El pasado jueves, Ideal publicó un artículo por mí firmado de título 'La soledad del corredor de fondo', una reflexión a raíz de leer la novela corta de Sillitoe. Como estaba fuera y no lo pude subir a tiempo, lo hago ahora.
Se trata, como decía, de una reflexión de la que creo podemos participar quienes hacemos del fondo una forma de vida, o bien, hacemos una forma de vida del fondo. Nunca se sabe.
Porque cuando uno se dedica a correr, casi siempre en soledad y a lo largo de muchos kilómetros, algo cambia en nosotros y a nuestro alrededor... Espero que podáis identificaros con estas reflexiones. Os dejo con el articulo por si no fue posible leer en edición impresa:
LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO
Acabo de leer 'La soledad del
corredor de fondo', la conocida novela corta de Alan Sillitoe (excelente también la película
de 1962, basada en la novela), tal vez, uno de los alegatos literarios más
inquietantes y brillantes sobre el mundo del corredor de larga distancia.
Aunque, obviamente, se trata de literatura y en este arte el juego de las
metáforas y las lecturas paralelas ocupa
un lugar destacado. De ahí que no podamos leer este libro tan sólo desde la
óptica atlética ya que en sus pocas palabras hay toda una amalgama de
reflexiones que van más allá del mero correr como actividad deportiva. Porque el
correr como forma de comprender el mundo está muy presente en esta obra de
1959.
Para quienes somos corredores de fondo o pretendemos a
duras penas serlo, este libro ocupa un lugar importante en nuestros anaqueles
-como ocurre actualmente con uno de los últimos títulos de Haruki Murakami, 'De
qué hablo cuando hablo de correr'- por varios motivos. Las cerradas y
contundentes frases de su protagonista sobre las sensaciones que se
experimentan cuando se corre en soledad han dejado su impronta en muchos
corredores, pero si algo es destacable en esta novela es la brillantez con la
que el autor transporta esas sensaciones atléticas a la solitaria y errática
vida del protagonista, un joven corredor que concibe el correr como una
prolongación de su credo diario, o bien, concibe su credo diario como una prolongación
del correr, nunca se sabe.
Porque resulta que mucho de eso hay en la vida del
corredor de fondo que esté entregado a esta disciplina, es decir, del corredor
que habitualmente suela correr largas distancias. De hecho, cuando eres
corredor de fondo pasas muchas horas en soledad y la actividad que realizas
entre el cielo y la tierra ha de estar, necesariamente, conectada a la manera
de interpretar la vida y la existencia. Adentrarte en caminos solitarios bajo
el sol, la lluvia o el frío con más frecuencia de la habitual no puede ser
ajeno a cómo sueles percibir el mundo. Porque llega un momento en todo corredor
de fondo en el que se produce una síntesis entre la actividad que realiza casi
a diario y su forma de sentir y pensar, por muy huera que pudiera tener la
cabeza. Y eso es así porque la soledad inherente a la acción de correr genera tiempo
y espacio para pensar y sentir, un
hábito que se convierte en estructural y que poco a poco va configurando el
carácter del ser corredor. Como vino
a decir el escritor Javier García Sánchez, un corredor de fondo durante el transcurso
de un maratón puede cambiar hasta tres veces de religión. Eso podría ser una
exageración pero doy fe que mientras se corre las neuronas están más vivas que
nunca. De hecho, este artículo surgió mientras corría una gran distancia.
Además,
todo lo bueno o malo que aporta el correr al corredor que se aventure en el
fondo ocurre en los terrenos mental y emocional. Una huella que va asentando su
poso con el mero transcurrir del tiempo. Por eso no es extraño que la persona
que se dedica a correr muchos kilómetros en soledad perciba que la percepción
que tenía de las cosas y las personas se va transmutando, al tiempo que esas
personas que le rodean aprecien en éste un drástico cambio, circunstancia ésta
que no siempre conlleva una fácil adaptación. De ahí que la temática que aborda la novela
corta de Sillitoe, al estar bien escrita y contada, haya dejado esa impronta
tan profunda en buena parte de los corredores de fondo que la han leído. Porque
ser comprendido y sentirse identificado no es tarea fácil.
Gracias por insertar en tu blog éste gran artículo. Libro que poseo y recomiendo (la película también).
ResponderEliminarPocas obras literarias reflejan mejor nuestras sensaciones como corredores y como personas. Graciassss!
ResponderEliminarBuenas descripción que a veces nos cuesta expresar a los corredores de fondo, Saludos Juan (arg)
EliminarGracias por tus palabras Juan. Ese libro -y esa peli- ha significado mucho para, nosotros, los corredores y tenía interés en escribir algo sobre ello en la prensa de mi ciudad. Muchos corredores nos vemos reflejados en esas reflexiones, sin duda.
EliminarSaludos.