06 enero 2010

EL CONSUMO QUE TODO LO INUNDA



Escribía Jesús Garrido -corredor perezoso-, que resulta un espectáculo lamentable contemplar cómo se consume la lectura en estas fechas. Y para ejemplo, el que todos conocemos: el Corte Inglés.
Hace unos meses leía con fruición los dos primeros libros de Stieg Larsson. En ambos descubrí una nueva forma de contar las cosas, una Suecia alejada de la imagen bucólica que tenemos por aquí de este país, y una trama compleja y bien construida bajo la forma y estilo de una prosa aparentemente sencilla.
Pero se publicó la tercera parte en España bajo el título de "La reina en el palacio de las corrientes de aire" y perdí casi todo el interés. No he comprado ni por supuesto he leído esta tercera entrega desde que el libro ya no se vende para ser leído sino como producto de un mercantilismo obsceno y promiscuo del que debería de estar ausente el libro. Y eso es algo que nada tiene que ver con su lectura. De hecho, millones de lectores tiene el Quijote y jamás ha tenido que entrar en esa vorágine consumista. Comprar un libro es un cosa y leerlo es otra.
He de admitir que su masiva venta y su destacado lugar en los grandes almacenes junto a cualquier artículo de gran consumo me decepcionó porque siempre entendí que la extinta pluma de Larsson atesoraba calidad. Y para colmo admiten haberlo leído la mujer del futbolista Guti y hasta la hija de Aznar. Y por ahí ya no pasó.
Lo más probable es que acabaré leyéndolo cuando se publique en bolsillo y para ese momento sospecho que transcurrirá un lustro.
Por su parte, reconozco que no soy muy dado a que me regalen libros, aunque sí a regalarlos.
Si los recibo, sé de donde vendrán y, por lo general, ya he dado algunas sugerencias. Y en ese sentido he tenido la suerte de recibir en estos días "Retrato de un hombre inmaduro" la última novela de Luis Landero, un escritor que tengo en un lugar preferente de mis anaqueles desde que me deleitó con "Juegos de la edad tardía".



Algo similar me ocurre con el cine. En ese género sólo opto por sugerir o comprar -como en música- aquello que considero de culto. Y la suerte ha estado de mi lado porque ya forman parte de mi deuvedeteca "El gran Lebowski", en mi opinión la obra maestra de los Hermanos Coen, y "Trainspotting" de Danny Boyle que tanto nos ha sorprendido últimamente con "Slumdog Millionaire"

8 comentarios:

  1. ¿Y el empeño absurdo de vendernos los lectores digitales de libros? Aparte de que sean un buen invento,que lo son ¿donde estan los contenidos? ¿Donde se pueden encontrar obras actuales en castellano?
    En fin, entrabas al corte ingles,y lo que mas mirabas era esa marea de gente gastando.

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  2. Es verdad que da rabia pensar en según qué indocumentados disfrutando de algo que consideras un patrimonio propio, pero fenómenos como el de Larsson hacen que mucha más gente lea y que la editorial, con el pelotazo que ha dado, pueda publicar otros títulos minoritarios que nos gusten.

    Buenas, buenísimas recomendaciones de cine y libros!!

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  3. Has hecho como yo, la tercera ni caso, aunque el segundo lo cerré a medias.

    ¿Qué te ha hecho la hija de Aznar? Jajajaja.

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  4. Y lo más curioso, Vicente, es que probablemente todos pensamos lo mismo de todos cuando nos encontramos en el Corte Inglés, jeje.
    A quienes nos gusta los libros detestamos que éstos se vendan junto a los jamones o las escobas, pero tiene algo positivo: al menos existen. Saludos

    Álter, si compran y leen, fantástico. Lo que me temo es que no siempre es así.
    Ya hablaré del nuevo libro de Landero, que nunca me decepciona.

    Jesús, probablemente que sea la hija de Aznar, jeje.

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  5. Bueno, yo también prefieron ver y buscar libros en las librerías, pero también hay que ver lo positivo del asunto: cada vez es más fácil encontrar libros. Aunque estén al lado del jamón, pero por ejemplo el de Landero está en Carrefour. Y creo que tampoco debieras renegar de una lectura porque X ó Y lo lean también. Hay que estar por encima y sacudirse prejuicios.

    A mí me sucedía también: si cierto grupo salía en los 40, o si cierto libro lo había leído fulanito, descartado. Ya no, y te aseguro que he disfrutado leyendo a Larsson, que leería una siguiente parte y que aunque me da un nosequé cuando lo veo en el top10 de todos los hipermercados, diré y no me avergonzaré en decir que lo leí y lo disfruté. Si como dice Jesús, la gente lee más, perfecto; si no, pues peor para ellos.

    Rebuscando en Carrefour puedes encontrar buena música y buenos libros a precios asequibles, sobre todo en música y cine.

    ¡Pienssa que la mujer de Guti y la hija de Aznar tienen mucho tiempo libre! Y ciertamente que no las veo leyendo a Kierkeggard o a Sartre, pero nunca se sabe...

    Saludos

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  6. Sí, la calidad musical, literaria o cinéfila es posible encontrar en cualquier lugar. De hecho, yo suelo comprar libros en los grandes almacenes. Aunque lo importante no es donde se compren sino que se lean, a pesar de que uno forma parte de la vieja escuela de las librerías, que poco a poco van desapareciendo.
    Desde luego que es importante que todo el mundo lea, con independencia de su condición, pero es que me fastidie que esta gente del espectáculo grotesco se apunten tantos citando libros de masas, si bien eso no le quita un ápice de calidad a los libros de Larsson, que siempre he defendido.
    Saludos amigo.

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  7. Las grandes editoriales en la actualidad sólo están interesadas en vender, y los lectores le importan lo más mínimo. Pero lo mismo ocurre, aunque en menor escala, con las críticas que encontramos en los suplementos culturales de los principales diarios o en las revistas literarias. Los críticos en ocasiones se venden a las grandes empresas y hacen reseñas favorables sobre libros que son unos bodrios.

    La alternativa es el boca a boca digital (esto es la web 2.0 o web social): las recomendaciones y comentarios que podemos encontrar en las bitácoras o blogs de autores y lectores (como éste), las redes sociales, las wikis... En mí opinión, bastantes más fiables e interesantes (hay críticos que van de sesudos intelectuales y hacen reseñas bibliográficas completamente infumables e inteligibles).

    Tomo nota del libro de Luis Landero (no he leído nada suyo). Las películas ya les he visto, y coincido contigo en que son grandes. Un abrazo

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  8. De hecho ha habido una catarse en cuanto a gustos literarios o musicales o de géneros varios gracias lo que comentas.
    Luis Landero no te defraudará. Particularmente te aconsejo Juegos de la edad tardía", es una delicia literaria.
    Saludos.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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