14 mayo 2013

LA NOCHE MÁS OSCURA (USA,2012)

Era remiso a ver esta película, porque conociendo como funcionan los americanos consideré que harían de esta captura real de Bin Laden algo muy hollywoodiense, o sea, una americanada. Pero estaba equivocado. Lo que realmente vi a lo largo de casi dos horas y media fue una excelente película. Mesurada, totalmente creíble -muy ceñida a los hechos reales-, honesta y muy bien contada. De lo mejor que he visto en los últimos tiempos. 
Se acierta en el guión, en la dirección, en las excelentes interpretaciones. Una película que nadie debería perderse si desea comprender mejor toda esa complejidad que ha generado la vida y muerte del -se dice- autor intelectual del 11-S y otros atentados que han consternado al mundo entero. 
La directora, Kathryn Bigelow, fue muy agasajada con la oscarizada 'En tierra hostil', que comparte en parte similar hechura con ésta última. Pero a mí, particularmente, 'En tierra hostil' no me convenció, ni consideré que fuera merecedora en 2009 de tantos Oscar- incluyendo al de mejor película-. En cambio, 'La noche más oscura', no ha tenido tanta suerte en los Oscar de 2012 cuando, en mi opinión, tendría que haber sido merecedora de mejor suerte. 
Del visionado de 'La noche más oscura' se pueden sacar muchas conclusiones, porque hay muchas lecturas; y de todas las que pude sacar, me pareció muy interesante la que exponía la dificultad -incluso para la mayor potencia mundial- que supone buscar agujas en el pajar, es decir, buscar los lugares en los que se refugian los líderes del terrorismo internacional islámico. Ayuda la tecnología, los sofisticados satélites y todo lo demás, pero siempre habrá que contar con la intuición, el trabajo abnegado y la fortaleza mental y física de personas al servicio de los servicios secretos -la CIA en este caso-. Personas que perecen por su trabajo y su trabajo es un coto vedado que probablemente no esté recompensado en este mundo ni en el otro. 
Sin embargo, no todo deben ser parabienes para esos seres abnegados, porque también cuentan con sus lados oscuros. Su obcecación es amplia y en más ocasiones de las necesarias erran y, en consecuencia, muchas personas inocentes fallecen por el camino. Son los siempre presentes daños colaterales que puestos en una balanza son objeto de consideraciones morales o éticas, probablemente no tan extremas como las que llevan a un grupo de chalados fanáticos a volar dos rascacielos o un tren de cercanías y matar a miles de personas.
Hay que ver esta película, sin duda alguna.   

12 mayo 2013

REFLEXIONANDO -EN VOZ ALTA- SOBRE PRÓXIMOS ENTRENOS

El pasado sábado, en Huétor Tájar, me encontré bien, mucho mejor que el año anterior. Sufrí como siempre sufro en este particular circuito, pero rodé bien, yendo la mayoría de la carrera cómodo a 4'12'' el kilómetro más rápido y a 4'29'' -el primero, lógicamente-, el más lento; rodando, por tanto, a una media de 4,22'' el mil, que es la media que me está saliendo en las tres últimas pruebas de 10 kilómetros. Pero no me he sentido igual de cómodo en todas ellas. Si acaso, sería esta última en la que podría decir que hay un cierto -tímido, eso sí- repunte de mejora de la forma a tenor de las sensaciones experimentadas y considerando que es un terreno algo más duro; y todo, a pesar del momento de ligera debilidad que tuve allá por el kilómetro ocho de la carrera, probablemente por el efecto psicológico -más que físico- de los puentes del ferrocarril. Además, hacía calor y eso siempre me afecta. Más que el frío; más que la lluvia. 
Lo curioso es que uno cree que tras dos meses de parón y sin haber hecho series -pocas- desde enero, uno cree, decía, que perdería forma, pero no ha sido así para mi sorpresa. Pero ocurre que la propia prueba se convierte en un entrenamiento de calidad y si hay una cada fin de semana nos aseguramos esa mejora. Piénsese que si en esos últimos tres fines de semana en vez de competición hubiera habido entrenamiento, el rodaje hubiera sido mucho más lento. De ahí, que la competición se convierta en entrenamiento de calidad. 
En la prueba Calahorra-Puerto de la Ragua en 2009 con unos amigos -entre ellos Grego, Mario y Victor-. Nos esperaban 21 hermosos kilómetros de dura subida la mayoría de ellos ¿Los emularé este año?   
A partir de ahora lo que queda es duro como venía a decir en una entrada anterior. Si la idea es hacer las tres pruebas siguientes (Dos colinas, Órgiva y La Ragua), no cabe más remedio que trabajar en ese sentido. Desde mi óptica no es momento de series, aunque sí de algún rodaje rápido. Vuelvo a insistir: hay que trabajar las cuestas, al ritmo que sea, pero trabajarlas a fin de cuentas (o a fin de cuestas). Introducir al menos dos sesiones de ellas durante la semana, aunque no conviene olvidar que estas tres pruebas se celebrarán en menos de un mes ya y que cada una de ellas asegura, de nuevo, otro entrenamiento de calidad que, además, será en cuesta.            

MUSICA: METAL CHURCH (USA)

Metal Church era una banda de una trayectoria enorme en el Thrash Metal. Es más la banda nace en Estados Unidos en 1981, en pleno desarrollo de esta modalidad metalera. Por tanto, son contemporáneos de Metallica y Slayer y cultivaban un género similar, si bien Metal Church también se adentró en el Speed Metal y el Heavy Metal puro (muy típicos esos gritos agudos de su carismático vocalista Ronny Munroe). Desaparecieron definitivamente en 2009 y han anunciado en varias ocasiones que podrían retornar a los escenarios, porque al contrario que otras bandas no ha habido desavenencias entre ellos (vale, su guitarrista Jay Raynolds estuvo en la cárcel en 2008, pero son menudencias en esta subcultura), siendo la razón de su desaparición la quiebra de su sello discográfico alemán. Esperemos que vuelvan porque, aunque no he escuchado todo, me parecen soberbios. De hecho, no todas las bandas han estado en el Wacken.  De la edición de 2005 de este festival alemán es el vídeo de Youtube que inserto: 

10 mayo 2013

TÉCNICA DE CARRERA

Un día vi a un tipo -un corredor- haciendo movimientos extraños en mi calle. Andaba lateralmente cruzando las piernas, daba saltitos, hacía el salto de la rana...Yo por entonces llevaba corriendo poco tiempo y apenas sabía nada sobre correr y lo que le rodea -si es que ahora sé algo-; me ponía cualquier zapa para correr y ya de ropa técnica ni hablamos. Es más, recuerdo que en una ocasión hice el circuito Pinos Puente- Caparacena y vuelta con unas zapatillas de camping y sufrí grietas en la planta del píe, por no decir que aquellos ocho kilómetros me parecieron una odisea interminable. 
Pero volviendo a lo que hacía aquél tipo en mi calle. Lógicamente, me pregunté sobre qué hacia, si bien inmediatamente recordé que algunos de esos ejercicios era similares a los que los entrenadores de fútbol -los buenos- nos obligaban a hacer en los entrenamientos.
Después supe que lo que hacía aquel tipo era técnica de carrera. Posteriormente, esos ejercicios raros los he hecho yo mismo, si bien no con la intensidad debida. Y como soy lento en aprender y -como todos- de hábitos erróneos, ahora comprendo que la técnica de carrera debería de constar de, al menos, una sesión a la semana. Y todo viene porque sé que no sé correr como es debido -es más, poca gente sabe correr cómo es debido-.Vale, todos nos defendemos corriendo; es un movimiento natural que no hay que aprender. De hecho, observad cómo corren los niños. Lo hacen de forma natural: alzan las rodillas, dan con el talón en sus glúteos, suelen contar con buena higiene postural..., pero todo eso lo vamos perdiendo a medida que dejamos de practicar la carrera y vamos cumpliendo años. Nos volvemos más rígidos, cogemos peso y, sencillamente, nos tiramos muchos años después de la infancia y la juventud sin correr. Por tanto, cuando decidimos correr de forma asidua, tenemos que reeducarnos, tenemos que reeducar nuestra postura, nuestra pisada y, en general, depurar nuestra higiene postural. 
Pero no es fácil. En primer lugar, porque genéticamente pisamos de una manera concreta y desde pequeños nadie nos ha reeducado; en segundo lugar por el hábito erróneo mal adquirido. Por tanto, es necesaria la técnica de carrera si queremos correr mejor, lesionarnos menos, y ser más rápidos y eficaces corriendo en definitiva. 
No voy a poner aquí ningún vídeo, ni esto es un tratado sobre la técnica de carrera porque la red está llena de vídeos y páginas especializadas. Como sabéis, este blog cuenta la experiencia como corredor de un humilde ídem, pero es interesante que transmitamos nuestra experiencia unos a otros. Y hoy la mía es anunciaros que la técnica de carrera ya está integrada de manera definitiva en mis planes de entrenamiento. Mejor tarde que nunca. No obstante, si daré dos premisas básicas: hacerla siempre después de rodar, es decir, cuando la musculatura ya esté lo suficientemente tonificada y hacerla en lugares donde el terreno sea blando, ya que hay que saltar, brincar y, por lo general, exponer mucho la musculatura de los pies. Podrá ser un lugar donde haya césped o un camino de tierra. Yo, por lo general, si estoy en una pista haciendo series, aprovecho el césped natural o artificial del campo; si la hago en un rodaje normal, aprovecho un sitio que es de tierra blanda, entre olivos. Jamás hacerla en asfalto y ni mucho menos en aceras y lugares similares.
Nada más sobre ese asunto por hoy, aunque volveré sobre ello. Tan sólo insertaros la crónica de la prueba del espárrago de Huétor Tajar del año pasado por si queréis conocer algo sobre esta carrera que se celebra el sábado, 11 de mayo, por la tarde, a partir de las 19,30 horas. Podéis pinchad aquí.                     

08 mayo 2013

PROGRAMA DE CUESTAS

Las buenas sensaciones en la subida al Torreón de Albolote de la tarde del miércoles, ha sido motivo más que suficiente para pensar en un programa de cuestas para estos próximos meses. 
La actitud y aptitud ante las cuestas son distintas en cada corredor, pero son necesarias para mejorar o, simplemente, para transitar mejor en este terreno en competición y entrenos. Y, como decía en la entrada anterior, si se hacen correctamente se convierten en un entrenamiento excelente y que todo corredor acaba agradeciendo a nivel psicológico y físico.  
Hablábamos de ello Juan Carlos y yo esta tarde en la subida al Torreón. Le comentaba que al igual que en las series, las cuestas no han de convertirse en un sufrimiento personal. Está claro que debe de haber sufrimiento épico-deportivo, pero no tiene por qué ser personal. No corremos para odiar a este deporte; corremos para apreciarlo cada vez más y si hacemos de él un sufrimiento personal jamás llegaremos a apreciarlo.Todo lo contrario, lo acabaremos odiando. 
Por eso hay que subir cuestas de acuerdo con el criterio de cada uno. Ir todo lo lento que se quiera ir; detenerse cuando sea preciso o cuando las pulsaciones estén demasiado altas; cuando no se pueda respirar; cuando las piernas no respondan. La mejora llegará con el tiempo, no hay que preocuparse por ello. 
Yo no soy un experto en cuestas. No soy un corredor menudo (mido 187 centímetros y estoy entre los 81 y los 85 kgrs.) y, por tanto, no soy el mejor candidato para correr en cuestas. Sin embargo, por el motivo que sea, no se me dan nada mal y con el paso del tiempo y gracias a que me he aventurado a correr pruebas duras en alta montaña (Veleta, La Ragua), he ido aprendiendo algo sobre este terreno. 
Lo primero que aprendí es que el primer contacto con las cuestas debe ser en soledad. No significa que no podamos correr con otra gente, pero si lo hacemos podemos dejarnos llevarnos por su plan de entrenamiento propio y nunca tendremos el nuestro. Por tanto, lo que ha de hacer un corredor que encare por primera vez las cuestas es buscar un terreno adecuado que le guste y comenzar a subir, sin que la abrume responsabilidad ninguna. Es decir, detenerse cuando sea necesario o bien andar si lo considera necesario. Particularmente también me vino bien realizar ejercicios complementarios relacionados con las gomas o lastres para fortalecer los pies y los abdominales. Muy importante es también incluir alguna competición que se caracterice por tener un buen nivel de subida, con la idea de ir probando cómo está resultando nuestro entrenamiento. 
Por tanto, a partir de ahora, y con independencia de que no debamos apuntarnos a todos los retos, como viene a decir Rafa Bootello, integraré diversos entrenamientos en cuestas: El Llano de la Perdiz, como sugiere Javi, que es un lugar ciertamente paradisiaco, ubicado en la Dehesa de la Alhambra, la imponente y preciosa subida al Castillo de Moclín y cuando llegue el mejor tiempo, como cada año, entrenamiento en Sierra Nevada. El entrenamiento y el tiempo irá aconsejando a qué pruebas de fuerte desnivel me iré apuntando, aunque no descarto nada a priori porque me siento bien y con las fuerzas necesarias para afrontar nuevos o antiguos retos.        

07 mayo 2013

HAY QUE EMPLEARSE EN LAS CUESTAS

Las dos últimas pruebas en llano realizadas en las dos últimas semanas -Padre Marcelino y Salobreña-, me han convencido que no estoy tan mal como creía tras la lesión y el retiro de dos meses de los caminos y las carreteras. De hecho, estoy corriendo a ritmos similares a antes de la lesión. Por tanto, ningún momento más idóneo para comenzar a subir cuestas, toda vez que las pruebas que vienen a partir de ahora están repletas de ellas.  


Las cuestas nos gustan a unos corredores más que otros, pero son completamente necesarias y hay que programarlas en algún momento de la temporada. Particularmente, con el paso del tiempo he aprendido a tolerarlas. La grandeza de entrenar en ellas estriba en poder ir más sobrado y fresco en pruebas de competición que integren cuestas. No obstante, yo no aconsejo las cuestas todo el año porque a pesar de que ofrecen muchos beneficios, también pueden ser nocivas si se abusa de ellas. Pensemos que los grupos musculares que se activan en las piernas son distintos a los que se activan cuando se corre sobre llano. Por ejemplo, el isquiotibial y el gemelo trabajan mucho más, sin olvidar que la rodilla en la inevitable bajada también sufre lo suyo. 
Ahora bien, es un ejercicio de calidad y mejora del nivel aeróbico excelente si se hacen bien y con mesura. Yo, como todos los corredores, con el paso de los años he aprendido bastante a subir cuestas y sé que lo importante es ir lo más cómodo posible, dentro del esfuerzo que suponen. Y también he aprendido que es el terreno que necesita más adaptación y ejercicios complementarios, ya que tanto los abdominales como la zona de glúteos y espalda son fundamentales para subir con garantías; por tanto, son zonas que se deben de reforzar y tonificar. Tampoco viene nada mal el fortalecimiento de todos los grupos musculares del tren inferior, ya que éste va a tener que trabajar mucho. Dentro de la musculatura del tren inferior, es muy importante reforzar la zona de los abductores, algo que descuide en mi participación en la Subida al Veleta en 2011 y lo acabé pagando. 
Por tanto, tomemos nota de lo que viene ahora en la provincia de Granada para convencernos de que hay que subir cuestas. Seguramente, no participemos en todas las pruebas, pero con que hagamos algunas ya está más justificado trabajar este terreno. Veamos:
1. Prueba de Las Dos Colinas (Carrera de las Fuerzas Armadas).
2. Prueba de Fondo de Órgiva, que como sabéis tiene bastante subida y bastante bajada.
3. Prueba de Fondo de Dílar, que siempre transcurre por terreno difícil. 
4. Media Maratón de Montaña de La Calahorra-La Ragua. 

Cito estas cuatros para circunscribirme a un periodo temporal corto. Pensad que las más duras (Las Dos Colinas, Órgiva y La Ragua) se van a hacer en un mes aproximado a contar desde hoy. Por tanto, ya no es posible dilatar más el entrenamiento en este terreno. 
Por lo pronto, ya tengo preparado un entrenamiento para mañana al Torreón de Albolote y, con toda probabilidad, programaré subidas a Tiena, al Llano de la Perdiz y si hay fuerzas, es posible que hasta Moclín. 
Que la fuerza y las ganas nos acompañen.         

06 mayo 2013

CINE: REALITY (ITALIA, 2012)

RealityVivir en Nápoles y estar obsesionado con 'Gran Hermano' ¿Puede haber algo tan cruento? la respuesta a esta pregunta podría ser una escaramuza de la ficción si no estuviera tan cerca de la realidad en Italia o cualquier otro país en el que ese tipo de programas estén tan demasiado presentes en la vida cotidiana de demasiadas personas. 
Garrone, como ya hizo en 'Gomorra' -a cuyo ritmo se asemeja guardando las distancias argumentales-, pretende con 'Reality' llevar a la ficción lo que sin lugar a dudas podría ser una 'realidad' y de ahí el título. Una realidad muy italiana, muy del sur de Italia, pero ¿Lo consigue? No lo podría afirmar, porque nunca he estado en Nápoles -ni creo que vaya a ir nunca- para comprobar cómo es la vida allí y cómo es su gente, pero me da la sensación que el retrato es bastante veraz. De hecho -y aunque no lo he leído en ninguna parte-, la galería de personajes que van apareciendo por la película no son actores. 
En Italia como en España y otros países, existen muchas personas consumidas con la posibilidad de la fama efímera y barata de programas basuras, de los cuales son devoradores puros pero, para mí tengo que en Nápoles todo está llevado a otra esencia, porque a ello hay que unir que existe una determinada forma de vida exponencial en esta tierra, consistente en sobrevivir introduciendo el fraude y la picaresca en sus vidas, a pesar de las populares creencias religiosas católicas (¿se supone que morales?) de muchos de ellos. No es vano es el paraíso de la mafia italiana del sur. 
Y como trasfondo, ese Nápoles degradado, decadente y sucio que tenemos en la retina cuando vemos alguna noticia o algún programa de televisión sobre esa zona del sur de Italia, que tan bien nos retrató en su libro 'Gomorra' Roberto Saviano, llevada espléndidamente al cine por Garrone, como decía más arriba. 
Con 'Reality' se vuelve al realismo italiano y de alguna manera también a Fellini, si bien a un realismo totalmente vigentes y actuales. 
Por todos esos motivos y por lo que cuenta y cómo se cuenta 'Reality' me ha parecido una excelente película como excelente y muy creíble es la interpretación de su actor principal, Aniello Arena, del que he leído que con anterioridad había sido un sicario de la 'camorra' -la mafia napolitana-, por tanto, nadie mejor que él para dar con fidelidad el 'biopic' que, seguramente, ha buscado con ahínco el buen director italiano para esta destacada película. 

05 mayo 2013

MUERE JEFF HANNEMAN, GUITARRISTA DE SLAYER



He lamentado mucho la muerte del guitarrista de Slayer Jeff Hanneman, el cual llevaba unos dos años retirado de la banda para recuperarse de una fascitis necrotizante, al parecer, a causa de la picadura de una araña, según dijeron los médicos que le trataban. Pero la causa final de su muerte ha sido un fallo hepático. 
Jeff Hanneman (1964-2013) era lider y cofundador de la banda norteamericana de Trash Metal, que comparte una trayectoria y un estilo muy similar a la también norteamericana Metallica. De hecho, ambas cultivan el Trash y fueron creadas en 1981. Slayer -al igual que Metallica- se caracteriza por un sonido muy potente basado en dos guitarras de enorme  fuerza, de 'riff' virtuosos, acompañadas de un potente bajo y una enorme presencia de la batería y de la voz. 
Hanneman fue considerado como una de las mejores guitarras del Trash Metal, famoso por la fuerza de sus 'riff'. Una gran perdida para el Trash Metal y el Metal en general.

Muestro aquí uno de los homenajes que circulan por Youtube: 



03 mayo 2013

COMIENZAN LAS PRUEBAS EN LA COSTA GRANADINA

Con la prueba de fondo de Salobreña, comienza la primera de las tres pruebas que hay cada año en la costa de Granada. Una prueba totalmente llana y de recorrido atractivo al coincidir parte del mismo por la línea de costa. Se puede ir disfrutando del mar si el ritmo y las circunstancias no lo impiden. Una prueba de las llamadas rápidas que nunca llega a los 10 kilómetros exactos -se suele quedar en unos 200 o 300 metros menos, algo que sigo sin comprender-. 
El año pasado no la pude hacer al ritmo deseado, toda vez que estaba recién salido de una lesión de dos meses de duración, pero aún así significó el comienzo de las buenas sensaciones y de la recuperación. 
Os dejo el enlace para que podáis consultarla si queréis alguna referencia de la misma (a mí siempre me viene bien releer lo que escribí sobre una prueba a un año vista). Podéis pinchad aquí: 

Y por si ha sabido a poco la entrada, inserto una actuación en directo -en el Wacken- de Van Canto, que es una banda alemana de Heavy Metal 'A Cappella'. Curioso, ¿verdad? Escuchádlos y veréis como os sorprenden. Sólo utilizan la batería, porque debe ser un instrumento difícil de recrear con las cuerdas o vocales, o bien, para dar algo más de profundidad metalera a sus actuaciones: 

 

02 mayo 2013

DISFRUTANDO DEL CORRER-PLACER Y DEL CORRER-DEBER

En la entrada de ayer escribía sobre dos concepciones distintas, pero no antagónicas, a las que bauticé como correr-placer y correr-deber. Pues bien, en el entrenamiento de esta tarde de 9 kilómetros y 200 metros he optado por llevar a cabo ambas opciones, que es una fórmula muy aconsejable, según mi propia experiencia. 
Comenzaba a eso de las 7 y 10 de la tarde a un ritmo tranquilo. La tarde era muy serena, aunque en el cielo de Caparacena se dibujaban irregulares grupos de nubes de color negruzco. Todo parecía que en algún momento alguna de ella descargaría, pero no fue así. 
Ese ritmo tranquilo lo conservé durante toda la ida -es un circuito de ida y vuelta-, en torno a un ritmo de 5'30''-5'20'' el mil. Teniendo en cuenta que en el kilómetro 3 se presenta una pendiente de casi medio kilómetro, el ritmo se atenúa algo, pero luego hay algo de bajada y se recupera. El caso es que siempre me detengo en el kilómetro 5 a hacer una necesidad fisiológica menor -pareciera que ya estoy programado para ello-, en un camino irregular entre olivos a la salida de Pinos Puente, buscando de nuevo la vuelta a Caparacena.  Llegué a ese punto con una media kilométrica de 5'15''. Me gusta detenerme allí, porque dentro del correr-placer el detenerse en algún momento es fundamental. Allí suelo estirar algo o, sencillamente, después de hacer la necesidad fisiológica, fijar mis ojos en el enjambre de olivos y perder la vista hasta los paisajes más remotos de la Vega como trasfondo. 
Pero, hoy, curiosamente, me apeteció hacer algo de técnica de carrera. Consideré que aún había mucha luz -y, por tanto, tiempo suficiente para volver- y aprovechando la blandura del terreno arenoso entre los olivos llevé a cabo varios ejercicios de técnica de carrera. Elevé las rodillas, ejecuté algunos saltos cortos con los pies juntos, intenté patearme el culo con mis talones...en fin, los típicos ejercicios que se suelen hacer. Posteriormente me dispuse a seguir la ruta y, para mi sorpresa, comencé a sentirme cada vez mejor. Percibía que las piernas seguían la inercia de los ejercicios de técnica y se alzaban con mucha facilidad. 
Aún quedaba un buen trecho de camino entre olivos antes de salir a la carretera local que conduce a Caparacena y cada vez me sentía más liviano y feliz corriendo, así que esos últimos kilómetros, hasta llegar hasta la bonita aldea, los ejecuté a un ritmo cada vez más superior. Se trataba de un correr-deber -igual que los ejercicios antes hechos- pero disfrutaba de esos últimos kilómetros mucho más que de los iniciales, que pertenecían a la opción correr-placer. La media de los dos últimos kilómetros, a pesar de que el terreno no es exactamente llano, los llevé a cabo a un ritmo muy similar al de competición. Se trata de una de las diversas y sorprendentes paradojas con que nos obsequia este agradecido deporte.             

01 mayo 2013

CORRER-PLACER VERSUS CORRER-DEBER

Desde mi punto de vista, hay dos conceptos en el correr que aunque parezcan antagónicos, no lo son en absoluto: el correr-placer y el correr-deber. Se trata de dos concepciones por mí acuñadas, pero que se pueden denominar de múltiples formas.
Ambos deben de estar presentes en la vida de todo corredor, pero no tienen por qué estarlo. 
En mi opinión, en un corredor popular lo primigenio y principal debe ser el correr placer; y lo secundario y yuxtapuesto debe ser el correr deber, que no es más que una opción.
Pero, expliquemos en que consisten ambos conceptos, desde mi óptica. 

EL CORRER-PLACER 

El correr-placer es un concepto sobre el correr -como decía- primigenio que coincide normalmente con la concepción que tiene de correr alguien que comience en esta disciplina deportiva, si bien también es un concepto que llevan a cabo corredores experimentados. Se trata de correr sin exigencias, sin cronómetro y sin un objetivo concreto. De correr al ritmo que fijan las sensaciones y evitar el mayor sufrimiento posible. Aquí no importa ni el ritmo ni el tiempo, sólo el disfrute. Existe una interrelación muy estrecha entre el acto de correr y los lugares por los que se corre, toda vez que se va disfrutando del paisaje y del entorno. Se compone de casi un cien por cien de disfrute y un porcentaje muy bajo, o casi inexistente, de exigencia. 
Coincidiría mucho con lo que hacen la mayoría de los corredores populares y es la opción preferida del corredor popular que no suele competir. Además, tiene mucho de componente social porque es común correr en grupo, aunque existe también un elevado disfrute si se corre en solitario mezclándose con la naturaleza, caminos, carreteras o lugares varios con los que se tenga una relación cercana. 
En mi opinión, es una opción que deberían de llevar a cabo todos los corredores, con independencia de su nivel, al menos un par de veces a la semana. Una opción que también es aconsejada por los expertos porque ofrece muchos beneficios a nuestro organismo y si se prolonga en el tiempo -más de hora y cuarto- actúa como un buen 'quemagrasas' (ritmo suave durante un buen periodo de tiempo). 
Particularmente es una opción que cada vez me interesa más y que es muy interesante llevarla a cabo con corredores que participen de esa misma filosofía. Lógicamente, el resto del entrenamiento se puede ajustar al correr-deber -como ahora explicaré-, pero al menos una sesión de correr-placer en  solitario o en compañía de otros corredores con los que se pueda correr relajado y hablando amenamente es fundamental. Lógicamente, hay que dejar claro en el grupo de corredores qué tipo de entrenamiento se va a hacer, porque basta que alguno comience a imprimir un ritmo excesivo para que se rompa la armonía, lo cual quiere decir que, con independencia, del nivel de cada corredor, es imprescindible que todos se ajusten a un ritmo cómo para todos; de ahí, que el ritmo deba ser bajo durante todo el recorrido.  
Esa ha sido la opción que hemos llevado hoy Juan Carlos Álvarez, Juan Carlos Fernández y servidor durante casi 17 kilómetros por una espléndida y luminosa Vega, entre los términos de Pinos Puente y Fuente Vaqueros. No hay duda que ese disfrute se nos reflejaba en los rostros cuando posteriormente tomábamos unas cervezas, mientras comentábamos el recorrido y otros asuntos. 

EL CORRER-DEBER 

Como decía con anterioridad el correr-deber es una opción que no siempre forma parte del universo de todos los corredores, sino de algunos.
Yo suelo practicarlo también con cierta frecuencia, pero no es una opción que aporte tanto disfrute como el correr-placer. Estaría refiriéndome al concepto del entrenamiento de calidad y todas sus derivaciones.    
En esta opción existe una obligatoriedad, un objetivo, un compromiso contigo mismo. El móvil principal de esta opción es mejorar el crono en competición, si bien la mejora también se aprecia en el entrenamiento diario. 
Dentro de esta opción se encuentran los rodajes rápidos, el fartlek, las series, la técnica de carrera y todo lo relacionado con la mejora en el entrenamiento.
Desde mi punto de vista, el correr-deber ha de estar presente en todo corredor que compita, si bien cada cual adaptará la intensidad a sus objetivos. Hay una cosa totalmente clara: sin planificar el correr-deber en nuestros entrenamientos no hay apenas mejora. De ahí que quien compita de forma regular suela integrar el correr-deber en su rutina, al menos, una vez a la semana. 
El entrenamiento por intervalos -que conocemos como series-, tal vez, sea el correr-deber estrella y no hay que negar que para muchos corredores supone un suplicio. No voy a entrar aquí en la metodología de las series, pero como en muchas ocasiones he escrito, muchos corredores ven las series como algo indeseable porque no se ejecutan correctamente. Hacer series no tiene por qué ser sinónimo de comprar la entrada para la UVI, sino de hacer intervalos cortos (200, 400, 1000, 2000...metros) a ritmos similares o algo más bajos al de competición, de manera que la regularidad en la ejecución y cumpliendo con esos cánones, tanto la mente como el ritmo aeróbico se vayan adaptando progresivamente a un ritmo más rápido en la competición y en las tiradas de los entrenamientos. El nivel de exigencia dependerá de cada corredor.
La opción consistente en fartlek  y rodajes rápidos se ejecutan en carrera continua. En el primer caso, se van alternando ritmos similares a los que hacemos en series con ritmos normales, pudiéndose ser la alternancia de 1 minuto rápido, otro suave; dos minutos rápidos, cuatro suaves...Existe un amplio abanico y cada corredor lo adaptará a sus intereses, pero lo importante es esa alternancia. También es importante que se lleven a cabo en terrenos con subidas y bajadas para que sea más efectivo.
Por su parte, los rodajes rápidos no consisten necesariamente en rodar a ritmo de competición. Para mí un rodaje rápido puede consistir en correr diez kilómetros a un ritmo aproximado de unos 15 a 20 segundos el mil, por debajo del ritmo de competición. Existe mucha flexibilidad a la hora ejecutar esta opción.
En cuanto a técnica de carrera y ejercicios complementarios, lo ideal es poder llevarlos a cabo una vez a la semana y hacerlos coincidir el día del entrenamiento de calidad. Lógicamente, al finalizar este entrenamiento para asegurar que nuestra musculatura y fibras estén lo suficientemente adaptadas. La regularidad en su práctica hace que seamos más eficaces en la carrera.  Hay múltiples ejercicios de carrera que se pueden consultar en manuales y en Internet.    



UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...