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15 marzo 2022

LA INVASIÓN DE UCRANIA POR RUSIA: UNA VISIÓN DESDE LA IGNORANCIA (VIII)

 

LEER LA SÉPTIMA PARTE PULSANDO AQUÍ

UNA GUERRA ES UNA GUERRA

Lo que al principio nos hicieron creer los rusos nada tiene que ver con lo que está ocurriendo en Ucrania. Insinuaron más que afirmaron que buscaban una desmilitarización de Ucrania y la comunidad internacional pensó que se debía al contencioso que había entre estos dos países desde que se convirtieron en tales tras la caída del régimen comunista soviético; y sin embargo, en lo que se ha convertido no es en otra cosa que en una invasión cruenta con muchas víctimas civiles, muchos niños entre ellos, una invasión salvaje. Por tanto, los argumentos para juzgar a Putin y a sus generales como criminales de guerra ya es más que sólida, lo que hace imposible que el líder ruso sobreviva políticamente a esta invasión. Lo consecuente y coherente con el Derecho Internacional Penal es que acabe detenido, juzgado y encarcelado, pero jamás seguir dirigiendo a una de las mayores potencias de este desgraciado planeta. Ahora bien, hay que considerar que Putin no es Sadam Husein ni Muamad El Gadafi ni mucho menos Rusia es Irak o Libia. Y eso significa que habrá más víctimas inocentes y una probable guerra mundial si Rusia rebasa el territorio de Ucrania, algo que casi ya ha provocado, o cuenta con el apoyo de China, que se lo está pensando. 

EL APOYO DE CHINA A RUSIA

China sigue jugando al escondite. Ni dice que sí ni dice que no y eso es muy desasosegante porque China, a pesar de no tener la potencia nuclear de Rusia ni de Estados Unidos, es una gran potencia militar y económica y también cuenta con cabezas nucleares. Por tanto, desde mi punto de vista, que como sabéis mira desde la ignorancia, la participación de China, ya sea omitiendo o afirmando, es un punto de inflexión muy importante en este conflicto. Particularmente, la participación de China de alguna forma u otra nos debe de parecer muy preocupante, sobre todo si considera que su economía comienza a debilitarse por las sanciones a Rusia, países amigos desde la época bolchevique. No olvidemos que el mundo actualmente es una aldea global en cuanto a la economía y China sabe muy bien que no puede relajar ni un ápice su influencia económica internacional que hoy por hoy es su gran divisa.

Se dice de China que es un país paciente, un país que ha conseguido a través su laboriosidad ser el referente mundial de gran parte de la industria y, sobre todo, del comercio. Occidente lleva ya años cometiendo el error, por aquello de ahorrar costes, de producir todos sus productos en este enorme país, hasta el punto de que en los momentos más duros de la pandemia todo el mundo dependía de ellos para tener un par de mascarillas en el bolsillo. No solo que China es por sí misma una gran maquinaria que produce todo tipo de productos, sino que la mayor parte de la grandes de empresas y corporaciones del mundo Occidental fabrica sus productos en este país. Todo eso convierte a China en un enemigo muy importante en una contienda militar y quien la tenga de su parte tiene mucho a su favor. 


04 marzo 2022

LA INVASIÓN DE UCRANIA POR RUSIA: UNA VISIÓN DESDE LA IGNORANCIA (IV)

 LEE LA TERCERA PARTE PULSANDO AQUÍ

LA CARA DE MACRON


Me detuve a observar la cara, el gesto, de Macron, el presidente francés y eventual presidente de la UE porque es a Francia a quien le toca la presidencia este primer semestre de 2022; me detuve a contemplar su cara, su gesto, decía, mientras hablaba con repelente vehemencia Putin en esa rueda de prensa conjunta. La cara de Macron, un tío aún joven, su gesto, estaba demudado. Intenté interpretar qué pasaría por su mente cuando el presidente ruso hacía más que veladas amenazas a Europa y demás países que pretendan seguir con las sanciones o que pretenda inmiscuirse en su guerra. Y me recordó a ese chulo del cole o del barrio o de la discoteca que parecía no tener límites y que aunque nadie le reía la gracia se comportaba como un bocazas.


¿ES PUTIN UN BOCAZAS O HAY QUE TOMÁRSELO EN SERIO?

Es posible que esa sea la gran pregunta que esté orbitando por la mente de mucha gente, incluida, la que tiene poder y mando para frenarlo, dentro y fuera de Rusia. Es posible que sí, que sea un bocazas, pero un bocazas con acceso a un botón nuclear y eso lo convierte en un bocazas peligroso, no en cualquier bocazas de escuela, barrio o discoteca al que se le puede dar un bofetón y apearlo en un pispas de su pedestal. Aquí hablamos de otra cosa. 

Macron también ha dicho que lo peor está por venir porque Putin le habrá manifestado con toda seguridad que su interés es ocupar toda Ucrania, que para que nos hagamos una idea tiene un territorio algo superior al de España y similar número de habitantes. Algo así a si esa misma Francia de Macron, por tratarse del país fronterizo con nuestro país con gran potencial, decidiera invadir España, desde Tarifa hasta Reus, y desde el cabo Finisterre al del Gata, en fín, una verdadera barbaridad. 

De hecho, el bocazas ya ha atacado la central nuclear más grande de Europa, que está en suelo ucraniano. Y a pesar de todo eso las potencias contrarias a la invasión de Ucrania por Rusia poco pueden hacer más que seguir con las sanciones económicas y el aporte de armas al pueblo ucraniano. 


¿ESTÁ TRABAJANDO LA INTELIGENCIA DE LAS GRANDES POTENCIAS?

Muchos nos preguntamos si estará ya trabajando la inteligencia de las distintas potencias, la CIA, el MI5, ojalá el MOSSAD, aunque me temo que este no desee participar en nada de eso. Sería deseable que lo estuvieran, que estuvieran preparando un plan para poder atrapar al líder megalómano cuando esté más debilitado y hasta sus propios secuaces internos comiencen a dudar de él. Eso espero, porque creo que sería la mejor solución. Y lo espero porque estoy convencido que detrás de Putin no hay nada, es decir, no existe una estructura rusa que desee continuar con esta guerra ni con su deseo invasor.

(Continuará)

01 marzo 2022

LA INVASIÓN DE UCRANIA POR RUSIA: UNA VISIÓN DESDE LA IGNORANCIA (II)

 (LEE LA PRIMERA PARTE PULSANDO AQUÍ)

VLADIMIR PUTIN Y LA OLIGARQUÍA


El derrumbamiento bestial de la URSS conllevó, además de un nuevo orden mundial, una gran oportunidad para quienes provistos de una ambición desmesurada e información privilegiada conocían los entresijos internos del aparato estatal, ahora sin control ni dueño. Eso dió lugar al comienzo de la llamada oligarquía, protagonizada por gente cercana al aparato que poco más debía de hacer que tomar en propiedad, en una especie de usucapio sin límite, lo que ya no tenía dueño: un estado sin cabeza, pero con mucha riqueza, sobre todo en lo que se refiere a materias primas energéticas. Por su parte Vladimir Putin, de ambición también desmesurada en asuntos políticos, sin descartar la ambición material, venía de las tripas del aparato en el que había ostentado varios puestos de alto funcionario, culminado su funcionariado  de alto nivel con el nombramiento en 1998 como director del Servicio Federal de Seguridad, heredero de la antigua KGB. Ese cualificado nombramiento le permitió alcanzar el gran poder que tanto anhelaba. 

¿ES PUTIN UN OLIGARCA CUALIFICADO?

Muchos lo creen así, sobre todo Gran Bretaña, paraíso actual de los oligarcas, dueños de prestigiosos equipos de fútbol, grandes empresas y mansiones. En este sentido es curioso cómo funciona el país del Brexit, tan celoso de su tradición y cultura y tan dado a acoger a oligarcas, jeques y ricachones de medio mundo sin demasiada ética pero con montañas de libras, sin que les importe demasiado que sus equipos señeros (Chelsea) o sus elitistas grandes almacenes (Harrods) sean propiedad de estos. Es aquí dónde Occidente debería comenzar a hacerse algunas preguntas. En ese sentido resulta sorprendente cómo ahora se rasga Occidente las vestiduras afirmando sin complejo alguno que ha congelado los activos de los oligarcas, incluídos los del propio Putin y algunos de sus secuaces en el Estado ruso, incluida Suiza, que tras más de doscientos años rompe su silencio y secretismo bancario. No es mala noticia, pero cabe preguntarse por qué en supuesto periodo de paz se permite que toda este gente con su riqueza de dudosa transparencia dancen a sus anchas comprando y vendiendo medio mundo. Por supuesto, los oligarcas, conocedores de que su situación económica puede cambiar drásticamente se pronuncian en contra de la invasión de Ucrania por parte de su país, demostrándose, que no es demasiado difícil para los países occidentales controlar la fortuna de esta gente si realmente quisiera controlarla. En todo caso, desmarcarse del mentor es una forma muy antigua de proteger la propia hacienda, dejando caer a quien supuestamente les hizo falta en su momento pero que ya se ha convertido en una gran rémora.

Es posible que la solución a esta guerra llegue por esa vía que ya parece iniciada: aislar al mismísimo Putin, que de alguna forma es también ganar por medio de la batalla económica lo que no se puede ganar por medio de las armas, en gran parte por el enorme arsenal de cabezas nucleares con que cuenta el invasor. 

Irak se intervino basándose en la existencia de armas nucleares, es decir, se invadió porque se sabía con seguridad que nos la había; Rusia no se invade porque se sabe con total seguridad que dispone de ellas. Así se está escribiendo la historia, prolegómeno de una supuesta III Guerra Mundial que no acacerá cómo acaecieron las dos primeras, aunque los sables suenen casi igual.

(Continuará)




24 febrero 2022

NECESARIA CONTUNDENCIA ANTE LAS AGRESIONES A FUNCIONARIOS PÚBLICOS





La grave agresión sufrida el pasado diez de febrero por una funcionaria de la Administración de Justicia, adscrita al Servicio Común de Notificaciones y Embargos de Granada, exige una reflexión seria por parte de quienes consideramos que el Estado de Derecho, que es la base de la democracia constitucional, debe de responder sin fisuras ante los frecuentes ataques a los representantes de sus Instituciones, que son los pilares fundamentales de aquél. La sociedad organizada no debe de interpretar como un asunto ajeno estos actos porque la indiferencia y la ajenidad son las herramientas de las que se sirven las personas desaprensivas para continuar actuando con la impunidad que suponen, en muchos casos, ante la tibieza de las normas vigentes.

Un Estado de Derecho, una democracia asentada, no es lo contrario a unas leyes contundentes, sobre todo en el ámbito penal, sino todo lo contrario: son la preservación de esa organización jurídica y social sólida que ha de carecer de fisuras y actúa perfectamente organizada para repeler ataques de este tipo. 

Todos hemos asistido a agresiones a representantes de distintos ámbitos de la Administración Pública que no han tenido la respuesta adecuada por parte del sistema judicial, desde las cometidas a personal sanitario hasta profesores y maestros, pasando por un amplio elenco de representantes de las distintas ramas de la Administración. Ante estas agresiones, que son más frecuentes de lo que se piensa, el ciudadano que desea vivir en una sociedad organizada y segura estima de manera más o menos inopinada que no existe la suficiente contundencia jurídica hacia esos individuos irrespetuosos no tan solo con las personas sino también con los representantes de los Poderes Públicos, cuya labor no es otra que el cumplimiento de las funciones que derivan de la actividad administrativa, de policía o judicial, fundamentales para la convivencia democrática. 

En el caso arriba indicado se ha ido aún más allá de las líneas rojas irrebasables si cabe, porque la grave agresión sufrida hace unos días en la zona norte de Granada se inflige a una funcionaria encargada de una notificación emitida por el Poder Judicial, que en el esquema de los Poderes del Estado representa la última ratio del Estado de Derecho. No se trata tan solo de perseguir con eficacia a los agresores sino de preservar y proteger la arquitectura jurídica avalada por la Constitución española vigente.

Algunos sistemas democráticos jóvenes, el español entre ellos, viven en la actualidad en una especie de esquizofrenia ante la observancia de la ley, decantándose en ocasiones por la benignidad y suavización de las normas a aplicar ante el temor de que se pueda interpretar que la estricta y contundente aplicación de la estas reste sentido al sistema. Esa interpretación, en mi opinión, es errónea porque posibilita que el armazón jurídico garante de la preservación de lo más esencial del Estado de Derecho se resquebraje de manera irreversible. Por el contrario, el sistema democrático debe ser muy sólido ante este tipo de agresiones si desea seguir preservando, es más, fortaleciendo esos pilares básicos a los que antes me refería. La aplicación contundente de las normas, dentro de la debida consagración jurídica constitucional, no debe ser incompatible con un sistema democrático fuerte, más bien al contrario; basta observar los sistemas democráticos más veteranos de nuestro entorno occidental para comprenderlo.

Es fundamental conocer que cuando un funcionario público, revestido de autoridad en función de su cargo, actúa no lo hace a título personal sino en representación de la institución administrativa, policial o judicial para la que trabaja. No comprender esto, y lo que es más grave, que algunos representantes políticos duden de ello, es la vía más directa para que la Función Pública, que es uno de los aspectos más innegociables (o al menos debería de serlo) de ese Estado de Derecho desde la Revolución francesa, se convierta en una moneda de cambio que posibilita, entre otras cosas, el debilitamiento y la vulnerabilidad de sus miembros ante sectores indeseables de la sociedad, que amparados por una errónea interpretación de los derechos inherentes a la persona interpretan que todo es válido y hasta impune, auspiciados las más de las veces por peligrosos discursos políticos y sociales, no exentos de maniqueísmo, que confunden, en ocasiones, de manera consciente la simetría que en un sistema democrático debe de haber entre los derechos y los deberes, sin que nadie les explique que el disfrute de derechos ilimitados, sobre todo cuando no existe un contrapeso obligacional, no es propio de un sistema constitucional sino su verdadera rémora. 


02 junio 2021

UNA SOCIEDAD CADA VEZ MÁS HEDONISTA

 Cuando el virus se cebaba con todo el planeta o eso nos dijeron, llegué a considerar en serio que la humanidad iba a dar un importante vuelco hacia la sensatez, pero me asomo a mi terraza y veo la del bar de enfrente y concluyo que no, que nada ha servido para que el humano hiciera autocrítica. Veo a hordas de gente vociferante ansiosos de consumir, pugnando por encontrar una mesa y sentarse en mitad de la vulgar acera intentando imaginar paraísos que solo tiene en su imaginación. No hay más.


sería injusto si considerara que lo que veo desde mi terraza es el resumen del comportamiento de la humanidad. No en absoluto, porque de ser así estaríamos más que perdidos, aunque es un ejemplo bastante representativo, que se extiende a lo largo y ancho de cualquier punto geográfico, confirmándose que el hedonismo mal entendido ha cogido las riendas de la existencia de muchas personas. Por el contrario, hay gente muy decente que ha sabido tomar nota de la situación del planeta; que ha comprendido que el planeta, como órgano vivo necesita lo que le dimos en los primeros meses del confinamiento. La mala noticia es que esa clase de gente es poca en comparación con la que ha decidido hacer de este mundo una especie de uso tangible, sin importarles el medio ambiente, los animales o, sencillamente, el respeto a los demás.

Los vociferantes de la terraza de enfrente se complementan con los gritos de sus hijos a los cuales les han colocado unos parques infantiles la mar de cómodos junto a la terraza del bar. Y aquí habría que considerar también la ineficacia municipal, el no saber considerar que existen otras personas ajenas con derecho, sencillamente, al descanso o, simplemente, a no estar contaminado de ruído. Ayuntamientos que facilitan el caos.

Y es que la sociedad está a una letra de denominarse suciedad. Una suciedad que creamos los humanos por pensar que somos lo únicos dueños de la creación. Pero para crear hay que tener valores y reflexionar. No es posible ser responsable de nada sin valores y sin reflexión. Ese es uno de nuestros principales déficits. 

Creer que el ser humano, por serlo ya es garante del orden y la preservación del planeta es el principal error (inducido, en mi opinión) que históricamente ha cometido la humanidad. Tras la pandemia o aún saliendo de ella, yo ya tengo claro que la humanidad ha dado un paso atrás, se ha vuelto aún más egoísta e inconsistente, ha interpretado que es posible que el futuro no exista y ha decidido arrojar a la alcantarilla lo poco que vislumbra de él. Lo creo firmemente por lo que observo a mi alrededor. Cada vez interesa menos la reflexión, la lectura, el arte, el silencio o sencillamente una vida consecuente con lo que nos rodea, principalmente, el medio ambiente y los animales. Sí, lo creo firmemente porque lo veo cada día. Pocas personas escapan a ese aciago futuro.



14 mayo 2021

ESCRIBIR ¿PARA QUÉ?

¿Por qué escribimos los que escribimos?  ¿Pretendemos hacernos famosos? ¿Vivir de la literatura? ¿O, sencillamente, escribir es nuestra rendida vocación?

Nada de eso. O, al menos, nada de eso encaja en mi concepción de escribir.

No hace mucho, me planteé no seguir escribiendo, pero al poco caí en la cuenta que lo que no quería, por ahora, era seguir publicando, en un mundo en el que cada vez es más difícil vender libros, mucho menos si no son de un género demandado, que no son muchos: histórica, thriller, romántica y poco más, y todo eso si hablamos de géneros literarios, porque no haré referencia a otro tipo de seudoliteratura, de libros que se venden como churros porque lo firma un alguien determinado con mucha hondura mediática, pero carente de talento literario. 

Sin embargo, no me refiero a nada de eso. Me refiero a gente normal que escribe y que lo hace, casi siempre, de manera independiente, como es mi propio caso. Y que, además, no frecuenta ninguno de esos estilos, sino otros que salen de mi propia concepción de la literatura, historias o libros que me gusta escribir porque sí, sin ataduras ni directrices del mercado. A eso me refiero.

Y por eso decía que confundí no escribir más con no publicar por ahora; y mucho menos me interesa vagabundear por las redes sociales para que compren mis libros, ni decir cosas que puedan parecer interesantes para captar lectores. Nada de eso. Yo no sé hacer eso, pero tampoco quiero. Mis lectores son los que son y serán los que serán, nada más. Y a estas alturas, ya sé quién no me va apoyar jamás, por muy cercano que esté a mí. Lo realmente emocionante es que un buen día entres en Amazon y compruebes que alguno de tus libros ha sido descargado o leído (que no es lo mismo), en algún lugar del territorio donde opera Amazon Estados Unidos, Amazon México o Amazon Alemania, o cualquier otro lugar. Eso sí que es emocionante. Y lo es porque sabes que quien está comprando tu libro es alguien que no sabía segundos antes que tú existías (y sigue sin saberlo) y tan solo le interesó la temática o el argumento del libro, que es lo que realmente debe de existir para el lector. Eso es muy emocionante, pero tampoco tiene nada que ver con escribir en un sentido puro.

Siempre he concebido la literatura como algo muy relacionado con el libre albedrío y la libertad de elegir. Cuando comienzo a leer una novela, al margen de los autores que tengo como referencia, jamás veo la biografía del autor, previamente. La leo sin más, porque no busco que ese autor me impresione ni saber qué ha hecho o está haciendo con y en su vida. Simplemente busco que su novela, su libro me diga algo, me llene, y que esa lectura me haga descubrir buena literatura y si es novedosa, mucho mejor.

Y por eso, tras reflexionar un buen rato sobre ello, decidí que iba a seguir escribiendo porque estaba confundiendo los conceptos. 

Escribir siempre. 

Como algo que nace del interior, a pesar de que no soy el tipo que piensa que me moriría sin escribir, como muchos dicen, nada de eso; ni que escribir sea para mí el aire que respiro; el aire es aire, que es una sustancia invisible y vital que necesitamos para vivir, y escribir es otra cosa: algo que nos gusta y nos reconforta, pero nada más.

INVENTANDO HISTORIAS

Me he inventado muchas historias a lo largo de mis años como escritor. Historias cortas e historias largas, y es eso lo que siempre me ha gustado hacer: inventarme historias, esa es la esencia de escribir. 

Y como no me gusta demasiado el mercado editorial, me da una pereza enorme enviar manuscritos a no sé quién para que los publique; no, no tengo paciencia para eso. Ni la suficiente energía (que nace de la paciencia). Y por eso me convertí en un autor independiente.

Esto que escribo no es mi credo, pero sí parte de él. O no, nunca se sabe. 

26 julio 2020

"RECUPERAR" EL BLOG: GRAN DECISIÓN

Blog La Palabra Texto - Imagen gratis en Pixabay"Recuperar" el blog ha sido una de las mejores decisiones posconfinamiento (considerando quizá este como una nueva era). Alejarme de las redes sociales, a excepción de lo imprescindible y orgánico, ha sido otra; o tal vez, el requisito previo. Las redes sociales son una cosa y los blogs son otra, y yo siempre he optado por esto último. Es ahí donde comenzó todo, donde se fue desarrollando toda mi obra literaria y a eso jamás se le puede ser desleal. Las redes sociales no me han perjudicado, he de decir, porque siempre he sido cuidadoso en cuanto a qué amigos elegir y en qué "jardines" meterme. He conseguido llegar a gente que sin estas no hubiera conocido y mi obra ha llegado a territorios que sin estas hubieran sido inexplorados. Pero las redes sociales son más bien de usar y tirar, concebidas para otras cosas que a mí, particularmente, me interesan menos. Cumplieron su función y ahí están; y perdurarán los buenos amigos atesorados. A quienes conocía físicamente, siempre estarán ahí porque no han necesitado de nada virtual para que lo sigan siendo; a quienes no, se convirtieron en una versión muy similar a los primeros y también estarán siempre ahí. Espero.
Pero decidí volver a centrarme en el blog de toda la vida, que nunca llegó a morir, y estoy muy satisfecho por ello.
Principalmente porque lo que escribí hace cuatro, cinco, diez o trece años o más aún perdura, y aún perduran los comentarios sensatos y trabajados de toda aquella gente que me siguió durante tantos años. Con algunos sigo en contacto, con otros no, pero seguirán ahí...
La gran importancia que tienen los blogs, tal y como hoy día están concebidos –que es como siempre lo han estado, eso no ha variado–, es que aún hay gente que lee lo que escribiste hace tantos años desde cualquier lugar del mundo. El buscador de Google y otros buscadores son así de generosos. Por tanto, aprovecho yo también para leer esas lecturas que aún se hacen de entradas de años atrás. Y con las lecturas de estas entradas vuelvo a vivir lo que creía ya olvidado. Aquello que yo escribía sobre tantos asuntos fueron plasmando mi ideario. Algunas de las cosas no las comparto ya, o no las comparto de la misma forma, pero en otras me ratifico y hasta añado. Leo comentarios de gente que siempre estuvo ahí y vuelvo a agradecer la enorme dedicación que muchos mostraron hasta el punto de que en opinión de muchos la bitácora se convirtió en una herramienta vital de comunicación y exposición de ideas y puntos de vista, ya se tratara sobre correr (que fue el origen), política, música, cine, literatura o reflexión pura y dura. Es mágico que todo eso aún esté ahí, un privilegio que las redes sociales, efímeras y pasajeras, no poseen. Y por eso, entre otras razones, decidí abandonarlas. 
También es un privilegio poder exponer en el blog mi obra ya publicada o por publicar.
Como muchos autores, consideré que las redes sociales eran la única correa de transmisión entre mis obras y los lectores, pero resulta que no es así. Miro las estadísticas y datos de mis libros en Amazon cada tiempo y observo que lo poco o mucho que se puedan descargar mis libros, nada tiene que ver con una continua presencia de estos, y de yo mismo, en las redes sociales. Los libros siguen teniendo sus descargas (modestas en mis casos) y opiniones tanto en España como en otros países –sobre todo México, gran aliado de España en cuanto a permeabilidad literaria–, al margen de la promoción en redes, con la cual jamás me sentí cómodo. El resultado final es que ya no promociono nada, tan solo hablo de contenidos de mis libros en mi blog. Es suficiente para estar ahí, aunque sea mínimamente, comprobando que cada día va a más en cuanto a número de visitas. Es un nuevo trabajo de reconstrucción que asumo gustoso.
Sí, amigos, una gran decisión la que tomé a los pocos días de la terminación del Estado de Alarma; una decisión que necesitó su tiempo y su momento –que no son la misma cosa–. Pero el momento llegó cuando tuvo que llegar.  Y, por cierto, refiriéndome al Estado de Alarma en España, de más de tres meses, el diario que he escrito cada día, desde el quince de marzo hasta el treinta de junio de 2020, será mi próxima publicación en Amazon, la cual estará colgada dentro de unos quince días, a disposición de cualquier lector interesado de cualquier parte del mundo.

04 diciembre 2017

NUESTROS AMIGOS LOS ANIMALES.

Resultado de imagen de GRABADOS ANIMALESEs posible que, a nivel particular, haya llegado a cierto estado de percepción del que antes carecía (o, tal vez, no carecía sino que no priorizaba al ser uno hijo de su tiempo y circunstancias concretas). Ese estado me hace ser cada vez más sensible con el maltrato a todos los animales. Tras documentarme bastante llego a la conclusión de que esa sensibilidad es evolución. Los animales son especies distintas a la humana que conviven con nosotros, no son ni mejores ni peores, solo distintas. A nosotros, los humanos, la evolución nos otorgó una mente para pensar y razonar, así como establecer códigos éticos y reglas morales. A ellos los dotó de más olfato, más oído, más vista o más agilidad. Pero otorgar no confiere ningún privilegio sino utilizamos esas virtudes para mejorarnos a nosotros mismos y a los seres vivos que nos rodean. El hombre no utiliza bien esas virtudes, sin embargo, los animales, al basar su conducta en la intuición y el instinto de supervivencia, suelen exprimir sus virtudes al máximo. Los humanos hemos errado bastante.  Nos autodesignamos la especie dominante, la que tiene derecho a destruir a las demás, pero eso no es más que otro error cultural histórico. Un error que se nos inculca al nacer: come carne, bebe leche, come pescado, dale una patada al perro si ladra, el toro nace para morir en una plaza, del cerdo hasta los andares, pisa a los insectos, mata de una pedrada a la serpiente, cazar es un deporte, los caracoles y cigalas como hay que cocinarlos es vivos en agua hirviendo...En fin, las frases hechas, los refranes y las aseveraciones relacionadas con el maltrato animal sin lugar a réplica son infinitas. Todo eso nos convierte en seres muy violentos, desde niños.
     Intento reconstruir y reinterpretar todos los mensajes que llegan de la sociedad y de los hábitos de consumo y no logro conseguir nada. Por ejemplo, en estas fechas navideñas que llegan, las celebraciones no suelen ser apenas nada si no hay de por medio un animal sacrificado, ya sea de la especie terrestre, avícola o marina. Es casi imposible concebir una celebración que no disponga de un plato de un animal previamente maltratado y finalmente exterminado, que bien aderezado hace las delicias de nuestros paladales, a pesar de que no es ético ni conviene casi nunca a nuestra salud. No importa ese dolor, esos ojos que suplican camino al matadero, todo ese miedo y chillidos espeluznantes antes de ser sacrificados. Solo importa nuestra ambición y bienestar.
     Leonardo Da Vinci dijo hace más de quinientos años que llegaría el día en el que se considere un crimen matar animales con el objeto de alimentarnos, pero es tan infinita nuestra obstinación que no han bastado quinientos años para que se cumpla lo que el genio italiano solía aventurar como algo que en el futuro se iba a realizar. Un genio que no falló en casi nada de lo que aventuró, falló en esto. Harán falta otros quinientos años o tal vez más.
     Pero nuestra violencia no solo está en el tenedor como venía a decir Ghandi, también lo está en nuestro comportamiento diario para con los animales. Es así porque los consideramos inferiores y si es eso lo que sentimos y pensamos, nada nos impedirá maltratarlos o matarlos. Sin embargo, existe -existimos- personas que un buen día nos replanteamos todo y reparamos en la mirada de nuestros animales, nos hemos compadecido de ellos, con indiferencia de su especie y forma, hemos conectado a nivel de empatía y cósmico con ellos; y sí eso ya ha ocurrido no hay vuelta atrás. Ojalá esa empatía se extienda como un reguero de pólvora por toda la raza humana. Es posible que ya haya comenzado el proceso de transformación. No lo sabremos, quizá, hasta que pasen otros quinientos años.    

20 noviembre 2017

NADA HAY ESCRITO SOBRE GUSTOS LITERARIOS

El día que el océano te mire a los ojos  Hace unos días acudí al FNAC del Centro Comercial Nevada de Granada, y a pesar de que no había apenas clientes porque era un día de semana y el personal se encontraba en plena jornada laboral o, tal vez, aguardando en casa la siguiente jornada, en un extremo de la tienda una escritora joven firmaba los gruesos ejemplares de su obra a un buen número de adolescentes, que hacían cola, no demasiada, pero sí destacable dado el día y lo poco que se lee en España, pensé. Me interesé por saber el nombre de la autora, pero me era tan desconocida como lo somos la mayoría de los escribimos. Publicaba en una editorial grande y consagrada y, por lo visto, gozaba de notable éxito de ventas.     
    No me preguntéis por su estilo literario, pero estaba englobado en algo relacionado con joven adulto, que no sé bien si es romanticismo mezclado con algo de erotismo, supongo, o quizás no sea eso, sino historias comunes que por lo que sea encandilan al joven lector. El caso es que este tipo de autores son los que más venden hoy día y tienen una legión de seguidores, muchos de ellos fraguados en las redes sociales, principalmente Youtube. Nada que objetar. La gente que se gasta sus cuartos en un libro tiene sus razones. Y no seré yo quien elabore discursos seudointelectuales sobre las tendencias de lectura de la gente. La realidad es la que es e -insisto- no seré yo quien discrepe o la intente cambiar. Principalmente, porque se trata de libros, que si bien no pertenecen a la órbita que prefiero, libros son; y en segundo porque no creo que sea necesario ni positivo envidiar las ventas de otros autores, tan solo porque la mayoría no lleguemos a ellas. Porque -me dije, mientras observaba aquella cola-, algo latentoso tendrá quien escribe una novela gorda y consigue venderla, a pesar de que el precio no baje de 20 €. Sobre todo, si tenemos en cuenta que a la vista de lo que presencie quien la compra no es gente con poder adquisitivo propio, sino adquirido en la mayoría de los casos. Es decir, gente joven que con 'la paga' o como se denomine eso que dan los padres a los hijos semanalmente, se apañan para salir un finde y poder hacerse con el libro de su autora o autor favorito, dando prioridad a un libro en vez de otra cosa más nefanda. Porque -seguí reflexionando-, ¿quién posee la verdad absoluto de las cosas y de la literatura en este mundo tan complejo y a la vez heterogéneo? ¿Quién tiene aquí la potestad de elegir los gustos de literarios de los demás? 
    He leído por ahí críticas puristas a este tipo de literatura. Críticas que derivan casi siempre de la ortodoxia literaria y me ha parecido percibir algo de envidia sobre esas buenas ventas, a las que no llegan muchos autores de los llamados consagrados, que son casi siempre los que hacen las críticas. He de decir que no me interesa ese tipo de literatura, la cual, obviamente, tiene una edad y un público, pero que a mí no me interese no significa que deba despreciar ni el trabajo de estos autores -autoras, la mayoría- ni la preferencia lectora de tanta gente. Es más, ojalá muchos pudiéramos poder firmar nuestros libros ante una cola de lectores un día de semana en una casi vacía y desangelada tienda-librería de un centro comercial.              

12 junio 2017

CELEBRACIÓN DEL RAMADÁN EN LOS JARDINES DEL TRIUNFO DE GRANADA. UNA REFLEXIÓN..

Resultado de imagen de celebracion ramadan en la plaza del triunfo granadaEn Granada se ha desatado una polémica importante, a mi modo de ver. El ayuntamiento de la ciudad ha cedido un importante espacio público bastante céntrico, Los Jardines del Triunfo, a la comunidad musulmana de Granada, para que celebren la ruptura de su ayuno. La polémica ha actuado en varios frentes: que se ceda un espacio público para le celebración de esta manifestación a los practicantes de esta religión y que se haya hecho en un espacio que cuenta con diferentes esculturas católicas y cristianas. Esto último se ha interpretado como una provocación.
Y, claro, yo tengo mi opinión. En primer lugar, repasemos lo que dice el artículo 16.3. de la Constitución:  Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. A la luz de este artículo, se concluye que el Estado es aconfesional y no debería de mantener ninguna relación con la Iglesia Católica y las demás confesiones, más allá de la cooperación. Pero, ¿es cooperar ofrecer los espacios públicos para manifestaciones religiosas? No sabría qué decir. Se ceden para manifestaciones católicas y muchos podrán considerar que también que se han de ceder para otras religiones.
Ahora bien, desde mi punto de vista laico, se ha de interpretar que la cooperación con la Iglesia Católica parece estar en un primer lugar, si se lee de manera interpretativa este artículo. Y eso es porque nuestra sociedad occidental se fomentó —para bien o para mal, que ahí no entro- en el catolicismo y, por ende, en el cristianismo. Y porque —también opino— nuestra religión occidental hace tiempo dejó de formar parte de los gobiernos democráticos occidentales y de contar con posturas radicales. No es el caso aún de la religión musulmana, toda vez que muchos Estados que así se proclaman no distinguen entre su poder político y su poder religioso, algo similar a lo que ocurría en Occidente siglos atrás. Además, hay también algo preocupante: el fanatismo, que luego conduce al terrorismo, nacido de las mezquitas.
Dicho esto, considero que una religión puede tener igual derecho a utilizar o no utilizar los espacios públicos (derecho con el que soy crítico y discrepo) si se tratara de una religión inocua, es decir, de una religión que sea tan solo lo que la fe de sus seguidores quiere que sea, sin otras manifestaciones. Sin embargo, cuando se trata de una religión intolerante —y a mí me parece que la musulmana lo es por muchos motivos y no solo por la discriminación hacia la mujer—, que solo considera validos sus principios religiosos, siendo muchos de sus practicantes fanáticos y, en algunos casos, terroristas, me parece mucho más preocupante. Y lo de la intolerancia no lo digo yo, lo dicen muchos de sus imanes con sus manifestaciones, toda esa aseveración de acabar con la fe occidental cristiana para imponer la suya.

Sí amigos, soy crítico con la religión musulmana y este tipo de actos públicos. Es una religión que me parece medieval en un mundo de derechos conquistados. Una religión que desea eliminar los valores occidentales para imponer los suyos propios. Y eso, se diga como se diga, es una actitud excluyente e intolerante.

24 octubre 2013

LA SENTENCIA DEL TEDH DE ESTRASBURGO Y LA DOCTRINA PAROT

No quiero enrollarme con el asunto que está ocupando estos días los titulares de los medios, por lo que intentaré ser conciso y claro en esta entrada (son tipos de entradas que me había propuesto eliminar del blog, pero esto es muy fuerte). Me refiero al asunto de la sentencia de la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de  Estrasburgo , que ha tumbado la doctrina Parot.
La conocida como doctrina Parot se debe una sentencia del Tribunal Supremo de 2006 en la que venía a decir que los beneficios carcelarios (estudios, trabajos, etc.) se aplicarán a cada una de las penas de forma individualizada y no sobre el computo global de las mismas. Es decir, que si un individuo -por ejemplo, Parot, que viene a huevo el caso) acumula varias penas como consecuencia de varios delitos, los beneficios se les computará por cada uno de las penas, y no sobre el total de las mismas. Ocurre que el Código Penal de 1973 establecía que la prisión máxima será de 30 años y lo que querían los abogados de Parot es que esos beneficios se dedujeran sobre ese total y el Tribunal Supremo no accede a lo solicitado por éstos, estableciendo que esos beneficios se aplicarían, como antes señalaba, por cada uno de los delitos, de forma individualizada. Eso supone que el individuo en cuestión no se beneficiaría por lo que dice el Código Penal de 1973 (30 años, máximo, que se quedaría en menos si deducimos los beneficios penitenciarios), toda vez que la suma de los delitos es mayor y esos beneficios no interactuarían sobre el total sino sobre los delitos tomados individualmente. Además, le da carácter retroactivo. Hay mucha diferencia.
Pues bien, eso es lo que ha tumbado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, cuyas sentencias son de obligado cumplimiento en materia de derechos humanos  para los países miembros de la Unión Europea, porque así lo hemos querido los países que somos miembros por voluntad propia. 
Dicho esto, lo que aquí hay, en mi opinión, es -de nuevo- una colosal metedura de pata de los políticos que nos han gobernado desde que comenzó el periodo democrático. Debieron de hacer reformas legales penales para que este tipo de sentencias no se dieran y nos la hicieron por miedo a espantar a los socios vascos con los que estaban obligados a gobernar cuando no tuvieran mayoría absoluta, que es lo que realmente ha ocurrido en la mayoría de las legislaturas, ya que siempre ha habido que tirar de PNV para gobernar; y el PNV, lógicamente, es contrario a la doctrina Parot. Eso es lo que hay. Por tanto, no es posible demonizar la sentencia del TEDH de Estrasburgo toda vez que lo que ha hecho es aplicar la legislación española y tumbar una doctrina del Tribunal Supremo español - y la modificación que hizo de ésta el Tribunal Constitucional español en 2008-, sencillamente porque estos dos tribunales españoles están por debajo en jerarquía al de Estrasburgo en materia de derechos humanos.
Y, lógicamente, mucha razón tienen las asociaciones de familiares de víctimas del terrorismo y familiares de víctimas de otros grandes delincuentes -violadores, pederastas, asesinos confesos, etc- cuando despotrican contra la cobardía de los políticos españoles, que pensando tan sólo en su culo, les importa una mierda lo que ocurra con los que verdaderamente sufren. Definitivamente, tendrían que haber sido contundentes en cuanto a reformas legales penales para este tipo de delincuentes, tal como han hecho la mayoría de los países democráticos de nuestro entorno. Países que no se verán sorprendidos por sentencias de este tipo del TEDH porque han hecho sus deberes a nivel legislativo. Pero en España esos deberes no se han hecho. Ni esos ni otros. ¿Qué vamos a esperar de un país en el que el mismísimo Jefe del Estado es totalmente irresponsable de los posibles delitos que pudiera cometer? Así nos va; y así nos irá en el futuro.   

03 octubre 2013

EL PUEBLO MACHACA A LOS BORBONES

Venía el otro día en un autobús urbano y unas mujeres de edad madura que, por lo que deduje, se dedicaban a tareas de limpieza comenzaron a machacar al rey y a toda la Casa Real. Me sorprendió y agudicé el oído. No me podía perder lo que decían porque en raras ocasiones esto ocurre entre gente llana y trabajadora, que por falta de información, miedo a la crítica o, qué se yo, abducidos, quizá, como están con tanta tele tonta palmera de los borbones, jamás se les ha ocurrido pronunciar una mala palabra sobre ellos. 

Hablaban con espontaneidad, mezclando las criticas con las gracias de sus nietos o las penurias de sus hijos e hijas. Y al escucharlas me pregunté si el pueblo llano ya estaba comenzando a abrir los ojos. Entonces aludieron al asunto de la enésima operación de cadera y criticaron con dureza que se haya operado en un hospital privado y 'con los dineros de todos', dijeron. Luego vinieron los reproches a las 'bribonás del yerno' o lo bien que vivía él y su familia a costa de los demás, y 'mira nosotras como estamos, sin un duro pa'na'. Y fue ahí cuando comencé a perder el interés. O sea, que estaban criticando al rey porque a ellas les gustaría estar en su lugar, pero no por un sentido democrático, o al menos ético. No, nada de eso. La crítica era porque vivía muy bien (y ellas vivían muy mal). Reconozco que ahí me enfríe. Había picado como una mosca y me ilusioné pensando que el pueblo ya había captado la verdadera razón de ser y de existir de la corona. Pero no era así.
Y caí entonces en la cuenta del por qué la escasez de crítica en los años anteriores del pelotazo urbanística. No sé sí era el caso de esas señores, pero en esos años mucha gente llana vivía muy bien, casi tan bien como los mismos borbones. Mucha gente se había hecho de oro especulando con la construcción desenfrenada. Más o menos todo el mundo sacaba tajada. Unos vendiendo terrenos baldíos a precio de oro para que otro especulador aún mayor pudiera construir. Ese otro construyendo y vendiendo pisos o casas a precios disparatados sin que fuera necesario que arriesgará ni un euro, toda vez que el banco -que daba más de lo que se le pedía- avalaba la promoción y luego conseguía magras hipotecas. Alrededor de toda esa construcción todo el mundo cercano a ese sector se ponía las botas: las empresas de materiales no dando abasto, las tiendas de muebles sin stock, los fontaneros y pintores con lista de espera y, mientras, las Administraciones Públicas a través de sus haciendas ingresando cantidades ingentes vía tributaria. Además, como la economía era tan boyante, se vendían más coches que nunca y había más viajes al Caribe por persona que nunca. Los restaurantes siempre estaban llenos y encontrar una plaza de hotel en una playa por muy cutre que fuera era misión imposible. En toda esa orgía económica, casi todo el mundo pillaba algo, incluso, los funcionarios recogían migajas: al menos, no les bajaban el sueldo. Y las notarías  y los registradores de la propiedad tenían que incrementar sus plantillas porque no se amontonaban en los despachos las escrituras de compraventa.
Por su parte, los gobiernos -central, autonómicos y locales- gastaban sin miedo. Hacían aeropuertos e instalaciones deportivas o culturales sin reparar en su coste ni en lo que costaría mantener todo eso. Y, claro, en ese despelote económica la Casa Real, tan dada a gastar tan generosamente lo que es de los demás, no paraba de viajar, trincar, disparar con pólvora de ídem o hacer con el dinero público, que generosamente les asignaba el erario, lo que les daba la gana, sin necesidad de justificar ni un euro. Por tanto, en ese panorama no existía crítica por aquello de que todo el mundo estaba contento con su vida. A lo más, éramos cuatro los que criticábamos la incomprensión de la mayoría que afirmaba que lo que se llevaba la Casa Real era el chocolate del loro (frase típica donde las haya). Pero ahora el loro ha crecido de forma descomunal a los ojos de los españoles y ya parece que nadie quiere que se le dé ni una onza más a ese pájaro charlatán. 
No obstante, a servidor le gustaría que la crítica a la monarquía y no viniera por esa vía. Porque se trata de una vía en cierto modo interesada y egoísta. Le gustaría que viniera por la vía de la reflexión y a través de la crítica meditada y serena que tuviera como argumento serio el valor y el por qué  de la monarquía en un Estado que se considera democrático. Una monarquía que, además, no es nada transparente, como sí lo son las de nuestro entorno europeo. 
Y por ese motivo perdí tan pronto el interés en el discurso de esas mujeres del autobús. 
      

02 diciembre 2012

LA CERVEZA COMO IDENTIDAD

Que la cerveza guarda una estrecha relación con la identidad y el lugar de nacimiento o residencia, no cabe duda. 
La cerveza, más alimento que bebida alcohólica, siempre ha estado ligada al lugar en un sentido amplio. 
En Europa -principalmente, en el centro del continente- la cerveza ha estado y está tan enraizada en las tradiciones nacionales y locales, que hay  pocas ciudades que no sean poseedores de una marca o al menos una factoría de este manjar líquido. Y muchos son los restaurantes y bares de la República Checa, de Alemania, de Bélgica y de otros países del entorno que cuentan con su propio proceso de fabricación de cerveza, una tradición que se remonta más allá de la Edad Media, siendo muchos los monasterios y abadías, de clausura o no, que poseían fórmulas magistrales para la fabricación de este 'zumo' exquisito de cebada  y/o malta. De  hecho, las mejores cervezas son las denominadas 'cervezas de abadía', cuya formula magistral utilizan actualmente varias marcas reconocidas de Europa. De hecho, una marca como 'Legado de Yuste' utiliza como reclamo que el mismísimo Emperador Carlos V, en su retiro en el monasterio cacereño del mismo nombre, reclamó a los maestros cerveceros para que siguieran fabricando para él esta cerveza de abadía. 
En España la tradición no es tan profunda -quizá, porque somos un país vinícola-, pero cada vez existe mayor interés por ésta. 
Viene a cuento esta reflexión -y de ahí deriva- de la sorpresa que me he llevado cuando he descubierto en Internet ese sentido localista de la cerveza a raíz de las múltiples versiones cerveceras de mi entrada 'Conversación en la taberna'
Como sabemos, la conversación que inician esos dos desaprensivos individuos en la taberna tiene como testigo un par de Alhambras especiales. Sin embargo, en la red ya he leído que esa conversación se inicia con estas marcas de cerveza, que se sepa: Cruzcampo, Mahou 5 estrellas y Estrella Galicia. No descarto que haya otras marcas utilizadas, lo que demuestra que en la cerveza se contiene un sentimiento 'nacionalista' o 'localista'. Un rasgo de identidad.         

29 noviembre 2012

UNA DIMENSIÓN POLÍTICA FUTURA

Como sabemos, Andalucía, es la tierra de la innovación desde aquella 'Segunda Modernización', esa parida que algún preboste de la Junta de Andalucía anunció un buen día a bombo y platillo, seguramente, acompañada de una buena partida cargada de crédito suficiente y opaco, que es costumbre en esta tierra.
Pero aquel invento, que tuvo su mérito mediático y que quisieron adquirir todos los vendedores de humo, nada tiene que ver con el que se ha acuñado recientemente. 
Nos es fácil de explicar con palabras, porque seguramente forma parte de una dimensión futura que los estudiosos en ciencia política de la Universidad de Beckley están comenzando ahora a estudiar. Pero de concretarse ese nuevo punto de inflexión de la ciencia política, ese invento acuñado en esta ajada tierra va camino de convertirse en un 'summus' teórico-político de importancia impredecible. 
Pero no hagamos más giros lingüísticos y refirámonos de una vez por todas a este magno asunto que da forma y oficio a este artículo: la nueva forma de gobernar de la coalición de partidos que gobiernan esta tierra andaluza, solaz de múltiples civilizaciones que han ido dejando su impronta. 
Aunque he de advertir que no es fácil de explicar. Ni tan siquiera para este humilde articulista que posee formación jurídica y que algo de teórica política ha estudiado, por no hablar de los años dedicados a la praxis política. 
Se trata, ni más ni menos que de una forma avanzada, que permite gobernar juntos en el ejecutivo, pero disentir de lo importante en el legislativo, sin que eso tenga efecto alguno ni provoque agrietamiento en la concepción del todo. Una especie de unidad de destino en lo universal. Algo que debe contener una forma muy avanzada y cualificada de gobernar que no está al alcance de la comprensión de mentes discretamente amuebladas como las nuestras.
Acaba de estrenarse esta nueva forma de hacer política con ocasión de  la votación al informe final de la Comisión de Investigación de los ERE'S, pero se supone que dado el éxito que está destinada a atesorar esa innovación, acabará por trasladarse a otros ámbitos del gobierno andaluz. 
Porque puestos a avanzar en el cinismo, nada mejor que formular nuevos postulados políticos que el pueblo jamás entenderá, ni tiene porqué entender. Que no es tarea de plebeyos lo que está reservado a patricios.  


Autor: José Antonio Flores Vera

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...