16 noviembre 2010

LOS EMPLEADOS PÚBLICOS DE ANDALUCÍA DESTAPAN LA CAJA DE LOS TRUENOS


La encarnizada protesta de los empleados públicos andaluces resume y sintetiza todo poso de silencio que se ha ido acumulando en esta Andalucía silente y rociera a lo largo de muchos lustros.
El andaluz medio se ha acostumbrado a vivir con la omnipresente y ramplona Junta de Andalucía, que lejos de ser una institución legalista siempre se ha dedicado a asuntos contrarios al interés público. Asuntos que poco a poco van saliendo a la luz.
El primero con magnitud considerable que ha salido a la luz pública es el que están denunciando los cuarenta mil empleados públicos profesionales que emplea la Administración General. Y ese asunto no es otro que el vergonzoso nepotismo que el gobierno andaluz y sus adláteres han ido desarrollando a lo largo y ancho de treinta años de reinato ininterrumpido. Pero más vale tarde que nunca.
Lo que probablemente no sospecha el gobierno andaluz es que el empleado público, harto de tanto ver y callar, ya ha destapado la caja de los truenos y no hay día en el que no se denuncien abusos y corruptelas. Los correos electrónicos de los empleados públicos arden cada día en varias ocasiones. Y eso es porque la unidad que ha conseguido provocar el gobierno de Andalucía en éstos no tiene límites y se están denunciando todos los atropellos, prebendas, corruptelas y demás canalladas que se han ido llevando a cabo a lo largo de los años. Y eso que aún no se ha destapado la caja de los truenos de esos dos otros monstruos del funcionariado andaluz: el Servicio Andaluz de Empleo y el Sector Educativo. Cuando eso ocurra ya no existirá títere con cabeza.
En esta región se ha visto como normal -ya lo he denunciado en anteriores artículos- que cualquier exalcalde, exconcejal, exdiputado o lo que exloquesea -y los hijos y familiares de todos éstos- al día siguiente de cesar en su mandato, automáticamente, obtenga una excelente plaza pública bien retribuida, sin esfuerzo, sin cumplir los requisitos legales constitucionales y sin que se sepan exactamente sus funciones. Esas maniobras de asalto y ocupación del sector público de Andalucía ha creado la friolera de más trescientos entes, entre empresas públicas, sociedades, agencias, fundaciones y otras formas jurídicas que se nos escapan y muchos ya han obtenido la fijeza por la vía del derecho laboral (personal laboral fijo). Ha sido el acto de bandolerismo más importante que ha tenido la historia de Andalucía, y el ciudadano tiene derecho a saberlo porque todo eso lo están haciendo con sus impuestos. Si la gente de la calle supiera en qué se gastan sus impuestos, más de una torre palacial en la que todos estos sinvergüenzas descansan sus gordas posaderas ya estarían derribadas. Si supieran las comidas, los viajes, los coches oficiales, los gastos exorbitados y todo lo que derrochan ya habría ardido más una torre de marfil.
Los empleados públicos de Andalucía ya están comenzando a contarlo porque tienen el poder para hacerlo. Conocen el aparato administrativo como la palma de su mano. Conocen todos los resortes para derribar a este gobierno trepador. Lo que se tarde en hacerlo será lo de menos. Porque al final se conseguirá.
Es lo más parecido a una revolución pacífica. Algo inédito en esta región complaciente y comprada.

2 comentarios:

  1. habría que saber que patrimonio realmente tiene el indigente chaves, así en cuantas empresas participan. Decían de los caciques y hablaban de ellos.
    Por cierto ya hay medios que se hacen eco lo de Andalucía.

    ResponderEliminar
  2. Mario, a veces se dice más cuando se afirma que cuando se niega. Lo digo por el patrimonio que declaró el individuo de marras.
    Personas de poca catadura moral nos gobiernan.

    ResponderEliminar

Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...