Semana Santa es un periodo de ventajas. Uno discrepa de la fuerte carga que aporta el catolicismo a nuestra sociedad, pero se aprovecha de esa vasta presencia. Es la permanente contradicción en la que estamos instalados.
Periodo de ventajas, en mi caso, que no participo de los ritos exhibicionistas de las procesiones -dicho ésto sin doble lectura-, ni de viajes, en este periodo tan masificado de turismo patrio o foráneo. Así que es un periodo de ventajas consagrado al descanso hogareño, al cine, a trasnochar leyendo -una de mis pasiones-, al deporte. Excelente periodo para tirar de videoteca, que es a lo que dedicaré esta entrada. En concreto, al comentario de una película.
Ni que decir tiene que antes de ver El Greco -que es de la película de la que escribiré- he vuelto a disfrutar con el cine bíblico, tan recurrente en estas fechas. Es algo que me gusta conservar. Y, lógicamente, he vuelto a disfrutar con trozos o visionado completo de Quo Vadis, La túnica sagrada, Ben-Hur, Jesús de Narareth, Rey de Reyes..., en fin, todo un rito al que acudo en esta época.
EL GRECO (Creta, 1541-Toledo,1614)
Sin embargo, sí hemos tenido la oportunidad de ver "ex novo" El Greco, una producción griega, española y húngara, que recorre determinadas etapas de la vida del excelso pintor de Creta, cuyo nombre original siempre fue impronunciable en España: Domenikos Theotokopoulos -cuyo nombre he tenido que ir copiando casi letra a letra-. ¿Y qué nos cuenta este film de gran presupuesto?
No exactamente la biografía completa de El Greco, pero sí una etapa de su vida marcada por su clara oposición a las prácticas de la Inquisición española del siglo XVI, tal vez la menos redentora y más asesina de la historia de esta institución, hoy suavizada con el nombre de Congregación para la doctrina de la fé y, que sepamos, hoy no manda a nadie a la hoguera, aunque es cierto que muchos lo harían si estuviera en sus manos. Pero ese es otro tema.
El Greco, al parecer, tuvo un contencioso tremendo con un sacerdote que, en teoría, era su amigo y que posteriormente se convirtió en Inquisidor General, el sacerdote Niño de Guevara, protagonizado, en mi opinión - no en la de Mati- correctamente por Juan Diego Botto, que por su juventud bien podría proyectar una imagen no creíble de un duro sacerdote ajado con el reflejo deslumbrante de las hogueras, y que en la realidad es considerado por los historiadores como implacable y amigo de los autos de fé.
El film, dirigido por el griego Yannis Smaragdis cuenta con una banda sonora de lujo, toda vez que está compuesta por otro griego ilustre: Vangelis. Este autor, años atrás editó un trabajo basado en El Greco, por lo que entiendo que la base de esta banda sonora deriva de aquél, cuyo cedé poseo desde hace bastante tiempo.
De la película se pueden destacar varias cosas: una buena historia bien contada, una penetración en la vida del siempre misterioso autor de "El entierro del Conde de Orgaz", una aproximación muy exacta del papel de la iglesia en el siglo XVI en España, a la vez que podemos disfrutar de buenos exteriores de una de las ciudades más bellas del mundo: Toledo.
Descubrir a El Greco a través del cine, ha sido un gran hallazgo. Disfrutamos de sus cuadros -principalmente El entierro del Conde de Orgaz, que aún no ha salido de la iglesia en el que se instaló por vez primera: Santo Tomé de Toledo-, disfrutamos de la particular historia de este pintor griego, sin vinculo previo alguno con España, pero que hizo de este país su patria, lugar en el que triunfó, tanto pictórica como socialmente.
Lamentablemente esta superproducción pasó casi inadvertida en la gran pantalla a finales de 2008, como suele ser habitual con este tipo de cine. Así que la única opción que nos queda es verla en DVD. Si lo hacéis, creo que no os decepcionará. Merece la pena.
Apuntada queda, en tareas pendientes, tanto la pelicula, como la visita a la siempre espléndida ciudad de Toledo y el museo que le dedica al pintar de las esbeltas figuras.
ResponderEliminarGracias por la recomendación de un film que, por el hecho de hacer alusión a la cultura, directamente se le excluye de las vías de marketing cinematográfico.
Saludos!!
El cine historico me apasiona! me la apunto
ResponderEliminarMucha verdad en tus palabras, Abel. Da un poco de pena que pasen desapercibidas estaas producciones de contenido básicamente cultural. Pero es la sociedad que hemos creado. Saludos.
ResponderEliminarPaco, no te pierdas esta producción, te encantará. Saludos.
Pues es que ni idea de esta peli. Qué poco conectado estoy ahora al cine!!!
ResponderEliminarLa apunto
Siempre han sido destacados sus grandes cuadros, desconociéndose -o evitándose- la divulgación sobre la vida y sucederes de este gran pintor.
ResponderEliminarLástima que en el cine español tan sólo se fomenten algunas de sus películas, y se obvien estas otras joyas de gran tratamiento histórico.
Para disfrutar del Greco, hay que verlo intensamente en su ciudad, en Toledo.
SaLiRe (Salud, Libertad y República).
Alter, merece la pena verla. Nuestro país es una birria en distintos géneros cinematográficos, pero se dan bien las pelis históricas. De camino conocemos más sobre el insigne pintor.
ResponderEliminarToni, es cierto que Toledo está totalmente vinculado a la vida y obra de El Greco. Se aprecia muy nítidamente en esta ciudad su obra.
Me ha gustado ese saludo. Por cierto, ayer celebramos el 78 aniversario del añorado régimen que pudo ser y no fue.
Por cierto, has reparado en lo recatados que están los borbones por el efecto de la crisis? jeje.