Paco Montoro, corredor y amigo de los libros y el buen cine tiene la facultad de escribir con el alma. Además, es de mi generación.
En su última entrada lo ha vuelto a hacer, por lo que cada una de sus palabras encierra una verdad absoluta y descarnada, por lo que no puedo más que identificarme con ellas.
Desde siempre intuí que su vida es rica porque ama correr por encima de muchas cosas y, como nos pasa a muchos, que amamos el correr por encima de muchas cosas no anhelamos mucho más.
Comprendo y comparto su opinión y desazón hacia lo que le rodea que no es más que la solución a la que llegan las personas honestas y sensatas ante tanta estulticia. Una suerte de Ignatius Reilly que incapaz de comprender el mundo que le ha tocado vivir decide hacerlo de forma creativa e intrigante, aunque lo verdaderamente creativo e intrigante para Paco - y para mí- no sea otra cosa que perdernos por esos caminos, en mi caso, de la Vega y por esos montes malagueños en el suyo. Con eso es suficiente. O bien una suerte de personas alejadas pero unidas en el destinO como ya aprendimos de Murakami cuando insiste sobre la espiritualidad que representa correr.
Muchas personas deambulan por el mundo provistos de riqueza y de ambición. Pero es tan atroz su deambular que asustan y el alma se les corroe al mismo ritmo que acumulan cada céntimo. No existen pero lo ignoran.
Sin embargo, hay otras personas que sí existen y tienen un fin aunque nada desean. Tan sólo desean que les dejen ausentarse como Paco leyó un buen día de su admirado y ya desaparecido Dr. Sheehan. Desde entonces el buen doctor corredor se convirtió en su guía y mentor.
Un buen día Paco Montoro se asomó al tubo catódico y se miró a si mismo y lo que vio no le gustó en absoluto. Comprobó que se estaba convirtiendo en un tipo al que se le escapaba la vida por la anchura de su abdomen. A la mañana siguiente comenzó a correr y desde entonces no se ha detenido. Tan sólo hizo lo que debió. Nada más.
Este breve escrito podría parecer un panegírico pero era necesario hacerlo una vez leída su última reseña.
Tal vez sea esto lo más sensato que jamás he escrito.
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ResponderEliminarAmigo Jose Antonio, me quedo sin palabras al leer tu entrada. Personas como tú, hace que la vida sea mas llevadera y me hace sentir menos solo e incomprendido. Esta tarde dedicaré mis 14 kms hacia tu persona, Nunca olvidaré esta entrada, un fuerte abrazo
ResponderEliminarJose Antonio, soy el hombre que te abordo en el Corte Ingles hace unas semanas, estuvimos hablando de libros y de correr, me distes tus telefonos pero no los encuentro, y quedé en invitarte a la presentacion de un libro sobre maraton de la editorial almuzara, como no veo otra forma de ponerme en contacto contigo, utilizo esto, y de digo que la presentación es el dia 22 alas 20:30 h. en libreria Nueva Gala, c/ almona de san juan de dios.
ResponderEliminarSi tu tienes mi telefono llamame antes.
Un abrazo.
Lo es. Me refiero a que es lo más sensato y justo que has escrito. Yo también leí la entrada de Paco hace unos días y son de esas palabras que se leen de una vez. Ya me entiendes, se nota que sólo hay alma en ellas, nada de premeditación ni elección de palabras. Todo fluye cuando se habla con el alma y Paco habla siempre así. Un tipo íntegro y que se viste por los pies.
ResponderEliminarChapeau y mi admiración también por esta persona.
Paco, todo lo que escriba siempre será poco y corto. Te lo mereces.
ResponderEliminarRafael, claro que lo recuerdo: hablamos y buen rato. Tomo nota de la cita. Tengo tu tarjeta. Saludos y gracias.
Javi, ya conocemos a nuestro amigo Paco. Pocas personas hablan tanto con el alma. Saludos.
Jose Antonio, me ha emocionado muchísimo lo que has escrito. Qué bien has descrito al Gran Paco!!
ResponderEliminarTambién me quedo sin palabras.
Gracias por esta publicación, la guardo en el corazón.
Besos.
Gracias amiga corredora. Escribí esto con el corazón. Saludos.
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