El
Cerro de los Infantes ha sido a lo largo de la historia un crisol de culturas, restos
arqueológicos, hechos y acontecimientos importantes. Al margen de su
procedencia -que deriva de la Edad del Cobre y llega hasta la época medieval,
pasando por el periódico pre-ibérico, ibérico y Romano Imperial-, cuenta con un
hecho histórico, quizá el más conocido, y que fue el que dio nombre al Cerro. Está constatado que el 25 de
junio de 1319 se produjo el hecho conocido como Desastre de la Vega, en el que
murieron los Infantes Juan y Pedro, ambos de Castilla, en su guerrear contra
las tropas del potente ejército del rey nazarí Ismail I. Estos Infantes
pertenecían a la élite de la familia real castellana; de hecho eran los tutores
de Alfonso XI, bisnieto del poderoso rey Alfonso X, conocido como El Sabio, por
sus muchas contribuciones a la ciencia, literatura y traducción. De manera que
muy importante debió ser esta batalla para que el ejército castellano estuviera
capitaneado por estas dos altas autoridades en persona. No obstante, las
hostilidades castellanas no cesaron, pero hubieron de transcurrir otros 173
años para que Granada fuera tomada por la descendiente de aquellos antiguos
reyes castellanos, Isabel, Reina de Castilla, unida en matrimonio con Fernando,
heredero del Reino de Aragón, que por aquel entonces pasaba por ser uno de los
reinos más potentes de la península ibérica, con importantes posesiones
territoriales tanto en España como en Italia.
Volviendo
al Cerro, hay que decir que existe datación arqueológica e histórica de restos
de lienzos de muralla que se han datado como del Bronce Pleno, aunque en
tiempos de íberos y romanos se yuxtapusieron construcciones, descubriéndose éstas
sobre todo en el entorno de la Corona del Cerro. Incluso, en la Corona, se
puede observar como una especie de foso, que al parecer podría ser una
cisterna, o bien un horno para cocer cerámica. La cerámica no era un aspecto
fuerte en la civilización íbera, por lo que debió de haber existido influencia
probablemente griega que, al parecer, se movieron por el interior del territorio andaluz.
Pero,
quizá, uno los episodios más desconocidos es la existencia de un fastuoso
castillo construido a finales del siglo XI, casi tres siglos antes de la muerte
de esos dos Infantes castellanos.
Y
es que gracias a sus memorias, escritas (un manuscrito denominado Al-Tibyan) en
su destierro por Abd Allah, último rey ziri de la taifa de Granada que reinó
entre los años 1073-1090, se pudo conocer de la existencia del Castillo de
Belillos -o Velillos, como le llamamos ahora-. El término antiguo Ballilus, según
varios expertos, proviene del latino vallis, valle, pero más propiamente de su diminutivo,
en plural, velillox, o bien, vallecillos (ese vallecillo no podía ser otra cosa
que la amplia Vega, la cual se domina de manera extraordinaria desde lo alto
del Cerro). La razón de la construcción de este Castillo, que estuvo ubicado en
el Cerro de los Infantes y del que no hay apenas vestigios -se especula que
fuera organizadamente desmontado unos siglos más tarde- es la negativa del rey
granadino de pagar tributos a Alfonso VI de Castilla. Esto propició una alianza
entre el rey cristiano y el rey de Sevilla Al-Mu'tamid de Sevilla, enemigo del
rey granadino (pensemos que las taifas eran como países independientes entre
ellos, aunque compartieran religión y procedencia). La idea no era otra que
acercarse a la capital granadina para ejercer su control y apoderarse de sus
muchos tesoros. Alfonso VI y Al-Mu'tamid acordaron edificar el Castillo de
Belillos en el año 1073, justo el año en el que se erigió rey de Granada,
Abdallah, si bien las hostilidades ya derivaban de los tiempos de reinado de su
abuelo Badis, al que sucedió Abdallah.
El
propio Abdallah escribe textualmente: 'Estuvieron conformes en que había que edificar
contra Granada un castillo, que la pusiera en aprieto, en tanto caía en sus
manos....'; 'Él mismo -Adhá rey de Sevilla- fue quien, con este objeto, les
indicó el lugar donde edificar el castillo de Belillos'. Más adelante, continúa
escribiendo el rey granadino: 'Para reforzar la fábrica de este castillo alquiló
Ibn'Ammar los servicios de un ejército de Alfonso y aprestó grandes sumas de
dinero..(...). El mismo Al-Mu'tamid vino en persona para vigilar cómo iban los
trabajos y, durante todo el tiempo que estuvo allí, hizo continuos desfiles
militares por las cercanías de Granada, con la esperanza de que los habitantes
de la ciudad se sublevarían en su favor ', continúa diciendo. Finalmente,
reconoce Abd Allah, que acaba por prometer a Alfonso el pago de las sumas que
antes le había pedido para evitar que la guarnición de Belillos -que debía ser
bastante salvaje, como es común en los mercenarios- siguiera devastando y
hostigando la Vega de Granada.
Como
decía, el Castillo desapareció, pero quedaron restos de muros, tal y como
podemos ver en las fotografías del Cortijo de los Ángeles (cualquiera puede ir
hasta allí y observar los restos), en la que se incluye un dibujo de lo quedaba
del Castillo, tal y como lo presenció y dibujo F. Heylán, un viajero
extranjero, hacía el año 1614. (Clickear en las imágenes para ver mejor). En
ese sentido, quedé impresionado por la semejanza de estos muros-contrafuertes
con los dibujados por Heylán.
Muy importante sería profundizar y explotar en
favor de Pinos este hecho histórico y, como dije en la presentación de mi
libro, destacar la presencia en el Cerro de los Infantes de Pinos Puente -tal y
como sostiene en sus memorias Abd Allah-
de unos de los reyes musulmanes más importante de la España musulmán, el
rey de Sevilla, gran gobernante según
las crónicas y enorme poeta, Al-Mu'tamid.
Hay
mucho más material sobre este asunto, pero como sabemos no es este el sitio más
adecuado para extenderse.