08 enero 2013

¿Y AÚN SEGUIMOS SORPRENDIÉNDONOS?

Es tremendo lo de este país. Realmente, poco aportan ya entradas en  blogs o redes sociales como ésta ni los cientos de artículos diarios, ni las cientos de tertulias televisivas y radiofónicas, porque parece que todo se evapora a los pocos minutos de pronunciado o escrito. 
Hace poco un conocido me decía que le sorprendió gratamente mi último artículo en Ideal sobre Tolkien, porque le satisfizo la lectura de un asunto tan apartado de lo que se suele leer hoy día; apartado, incluso, del registro de mis propios artículos. Le contesté que precisamente esa era la intención: alejarme de lo mismo que llevamos hablando, escuchando y hablando en este país en los últimos años. Un mero ejercicio de higiene mental.
Pero a pesar de todo, aún hay informaciones que nos siguen sacando de nuestras casillas y que circulan por los medios sin pena ni gloria. Vale, es cierto que nos enfadamos y hasta nos indignamos al leerlas o escucharlas, pero pronto se nos olvidan. Luego, me pregunto ¿cuál será el tope de nuestra capacidad de sorprendernos? ¿Es limitada o ilimitada?
De todas estas últimas noticias, destaco algunas: 1) Los tres sueldos de la recortadora oficial del PP, Cospedal. Atesora unos ingresos en torno a los 200.000 € brutos anuales, que es la suma de sus tres sueldos: Presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, según declaró ella misma, mientras que con su tijera cada día en su comunidad autónoma crecen los mileuristas. 
2) Leo que el Rey, lejos de dinamitar de una vez por todas a su yernísimo presuntamente corrupto, busca los servicios de siete grandes gurús de la imagen para salvar esa mala imagen de la Corona. De hecho, ya estamos todos asistiendo a la vergonzosa y vergonzante puesta en escena de la televisión pública en favor del monarca. Realmente más que asco da pena.   
Y la ultima que leo que también es gorda: Bruselas exige al gobierno español asumir más pérdidas para rescatar a la banca mediana a través de los fondos del FROB. Y, claro, cuando hablamos de banca mediana, nos estamos refiriendo también a esas cajas de ahorros que fueron y que ahora están englobadas en grupos bancarios exnovo. Y es cuando nos viene a la memoria todo ese gasto suntuoso que todos conocemos se ha producido en la caja de nuestra ciudad; toda esa pléyade de cargos políticos y sindicales, coches oficiales de lujo, gastos en dietas sin control, regalos sin freno, inversiones millonarias sin sentido, obras faraónicas para calmar la megalomanía de unos pocos. Y, claro, todo eso ahora hay que pagarlo ¿Y quién lo hará? ¡Vaya pregunta! el ciudadano con sus impuestos y muchos empleados de cajas y bancos con su puesto de trabajo. Y todo eso, aparte de crear un banco malo estatal con todos los activos tóxicos de la banca grande, mediana o pequeña.  
Pues nada, sigamos pasando página y hagamos como si no pasara nada, que es la mejor forma de cargarnos poco a poco lo mínimo conseguido desde que comenzó esta maltrecha democracia. 
Me pregunto si no será hora ya de echarse a la calle y no para quemar contenedores precisamente.  

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