Desde mi punto de vista, hay dos conceptos en el correr que aunque parezcan antagónicos, no lo son en absoluto: el correr-placer y el correr-deber. Se trata de dos concepciones por mí acuñadas, pero que se pueden denominar de múltiples formas.
Ambos deben de estar presentes en la vida de todo corredor, pero no tienen por qué estarlo.
En mi opinión, en un corredor popular lo primigenio y principal debe ser el correr placer; y lo secundario y yuxtapuesto debe ser el correr deber, que no es más que una opción.
Pero, expliquemos en que consisten ambos conceptos, desde mi óptica.
EL CORRER-PLACER
Coincidiría mucho con lo que hacen la mayoría de los corredores populares y es la opción preferida del corredor popular que no suele competir. Además, tiene mucho de componente social porque es común correr en grupo, aunque existe también un elevado disfrute si se corre en solitario mezclándose con la naturaleza, caminos, carreteras o lugares varios con los que se tenga una relación cercana.
En mi opinión, es una opción que deberían de llevar a cabo todos los corredores, con independencia de su nivel, al menos un par de veces a la semana. Una opción que también es aconsejada por los expertos porque ofrece muchos beneficios a nuestro organismo y si se prolonga en el tiempo -más de hora y cuarto- actúa como un buen 'quemagrasas' (ritmo suave durante un buen periodo de tiempo).
Particularmente es una opción que cada vez me interesa más y que es muy interesante llevarla a cabo con corredores que participen de esa misma filosofía. Lógicamente, el resto del entrenamiento se puede ajustar al correr-deber -como ahora explicaré-, pero al menos una sesión de correr-placer en solitario o en compañía de otros corredores con los que se pueda correr relajado y hablando amenamente es fundamental. Lógicamente, hay que dejar claro en el grupo de corredores qué tipo de entrenamiento se va a hacer, porque basta que alguno comience a imprimir un ritmo excesivo para que se rompa la armonía, lo cual quiere decir que, con independencia, del nivel de cada corredor, es imprescindible que todos se ajusten a un ritmo cómo para todos; de ahí, que el ritmo deba ser bajo durante todo el recorrido.
Esa ha sido la opción que hemos llevado hoy Juan Carlos Álvarez, Juan Carlos Fernández y servidor durante casi 17 kilómetros por una espléndida y luminosa Vega, entre los términos de Pinos Puente y Fuente Vaqueros. No hay duda que ese disfrute se nos reflejaba en los rostros cuando posteriormente tomábamos unas cervezas, mientras comentábamos el recorrido y otros asuntos.
EL CORRER-DEBER
Como decía con anterioridad el correr-deber es una opción que no siempre forma parte del universo de todos los corredores, sino de algunos.
Yo suelo practicarlo también con cierta frecuencia, pero no es una opción que aporte tanto disfrute como el correr-placer. Estaría refiriéndome al concepto del entrenamiento de calidad y todas sus derivaciones.
En esta opción existe una obligatoriedad, un objetivo, un compromiso contigo mismo. El móvil principal de esta opción es mejorar el crono en competición, si bien la mejora también se aprecia en el entrenamiento diario.
Dentro de esta opción se encuentran los rodajes rápidos, el fartlek, las series, la técnica de carrera y todo lo relacionado con la mejora en el entrenamiento.
Desde mi punto de vista, el correr-deber ha de estar presente en todo corredor que compita, si bien cada cual adaptará la intensidad a sus objetivos. Hay una cosa totalmente clara: sin planificar el correr-deber en nuestros entrenamientos no hay apenas mejora. De ahí que quien compita de forma regular suela integrar el correr-deber en su rutina, al menos, una vez a la semana.

La opción consistente en fartlek y rodajes rápidos se ejecutan en carrera continua. En el primer caso, se van alternando ritmos similares a los que hacemos en series con ritmos normales, pudiéndose ser la alternancia de 1 minuto rápido, otro suave; dos minutos rápidos, cuatro suaves...Existe un amplio abanico y cada corredor lo adaptará a sus intereses, pero lo importante es esa alternancia. También es importante que se lleven a cabo en terrenos con subidas y bajadas para que sea más efectivo.
Por su parte, los rodajes rápidos no consisten necesariamente en rodar a ritmo de competición. Para mí un rodaje rápido puede consistir en correr diez kilómetros a un ritmo aproximado de unos 15 a 20 segundos el mil, por debajo del ritmo de competición. Existe mucha flexibilidad a la hora ejecutar esta opción.
tu compae
ResponderEliminarTu compae últimamente se ha apuntado al correr por placer. Sea por edad, ó porque no doy mucho más de sí, hace tiempo que disfruto corriendo suave. Confieso que hoy al ver como os alejabais, me dieron ganas de pegarme a vosotros, pero por otro lado piensas: Tú ya no estas para largos recorridos, así que sigue andando en compañía de tu mujer y disfruta del recorrido. Recibe un fuerte abrazo, y otro para los dos Juan Carlos
ResponderEliminarAnda, anda, no te quejes, que sabes que sí estas para esos trotes, lo que ocurre es que has perdido el hábito y te has vuelto algo perezoso. En la próxima tirada cuento contigo, que ya has visto el suave ritmo que llevábamos.
ResponderEliminar