
"Los enterraores del S.XX", una de las
chirigotas más geniales que he visto.
No sé si me gustan o no me gustan los carnavales de Cádiz porque nunca estuve en esa efeméride. Pero soy un declarado seguidor de las actuaciones carnavaleras del Falla, que cada año por estas fechas retransmite Canal Sur.
Sigo desde hace años estas actuaciones y después de ver un sinfín de ellas, cada vez estoy más convencido que existe tanto ingenio que jamás dejo de sorprenderme.
Reconozco en estas agrupaciones, ya sean chirigotas, coros, cuartetos o comparsas a una especie de nuevos trovadores dotados de una gracia gaditana, que dista mucho de la sevillana, si bien no hemos de esperar de ellos ningún tipo de sesudas interpretaciones ni letras que pudieran figurar en ninguna colección de filosofía cultista, pero tal vez sean estas carencias las que realmente dotan a estos trovos andaluces de su mayor virtud: la sabiduría popular y una interpretación del mundo crítica, pero al mismo tiempo jocosa.
Tantas han sido las sesiones que he contemplado -algunas incluso he visto en directo en actuaciones esporádicas en Granada-, que ya identifico sin dudarlo a algunos de sus más señeros protagonistas. Gente que obtienen nombres como "El Love", con el que tuve el placer de conversar en Cádiz, "El Yuyo"; o bien son conocidos por su propio nombre como Manolo Santander, Manolín Galvez o el letrista Aragón. En fín, toda una miríada de estrellas populares dotadas de un don muy especial, que cada año -todo el año diría yo- son fieles a su cita.
En mis diversas visitas a Cádiz, en compañía de Mati, seguidora también de este género, hemos visitado su bastión principal, el lugar del que emana todo, el símbolo del carnaval de Cádiz: el barrio de la Viña. Un barrio que mira al Atlántico y que posee una de las playas más carismáticas de Andalucía: La Caleta, que salió muy fotogénica y bien parada en la excelente película "El Capitán Alatriste".
Y es que nos fácil mostrar otra cosa que admiración ante estribillos que cantaban unos chirigoteros hace unos años: "Como yo me acueste no me levanto ni pa dormir" o la de aquellos "enterraores" que pedían a voces aquello de "no te incineres, que está la cosa chunga, no te incineres". No se puede decir otra cosa que: genial.
chirigotas más geniales que he visto.
No sé si me gustan o no me gustan los carnavales de Cádiz porque nunca estuve en esa efeméride. Pero soy un declarado seguidor de las actuaciones carnavaleras del Falla, que cada año por estas fechas retransmite Canal Sur.
Sigo desde hace años estas actuaciones y después de ver un sinfín de ellas, cada vez estoy más convencido que existe tanto ingenio que jamás dejo de sorprenderme.
Reconozco en estas agrupaciones, ya sean chirigotas, coros, cuartetos o comparsas a una especie de nuevos trovadores dotados de una gracia gaditana, que dista mucho de la sevillana, si bien no hemos de esperar de ellos ningún tipo de sesudas interpretaciones ni letras que pudieran figurar en ninguna colección de filosofía cultista, pero tal vez sean estas carencias las que realmente dotan a estos trovos andaluces de su mayor virtud: la sabiduría popular y una interpretación del mundo crítica, pero al mismo tiempo jocosa.
Tantas han sido las sesiones que he contemplado -algunas incluso he visto en directo en actuaciones esporádicas en Granada-, que ya identifico sin dudarlo a algunos de sus más señeros protagonistas. Gente que obtienen nombres como "El Love", con el que tuve el placer de conversar en Cádiz, "El Yuyo"; o bien son conocidos por su propio nombre como Manolo Santander, Manolín Galvez o el letrista Aragón. En fín, toda una miríada de estrellas populares dotadas de un don muy especial, que cada año -todo el año diría yo- son fieles a su cita.
En mis diversas visitas a Cádiz, en compañía de Mati, seguidora también de este género, hemos visitado su bastión principal, el lugar del que emana todo, el símbolo del carnaval de Cádiz: el barrio de la Viña. Un barrio que mira al Atlántico y que posee una de las playas más carismáticas de Andalucía: La Caleta, que salió muy fotogénica y bien parada en la excelente película "El Capitán Alatriste".
Y es que nos fácil mostrar otra cosa que admiración ante estribillos que cantaban unos chirigoteros hace unos años: "Como yo me acueste no me levanto ni pa dormir" o la de aquellos "enterraores" que pedían a voces aquello de "no te incineres, que está la cosa chunga, no te incineres". No se puede decir otra cosa que: genial.