Seguramente pensaréis -permitidme que os tutee, que llevamos ya tiempo comunicándonos-, que todos estos artistas de la poltrona ya han tomado nota y que están haciendo un ejercicio de reflexión y contrición en el gasto y sus prebendas, pero no, nada de eso. Si pensáis que es así es porque determinados medios de comunicación palmeros nos hacen creer que sí, que están bajando sus dietas, sus coches oficiales, sus indemnizaciones, sus cesantías, su buenas y gratuitas comida, pero no, nada de eso. Estos cabrones siguen montados en su arrogancia y parece darles igual todo ese asunto de la intervención económica por parte de la UE, recortes a la ciudadanía y demás monsergas por el estilo; es cierto, dicen una cosa en los telediarios, en cualquier lugar y momento en el que exista una cámara, pero todo es mentira porque hacen justo lo contrario. De hecho, si tuvieran la más mínima dignidad e hicieran una seria reflexión de lo que han hecho con el país, la comunidad o el ayuntamiento, ya se hubieran ido con la cara roja de vergüenza, pero no, nada de eso, porque no la tienen. Para muestra un botón. Esta mañana algunos compañeros de oficina, totalmente indignados como estamos con los brutales recortes que nos hará la Junta de Andalucía a partir del 1 de julio, estos compañeros, decía, llegaron con la cara indignada y descompuesta porque habían tenido la ocasión de toparse en la puerta del Consejo Consultivo en Granada con todos los artistas del engaño que mandan en la Junta. Al parecer, llegó un número incalculable de elegantes Audis-8, uno tras otro, hasta el punto que la policía, en vista de que no cabían, comenzó a desplazar a repartidores de varios productos que estaban allí llevando cosas a comercios y bares, es decir, estaban currando, para variar. Llegaron al Consejo Consultivo para asistir a a una de esas estupideces que se inventan para salir en la tele, viajar y comer gratis y, de camino, recordarse unos a otros que son los amos, los putos amos. Posteriormente, me dijo uno de los compañeros, al que se le había puesto cara de minero asturiano, se iban a ir todos a comer al cercano Hotel Melía, sin el más mínimo resentimiento ni preocupación por las cuentas hispanas. Con dos cojones. Y, lo peor, es que no había allí ningún grupo ciudadano con porras, tomates, lanzagrandas asturianas ni nada por el estilo. Que les sale todo gratis a estos energúmenos.
Al poco me llamaba otro compañero y amigo indignado también, y por la voz reconocí que se le había puesto un tono de minero asturiano también, y me dijo que mientras que están aplicando la poda a derechos adquiridos por los empleados públicos, entre ellos, una mínima cantidad que se daba a quien se jubilaba, ellos no han tenido ni la más mínima dignidad de quitarse un estipendio que se otorgan cuando cesan de delegados, directores generales, secretarios generales, viceconsejeros, consejeros y otros muchos cargos que nos están arruinando a los ciudadanos. Se embolsan por el arte del birlibirloque una suma mínima de 5000 € y, claro, como eso no lo sabe casi nadie pues ni han tenido ni la más mínima tentación de suprimirlo.
Hay que dejarse ya de tonterías y de cancioncillas en las manis. Hay que pasar ya a la acción, que es lo que entiende esta gentuza, acabó diciendo mi compañero antes de colgar el teléfono. Y razón no le falta. De hecho es lo que yo decía el otro día.
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