19 octubre 2012

RELATOS BREVES DE OTOÑO















LA LIEBRE

Cuando quiero hacer cuestas me voy al Torreón de Albolote. Se trata de un espacio natural protegido, un frondoso bosque de pinares que preside el entorno del Pantano del Cubillas. Temo subir allí, pero al mismo tiempo brindo al cielo haberlo hecho, porque todo el entorno es excepcional en esa subida: la fuerza necesaria para subir esos repechos y esa naturaleza tan primigenia. 


Cuando subí la otra tarde, horas antes había llovido. No había barro en el camino pero sí abundantes charcos. Así que intenté en la medida de lo posible esquivarlos con desigual suerte. Cuando estaba a punto de llegar a la parte asfaltada, en la encrucijada que orienta el camino, o bien al Torreón o bien a la Ermita de los Tres Juanes, intenté esquivar un charco que abarcaba todo el camino, para lo cual tuve que correr durante unos metros por la maleza que brotaba anárquica en el borde del camino. A los pocos segundos de introducir mis pasos en aquella maleza presentí, más que percibí, un movimiento que me inquietó. Casi me detuve, pero no lo hice, porque no es prudente detenerse en plena cuesta. No obstante, intenté evitar aquello que se movía, fuere lo que fuere.  Superado el charco volví a introducirme en el camino y fue cuando la vi. Se trataba de una liebre de las muchas que a veces he visto atravesar raudamente el camino, como asustadas. Sin embargo, aquella que vi -y que con toda seguridad era el movimiento que noté en la maleza-, estaba allí plantada justo delante mía, casi impidiéndome el paso. Me miraba directamente a la cara de manera amenazante y no tuve más remedio que decirle que se apartara del camino si no quería ser pisoteada por un 10,5 UK. Inmediatamente, al tomar conciencia de que le estaba hablando a una liebre, me sentí ridículo. Su mirada era tan expresiva que consideré que tenía delante a una persona. Probablemente a esas alturas de cuesta iba tan cansado que ya no controlaba, me dije.
Para mi sorpresa la liebre me contestó. No se trataba de una alucinación ni nada por el estilo, sencillamente, la liebre me contestó. Se dirigió con perfecta pronunciación -nada de dialecto de liebre- y me reprochó que no respetara su espacio. Ante tal fenómeno extraordinario, me detuve. Lo que estaba sucediendo era incompatible con correr. La liebre siguió hablando. No recuerdo bien todo lo que me dijo pero retuve algunas de sus frases: me reprochó que los humanos no respetáramos su entorno y que actuáramos como si fuéramos los reyes de la creación. No tuve más remedio que contestarle, a pesar de que sentía que aquello era más una ensoñación que una realidad. Le refuté su argumento diciéndole que probablemente fuera cierto lo que decía, pero que no considerara que correr por un entorno natural fuera sinónimo de no respetar su entorno, todo lo contrario. La conversación siguió durante un buen rato de esa guisa: 
-Los animales de este bosque estamos más que hartos que los humanos invadáis nuestro territorio -dijo enfadada la liebre-.
-Comprendo vuestro enfado, pero no es justo que a los corredores nos integréis en ese grupo genérico de 'humanos'. 
-¿En que grupo, entonces, debemos integraros?
-Te diré una cosa: hay una cosa que odio probablemente más que tú: los domingueros que vienen en masa los fines de semana. Vienen con sus coches y comienzan a sacar viandas, poniéndolo todo perdido. Además despliegan un ruido ensordecedor.    Seguramente son esos los que os fastidian. De hecho, a mí también me fastidian y por eso intento no venir por aquí los domingos.
-Sí, esos son los peores. Luego están los que se niegan a andar un poco y acaban subiendo en coche hasta lo más cerca posible del Torreón. Esos son odiosos.
-Pienso lo mismo. A mi también me incordian con sus coches cuando subo corriendo. 
-Luego están todos esos que vienen con sus ruidosas motos...
-Sí, esos son los peores pero, supongo, que no me meterás en ese grupo...
-Bueno...no exactamente.
-Vamos a ver liebre, te enfadas conmigo porque he osado pisar la maleza para esquivar un charco, cuando sabes certeramente que quienes corremos por aquí somos los más respetuosos con la naturaleza. Mucho más, incluso, que los ciclistas.
-No digo que no. En realidad, jamás nos habéis molestado. Os vemos correr desde nuestras madrigueras y eso nos agrada...
-Luego, a qué viene esa molestia, ¿porque en una sola ocasión y por una causa justificada he pisado la maleza?
-En realidad tienes razón, pero estoy tan molesta con los humanos que visitan este entorno que he acabado por incriminarte, y ahora comprendo que sin razón. 
-Supongo que estás más que justificada. Te diré una cosa: corro mucho por aquí y os he visto a vosotras, las liebres, he visto pájaros, he visto algún reptil en los meses más tórridos y me ha gustado, precisamente, porque eso me hace sentir en armonía con vuestro entorno y con vosotros mismos. Jamás, ni yo ni ningún corredor, os hemos importunado. Todo lo contrario: siempre hemos tenido hacía vosotros, los animales, un reverencial respeto.
La liebre se ruborizó un poco al escuchar mis sensatas y  sentidas palabras. Parecía arrepentida de su mal genio. Comprendí su desazón y le extendí la mano. Ella me abrazó y me dijo que le gustaría verme corriendo por allí siempre. Me emocioné y le devolví el abrazo.  

17 octubre 2012

LOS REALES GASTOS DE LA CASA IDEM



Tradicionalmente, los medios de comunicación y personas que directa o indirectamente han defendido que la Monarquía española es más económica que cualquier República de nuestro entorno, han silenciado -por desconocimiento o intencionadamente- los gastos reales de la Corona. Tan sólo se han limitado a difundir la primera cantidad que aparece en la relación de partidas. Ni que decir tiene que es muy perverso decir que la Monarquía cuesta tan sólo la cantidad de 8.434.280. € -ahora se ha rebajado un poco, pero superó los nueve millones en los años de las vacas gordas-, silenciando las partidas más importantes, exclusivamente diseñadas para el sostenimiento de la Jefatura del Estado. Siempre he mantenido que esa primera cantidad, funciona como algo equiparable a los sueldos que reciben los miembros de la familia y el sostenimiento de la Casa, tal y como se encarga de indicar el artículo 65.1 de la Constitución de 1.978, ya que se asigna libre y directamente al Jefe del Estado para tales fines-. Pero se silencian las partidas realmente significativas, que van desde el gasto empleado en viajes de sus miembros, hasta el sostenimiento del Patrimonio, exclusivamente a disposición de la Casa Real, pasando por la ingente cantidad de personal necesario para todo ese funcionamiento. 
Yo considero que nuestro país -o lo que quede de él- ya debería de ser maduro democráticamente para asumir una información veraz y transparente que, además, sostenemos con nuestros impuestos, pero mucho me temo que a la Monarquía y a sus defensores no les interese esa transparencia porque podría ser su propia tumba. De hecho, en la recién creada ley de la transparencia, impulsada por el Gobierno, y que servirá para conocer gastos, inversiones y sueldos de cargos públicos, se excluye de manera taxativa a la Casa Real. Dijo la Vicepresidenta que se excluye porque la Casa Real no es Administración Pública. Con un par. Los políticos tienen respuestas para todo, con independencia de que sean veraces o no. 
Lo aquí indicado, no tiene otra función que mostrar una realidad que, por lo general, no goza de un conocimiento general. Lógicamente, una Jefatura de Estado republicano podría estar en cantidades similares, pero hay dos diferencias sensibles:  Una: con sus defectos y sus virtudes las jefaturas de estado con forma republicana (Alemania, Francia, Italia, Portugal, entre otros países de nuestro entorno) son elegidas por el pueblo cada cuatro años; dos: es demencial pensar que a ningún jefe de estado republicano se le embolsen casi nueve millones de euros para pagar altas nóminas a todos los miembros de su familia (no me refiere a funcionarios de la casa) y dinero en metálico para el sostenimiento del edificio en el que resida con total y libre disposición. 
Sin embargo, yo sigo siendo escéptico con estas cantidades porque creo que hay otras obscenamente impublicables que jamás conoceremos. Pero, en fin, eso podría pertenecer al terreno de las elucubraciones personales, sin más.    
Que disfruten de la lectura de esas cantidades y luego piensen en los recortes, supresión de pagas extras o pérdidas del puesto de trabajo, que de una manera u otra nos afectan a todos los ciudadanos. Pero, en fin, esto ha resultado ser esta democracia que tan denodadamente porfiaron por implantar a cuatro manos los herederos del franquísmo -que lograron de esa forma pulgar sus culpas y hacer borrón y cuenta nueva-  y los venidos del exilio -que de esa forma hicieron de la recién llegada democracia su negocio-.       

Gastos de la Casa Real española. Presupuesto en un ejercicio presupuestario (lo expuesto vendría a suponer el gasto de 2012)
1.- Asignación directa en los PGE…………………………. ..........................8.434.280
2.- Ministerio de la Presidencia
2a.- Apoyo a la gestión administrativa de la Jefatura del Estado, Gastos de personal
(135 funcionarios y eventuales)……………………..........................................6.203.070
2b.- Servicios a la Corona y actos del Estado, Recepciones, audiencias, cenas de gala, visitas.
Oficial para 2011: 10.015.400 millones.
Media 5 últimos años………………………………...........................................15.500.000
2c.- Sostenimiento del Patrimonio Nacional, Mantenimiento y conservación de Palacios y
Jardines afectados al uso de la familia real…………..................................34.217.000
2d.- Mantenimiento de otros bienes en usufructo por la familia real: yates, coches, fincas de recreo…
No oficial. Estimado 5 últimos años……………….. ...................................41.000.000

3.- Ministerio de Defensa
3a.- Regimiento de la Guardia Real, Personal, Logística, Acuartelamientos, Armamento…
Media 5 últimos años………………………………..........................................80.000.000
3b.- Cuarto Militar. Media 5 últimos años………………………………..............45.000.000
3c.- 45 Grupo de Fuerzas Aéreas (Transportes VIP,s)
Media de horas de vuelo 5 últimos años: 3.500
Porcentaje Casa real: 70%. Adquisición de material de vuelo, mantenimiento, personal,
acuartelamientos, logística, viajes…Media 10 últimos años………..........110.800.000
3d.- Gastos de seguridad y despliegue eventos interviene Jefe del Estado: desfiles,
maniobras específicas, visitas, boda real…Media 8 últimos años
(solo la boda real de 2004 costó al Ejército 20 millones de euros)….......56.000.000

4ª.- Ministerio del Interior
4a.- Seguridad Casa Real y entorno. Seguridad a cargo de la Guardia Civil
Seguridad activa y pasiva (contravigilancia) en Palacios, personas, eventos…
Media 8 últimos años
(solo la boda real le costó a la Benemérita 18 millones de euros)..........42.500.000

Seguridad a cargo de la Policía Nacional. Seguridad activa, pasiva, contravigilancias,
Cierre de espacios sensibles, eventos…
Media 8 últimos años
(solo la boda real de 2004 le supuso a la DGP, con 15.000 efectivos desplegados,
22 millones euros)…………………………………….....................................46.000.000

5.- Ministerio de Hacienda
5a.- Parque Móvil del Estado: Mantenimiento, carburante, revisiones, personal, logística…
de un parque estimado en 300 vehículos adscritos a la Casa Real...….28.000.000

6.- Ministerio de Exteriores
6a.- Viajes oficiales presupuestados
Media real últimos 8 años (20 viajes)………………..............................10.000.000

6.- Otros ministerios
Gastos de personal de 372 trabajadores de la Casa Real………….........22.500.000

7.- Gastos reservados del Estado
La Casa Real española ha cargado a fondos reservados de Presidencia, Defensa, Interior
y CESID, a lo largo de los últimos veinte años, pagos (viajes no oficiales, regalos, encuentros
particulares del monarca…etc) en una cuantía media total estimada de……15.500.000

Total gastos anuales Casa Real………...................................561.654.350 euros

ACIERTA EL PREMIO PLANETA CON LORENZO SILVA


Que el escritor Lorenzo Silva haya ganado la 61ª edición del controvertido Premio Planeta de Novela, me parece una excelente noticia. Principalmente, porque un premio de esta envergadura ha de aliarse siempre con la calidad literaria y ésta rebosa de la pluma del escritor madrileño. No siempre ha sido así y todos recordamos ediciones en las que el ganador nada o poco tenía que ver con la calidad literaria, ni siquiera con la literatura, pero se trataba de una persona mediática que aseguraba el éxito comercial del libro, que es de lo que se trataba. Incluso, el rumor que afirmaba que estaba más que otorgado era insistente, una situación muy poco edificadora que provocó -también por otros motivos- la renuncia de su jurado más brillante, Juan Marsé. Pero parece que se están reconduciendo las cosas en los últimos años.  
Lorenzo Silva fue abogado hasta no hace mucho, hasta el día en el que la literatura le ofreció una forma solvente de ganarse la vida. Hasta ese momento, compaginó ambas cosas, que en el fondo tienen mucho en común, aunque no lo parezca. Recuerdo que en cierta ocasión le pregunté a través de un correo electrónico de qué forma compaginaba el despacho y la escritura -ya había ganado el Nadal con 'El alquimista impaciente'- y me contestó que no era nada fácil y que su secreto era echarle muchas horas. Pero también es necesario contar con mucho talento para novelar historias negras, aunque también ha escrito mucho sobre literatura de viajes y otro tipo de narrativa; también escribe habitualmente artículos en los medios de Vocento y en otros muchos. De hecho, es el 'cartero' de las cartas que los lectores envían al XL Semanal, que se entrega los fines de semana con los periódicos de Vocento, labor que en mi opinión lleva a cabo de manera muy acertada. Imprescindibles son sus comentarios a las cartas recibidas en la semana.
Por tanto, estamos ante un buen tipo, que se moja y suele poner a parir a la clase política; y estamos ante un escritor prolífico, muy dedicado a su tarea, que ha encontrado en la saga de parejas de Guardías Civiles, Chamorro y Bevilacqua un filón para producir novela negra, de forma casi inilimitada. Y ha sido el séptimo caso de estos abnegados Guardias Civiles el que ha conseguido el Premio Planeta de 2012, con la obra denominada 'La marca del meridiano', que será de lectura obligatoria, entre otras cosas porque abarca esa turbulenta relación entre Madrid y Barcelona -no hablamos de fútbol-, tan en boga ahora con la fiebre independentista actual. 
Como bien me venía a decir la otra noche, mi amigo y Álter, Jesús Lens, que es un verdadero especialista en la materia, la novela negra tiene el valor añadido de escrutar la sociedad en la que se desarrolla. Y desde este punto de vista, es totalmente apasionante. De hecho, los libros de Lorenzo Silva tienen la particularidad de radiografíar el contexto social en el que se desarrollan las investigaciones de los agentes, donde cabe desde la corrupción política hasta los turbios negocios de las altas esferas, pasando por los rincones y los sucesos más negros, criminales y oscuros de nuestra enferma sociedad. De hecho, me cautivó tanto el 'trabajo' de Victoria Chamorro y Bevilacqua, que regalé el libro a un amigo Guardia Civil que prestaba sus servicios en el, por entonces, encendido País Vasco. Y le gustó, según me dijo.        
     

16 octubre 2012

RELATOS BREVES DE OTOÑO


EL BAR DE LA ESQUINA


   A eso de las ocho p.m., siendo noche cerrada, Julio salió del piso en el que residía, ubicado en un  bloque de viviendas residenciales del extrarradio, al norte de la ciudad. No solía salir de casa más tarde de esa hora, pero sintió de repente unas ganas tremendas de salir al bar de la esquina a leer la prensa del día, cosa que no había podido hacer a lo largo de la jornada.
  Pediría una cerveza en el que más que seguro bar vacío y se acodaría en la barra a leer plácidamente la prensa, ya que no le gustaban las mesas de los bares. Él siempre había sido de barra. 
   Estaba seguro que el bar estaría vacío porque era lunes y con la crisis la gente cada vez salía menos entre semana. Ese vacío de los bares en días ordinarios y grises le atraía sobremanera, pero al mismo tiempo le hacía sentir una inmensa tristeza. O tal vez, melancolía.
   Fuere como fuere, lo importante es que había sentido unas ganas tremendas por salir y su esfuerzo le había costado cambiarse la cómoda ropa de estar en casa. Además, hacía frío y había llovido durante toda la tarde. Pero, bueno, aprovecharía para arrojar la basura al contenedor.
   Llegó al bar, y para su sorpresa, no estaba vacío en absoluto. Es más, estaba totalmente lleno, a rebosar. Si nadie le dijera que es lunes, podría pasar perfectamente por ser un sábado por la tarde, a la hora del partido televisado. Eso le extrañó. Tuvo suerte y pudo enganchar el diario local y mientras pedía una cerveza al conocido camarero, intentó observar la expresión de su cara. No se debe tener la misma expresión estando el bar vacío que estando el bar lleno, a rebosar. Pero no logró descifrar ningún tipo de expresión especial en la cara del camarero. Incomprensiblemente parecía aburrido. Éste le saludo de manera formal y relajada, pero también cálida, como siempre. Un saludo que no era de familiaridad, dado que rara vez iba Julio a aquel bar. Si acaso a ver algún partido de fútbol de pago o a leer la prensa, como era el móvil de hoy. Pero eso lo había hecho en ocho o diez ocasiones en los dos años que llevaba el bar abierto. Así que el saludo del camarero era completamente coherente con el rol que él asumía como cliente. Como debe ser, pensó Julio para sí, porque nunca le había gustado la excesiva familiaridad de los camareros hacia él, a no ser que hubiera frecuentado el bar durante mucho tiempo y hubiera surgido ya algún rayo de amistad.
A pesar de que el bar estaba lleno, a rebosar, Julio pudo leer tranquilamente la prensa, sin ruido de fondo. Mientras se felicitaba por ello, el camarero se acercó desde el otro lado de la barra y, de manera casual, de esas que se utilizan para entablar conversación amistosamente, mientras se afanaba en secar una copa con una servilleta, le dijo a Julio: 'está la cosa muy jodida. Con usted, es el tercer cliente que entra en el bar en toda la tarde. Este país se está yendo a la mierda'.

                     

14 octubre 2012

29ª MEDIA MARATHON INTERNACIONAL 'CIUDAD DE MOTRIL' (14/10/2012)



Una oleada naranja recorría las calles de Motril a partir del mediodía de este domingo. Una oleada que iba y venía a lo largo y ancho de la Avenida de Salobreña, que es donde se mostraba en su máxima expresión todo ese colorido de varios centenares de corredores y corredoras, una vez liquidada esta atractiva prueba que se ha dejado ver a partes desiguales por las calles de la ciudad y la enorme costa del núcleo más poblado de la provincia de Granada tras la capital, y que dejó hace tiempo de ser pueblo para convertirse en ciudad, como así lo atestiguan sus calles, sus edificios y su infraestructura en general, elementos que culminan tanto sus abiertas y amplias playas como su cada vez más floreciente puerto, a pesar de los políticos. Sin duda, Motril ha ganado mucho con la culminación decimonónica de la autovía que le une con Granada y con el resto de España, a pesar de que aún esté pendiente la del Mediterráneo, que recorre toda la costa mediterránea española a excepción -y eso les debería de dar vergüenza tanto a los políticos del PP y el PSOE, pero no la tienen- de la costa granadina. 
Una cita esperada para muchos, pero también temida, porque no es una prueba en la que los cronómetros se muestren livianos, causa que hay que justificar, tal vez, por sus dos últimos kilómetros, pero mucho más por el cansancio que aflora por la humedad de la costa. El primer justificante no es demasiado importante, pero acostumbrados a rodar durante toda la carrera por un escenario llano, duelen esos últimos metros de escasa pero perceptible subida hasta alcanzar la meta, la cual  se deja caer en los ultimísimos metros por una rara pendiente hasta alcanzar la meta en la amplia explanada en llano junto al pabellón cubierto. Sin embargo, sí es mucho más importante el segundo justificante: la humedad. Pero ésta no es siempre la misma. 
Particularmente, he rodado en Motril en bastantes ediciones y la humedad no siempre ha sido la misma. Lo he hecho a primeros de septiembre y en octubre, como en esta ocasión. En los primeros días de septiembre, cuando el calor aún tiene tintes agostales rodar en Motril durante 21 kilómetros puede ser terrible. De hecho, en más de una ocasión lo ha sido. Sin embargo, rodar en octubre no tanto. Por ejemplo, el día de hoy, en el que la climatología era agradable y el leve viento apenas molesto que, además, ha servido para ir secando ese excesivo sudor que provoca la humedad. 
Aún así, siempre es duro correr en Motril. Y lo es, básicamente, a partir del kilómetro 15. De ahí, que muchos corredores inexpertos en esta prueba o poco cautelosos lo pasen muy mal a partir de este kilómetro, cuando ya pareciera que se acaricia la llegada. De hecho, es muy habitual ver mucho sufrimiento -e incluso retiradas- en esos últimos kilómetros.
Igual me ocurrió a mí el año pasado: 15 kilómetros sin control y 6 últimos mortíferos. Sin embargo, tomé nota para este año. Aprendí la lección.
Por tanto, la idea era buscar la referencia del tiempo por kilómetro del año anterior e intentar no salirme de esa referencia a lo largo de los 21 kilómetros. Sabía que no estaba para más. Cumplí ese protocolo a la perfección, con el resultado de hacer el mismo tiempo, pero sufriendo infinitamente menos  a lo largo de todo el recorrido, pero sobre todo en los kilómetros finales, los cuales he podido superar este año, practicamente, al mismo ritmo que el resto. Incluso, a un ritmo mejor. Como prueba un dato: la diferencia de tiempo en el último kilómetro de un año a otro ha sido de 17 segundos a favor de este año y con mejores sensaciones. Por eso, antes de comenzar una prueba larga, es muy importante conocer nuestro estado de forma y en función del mismo, establecer una estrategia e intentar cumplirla, sin salirse del guión. 
No es una cuestión nada fácil porque suele ser habitual en los corredores que encontrándonos bien en el kilómetro 11, por ejemplo, no pensemos que aún quedan diez y, en consecuencia, aumentar nuestro ritmo. Pero eso se paga en media maratón si sabemos con antelación que no estamos para ritmos intermedios mayores. De ahí que, cuando mi buen amigo Rafa Bootello en ese kilómetro -en el 11- me rebasó e indicó que siguiera a su ritmo, decliné amablemente: 'quiero hacer varias medias antes de que acabe el año', le dije. 
Ésta ha sido la primera de esas varias medias programadas y tiempo habrá de aumentar ritmos si eso es posible (porque somos en mayor parte lo que entrenamos). Por lo pronto, ya ha habido una bajada muy sustancial desde Guadix -el pasado 16 de septiembre- a ésta. 
¿Se dará similar proporción en las siguientes? No tiene por qué. El pasado año, conseguí bajar de Motril a Granada, alrededor de 4 minutos en favor de Granada, pero este año podría ser al revés. Nunca se sabe. 
Nada más que decir. Tan sólo que la ciudad de Motril ha vuelto a estar a la altura en la organización de su Media Maratón, lo que contribuye a que se haya convertido ya en la doce mejor de Andalucía. Seguirá subiendo escaños porque no todas cuentan con esa excelente organización, buena bolsa de corredor y presencia de atletas africanos de élite, que siempre hacen otra  carrera distinta a la nuestra; incluso, a la de los mejores de nuestro circuito provincial.          

12 octubre 2012

MOMENTOS QUE PERMANECEN EN EL RECUERDO


La tarde-noche, víspera de este fin de semana largo y festivo de octubre, se compuso de esos momentos que permanecen muy gratamente en el recuerdo, en una Granada aderezada ya con los primeros indicios del otoño que llega retozón este año, si bien desplegará todo su encanto sin fisuras ni aviso en breve, como suele ocurrir siempre en esta ciudad, tan acostumbrada a suprimir por el arte del birlibirloque estaciones meteorológicas.        
De esa guisa y con ese cuadro de fondo, asistí a la esperada presentación de la novela negra ambientada en la Granada de finales de los sesenta -ganadora del  VI  premio Internacional de Novela Negra de la Ciudad de Carmona-, que se celebró en el Teatro de CajaGranada -o lo que sea ya esta vieja institución financiera granadina-. Con el autor, mi buen amigo César Girón, varios conocidos, escritores y periodistas granadinos, y el editor, el siempre polifacético y activo exministro de Trabajo Manuel Pimentel.  
La presentación de un libro siempre tiene varias lecturas y en él hay lugares comunes. Lógicamente, mucho agradecimiento, muchos panegírico, pero también elementos de calidad y verdadero interés. Y de estos últimos hubo muchos en la presentación de 'Caso Cerrado', porque el autor, enorme conocedor de la historia de Granada, así como de cada uno de sus miles de rincones (doy fe que andar con César Girón por las calles de Granada y es mirar la ciudad con otros ojos), nos supo desgranar con maestría esa especie de 'Making of' de la novela, mitad realidad, mitad ficción, como suelen ser las cosas en esta curiosa y misteriosa ciudad, de la que Pimentel afirmó que es la menos provinciana de las ciudades provincianas. A lo mejor tiene razón.
Y de todo eso, y de todo lo divino y de todo lo humano, tuvimos mucho tiempo de hablar mi buen amigo y Alter, Jesús Lens y yo, sentados ambos frente a frente en torno al calor de un buen bar, acabando una tras otra Alhambras especiales fresquísimas, hasta casi llegada la medianoche. Pudimos estar la madrugada entera, porque ha habido demasiada dilatación en nuestros encuentros -cosa que hay que remediar-,  pero comprobamos que las persianas del bar ya comenzaban a bajarse y tocaba retirada. 
Mucha conversación sobre proyectos, sobre literatura, sobre correr, sobre la difícil época que estamos pasando en este país, sobre escribir....Son momentos éstos en los que te reencuentras con lo verdaderamente esencial en la vida, que no son otra cosa que dos atributos en principio simples pero a la vez complejos: la buena conversación y la amistad, aderezado todo con un excepcional tapiz de libros y cultura de fondo.   

10 octubre 2012

LO QUE ENSEÑA EL WESTERN

Nadie en su sano juicio debería de dejar de ver 'Centauros del desierto'. Por muchos motivos. 

Porque en los tiempos precipitados y de cartón piedra que atravesamos, los valores de la esta película de John Ford son mayúsculos. Veamos. 
El contexto. Una sociedad en ciernes, una civilización que comienza -la del hombre blanco-; y otra que se va extinguiendo -la de los pieles rojas y todas la subrazas derivadas-. Y entre medias, muchos valores puestos en juego. Todo un carrusel de valores, hoy practicamente perdidos. Personas que luchan por una vida colectiva mejor, por un progreso: personas de bien, frente a personas que sólo buscan ganancias en ese progreso y tan sólo les interesa una vida mejor, pero no colectiva, sino particular: personas de mal. Héroes que lo son sin querer serlo y quienes juegan a ser héroes sin tener madera para ello. 
Ilusiones y sueños rotos en un trasfondo de miseria y condiciones de vida muy duras. Pero lo que más me llama la atención de esta película -que es común a otras grandes del género- es el compromiso sin fisuras de unos pocos, la vocación de favorecer a la comunidad, jugándose la vida. O la perseverancia por conseguir algo que es de difícil consecución, cueste lo que cueste y se tarde lo que se tarde. 
Una simple carta recibida a lo largo de un lustro puede ser detonante de un noviazgo roto o esa misa carta, con otro contenido, el detonante de un compromiso estable. En una época en la que todo es lento, en la que se puede ir una vida entera para optar a una información o a una respuesta crucial. Mucho deberíamos de aprender de todo eso en esta época amorfa y sobredimensionada de información -la mayoría de ella inútil-. 
Por eso me gustan los western y si están dirigidos con la maestría que siempre mostró John Ford e interpretados con la credulidad y entrega de John Wayne, estamos hablando ya no de la culminación de un género, sino de obras de arte. Y de ahí, que se convierta en algo imprescindible para la existencia. Tanto como admirar en alguna ocasión el 'David' de Miguel Ángel en Florencia, leer 'El Quijote' de Miguel de Cervantes o asistir a alguna buena interpretación de la Misa de Réquiem de Mozart, por poner tan sólo tres ejemplos vivenciales -cada cual tendrá los suyos, lógicamente-.         

08 octubre 2012

CASI UNA SESIÓN DOBLE

El pasado sábado, a eso de las 18,30 comencé una ruta que me llevó a lo largo de 17 kilómetros por distintos lugares de la Vega, a un ritmo cómodo de 4'50'' el mil, que no me dejaron maltrecho. 
Y el domingo, por la mañana -mucho antes de que transcurrieran las 24 horas de descanso- hice una ruta de 9 kilómetros a un ritmo mucho más pausado de 5'  el mil, pero por una ruta mucho más difícil. 
Se trataron de dos entrenamientos estratégicos: el primero para meter unos kilómetros prudentes y necesarios para encarar la próxima media maratón; y el segundo para exponer esos músculos aún no recuperados, dando ocasión, además, a sufrir el fuerte calor que hacía a esa hora, a pesar de estar ya en pleno otoño.
¿Son prudentes este tipo de entrenamientos? Se trata casi de una sesión doble, ya que la separación entre ambas era de unas 15 horas, que no es un tiempo lo suficientemente amplio para recuperar. 
Pensé lo siguiente para convencerme que no era imprudente esta doble sesión: si entrenamos para maratón y hacemos una tirada larga de unos 30 o 32 kilómetros, hacemos muchos más kilómetros que la suma de estas dos sesiones. Por tanto, si lo primero es factible, lo segundo no tiene por qué no serlo. 
Confieso que la segunda sesión me fue mucho más dura, pero eso lo justifico por el terreno y por el fuerte calor. La realidad es que hoy, al día siguiente, siento mis piernas descansadas y ligeras, a pesar de que he decidido no rodar. Por tanto, podría ser interesante este tipo de entrenamiento. E, incluso, beneficioso. El tiempo lo dirá.    

06 octubre 2012

¿POR QUÉ EN OTOÑO COINCIDEN TANTOS MEDIOS MARATONES COMO HOJAS CAEN?






Caen las hojas. Caen los medios maratones. El otoño, que cubre casi la totalidad de los tres últimos meses del año es propicio para correr la atractiva distancia de 21 kilómetros y sus 97 metros. Por algo será. 



Podría ser porque no se suele sufrir ni calor ni frío y porque al recogimiento, que ya invitan las calles de las ciudades, les sienta bien el colorido dominical de cientos -y hasta miles- de corredores pateando sus calles en claro contraste con los paseantes alegres, relajados y confiados -con prensa en la mano- de las dulces mañanas de domingo. 
O porque es un periodo en el que los ayuntamientos espacian sus actividades lúdicas, culturales y deportivas y les viene muy bien la planificación de este evento, por el que pugnan ya casi todas las ciudades de nuestro país. 


Por supuesto que no todos los medios maratones son en otoño, pero sí lo son muchos. De hecho, en la zona de influencia desde la que escribo hay varios y muy destacados -seguramente olvido o desconozco bastantes, por lo que os ruego que los reflejéis si conocéis de su existencia-: está el siempre atractivo Medio Maratón de Motril, la semana próxima y que suele cambiar su fecha en función de varios elementos a tener en cuenta; o al menos así ha sido en los últimos años (campeonato de España, de Andalucía...); está el cada vez más emergente Medio Maratón de Jaén, que se correrá el próximo día 28 de octubre y que siempre es duro y se ha tenido que correr algún año que otro en unas condiciones atmosféricas adversas; está nuestra cita más importante en la capital de granadina: el Medio Maratón, que se correrá la mañana del 4 de noviembre, pudiendo perfectamente correr bajo la lluvia y hasta del frío; está el nuevo Medio Maratón -larga vida- de Antequera, el 11 del mismo mes y el joven Medio Maratón de Rincón de la Victoria, a celebrar el 18 del mismo mes; está el mítico Medio Maratón de Córdoba, a celebrar el día 25 de noviembre, que incluye actividades de gran evento deportivo: comida de la pasta y feria del corredor. De ahí que se convierta, probablemente, en el mejor de Andalucía. 
Cartel correspondiente a la edición de 2010

Pero hay muchos más no lejos de estos lugares. Por tanto, una agenda para no respirar, porque estos seis, que no coinciden, los puede hacer un mismo corredor aguerrido, a pesar de que apenas exista descanso para la recuperación. Todo dependerá del ritmo competitivo que se quiera imprimir en cada uno de ellos. Y de camino tenemos la oportunidad de conocer todas estas bellas ciudades andaluzas, tan distintas entre ellas y, tal vez por ello, especialmente interesantes. Por tanto, id preparando el bolso y cargando el depósito de combustible del coche, que están a tiro de piedra unos de otros.  
¿Os animáis? ¿Nos animamos?  

03 octubre 2012

ESCENA DE FAMILIA CON CONVERSACIÓN DE FONDO

Cuando el ya ajado padre llega a casa, como suele ser habitual en cualquier familia de bien, saluda a la esposa y pregunta por los hijos, ya crecidos e independientes. Con las dos hijas sólo puede hablar por teléfono porque viven fuera, pero con el hijo puede hablar a diario porque a éste le han construido una casita en una terreno colindante, a dos minutos andando de la casa familiar: es el hijo predilecto.  
El padre llega cansado porque viene de un largo viaje y la esposa ya lleva tiempo en casa, a pesar de que ha tenido una mañana muy ajetreada de museo en museo y de inauguración en inauguración, porque es una mujer social y culturalmente muy activa.
El padre y esposo, intercambia unas palabras con su mujer, pero se aprecia cierto distanciamiento entre ambos; o, quizá, se trata del hastío que crece inevitablemente en un matrimonio de muchos años de recorrido: poco tienen que contarse y lo poco que tienen, no se lo pueden contar. Por eso el padre decide visitar al hijo, a ver si está en su casita. 
-Hijo, ¿estás en casa? -pregunta cariñoso a través de la ventana entreabierta junto a la puerta de entrada de la casa-.
Pero contesta la nuera, una chica que fue periodista y por la que perdió la cabeza el hijo a pesar de que en la familia querían otra esposa de más lustre: 'pase usted, acabamos de llegar y acabamos de acostar a las niñas', dice ella. 
Una vez sentado el padre junto a su hijo, que es una imagen muy común y muy familiar, comienzan una distendida y relajada conversación. Más que nada para interesarse ambos de cómo les ha ido el día. 
-¿Y tú, padre, dónde has estado hoy? 
-He ido a New York que, como sabes, es una ciudad que me gusta y que puedes patear sin que te incomode la gente. He ido a hablar con la gente esa del periódico que sale mucho en las películas, ¿Cómo se llama...?
-¿El New York Times?
-Sí, ése. He ido más que nada para que hablen bien de mí, ya que estos americanos al no conocer nuestra tradición, creen que no servimos para nada y que vivimos del cuento. 
-¿Y qué le has contado? 
-Bueno, les he hablado de cómo va el país y que somos un país fuerte y trabajador y bla,bla,....ya sabes el rollo ese que contamos cuando salimos por ahí. La idea es que mañana saquen un artículo apoyando al país y, por lo tanto, a nosotros. Ha sido una idea genial. De camino, me han llevado a comer a un sitio con gente muy refinada. Se comía bien, pero no como por aquí. ¿Y tú, vosotros, que habéis hecho? 
-Pues nada, el rollo de casi todos los días: hemos inaugurado un congreso de oftalmólogos en Barcelona, que ha sido un coñazo, pero ya sabes cómo está el asunto en Cataluña y había que ir.
-Si, algo he leído en el avión. No podemos permitir que éstos se independicen porque nos rompen el chiringuito. Luego querrán hacerlo los vascos y a lo mejor hasta los gallegos y eso acabaría con nuestro negociete, jeje.
-Ya me doy cuenta y por eso les digo a mi equipo que me lleven por esos sitios y no a tanto a Andalucía y lugares así que no son peligrosos y allí arrasamos. Pero ocurre...-el hijo, se queda pensativo unos segundos-.
-¿Que ocurre, hijo?
-Pues nada, que ya nada parece ser como antes. Siempre hay gente que vocifera y hasta nos insulta. Ya sé que todo esto lo hacemos por nuestra franquicia, como tu le llamas, pero cada vez es más incómodo. Además, sacan una bandera parecida a la nuestra pero con una franja de color lila o algo así.
-Bueno, eso pasa cuando hay crisis. La gente en cuanto tenga el estómago lleno vuelve a sus cosas y nos dejan en paz. Así se comporta siempre el vulgo, como decía tu bisabuelo.
-Ya, pero está lo de la niña y el marido. 
-Sí, eso es más complicado. De todas formas, no te preocupes porque ya he hablado con el que lleva estos asuntos, ¿cómo se llama ese que era Alcalde de Madrid, que nunca me acuerdo?
-Ruíz Gallardón. 
-A sí, que no me acordaba. Ya he hablado con él porque le han dado ahora los asuntos de la justicia y me ha dicho que me tranquilice que va todo bien. 
-Bueno, pues siendo así...¿has cenado ya? 
-Sí, lo he hecho en el avión de camino para España.
-Pues entonces te voy a poner un coñac que me han dado en una licorería de Barcelona y hablamos de nuestras cuentas un rato, ¿te parece?
-¿De las cuentas del rescate y todo eso que dicen por ahí?
-No, de las nuestras, que es lo que importa. 
-¡Ah!,vale ¿Tienes por ahí un puro ahora que no está tu madre?
-¡Pero, papá...!      

02 octubre 2012

LOS PERROS: NUESTROS AMIGOS, NUESTROS ENEMIGOS.

Un 'bulldog francés' idéntico al 'pesao' del camino y del que me hice también amigo en Albarracín...pero eso ya es otra historia...,

 Los corredores y los perros. Mucho me temo que no tenemos mucha química entre nosotros. Probablemente interpreten que somos una amenaza para ellos porque, seguramente, en su instinto consideren que correr siempre es sinónimo de huir de algún peligro. No sabemos el motivo y, mucho me temo, que jamás llegaremos a conocerlo, a no ser que nosotros nos volvamos caninos o bien que ellos se conviertan en humanos ¿Es más probable lo segundo que lo primero? A saber. 
El caso es que todos los que corremos de manera habitual, de una manera o de otra hemos tenido algún tipo de mala experiencia con la especie canina e, incluso, con su cejudo dueño, que en ocasiones es peor partido que el perro mismo. 
En ese sentido recuerdo algunas. Aquella vez que iba corriendo con Mario por una zona agreste del Llano de la Perdíz y un perro grande y amenazante nos cortó el camino. Iba con su dueño y se lo reprendimos, contestando éste que aquello era campo, ¡que aquello era campo! dijo el 'cromagnon'. Es decir, que por ser campo se derogaban todas las normas que obligaban a llevarlo con bozal. Lógicamente, ante magna respuesta sesuda, optamos por no entrar al trapo. 
O aquella otra en la que un can, en apariencia apacible, irrumpió en el camino por el que corríamos y  le rompió un calcetín de un mordisco a Paco. O cuando me creí perdido cuando un 'bulldog' francés me cortó el paso en un vereda estrecha sin apenas salida, con toda esa fiera apariencia y aspecto de estar permanentemente enfadado. Pero en esto, como casi todo en la vida, lo aparente casi nunca es lo esencial, y aquel perro de aspecto bravo, aquella máquina de matar, se hizo amigo mío sin que yo se lo pidiera y se puso hasta un poco pesado corriendo a mi lado durante un buen rato. Pero al poco, pasó justo al revés: un perro con aspecto apacible, de esos que imaginas en las rodillas de una viejecita junto a una deliciosa chimenea, se me abalanzó de mala manera y si no consiguió morderme fue debido más a mi pericia, o tal vez a mi miedo, que no a su motivación clara y diáfana. 
Pero de entre todas las anécdotas hay una que me ocurre con mucha asiduidad con un perro pequeño cuando paso por una ruta concreta y que tiene especial relevancia para mí, más que nada por la interpretación que yo hago de la situación y que yo relaciono con el rol que ese can cumple en la manada, pero la dejaré para otra ocasión para exponerla de manera más abierta y detallada.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...