29 julio 2011

ÚLTIMO ASALTO

En primer lugar, gracias por esos cuatro comentarios que he podido leer en la distancia.
Una de las cosas que me preocupaba sobremanera es que la balanza se disparara a pesar de ser pocos los días de asueto. En absoluto me preocupaba el hecho de no poder entrenar toda vez que el día anterior a la salida -como ya relaté- subí desde el Dornajo y he guardado durante esta breve estancia las buenas sensaciones en esa subida, probablemente los kilómetros más duros -tan a nivel físico como psicológico- de la prueba. Además, ya estaban ejecutados los tres test de subidas propuestos.
Sin embargo, a la vuelta he comprobado con mucha satisfacción que la balanza ha seguido estable.
Confieso que yo, como casi todo el mundo, vinculo vacaciones a buena mesa y no suelo regatear un buen solomillo a la parrilla y un par de litros de cerveza diarios, aunque sí soy muy estricto con los fritos, los postres caloríficos y los dulces.
Probablemente el entreno continuado y los varios años corriendo provoquen paulatinamente un cambio en nuestro metabolismo. Es algo que yo personalmente he percibido. De hecho, no hace muchos años salir una semana por ahí y comer y beber -cerveza, básicamente- de forma descontrolada suponía ganar en tan poco tiempo un par de kilos. Sin embargo, últimamente, a pesar de seguir con esas costumbres gastronómicas, el peso suele mantenerse inalterado. No sabría qué podría ocurrir a partir de la segunda o tercera semana.
En los primeros días de descanso, seguía percibiendo las piernas cansadas cuando subía escaleras, pero a medida que han pasado los días (¿habrán tenido que ver algo las dos sesiones de spa?) las piernas las he ido descubriendo sueltas y menos cansadas.
Mañana sábado -probablemente a la hora en que estéis leyendo esta entrada- lo podré comprobar de manera fehaciente porque me toca asumir la última sesión especial de cara a la prueba del primer domingo de agosto. La última sesión trata de una tirada de 32 kilómetros en llano y paso aproximado de 5'15'' o 5'20'' el mil. Será por la Vega de Pinos Puente y consistirá en dar dos vuelta a un circuito de 16 kilómetros sin ninguna dificultad orográfica, a excepción de las mínimas e inapreciables picadas que tienen todos los caminos. Ya no conviene subir más cuestas, en todo caso andar en altura.
Mañana hablaremos de cómo ha ido esta última sesión y de lo que tengo planeado hacer durante la semana previa a la prueba.

4 comentarios:

  1. ánimo con esas piernas! ya nos contarás!!
    un saludo!!

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  2. Gracias, Paco. Sigo tus altos retos.
    Saludos.

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  3. Jose Antonio, estoy siguiendo tu aventura ultrafondista. Creo que la encaras como es debido, con preparación, con ilusión. Mucha suerte con el reto, si estoy por aqui ire a darte ánimos. Por cierto, me pareció verte por el Dornajo cuando estaba yo sufriendo en el Triatlon de Sierra Nevada... Un abrazo

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  4. Hola Victor, ahí estoy contando los días ya.
    Estuve pendiente e incluso corrí con algunos participantes del Triatlón pero no conseguí verte.
    Me pareció de una dureza extrema, pero tras varios Iron supongo que para tí fue un trámite.
    Saludos.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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