19 noviembre 2010


Hoy, viernes, el periódico El Mundo ha publicado una carta que les envíe ayer sobre la vergonzosa manipulación de Canal Sur (una de las televisiones y radios públicas más manipulada y al servicio del golferío de la Junta) en el conflicto que mantienen los Empleados Públicos de la Junta de Andalucía con el gobierno andaluz por causa de ese ilegal Decreto-Ley 5/2010 que pretende meter por la puerta de atrás a más de 30.000 paniaguados. A ver qué os parece, que ha tenido su repercusión mediática.


MANIPULACIÓN INFORMATIVA DE CANAL SUR EN EL CONFLICTO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA ANDALUZA

Sr. Director:

En esta Andalucía silente gobernar medrando y manipulando es tremendamente fácil. Pero, si además, se controla un medio de comunicación público la tarea casi se convierte en placentera.

La RTVA, cuyo buque insignia es Canal Sur TV, está sostenido con los impuestos de todos los andaluces pero controlado de forma partidista por un gobierno cínico que obtiene rédito electoral y mediático. Y para muestra la vergonzosa manipulación por parte de los servicios informativos de Canal Sur – televisión y radio- en la espectacular y permanente protesta contra el Decreto-Ley 5/2010 que están llevando a cabo los empleados públicos de la Administración General de la Junta de Andalucía en respuesta al mayor atentado contra la función pública desde la eliminación de la cesantía.

El día de la macro-manifestación de Sevilla, el pasado 13 de noviembre, el informativo de Canal Sur TV de las 20,55 horas, se refirió de pasada a este espectacular evento en cuarto lugar, mereciendo mayor atención los dos mil manifestantes pro-saharaui en Madrid y la liberación de la premio nobel de la paz camboyana. Pero, no contentos con ese ninguneo informativo dijeron: “miles de manifestantes”, sin atreverse a apostillar lo que sí afirmaron medios como éste: que la cifra superaba los treinta mil y que había sido una concentración histórica. Y algo similar hicieron hace unos días en la manifestación del día 17 de noviembre, celebrada en Granada con este mismo fin. De nuevo se limitaron a informar de pasada, bajando la asistencia a una cifra irrisoria. Pero, en fin, de qué podemos extrañarnos a estas alturas, tras treinta años de delirio gubernamental.. Si Andalucía, algún día, dejara de ser silente se eliminarían las barreras y se cumpliría la estrofa del himno que proclama una Andalucía libre. Ojalá este despertar de la función pública andaluza sea el principio.

José Antonio Flores Vera

Empleado Público de la Junta de Andalucía



18 noviembre 2010

LOS EMPLEADOS PÚBLICOS DE LA JUNTA SON TRATADOS COMO DELINCUENTES: EL MUNDO AL REVÉS


Agresión policial en Torretriana a empleados públicos de la Junta de Andalucía (día 18/11/2010)

Paradojas de la vida. Y de la política.
Ha tenido que ser una norma contraria a la función pública constitucional la que esté poniendo patas arriba a la Junta de Andalucía y quitando caretas.
En esta Andalucía silente, el clientelismo político y subvencionado ha danzado a sus anchas durante treinta años. Si acaso, hubo unos pocos años de esperanza, que son los coincidentes con la transición política. Pero la realidad es que los andaluces se libraron de un franquismo para entrar en una dictadura supuestamente democrática.
Una Andalucía que ha estado comandada por quienes han tenido todo el cinismo necesario de ofrecer el elixir del sueño y del silencio. Una especie de pacto mafioso o chino que ha posibilitado que se llenen barrigas y bolsillos sin freno. Pocos adivinarían que en este régimen, los funcionarios, tan acomodaticios y desinteresados fueran los que abrieran la caja de los truenos cuando ese papel siempre ha estado reservado a la Universidad y, últimamente, a los antisistema, que siempre tienen la de perder.
Lo que está ocurriendo en la función pública -pero también en la sociedad andaluza- es una auténtica rebelión y lo visto hoy en Torretriana, en Sevilla, no es más que el comienzo de una situación que probablemente se torne cada vez más violenta porque al ladrón hay que detenerle como sea )de hecho tras como muestra el vídeo de los sucesos de Torretriana no sea más que el colofón). Y aquí el ladrón ha sido toda esa golfería anquilosada en las instituciones de la Junta de Andalucía, una casta rancia e iletrada; ambiciosa y embustera que han utilizado los recursos como les ha venido en gana.
Es demencial. Los empleados públicos, que accedimos creyendo en el sistema legal, hemos tenido que ver cómo las oficinas públicas se han llenado de intrusos, de verdaderos vividores adosados al partido en el poder. Ver cómo utilizan a sus anchas los coches oficiales; ver cómo se autoadjudican sueldos millonarios; ver cómo cobran hasta la última dieta; cómo cobran la productividad que debería corresponder a los trabajadores; y lo peor de todo ha sido ver cómo todo ello lo han hecho -y están haciendo- con total prepotencia y altivez.
Comprobar cómo a un iletrado alcalde le regalan un puesto púbico de directivo sin tener la titulación adecuada -tal y como ha denunciado la Cámara de Cuentas- y ver cómo los hijos de los dirigentes, a su vez, obtienen otro cargo mientras miles de jóvenes mucho más preparados y honrados vagan por las colas del paro ante la impotencia de sus padres.
Esta gentuza se ha ido apoderando de la sociedad civil con la misma táctica caciquil de los dictadores hasta el punto de que si ellos no obtienen beneficio, cargos o gloria no dejan títere con cabeza. Como en las mejores dictaduras están presentes en todos los frentes. En eso son especialistas. Y en ese clientelismo han integrado a sus dos sindicatos comparsas: CCOO y UGT, ambos de glorioso pasado pero de triste papel contemporáneo.
Hay que decir basta ya. Y desde aquí animo a todo empleado público andaluz, ya sea del SAS, de la Universidad o del sistema educativo a que se alcé contra esta golfería, porque han de saber que ellos serán los próximos en sufrir el acoso que estás sufriendo los empleados públicos de la Administración General.
¡ No nos pararán !

LA JUNTA DE ANDALUCÍA COMIENZA A DAR MUESTRAS DE NERVIOSISMO



El gobierno andaluz está cada vez más nervioso. Están cometiendo el error de no unificar el mensaje que quieren mostrar ante la espectacular movilización de los empleados públicos de la Administración General de la Junta de Andalucía.
La Consejera de Presidencia vino a decir que los más de 30.000 manifestantes de Sevilla del pasado día 13 de noviembre no habíamos comprendido el Decreto-Ley 5/2010, es decir, que la Consejera tiene un ejército de iletrados e iletradas trabajando en la Administración andaluza; y hoy, la Consejera de Hacienda y Administración Pública ha dicho que las movilizaciones se deben al malestar que nos provoca saber que perderemos mucho dinero en la paga extra de diciembre. Pero en absoluto esta movilización está demandado cuestiones económicas porque será el Poder Judicial el encargado de enjuiciar si las salvajes rebajas de sueldo se ajustan a la legalidad o no. Lo que se está reclamando es muy sencillo: unos servicios públicos garantistas y profesionales y la eliminación de esa Administración paralela compuesta por paniaguados y afines al partido del gobierno. Luego, ¿no están dando síntomas de estar muy nerviosos?
Además, hoy jueves, se convoca la Mesa General de la Función Pública. Que será un paripé montado por la Administración y estos sindicatos afectos al poder de la Administración que cada vez tienen más color amarillo. Será invitada la central sindical CSIF, que es la mayoritaria en la Junta de Andalucía pero, en mi opinión, ésta no deberá de, ni tan siquiera, llegar a sentarse si uno de los puntos de la orden del día no es la discusión sobre la posible derogación del Decreto-Ley canalla.
Mientras tanto los empleados públicos seguimos en la brecha. Con fuerza. Tal y como se ha demostrado en la tarde-noche del miércoles, en la que más de 2.000 han recorrrido la Gran Vía granadina -desde la Plaza de Isabel la Católica hasta la sede de la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía (antiguo edificio de La Normal)-, bajo amenaza y posterior lluvia y un ruido ensordecedor de vuvuzelas, pitos, voces, cánticos y muchas pancartas. Una vez más se ha demostrado que no es necesaria la presencia de sindicatos representativos para aunar reivindicaciones sindicales.
La lucha (porque se trata ya de una lucha) va en aumento, en la misma medida que la mirada sorprendida de este nefasto gobierno andaluz, que tiene por bandera el hundimiento de la sociedad civil a cambio de su pertinaz permanencia en el poder.

17 noviembre 2010

PACO MONTORO: EL CORRER COMO VIDA.



Paco Montoro, corredor y amigo de los libros y el buen cine tiene la facultad de escribir con el alma. Además, es de mi generación.
En su última entrada lo ha vuelto a hacer, por lo que cada una de sus palabras encierra una verdad absoluta y descarnada, por lo que no puedo más que identificarme con ellas.
Desde siempre intuí que su vida es rica porque ama correr por encima de muchas cosas y, como nos pasa a muchos, que amamos el correr por encima de muchas cosas no anhelamos mucho más.
Comprendo y comparto su opinión y desazón hacia lo que le rodea que no es más que la solución a la que llegan las personas honestas y sensatas ante tanta estulticia. Una suerte de Ignatius Reilly que incapaz de comprender el mundo que le ha tocado vivir decide hacerlo de forma creativa e intrigante, aunque lo verdaderamente creativo e intrigante para Paco - y para mí- no sea otra cosa que perdernos por esos caminos, en mi caso, de la Vega y por esos montes malagueños en el suyo. Con eso es suficiente. O bien una suerte de personas alejadas pero unidas en el destinO como ya aprendimos de Murakami cuando insiste sobre la espiritualidad que representa correr.
Muchas personas deambulan por el mundo provistos de riqueza y de ambición. Pero es tan atroz su deambular que asustan y el alma se les corroe al mismo ritmo que acumulan cada céntimo. No existen pero lo ignoran.
Sin embargo, hay otras personas que sí existen y tienen un fin aunque nada desean. Tan sólo desean que les dejen ausentarse como Paco leyó un buen día de su admirado y ya desaparecido Dr. Sheehan. Desde entonces el buen doctor corredor se convirtió en su guía y mentor.
Un buen día Paco Montoro se asomó al tubo catódico y se miró a si mismo y lo que vio no le gustó en absoluto. Comprobó que se estaba convirtiendo en un tipo al que se le escapaba la vida por la anchura de su abdomen. A la mañana siguiente comenzó a correr y desde entonces no se ha detenido. Tan sólo hizo lo que debió. Nada más.
Este breve escrito podría parecer un panegírico pero era necesario hacerlo una vez leída su última reseña.
Tal vez sea esto lo más sensato que jamás he escrito.

16 noviembre 2010

LOS EMPLEADOS PÚBLICOS DE ANDALUCÍA DESTAPAN LA CAJA DE LOS TRUENOS


La encarnizada protesta de los empleados públicos andaluces resume y sintetiza todo poso de silencio que se ha ido acumulando en esta Andalucía silente y rociera a lo largo de muchos lustros.
El andaluz medio se ha acostumbrado a vivir con la omnipresente y ramplona Junta de Andalucía, que lejos de ser una institución legalista siempre se ha dedicado a asuntos contrarios al interés público. Asuntos que poco a poco van saliendo a la luz.
El primero con magnitud considerable que ha salido a la luz pública es el que están denunciando los cuarenta mil empleados públicos profesionales que emplea la Administración General. Y ese asunto no es otro que el vergonzoso nepotismo que el gobierno andaluz y sus adláteres han ido desarrollando a lo largo y ancho de treinta años de reinato ininterrumpido. Pero más vale tarde que nunca.
Lo que probablemente no sospecha el gobierno andaluz es que el empleado público, harto de tanto ver y callar, ya ha destapado la caja de los truenos y no hay día en el que no se denuncien abusos y corruptelas. Los correos electrónicos de los empleados públicos arden cada día en varias ocasiones. Y eso es porque la unidad que ha conseguido provocar el gobierno de Andalucía en éstos no tiene límites y se están denunciando todos los atropellos, prebendas, corruptelas y demás canalladas que se han ido llevando a cabo a lo largo de los años. Y eso que aún no se ha destapado la caja de los truenos de esos dos otros monstruos del funcionariado andaluz: el Servicio Andaluz de Empleo y el Sector Educativo. Cuando eso ocurra ya no existirá títere con cabeza.
En esta región se ha visto como normal -ya lo he denunciado en anteriores artículos- que cualquier exalcalde, exconcejal, exdiputado o lo que exloquesea -y los hijos y familiares de todos éstos- al día siguiente de cesar en su mandato, automáticamente, obtenga una excelente plaza pública bien retribuida, sin esfuerzo, sin cumplir los requisitos legales constitucionales y sin que se sepan exactamente sus funciones. Esas maniobras de asalto y ocupación del sector público de Andalucía ha creado la friolera de más trescientos entes, entre empresas públicas, sociedades, agencias, fundaciones y otras formas jurídicas que se nos escapan y muchos ya han obtenido la fijeza por la vía del derecho laboral (personal laboral fijo). Ha sido el acto de bandolerismo más importante que ha tenido la historia de Andalucía, y el ciudadano tiene derecho a saberlo porque todo eso lo están haciendo con sus impuestos. Si la gente de la calle supiera en qué se gastan sus impuestos, más de una torre palacial en la que todos estos sinvergüenzas descansan sus gordas posaderas ya estarían derribadas. Si supieran las comidas, los viajes, los coches oficiales, los gastos exorbitados y todo lo que derrochan ya habría ardido más una torre de marfil.
Los empleados públicos de Andalucía ya están comenzando a contarlo porque tienen el poder para hacerlo. Conocen el aparato administrativo como la palma de su mano. Conocen todos los resortes para derribar a este gobierno trepador. Lo que se tarde en hacerlo será lo de menos. Porque al final se conseguirá.
Es lo más parecido a una revolución pacífica. Algo inédito en esta región complaciente y comprada.

13 noviembre 2010

MACRO-MANIFESTACIÓN DE LOS EMPLEADOS PÚBLICOS DE LA JUNTA DE ANDALUCIA (Sevilla 13/11/2010)





Hoy en Sevilla los Empleados Públicos de la Junta de Andalucía han demostrado el valor de la unidad. Un colectivo disperso compuesto por laborales y funcionarios de muy distintas categorías, que jamás ha estado unido ante las medidas negativas de los distintos gobierno, si bien es cierto que ninguna medida, por muy nociva que haya sido, ha tenido la magnitud que la que pretende adoptar la Junta de Andalucía.
Los sindicatos firmantes -UGT y CCOO-, jamás han tenido esa capacidad de convocar a tantos miles de empleados públicos y esta convocatoria no ha tenido color sindical, ya que los sindicatos contrarios al Decreto-Ley 5/2010, simplemente han asistido a esta macromanifestación de manera voluntaria. Los protagonistas absolutos han sido los empleados públicos de la Administración General de la Junta de Andalucía venidos de todos los rincones de la región.
El número de manifestantes no es fácil de apreciar, pero podríamos hablar de muchos miles que precisarán las autoridades y manipularán los medios afines al PSOE como son Canal Sur, que es la cadena de televisión y radio gubernamental, y diarios como El País. Por lo pronto, Canal Sur TV, en sus noticias de las 8,55 del día 13 de noviembre habla de miles y de manifestación multitudinaria porque seguramente no se han atrevido a manipular unas cifras que saben con certeza han sido muy altas.
Hay que seguir hablando claro: lo que pretende la Junta de Andalucía no es otra cosa que hacer fijos y sin oposición a miles de contratados. Sabemos que muchos de esos contratados no son personal afín, pero han de saber que no pueden acceder a la función pública sin superar un procesos selectivo. Y los contratados afines -exdiputados, exalcaldes, exconcejales, afiliados al PSOE y familiares de todos los ex y de esos familiares- deben de saber que su contratación es completamente ilegal y que tienen que estar ya inmediatamente despedidos. De manera que si quieren entrar en la función pública han de hacerlo cumpliendo las normas.
La gente de la calle ha de saber que treinta años de Junta de Andalucía han servido para fabricar tics muy cercanos a la dictadura. Sencillamente, se creen los dueños de todo lo que respira en Andalucía y atropellan todo lo que se les pone por delante sea legal o ilegal.
Llevan lustros utilizando la Administración Pública de todos como les da la real gana. Contratan sin control -además de en las empresas públicas, sociedades instrumentales y fundaciones- a cargos del partido y exdirigentes políticos como personal eventual a los cuales le ofrecen sueldos de técnicos -Grupo A1 o Grupo I-, y les encomiendan funciones que ya están llevando a cabo los funcionarios. A los Delegados y Delegadas Provinciales les pagan cantidades astronómicas en concepto de sueldo y productividad. Por ejemplo, la productividad que cobra cualquier empleado público al año no supera los 700 €. Sin embargo, a los Delegados y Delegadas les dan una media de 3.000 € anuales, ¿qué ocurre, que producen más?
Emplean los recursos públicos a su antojo y con total libertad, utilizando el dinero público sin mesura, mientras que hay millones de andaluces que ni siquiera llegan a final de mes; y sobredimensionados como están de tanto gasto ahora quieren reordenar el sector público de manera torticera e ilegal.
El sector público andaluz necesita una reestructuración -no una reordenación- pero ésta se tiene que hacer desde dentro, es decir, con los empleados públicos profesionales que accedieron cumpliendo los principios de mérito y capacidad y negociando esa reestructuración con los empleados públicos.
En una sociedad cambiante los servicios públicos tienen que adaptarse a esos cambios y hay que afrontar reformas. Sin embargo, la Junta de Andalucía quiere vender a la población que se va a llevar a cabo ese tipo de reformas cuando en realidad lo que están haciendo es engañar al ciudadano. No, tan sólo quieren colocar a todos sus afines por la vía de los hechos consumados. Saben que están muy cerca de perder el poder y quieren dejarlo todo atado y bien atado (qué ironía de frase, que es de otros tiempos).
Pero no van a poder llevar a cabo todo esto porque enfrente tienen a todos los empleados públicos que están luchando por sus derechos legítimos y no piensan detenerse en ningún momento. La manifestación de hoy, día 13 de noviembre, es sólo el principio.

11 noviembre 2010

CUANDO LA JUNTA DE ANDALUCÍA DECIDE CONFUNDIR A TODO EL MUNDO

En la entrada anterior ha habido tres comentarios. Pocos, para el asunto que tenemos entre manos, si bien han sido tres comentarios densos, respetuosos y muy interesantes, aunque lo que más me ha sorprendido es la condición de quienes los firman. Los tres se caracterizan por la corrección y el uso de la razón contenida en los mismos.
El primer de ellos se debe a la pluma de un empleado público del Estado, representante de CCOO en la AGE -Administración General del Estado-, que en un tono muy positivo y autocrítico reconoce que en su sindicato firmante del acuerdo con la Junta de Andalucía se tenía que haber discutido con las bases, que es uno de los elementos básicos del funcionamiento democrático de un sindicato de clase como CCOO.
El segundo comentario, podría considerarse como la voz de las personas que pretenden entrar en la Administración Pública a través del esfuerzo máximo que supone acceder por medio de un sistema reglado en el que debe primar el mérito y la capacidad. Y con este comentario hay que hacer una valoración especial, ya que lo que está ocurriendo en la Junta de Andalucía echa por alto la expectativas de miles de jóvenes que deciden probar acceder a la función pública andaluza.
Pero el tercer comentario me ha sorprendido gratamente, ya que entraba en juego la tercera voz de este asunto. Si en el primer comentario se alzaba la voz de un representante sindical de CCOO -que, insisto, es uno de los dos sindicatos (junto a UGT) firmantes de un acuerdo que no convence a casi nadie-, y el segundo comentario se debía a quienes aún no están dentro de la función pública, pero tienen el derecho legítimo a estarlo, en el tercero se alzaba la voz de una persona que trabaja en una de esas empresas públicas que están en el punto de mira de todos los empleados públicos de la Administración General de la Junta de Andalucía. Y su discurso -sinceramente- me ha parecido razonable y sensato. Al mismo le voy a dedicar algunas lineas.
Decía este trabajador de una empresa pública que ni conocía a nadie ni era ex de nadie, que es algo de lo que estoy convencido porque podría existir algún equívoco en mi entrada anterior, pudiendo dar a entender -involuntariamente- que todos esos 35.000 que se evalúa hay en las empresas públicas son ex o conocen a alguien. En absoluto es así. Con la entrada anterior denunciaba a los que estaban ocupando plazas ilegalmente y sí son ex o conocen a alguien del partido en el gobierno, que son los que realmente deben de preocupar por el bien de una función pública legal y honesta y por el bien de una ciudadanía que tiene todo el derecho a contar con empleados públicos que hayan accedido cumpliendo los principios de mérito y capacidad.
Dicho esto hay que decir lo siguiente: la Junta de Andalucía no sólo ha utilizado las empresas públicas para introducir a mucha de su gente sino que también lo ha hecho para contratar sin control. Y, lógicamente, a esas personas contratadas -como es el caso de nuestro anónimo comunicante- no se les puede reprochar que no hayan rechazado el trabajo ofrecido: le han ofrecido un contrato y, lógicamente, han accedido porque todo el mundo tiene derecho a trabajar. El problema es otro, que entronca con lo que comenta este trabajador en cuanto a que no realiza funciones públicas. Lógicamente, no puede realizar funciones públicas porque no posee el carácter ni la potestad administrativa necesaria que sólo ofrece el sistema legal al funcionario público de carrera -ni siquiera al personal laboral fijo-.
Por tanto, en su situación y en la de tantos cientos de trabajadores emerge la irresponsabilidad de la Junta de Andalucía que debe cumplir la legalidad y no la cumple. Resumidamente dicho: la Junta de Andalucía debe de abstenerse de contratar como si fuera una empresa privada y, por el contrario, debe de ofertar las plazas que necesite por medio de la herramienta jurídica correcta: la oferta de empleo público, que es lo que no está haciendo o lo está haciendo con cuenta gotas.
Seguramente que este trabajador que nos envía un comentario preferiría, sin lugar a dudas, poseer una plaza de funcionario que no pertenecer a un colectivo -que como él mismo comenta- podría tener los días contados porque es probable que a trabajadores como a él la Junta no le ofrezca estabilidad aunque sí se la proporcionará a todos sus afines.
Y es que, tal y como titulo esta entrada, la Junta de Andalucía se ha especializado en confundir a todo el mundo con un único y exclusivo fin: dejar asentados a sus afines. Esa es su única intención. Por tanto, trabajadores como nuestro amigo informático también podría ser en poco tiempo una víctima propiciatoria.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...