12 marzo 2014

EL POZO DE LAS HORAS BAJAS

Has subido lomas y bajado a valles; has enfilado carreteras comarcales infinitas y devorado kilómetros en caminos polvorientos. Pero nada de eso es suficiente. Porque puede llegar el día en el que entres en el insondable pozo de las horas bajas. Esas en las que tu propio potencial físico no es más que una escaramuza en el recuerdo y tan siquiera pensar en esas proezas no tan lejanas se convierte en una broma de mal gusto. 
Pero no olvidemos que esa cara oscura también forma parte del deportista. Porque quien piense que sus días de gloria serán eternos, no piensa con corrección. Sin embargo, hay que asumirlo. La grandeza de la psicología del deporte estriba en la asunción de las propias limitaciones y la convivencia con éstas. 
Y es que si hay algo que es fácil perder no es otra cosa que los vaporosos momentos de dicha deportiva. Aunque todo, dentro de un orden y una disciplina, es recuperable. Tan sólo se trata de actitud.
Y con ella estoy trabajando. Desde principio de año no levanto cabeza. Los fines de semana intento correr cuando ya creo que estoy recuperado, cuando estoy seguro que los gemelos -que siempre han sido mi punto débil, como en otros corredores son los isquios o las rodillas- ya están completamente recuperados y vuelvo a caer con más estrépito si cabe. Corro los primeros kilómetros con la ilusión del atleta recuperado, pero a los tres, cuatro o cinco, comienzan las malas sensaciones en la zona. Intento pensar en otra cosa para no obsesionarme con esas molestias -que aún no son dolores-, pero no avanzo más de quinientos metros cuando tengo que detenerme ante la aparición del dolor. Estiro y ando un poco. Luego comienzo de nuevo a correr y va a peor. 
Pero no pierdo la paciencia. Ni la actitud. Vuelvo a encerrarme en la cotidianidad de los días de semana y buena parte de la tarde la dedico a la crioterapia, al calor infrarrojo, al Compex y a los ultrasonidos y las molestias se alivian. Pero vuelvo a probar en el fin de semana siguiente y los problemas persisten. 
Así que ahora he cambiado de criterio y estoy introduciendo más estiramiento y fortalecimiento de la zona, a la espera de una inminente intervención vascular en los gemelos, que en última instancia podría ser la solución. Es pronto para sacar conclusiones, si bien es el momento adecuado en el que la psicología ha de coger las riendas. Actitud y motivación no me falta. Tampoco paciencia. Puedo pedalear sin problemas y puedo dar largas caminatas contemplativas. Y, por ahora, con eso me basta. 
Por lo demás, estoy convencido que con todas esas acciones pendientes y con la actitud positiva, ya estaré de nuevo subiendo lomas y bajando a valles, como máximo, a principios de mayo. A partir de esa fecha, espero que todo esto sea historia y una experiencia negativa pedagógica.               

8 comentarios:

  1. Espero te recuperes pronto. Supongo debe estar disponible el podcast de RNE Radio 5 en cuya sección cultural , entre 22'15 h y 22'45 h de ayer miercoles, discutían dos escritores y un periodista sobre sí el deporte es cultura y en el que salió a relucir también el correr. Lo escuche mientras volvía a casa y me resulto interesante. Saludos y paciencia

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    1. Gracias por los ánimos. Yo creo que la cultura está por todas partes. También en el correr, o al menos, en lo que le rodea. A mi, por ejemplo, me gusta escribir sobre correr, luego también hay literatura. Y no hay que olvidar las grandes obras literarias que giran en torno al correr y otros deportes.
      Saludos.

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  2. Compae ahora toca tener paciencia. Todos los deportistas sabemos lo malo que son las lesiones porque nos impiden hacer lo que nos gusta, hacer deporte. Pero no cabe otra, toca recuperarse lo mejor posible y sobre todo sin prisas. Ya sabes que puedes contar conmigo para servirte de apoyo cuando empieces con la bicicleta o con la carrera suave....Mucho ánimo que ya verás como mejoran esos gemelos...

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    1. Compae, a ver si nos organizamos y damos una pedaladas por ahí, que es de lo poco que no me afecta. Bueno..tampoco me afectan las Alhambras especiales, como sabes.

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  3. Pues yo, en lo que tú achicas Alhambras yo haré lo propio con la Tropical.
    Cuídate mucho, si tienes que parar, paras, ya tendrás momentos de volver, la salud no se recupera, ¡ánimo y adelante! tus seguidobogueros estamos contigo.
    Por cierto, contar cosas, es la base de la cultura, cuenta el que tiene siempre algo que decir, aunque sea una chorra.
    Saludos

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    1. Con ese nombre me apunto a unas cuantas. Muy frescas, por supuesto. Tener algo que contar, algo con lo que luchamos cada día los bloqueros. Gracias por tus ánimos.

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  4. Qué casualidad de entrada. Viene al pelo a mi psicología y estado actual. Yo, por h o por b, no acabo de levantar cabeza y todo parece conjurarse en mi contra últimamente. El caso es que ando lesionado ( esta vez se trata de algún nervio pinzado que hace que mi pie se quede paralizado, con hormigueo y dejo de sentirlo, para luego convertirse en dolor de planta de pie) con lo que las carreras venideras (especialmente Guzmán el Bueno, el próximo fin de semana, el gran reto del año, 65 kms, ejem)se han ido al carajo.
    Y es que aparte de los caprichos físicos, a veces una mente en mal estado es más poderosa y desencadena todas estas molestias y dudas... La psicología en nuestro deporte es casi un 70% en mi opinión. Habrá que hacerte caso y ser positivo, tomarlo con calma y... coger la mtb.

    Saludos y ánimo

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  5. Lamento leer eso Javi. Por tanto, como digo, la psicología ha de tener un protagonismo. Yo intento no echar de menor correr y, aunque no es igual, busco estimulos dando largas caminatas por los mismos lugares por los que suelo correr, además de la mtb. Lo que está claro es que necesito contactar con la naturaleza de alguna forma. Ánimo y actitud. Un abrazo.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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