24 junio 2012

THE ARTIST (FR, 2011)



Nada de lo que escuchado o leído de esta película, por muy excelso que haya sido, puede estar a la altura de la grandiosidad de su visionado. 
Cuando acabé de ver esta extraordinaria película pensé en su director, que también es su guionista, Michel Hazanavicius, consulté en Internet, ya que lo desconocía, y me sorprendí de que tan sólo contara con 45 años, porque uno se imagina que un guión como éste y una dirección como ésta tan sólo se le ocurre a alguien muy veterano en el séptimo arte, ya que es a éste al que se homenajea, pero no a cualquier cine, no, sino al cine mundo de los años 20 y 30. Debe ser muy difícil -incluso técnicamente- trasladarse a esos años con los avanzados medios actuales. Curiosamente, el día anterior había visto "La invención de Hugo", que también es un cálido homenaje al cine antiguo y redondeé el rizo con ésta.   
Los Oscar podrán ser criticados por muchos motivos, siendo quizá el primero su artificial pompa, pero jamás por otorgar premios a películas sin importancia. Saben muy bien lo que se hacen en la Academia. De hecho, a todo el mundo sorprendió que una película no americana -francesa, para más señas- pudiera llevarse el Oscar a la mejor película -más cinco Oscar más, entre ellos al mejor actor, Jean Dujardin, totalmente desconocido en la Meca del cine y totalmente merecido- cuando lo lógico hubiera sido que tan sólo lo hubiera conseguido como mejor película extranjera, pero en Hollywood volvieron a acertar y no hubo reproche por parte de la feroz industria y crítica americana. Esta película se lo merece, sin lugar a dudas, así como la reata de premios que ha ido cosechando desde entonces. 
¿Pero qué tiene de mágico esta película? Toda la película en sí es magia, pero lo que más esa excelencia en saber transmitir emociones sin que sean necesarias las palabras. De ahí, que la labor gesticulante de los actores y actrices se convierta en un elemento destacado y básico. 
Por tanto, un consejo: no os perdáis esta película porque os aseguro que estará en vuestra retina y en vuestra memoria durante un buen tiempo, si no para siempre. Particularmente ese imborrable recuerdo lo he tenido en poquísimas películas y en los tiempos en los que estamos, en los que el cine se hace como churros,  pensé, que ya sería difícil encontrar otro producto que se mantuviera en algún lugar de mi memoria. Sin duda, películas como ésta te reconcilian con el cine.  

2 comentarios:

  1. Desde luego que la veré en cuanto me quite toda la basura burocrática que la Junta nos obliga a hacer en estos últimos días de curso escolar. Imagino que será de esas películas que te reconcilian contigo mismo.

    Saludos

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  2. Es un chute de cine auténtico sin parangón ¡No tardes en verla! Saludos.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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