11 mayo 2010

UN CONSEJO HETERODOXO




En esta entrada seré heterodoxo porque seguramente el asunto que trataré no interese a nadie o, tal vez, despertando alguna curiosidad no se considerará crucial ni relevante y no despertará interés alguno, excepto para los amantes del buen sonido.
Pero para mí sí es de interés porque está relacionado con la música. Y, además, porque tengo la fea costumbre de aconsejar cansinamente algo si considero que es algo interesante y aconsejable. Porque me gusta transmitir el poco conocimiento que atesoro sobre algo que, en mi opinión, puede merecer la pena.
Pero no, no se trata de uno de esos grupos extraños del heavy internacional que de vez en cuando dejo caer por este sitio virtual y que a pesar del esfuerzo que sé que hace a Abel no le dicen ni mú.
Se trata de algo que he adquirido recientemente, ideal para amantes de la buena música y del buen sonido: unos auriculares HI-FI de la marca norteamericana Grado, que pasa por ser para muchos especialistas una de las dos o tres marcas más prestigiosas del mundo. Uno de los pocos auriculares artesanales -se hacen a mano en New York- que cuentan con un diseño totalmente cutre y retro, que es inversamente proporcional a su calidad; un diseño que nos podría recordar a esos cascos de la II Guerra Mundial o, incluso, de la Primera, pero que suenan como los ángeles. No en vano, las mejores revistas especializadas internacionales, como son el caso de What HI-FI? Y OnOff, los premian con la máxima distinción al tiempo que lanzan críticas pasionales sobre su calidad.
Llevaba mucho tiempo husmeando por Internet, comparando esta marca con otras como Sennheiser -que ya conozco y poseeo-, Audio Téchnica, Beyerdinamic, AKG, Denon, Pioneer o la británica Goldring, pero finalmente las mejores críticas y calificaciones en cuanto a relación calidad-precio fueron para estos auriculares. Así que consultando en esas revistas que suelo comprar mensualmente -principalmente What HI-FI?- finalmente me decidí por uno de los más premiados, los Grado SR 80i, feos como ellos solos, pero ya digo dotados de un sonido maravilloso. Una delicia para el oído, geniales para escuchar tanto heavy metal como música clásica.



Unos auriculares que emocionan cuando se escuchan tal y como había leído en muchas ocasiones pero que me negaba a creer. Ahora me lo creo porque lo experimento y por eso los aconsejo.
Lógicamente, su rendimiento se podrá disfrutar plenamente con una cadena HI-FI "seria", si es posible con más de 30 watios reales por canal.
El inconveniente es que no posible encontrarlos en las tiendas de electrónica y sonido convencionales, sino que habrá que acudir a alguna muy especializada, o bien, a través de sitios especializados en sonido de la red.

5 comentarios:

  1. Pues necesito unos, a ser posible inalámbricos, para mi práctica de guitarra eléctrica. Los que tengo son cutrecillos, la verdad.
    A mí no me parecen feos. ¿Se puede hablar de precios y sitios de adquisición?

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  2. Javi, te advierto que los inalámbricos no te aseguran la pureza de sonido que tienen los de cable. Si optas por los inalámbricos te aconsejo los que compré hace unos meses, se trata de los Sennheiser RS130, que son excelentes HI-FI.
    Luego te envío un correo con precios y dónde adquirirlos...oye, que sí son feos, pero a mi me gusta ese aire retro y cuando los escuchas los acabas besando.

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  3. curiosa entrada. en una epoca utilizaba auricurales para no molestar al resto de la familia, quiza por identificar volumen con calidad... pero con un buen equipo y unas columnas decentes no hay que dar volumen, solo escuchar

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  4. Hola, he encontrado una tienda de Madrid que dispone de varios modelos de esta marca.
    Que modelo en concreto es el que has comprado?
    Mig

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  5. El modelo es el SR80, uno de las más laureados. Saludos.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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