienzuda sesión de elongamiento y una posterior de abdominales y nuevos estiramientos en suelo, para intentar contrarrestar la descompensación muscular que sufrimos en cada pisada, pero será el descanso obligado el que se encargue de solucionar todos los problemas orgánicos que sufrimos cuando corremos. Sin descanso, a pesar de que se estire a conciencia, la lesión es segura. De ahí que jamás haga más de cuatro sesiones seguidas y hasta es raro que haga tres seguidas, a no ser que dos de ellas sean suaves. 
Comentaba el otro día Arturo Casado, nuestro hombre más en forma en 1.500  que se ha lesionado debido a la fuerte carga de kilómetros semanales y que por mucho que te protejas el impacto de cada pisada produce microtraumatismos que acabarán en lesión segura. Y sí ocurre con un corredor de élite, imaginemos lo que puede ocurrir con nosotros que no lo somos y que, además, hemos de compatibilizar el trabajo con nuestro trabajo y otras tareas poco prosaicas del día a día.
De ahí que me parezcan temerarias las exigentes sesiones a las que se someten muchos corredores aficionados que, además, no suelen acudir a consulta alguna del fisio o del masajista, a no ser que se lesionen. Lo más doloroso de lo que pueda ocurrir en el futuro es que acaben (acabemos) con una lesión crónica, que es lo más odioso que le puede ocurrir a cualquier corredor. 
Por tanto, insisto, mucha prudencia, que nuestro fin  no es otro que seguir corriendo cuando nuestros amigos no corredores, en el cenit de sus vidas, ya sólo les apetezca la sopa y la mesa camilla. 
No es mala motivación.

ALGUNAS IMÁGENES DEL RECORRIDO DE HOY: 

Carril bici y carretera que une Valderrubio con Fuente Vaqueros.

Paso por el puente del Río Genil

Comienzo del Camino Real, en dirección a Pinos Puente
   
     

2 comentarios:

  1. Muy lindo circuitos has hecho, y hermosa reflexión que no debemos olvidar los corredores Amateur o populares como dicen Uds, esto es disfrutar sin obsesiones de esta hermosa actividad, lo cual es importante perdurar en la actividad y no cortarla por una lesión o por saturación psicologica por entermanientos ajenos a nuestra condición de corredores vocacionales.

    Un gran abrazo de este "corredor popular" Juan Pineda de Córdoba Argentina

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  2. Ese debe ser nuestro fin Juan, ese es nuestro sitio. Correr debe ser una acción diaria y las lesiones deben ser para la élite, que es lo propio.
    Un abrazo desde España (por cierto, desde muy cerca de la Córdoba española).

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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