15 mayo 2010

DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER, de Haruki Murakami



Ayer, de madrugada, terminé el último libro de Haruki Murakami, "De qué hablo cuando hablo de correr".
Con independencia de otras cosas del libro a las que me referiré, hay que decir de manera contundente que es un libro que debería ser leído por todos los corredores, sin excepción.
El escritor japonés tiene la pluma y el talento necesario para transmitirnos a través de las suyas las mismas sensaciones que tarde o temprano experimentamos los corredores, hayamos corrido un maratón, una prueba de ultrafondo, un triatlón, o sencillamente seamos corredores de afición placentera y sin exigencias. Sin lugar a dudas el novelista japonés no exagera ni hace demagogia barata sobre algo que se vislumbra ha experimentado cada día de su vida.
Sin duda, hay que valorar ese empeño literario.
Ahora bien, sin caer en la traición que supondría desgranar el libro, principalmente para que quienes no lo hayan leído aún no me acaben odiando y eliminando de sus hábitos diarios esos minutos que dedican a este encuentro virtual, sin en caer en esa traición, decía, opino que el libro tiene dos partes (y en esa valoración opino exactamente igual que Alfredo y Vicente): una, que podría coincidir más o menos con la primera mitad física del libro, me parece brillante, consistente, emocionante en muchos aspectos y brillante en otros; otra: que podría coincidir más o menos con la segunda mitad física del libro, me parece algo más superflua, algo repetitiva y, por qué no: levemente prescindible e incluso algo repetitiva.
La relación entre el correr y la literatura -que era algo que me interesaba sobremanera de este libro-, en mi opinión, sale con aprobado alto, pero no mucho más. Demasiado interés del autor japonés por querer equiparar maratón a novela larga.
Dicho esto, que no es más que una inexperta y humilde opinión, he de valorar como muy positivo, la honestidad del autor, su lealtad a sus principios y a su forma de concebir el mundo, algo que ayuda a comprender mejor su literatura.
Sin embargo, nada de lo dicho aquí hasta el momento podrá igualar a la enorme satisfacción de comprobar cómo un individuo brillante y excelente escritor, desde el otro extremo del mundo, pareciera que nos hablara a nuestro interior de corredores convencidos, consiguiendo que se produzca una verdadero nexo de unión entre sus vivencias como corredor y nuestras vivencias como corredores.
Las dudas, las soledades, las incomprensiones que observamos en nuestro alrededor, las debilidades, el hastío, el nerviosismo ante la competición, el día a día del corredor, todo lo que experimentamos como corredores nos lo expone Murakami de manera tan humana y a la vez que literaria, que no parece ni real de tan real como es.

6 comentarios:

  1. Yo aún no le he acabado y tengo que decir que sí que estoy encontrando partes "blanditas" en el libro, como alguna repetición que otra. Sinceramente creo que es la obra menos ambiciosa de Murakami (un ensayo poco riguroso) pero sí me parece un anecdotario de un corredor 100%, así que creo que con eso basta para que todos los que corremos y leamos más o menos tengamos que leerlo.

    Un saludo

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  2. Totalmente de acuerdo contigo. He leído el libro y es recomendable que lo lean los sufridos corredores de fondo.

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  3. Escribir sobre el correr no es facil. El autor segun sus propias palabras ha pretendido hacer un ensayo sobre esta materia lo cual complica todavia mas el tema.
    Pero en fin, no es un mal libro aunque se desinfla algo conforme vamos acercandonos al final.

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  4. Coincido con tus palabras Jose Antonio, aunque me decanto mas por los libros de Sheehan y Lastra. Aunque este es diferente y me ha gustado bastante. Pienso leerlo mas veces, es más, quiero leer algún libro suyo para saber como escribe. Un abrazo

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  5. Yo creo que es un libro para que lo lean quienes nos rodean y "sufren" nuestro vicio o pasión. Y si además de correr nos gusta escribir...

    Yo creo que la segunda parte es, sencillamente, una obligación autoimpuesta que el autor cumple de la manera más rápida posible. De la morosidad de la primera parte, más reflexiva, quiere rematar la faena demasiado rápido.

    Pero a mí me ha puesto las pilas. Y me hacía falta.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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