23 junio 2013

CINE: THE MASTER (USA, 2012)

Nadie la puede quitar a 'The Master' esa aureola propia de las grandes películas. Esas escenas graves, esos diálogos contundentes, esa ambigüedad en la trama, todo ese ambiente de buen cine en el que cada escena es el presagio de otra aún más contundente, esas dos grande interpretaciones, la de Joaquin Phoenix y la de Philip Seymour Hoffman...nadie le puede quitar esa grandeza, insisto. Pero dicho esto, no sería la película que me llevara  a una isla desierta y me dieran a elegir un par de ellas para llevar. 
Quizá de tan grave, de tan tortuosa, de tan oscura, de tan compleja y ambigua...no me ha gustado. Es más, la veo excesivamente larga y algo aburrida; es más, considero que es demasiado ambigua en lo que quiere explicar y transmitir. 
Entiendo que se trata de una película que más que querer explicar el cómo y el porqué de la génesis de la llamada 'iglesia de la cienciología' -hoy tan famosa gracias a estrellas del celuloide como Cruise o Travolta-, penetra en el aspecto psicológico de sus personajes, tanto de su complejo creador en el film, Lancaster Dood (nombre ficticio de su fundador original L. Ronald Hubbard), interpretado de forma brillante por Piliph Seymour Hoffman, como por su pretendida mano derecha, el errático y desquiciado Freddie Quell, interpretado también de forma brillante por Joaquin Phoenix, al cual no consigo ver como mano derecha sino como cobaya. 
Una inmersión en el lado psicológico del creador al que en más ocasiones de las necesarias, quizá, se le sitúa en el lado del fraude y poco en el del creador, el intelectual. Seguramente porque fuera más lo primero que lo segundo, según Anderson, director y guionista de la película.
Pero fuere lo que fuere,  o lo que sea actualmente la iglesia de la Cienciología, es algo que ha adquirido cuerpo y ha hecho fortuna; no ha más que ver quién la integra y su divulgación a nivel mundial. Nada más ver la película no pude evitar pensar en el fastuoso edificio con el cuenta esta autodenominada iglesia, o secta, o lo que sea, en una de las zonas más caras de Madrid, en la Calle de Santa Catalina, justo al lado del Paseo del Prado.    

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