07 septiembre 2012

IMÁGENES Y PALABRAS

Acabas de estirar en el momento, justo en el que la luna asoma jugando al escondite con la chimenea de la antigua fábrica.
No hay nada más estimulante que acabar de correr y echar una mirada ociosa sobre el camino que acabas de atravesar y que va poco a poco va siendo arrebatado por la noche.



Cae la noche, pero apenas no ha transcurrido media hora cuando aún te batías el cobre a la altura de las últimas arboledas allende al fondo de la imagen.

Esos tímidos y jóvenes frutales ya parecen dormir, pero los percibiste muy despiertos cuando te dirigías hacia Zujaira, en cuyas calles ya comienzan a pulular las primeras luces.

Otro día en el que acabas tu rutina en Caparacena, con el coche dispuesto para el ajetreo que siempre montamos los corredores al comenzar y al acabar de correr
"Cada vez anochece más pronto", te dices mientras observas el final de tu ruta recién acabada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...