Un manojo de espárrajos similar a éste, ha sido la mejor provisión de la bolsa del corredor en esta prueba.
Las sensaciones, las buenas sensaciones. Esas acompañantes que no deben faltar a ningún corredor. Buscadas siempre, parecieran pompas de jabón, tan escurridizas, tan inaprensibles.
Hoy han estado presentes.
Huétor Tájar: un sábado de mayo. Qué tendrá esta carrera que la hace distinta de las demás: ¿El día y la hora? ¿El amorfo circuito? No sé, tal vez de todo un poco. Pero lleva ya dos años gustándome, a pesar de que hace tres sufrí allí la mayor pájara de mi corta vida atlética, recién acabada el MAPOMA de 2007.
Suelo correr los sábados, normalmente por la Vega. Y lo suelo hacer en horario similar al de la carrera de hoy. Por tanto, qué mejor entrenamiento que correr una prueba de competición de 11000 metros, (algo más, quizá 11200). Coger el coche, alargar un poco la ruta y correr la séptima prueba del circuito de fondo de Diputación. Dicho y hecho.
"Salir en el furgón de cola". Es algo que escribí en la bitácora del corredor, queriendo decir con ello que no planteaba batalla alguna (mis batallas siempre son conmigo mismo). Saldría tranquilo, hablando con compañeros del club o conocidos, y a medida que se vaya estirando el pelotón a la salida de la población, ir acomodándome a un ritmo llevadero. Dicho y hecho. Así fue.
Los primeros kilómetros en todas las pruebas son lentos y confusos. Calles estrechas y pocas posibilidades de avanzar demasiado. Pero no me importaba en absoluto. No en esta prueba. Vas hablando, acompansando el ritmo de las piernas a los pulmones o viceversa. Poco más.
Pero sales de la población. Cruzas el puente del río Genil, al que vi muy crecido en mi última visita a esta población. Y una vez cruzado el río doblas a la izquierda buscando esa bonita zona de Vega que nos acompañará durante los primeros kilómetros.
Recuerdas que esos primeros kilómetros son duros. Sobre todo el tramo entre el cuatro y el cinco. Pequeñas pero duras subidas que hacen que las piernas se resientan.
En el kilómetro cinco miro el reloj y marca 22 minutos y algo, un ritmo en torno a los 4' 30'' el mil. No es tu propósito, te dices, ya que querías algo más lento. Pero vas cómodo. Compruebas que adelantas a corredores sin demasiados problemas, y que a pesar de que queda mucha carrera, las sensaciones son buenas, muy buenas. Vas sin presión, tranquilo, sin objetivo alguna, casi entrenando, eso es lo importante.
Pero suele ocurrirnos a los corredores lo siguiente: si vas cómodo y ciertamente sobrado, tiendes a aumentar el ritmo. Es algo lógico. Es algo natural. Y fue lo que ocurrió desde el kilómetro seis.
Si en Santa Fé, la segunda parte de la carrera fue más lenta que la primera, aquí ha ocurrido totalmente al contrario. Aunque he decir que en Santa Fé quería correr más rápido y no podía. Sin embargo, en Huétor Tájar ha ocurrido justo al contrario. Me encontraba bien y constataba -y eso creo que no me ha ocurrido nunca- que ningún corredor me adelantaba en la última parte de la prueba. Más bien al contrario.
Apostaba por incrementar el ritmo cada vez más, a medida que avanzaban los kilómetros y lo conseguía. No sin dificultades, he de reconocer, pero conseguía mantener un nivel de ritmo mayor. Y así fue hasta el final. No suelo ser ambicioso en las pruebas, pero en ésta no quise bajar el ritmo hasta llegar a la meta, como habitualmente hago.
Espero contar con el comentario del corredor -al que no reconocí- que en el kilómetro nueve me comenta que mañana me leería. Un placer que lo haga, por supuesto.
Finalmente han sido 48 los minutos empleados, a 'una media de 4'22'', que considerando que no es un circuito llano doy por bien empleada.
Muchos conocidos, compañeros del club, la marea azul de Armilla, con Roberto a la cabeza. Me ha agradado saludar a Francis Rodríguez Tovar, que me ha comentado algunos detalles de su triunfo en Vitoria. Pero no ha habido ni un sólo Verde, y es extraño ya que somos un grupo numeroso.
Por tanto, una gran tarde atlética. Una prueba en la que celebro haber participado. Me encontraba cansado, o al menos eso creía. Por eso me ha sido grato comprobar que no lo estaba tanto como barruntaba.
Buenas sensaciones para comenzar una semana, que debe ser exigente en entrenamiento, toda vez que las dos pruebas siguientes traerán cuestas por doquier.
Enhorabuena por la carrera y por las sensaciones!El esparrago, que recuerdos....aquellos kilómetros que nunca acababan...cuando de pronto por la izquierda...zaasss! se te mete toda la carrera delante! jajaja que show el del año pasado!!!
ResponderEliminarTe estás poniendo a tono. Es inevitable ir más rápido cuando está uno en carrera, si es que se puede, porque la adrenalina hace su efecto.
ResponderEliminar¡Qué buena media kilométrica te has marcado!
A ver si resulta que el tener demasiada compañía verde te presiona y te hundes porque lo que es en ésta, te la has marcado estupenda.
Me alegro muchísimo.
¿presion verde? buena carrera, jose antonio, las sensaciones siempre llegan. Ahora por las cuestas
ResponderEliminarEnhorabuena, amigo. Eso sí que es difícil... recuperar sensaciones cuando se creen perdidas en el ostracismo... incluso más complicado que bajar una marca. Muy buen tiempo, y creo que a ello ha contribuido que no has llegado en absluto cansado, ¿no crees?
ResponderEliminarYo no podré competir hasta la Ragua (que no es poco). Una enfermedad (ya controlada) de mi madre me tiene dos semanas entre Almería y Jaén y han hecho que mis entrenos se hayan limitado a lo que el tiempo me ha permitido. La semana que viene me encantaría acudir a Órgiva (prueba que me encanta) pero tengo boda (y eso sí que me fastidia realmente), con lo cual hasta el 14 de junio, nada de nada.
Lo dicho, enhorabuena!!
Enhorabuena por sentir esas sensaciones que todo corredor en una carrera busca y a las que desea llegar. Gracias también por estas publicaciones que nos sirven para seguir enganchados a nuestra pasión, aunque sea en su parte pasiva, sentatidos y con un buen y fresquito zumo de cebada. (Compañero del km 9)
ResponderEliminarGracias Paco, compruebo que fuíste uno de los "damnificados" el año pasado. Yo también lo fuí. Este año la organización se ha esmerado más, pero cuando ví el fatídico cruce no puede evitar recordar el año pasado. Ánimo en tu recuperación.
ResponderEliminarGreg, yo creo que la clave ha sido ir descansado e ir sin propósito alguno.En Santa Fé me presioné yo mismo y para colmo estaba cansado. Además, no se me da mal esta prueba. Gracias amigo.
Mario, ahora las cuestas. No te llamé hoy porque quería descansar, pero a ver si nos organizamos y subimos cuestas un día de semana. De todas formas subiremos en Órgiva, a la que espero asistas.
Javi, sí, yo creo que la clave ha sido llegar descansado, a pesar de que yo creía que no lo estaba.
Tenemos que comenzar a trabajar para la Ragua. Tres o cuatro sesiones de cuestas no sé si serán suficientes, pero irán bien. También es importante no coger peso, así que ten cuidado con esas bodas que las viandas las sirve el diablo.
Espero que tu madre esté totalmente reestablecida.
Amigo Badrunner, nada ví que hiciera justicia de tu apodo. Íbamos fuertes y dio poco tiempo a hablar. Espero que pronto nos podamos saludar. Gracias por leer el blog. Saludos.
hola jose antonio buena carrera la tuya este año de huetor y como siempre mejor narrada, te vi en la salida casi al final del peloton para luego como comentas progresar segun sensaciones, verdad es que este año la sofocante calor nos dio una tregua saludos y nos vemos en orgiba
ResponderEliminarYo iba a ir pero... unos mojitos y los play offs de baloncesto se me pusieron por medio.
ResponderEliminarAlter, vuelves a estar en tu mejor forma. Me alegro mucho. Yo ni marcas ni sensaciones ni ná de ná
Roberto, qué alegría verte en línea de salida junto a tus compañeros del tsunami azul, uno de los grupos más compactos del circuito. Espero que tus molestias hayan remitido. Nos vemos.
ResponderEliminarAlter, todo llegará. Es normal que ahora no estés con las mejoras sensaciones: el viaje te habrá restado forma. La mejor forma de comenzar: correr en Órgiva. Ya quedaremos a lo largo de la semana si decides ir a la Alpujarra.
Hola amigo, espero acudir el año próximo a esa carrera, ya que un compañero granadino del club Marathón Cartagena, me comentó que valía la pena.
ResponderEliminarLos espárragos tienen una pinta increíble...jejeje
Gracias por tu visita Trapatroles y por tenerme enlazado en tu blog.
ResponderEliminarLleva razón tu amigo granadino, es una carrera corta pero con los ingredientes suficientes para disfrutarla, incluídos entre éstos ese manojo de espárragos, que es el producto estrella de este pueblo, a mitad de camino entre la Vega y el Poniente granadino. Te enlazo. Saludos.
Y sien esperarlo, simplemente con tus sensaciones, haces una magnífica carrera...sigues así amigo, un abrazo
ResponderEliminarPaco, a veces vas sin pretensiones, sin presión, descansado y llegan las buenas sensaciones, que suele ser sinónimo de buena carrera. Espero que vuelvas a la competición pronto. Saludos.
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