23 noviembre 2010

¡QUE ACABE YA LA FUNCIÓN!



Al margen del conflicto en la función pública andaluza, cada vez estoy más convencido que este régimen mal llamado socialista de la Junta de Andalucía está dando sus últimas bocanadas. Y lo saben.
No es posible que treinta años de mal gobierno siga su curso porque acabarán desmoronando los cimientos de esta conformista región y adueñándose de lo poco que aún respira y está latente en la sociedad civil.
El tiempo, gran constructor, dictará su veredicto y -espero- que ponga en su lugar a toda la golfería que ha danzado por estos lares haciendo y deshaciendo a su antojo, aprovechándose del duermevela que caracteriza a una gran parte de la población y comprando voluntades con subvenciones, rocios, feriasdeabril y prebendas. Utilizando la Administración como su cortijo y tergiversando la realidad con ese bodrio peligroso denominado Canal Sur.
Mucho habría que meditar sobre la necesidad de una Autonomía que ha estado en manos de bandoleros y asaltadores (ya sólo les quedaba por asaltar la función pública), verdaderos maestros en manipular las normas y prodigiosos predegistadores del engaño y la manipulación.
Si toda esta banda volviera a ganar las elecciones no habría más remedio que fugarse de esta región enferma en la que sólo avanza quien medra y satiriza a las personas decentes.


El tiempo, gran juzgador, deberá de poner a cada uno en su sitio; deberá de explicar el por qué de la permisividad del vergonzoso espectáculo de Marbella; del sonrojante y deleznable negocio de la Expo, del lamentable atentado a la playa del Algarrobico en Carboneras; del despilfarro sin control en asesores y cargos de confianza; del uso desmedido de coches oficiales, dietas, comidas y viajes; de la utilización irresponsable del dinero público.
Las personas decentes deberían de tomar las riendas de esta Andalucía maltratada; personas que no interpreten que el dinero público es suyo; personas que primen el esfuerzo y el mérito por encima de subvenciones y prebendas; personas honestas deberían de regenerar esta tierra que está a punto de claudicar.
Todos los tics de un régimen, pero con el agravante de que un verdadero régimen se suele girar en torno a posturas ideológicas concretas mientras éste que ha manejado los designios de Andalucía tan sólo lo ha hecho por el vil metal, sin otras inquietudes reconocidas. Da asco.

3 comentarios:

  1. ¡Ya se les acaba el chollo! se están cargando Andalucía.
    Saludos

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  2. Espero que así sea Ramón. Andalucía no puede aguantar más la manipulación de estos nuevos ricos.
    Saludos.

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  3. Ojalá estés en lo cierto y el "régimen" tenga su fin en breve.
    Por cierto me ha encantado el escudo de la Junta con ese Hércules tan peculiar (no sé porque pero me trae buenos recuerdos).

    Un saludo

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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