21 mayo 2009

EL CORRER SOLITARIO

Que me fascina correr no es un secreto a estas alturas. Pero también me gusta correr en soledad. En mi opinión, el corredor para sentirse como tal debe correr en soledad. Perderse por caminos y carreteras, atravesar paisajes y campos yermos o fértiles. Sentir la lejanía en su corazón y no mirar hacia atrás. 

Paco Montoro. A nuestro amigo malagueño también le gusta correr en soledad, algo a lo que aludía hace poco en su blog.

Ese correr solitario es particularmente misterioso y más solitario, si cabe, en invierno, estación del año en la que se difumina la línea del horizonte. Pero también lo es en otoño, cuando a cada paso las hojas secas van componiendo su particular melodía; pero llega la primavera y con ella la luz. Esa luz que te acompaña sin atisbo alguno de sombra, porque hasta la sombra se convierte en luz diáfana...y el verano, tan particular en su calina permanente, con los árboles aún en flor pero ya acusando el arduo puñetazo del sol del mediodía. 
En todas las estaciones el correr solitario adquiere su significado y no sabría que estación elegir. Me gusta la lluvia pero también el frescor veraniego, y me gusta sobremanera la indumentaria veraniega para correr. Vestirme con una mínima camiseta técnica y un pantalón de competición me hace sentir bien. 
Sin embargo el correr solitario no resta emoción y satisfacción al correr en grupo. Desde siempre, en Pinos Puente, he corrido con Paco. Y, recientemente, han sido muchas las ocasiones en las que he compartido entrenamiento con mis amigos de Las Verdes, si bien he de reconocer que no es fácil conciliar horarios.
Precisamente en el asunto del horario para correr soy anárquico. Me cuesta un mundo comprometerme a una hora y un día concreto porque corro por estímulos. Jamás sé a qué hora saldré a correr al día siguiente, aunque prefiero siempre correr por las tardes. No llevo nada bien madrugar para correr, porque me gusta saborear las noches leyendo o viendo buen cine.
Esa anarquía, en cuanto a la planificación, me inclina a correr casi siempre sólo. Por tanto, he de considerarme afortunado por fascinarme correr en soledad.    

11 comentarios:

  1. José Antonio, comparto del todo esta gran entrada. Creo que vemos el correr desde los mismos puntos de vista. No soy de los que dicen que se aburren al correr solo, o no le estimula, todo lo contrario, en ese momento de soledad, es cuando quizás me encuentro conmigo mismo. Me satisface verme reflejado en tus reflexiones y ver mi foto en tu blog. Un abrazo

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  2. José Antonio:

    Casi que también te diría que comparto esta buena entrada "solitaria" pero muy acompañada.
    Comparto todas esas sensaciones de soledad por el campo, por los espacios abiertos, durante la lluvia, en el ocaso de ese magnífico sol vespertino. Incluso comparto esa libertaria anarquía, en cuanto a los horarios y la variedad y diversidad de lugares.

    Por otra parte, correr en soledad es correr en reflexión, pensar corriendo, congraciarse con el entorno y la Naturaleza, distinguir lo efímero de lo eterno.

    Saludos republicanos. Toni Sagrel.

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  3. Al igual que cada estación te da distintas sensaciones, pasa con las hora. Al amanecer o al ocaso.

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  4. Bueno, "anarco-corredor", celebro que disfrutes corriendo solo. Creo que ambas visiones (solos o acompañados) son excelentes. Si busco la calidad, necesito compañía, de mi nivel o mejor si es algo por encima. Si voy solo me cuesta horrores marcarme ritmos altos, aunque disfruto casi más cuando llevo media hora corriendo solo y el cuerpo y el alma empiezan a fundirse con el entorno. Es entonces cuando te descubres y te reafirmas en que eres corredor y te encanta correr.
    Suerte para Huétor. Yo no acudiré, pues ahora mismo estoy en Jaén y tengo la agenda apretadilla. No olvidéis las cuestas!!!!!

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  5. Suerte a todos los que vais a Huetor. Yo tampoco puedo acudir por compromisos playeros.

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  6. Pues nos vamos a juntar aquí un montón de solitarios. Yo lo hago así porque no tengo a nadie cerca y por otro motivo fundamental: cuando vas con alguien que corre mucho más que tú, te lleva asfixiado; en el caso contrario, vas demasiado suave y no mejoras. Para rodajes normales está bien la compañía pero para los cambios de ritmo y entrenamientos de calidad, solo como la una.

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  7. gran entrada, Yo siempre he preferido correr en compañia, aunque es cierto que disfruto cuando lo hago solo...ya ni me acuerdo con la lesion!

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  8. Yo, por las horas a las que corro, estoy condenado a la soledad del trotón de fondo. Pero disfruto de ese silencio. Aunque me cuesta esforzarme y no perderme en los pensamientos, olvidándome de correr.

    Eso sñi, cuando la gente me pregunta que si no me aburro, los miro estupefactos. ¿Perdón? Esa pregunta es casi una grosería

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  9. Paco pensé en escribir esta entrada recordé que a tí también te gusta correr en soledad. No somos muchos los corredores que valoramos esas sensaciones. Ya sabes mi blog es tu blog.

    Toni, tu lo has dicho. Qué mejor compañía que la naturaleza. En muchas ocasiones mejor compañía que la humana ¿ no crees?

    Marios, es cierto, las horas también son determinantes. No sentimos las mismas sensaciones corriendo cuando despunta o fenece el día que en un horario menos motivable. ¿ Vas mañana a Huétor ?

    Javi, jeje, está bien eso de anarco-corredor, dos de mis pasiones. Bueno, la primera parte del "palabro" me interesó en su día, ya menos.
    Las cuestas, que gran verdad. Que lo pases bien en tu tierra.

    Alfredo, ya contaré algo de la prueba. Saludos.

    Grego, muy cierto lo que comentas en cuanto a los ritmos. Quizá esa sea una de las causas importantes por las que no se salimos en compañia. No es tan determinante en micas, pero sí influye.

    Paco, espero que esa lesión vaya remitiendo.

    Jesús, espero que ya hayas recuperado la forma tras el viaje. ¿ Aburrirse corriendo ? Qué memez¡ Es tanto como decir que se aburre uno leyendo ¿ no crees ? ¿ Irás a Huétor ?

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  10. no ire a huetor, opte esta mañana por pedales. Mañana tarde quiero salir pero ya veremos. Si al final vas tranquilo en huetor podemos hacer algo de cuestas, las tardes son largas y la luz acompaña

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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