El relato 'Conversación en la taberna' -revistado para la ocasión y que ya había publicado aquí en mi blog y del que se habían hecho eco muchos lugares de internet- sigue su camino de aceptación y una muestra más es la publicación del mismo en el concurso de Relatos de Verano que organiza el Diario Ideal. Una relato cada día a lo largo del mes de agosto, que luego serán recopilados en un libro. Hoy día 23 ha sido el mío el seleccionado, algo que me alegró cuando abría las páginas de este periódico esta mañana mientras tomaba un café en la calle San Juan de Dios de Granada . Ahí va:
CONVERSACIÓN EN LA TABERNA
-¿Qué vas a tomar?
-Una Alhambra especial.
-Por favor, dos Alhambras especiales.
-Oye, ¡cuánto tiempo sin vernos!
-Sí, ya era hora que echáramos unas cervezas y
charláramos.
-¿Cómo te va?
-No me puedo quejar. Sigo aún con el taller en el
pueblo. ¿Y tú?
-Bueno, pasé por el tribunal médico y me dieron la
invalidez gracias a Juan Sola, el abogado del pueblo, pero sigo atendiendo el
negocio con mi mujer aquí en la capital.
-Has hecho bien porque está muy jodida la
situación. Yo tenía a tres trabajadores contratados en el taller, pero hablé
con ellos y llegamos a un acuerdo de despido, pero siguen trabajando.
-¿Están despedidos y siguen trabajando?
-Sí. Nos viene bien a todos: yo me ahorro los seguros
sociales, que son altísimos y ellos cobran el paro y el sueldo, pero claro les
pago menos que cuando tenían contrato. Todos contentos: Ellos ganan más y yo
también.
-¿Y si te enganchan?
-¿Quién va a pasar por el pueblo? Además, los tres
talleres del pueblo hacemos lo mismo y no nos vamos a denunciar unos a otros
porque nos perjudicaríamos.
-!Ah¡ vale. A nosotros, en el negocio, un día nos
visitó un inspector de trabajo y, por suerte, yo me encontraba en la puerta del
local, fumando un cigarrillo.
-¿Pero estaría tu mujer?
-¡No, que va! El negocio en realidad lo llevo yo, pero
les dije que lo regentaba mi mujer, que es la que aparece en los papeles, y que
yo estaba allí ocasionalmente porque ella había salido un minuto a un asunto
urgente. Suerte que al 'panchito' que tengo allí sin contrato estaba ese día en
el médico..
-¿Y se lo tragó?
-Al parecer sí. De hecho se fue y no ha vuelto más.
Pero sí, me acojoné un poco ya que si el inspector no se traga aquello nos
multa y a lo mejor hubiera perdido yo la paga. Al menos eso me dijo Juan Sola.
-La verdad, es que estos inspectores son unos crédulos
o a lo mejor es que están desmotivados porque ganan menos. Total, para lo que
hacen, mucho ganan aún. Hablando de inspecciones, mi hija pequeña estuvo a
punto de perder la beca porque alguien fue por ahí contando que el taller no
estaba declarado y nos daba muchos ingresos y tal. Desde ese día le he
prohibido que vaya con su BMW A3 y su iPhone 5 a clase.
-¿Y qué pasó?
-No nada, no se pudo demostrar lo que decía el cabrón
anónimo ya que lo tengo bien atado. La niña sigue cobrando todos los años la
beca máxima, unos 5000 euros, que son para ella solita.
(Irrumpe un tono de teléfono móvil: ¡¡Por
mi hija maaaaato!!)
-Tío, que me he llevado un repullo con ese tono de la
tipa esa de la tele ¿cómo se llama...?
-Sí, la Esteban, esa sí que es lista, jeje, perdona,
que es un proveedor. ¡Oye, que significa esa factura con IVA del otro
día! ¿Cómo? Nada de eso. Me la emites de nuevo sin IVA o no cobras...sí, hasta
las seis estoy allí. Hasta luego.
-¿Te quieren meter el IVA?
-Sí, se lo he dicho al tío de las pizzas mil
veces y sigue dale que te pego con el IVA de los....,y para colmo ahora
que lo han subido los chorizos estos del gobierno.
-Sí, vaya mierda de país, con tantos impuestos.
-Por cierto, sabes que me he comprado un Audi.
-¿Sí ¿Cuál?
-El Q7
-Joder ¡el que llevan los futbolistas!, que pedazo
máquina...te habrá costado un pastón.
-Sí, es caro, pero me he ahorrado una pasta. Si
quieres te digo cómo.
-Dime, dime...
-¿Tienes a algún minusválido en tu familia o a alguien
de confianza que lo sea?
-Pues no sé, tendría que verlo...
-Yo lo he puesto a nombre de mi padre que, como sabes,
tiene una gran minusvalía. Me he ahorrado el Impuesto de Matriculación, me han
hecho una rebaja en el concesionario, no pagaré jamás el Impuesto de Vehículos
al Ayuntamiento y, para colmo, aparcaré donde me salga, en cualquier plaza de
aparcamiento reservada para minusválidos ¿Por qué te crees que hay tanto coche
de gran cilindrada con el cartel de minusválido en las calles?
-Estás en todo, macho, pero ¿se tragarán que tu padre
conducirá eso con 80 años siendo minusválido?
-Éstos del Ayuntamiento se lo tragan todo. Por cierto,
hablando del Ayuntamiento ¿te has enterado lo del alcalde del pueblo? ¡Qué
cabrón! ¡Qué bien amañado lo tenía todo! ¡Qué poca ética! A mí me extrañaba que
la recogida de basura siempre la ganara la misma empresa.
-Sí, ¡qué cantidad de corruptos nos gobiernan! Y para
colmo hay que sostenerlos a todos. ¿Y los asuntos esos de los ERES y la Gürtel?...¡qué
caterva de corruptos! ¡vaya mierda de país!
-Ni que lo digas, vaya país de sinvergüenzas y
corruptos nos gobiernan. No hay que votar a ninguno, que son todos iguales. Van
a lo que van.
-Oye, quieres otra cerveza.
-Sí, sí, vale. Pero disculpa un segundo, que voy a
asomarme a ver el coche, que está en segunda fila.
Ya te dije en su tiempo que me gustó mucho el artículo y ahora te animo de nuevo a seguir con la serie 'Conversaciones en la Taberna', seguro que tienen el éxito de esta primera entrega...
ResponderEliminarEnhorabuena
Que gran relato, así nos va. Un abrazo amigo
ResponderEliminarNada mas lejos de la realidad. Por desgracia hay mucha gente así. Vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro. Enhorabuena por tu relato Jose.
ResponderEliminarEspero que lo hayáis disfrutado leyendo tanto como yo escribiéndolo. Gracias por vuestras palabras.
ResponderEliminarTodo lo que yo veo, siento y pienso, pero no se contar, está en este relato; palabras sencillas, frase fluida, gracia e ironía...magnífico jose antonio. Seguiré leyendo tu blog. Gracias
ResponderEliminarMuy honrado por tus palabras Carlos. Gracias.
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