( Imagen de "El Mundo Deportivo")
Son muchos los equipos que salen del Camp Nou con cinco goles -entre ellos el Madrid- pero pocos son los que hacen tres al Barcelona en su campo. Y es eso lo que ha hecho el Granada esta noche. Un gol magnifico de Diego Mainz de cabeza en una ya acostumbrada excelente falta lanzada por el portugués Martins y dos goles del cada vez destacado Siqueira en dos penaltíes justos.
El Granada acarició las estrellas y soñó con el empate, pero todos sabemos que en pocos minutos el Barcelona resuelve, a pesar de que el tercer gol de Messi llegó en un claro fuera de juego.
Hoy ha habido ocasión de ver a dos "Granadas". El de la primera parte y el de la segunda. Una primera parte sin ambición y con muchas lagunas en defensa y en el centro del campo y una segunda más propia de este equipo, férreo en defensa -con algunas lagunas aún- y contundente en el contragolpe (probablemente es uno de los equipos de primera que mejor saca el balón desde la defensa).
El Granada, hay que decirlo, se asustó en el primer cuarto de hora. Se asustó ante quien tenía enfrente, y asustarse ante el Barcelona supone recibir dos goles en los primeros diez minutos. Otro cantar hubiera sido haber jugado en los primeros cuarenta y cinco minutos como lo hizo en los siguientes.
Pero no ganó el Barcelona, ganó Messi. Este equipo sin el jugador argentino sería un excelente equipo, pero no tendría la pegada que tiene ni ganaría con tanta facilidad.
En definitiva que hay que estar orgullosos de marcar tres goles en todo un Camp Nou, porque habría que remontarse muy atrás en la estadística para encontrar otro equipo que lo haya hecho, ni siquiera los llamados grandes. Orgullosos de contar con un equipo de bajo presupuesto que da la cara en la mejor liga del mundo y que a pesar de estar naufragando en la zona baja, podría con un poco de suerte estar entre los diez primeros.
Hoy en la segunda parte se ha demostrado casta y principios. Y eso es lo más importante en fútbol. Por tanto, hay que venirse con la cabeza muy alta de la Ciudad Condal y con la seguridad que el equipo local esta noche se irá a la cama con el susto en el cuerpo y la amargura de esos tres goles en campo propio marcados, además, por uno de los llamados equipos modestos.