06 septiembre 2009

GRACIAS, VOLUNTAD



Una de las zonas más difíciles de la ruta de ayer, el trayecto entre Zujaira y Casanueva. (PINCHAD PARA VER MEJOR)

En algún lugar leí que la voluntad no es hacer las cosas con esfuerzo y tesón sino hacer lo que ya parece prácticamente imposible de llevar a cabo. Y esa fue la frase que me vino a la mente mientras estiraba tras hacer con esfuerzo y sufrimiento los mismos 13 kilómetros que hice por última vez, el pasado 15 de agosto, en compañía de Abel, cuando la Vega se encontraba adormecida en la larga letanía de agosto y la luz era apabullante, incluso más allá de playas y litoral.
Aquel día - tan sólo siete días más tarde desde que me "rompiera" en la bajada de Tiena- terminé prácticamente cojo y cojeando anduve toda la semana. El talón de Aquiles de la pierna izquierda se había rebelado de manera contundente y poco, o nada, apostaba por seguir corriendo. Fue la semana en la que medité la necesidad de adquirir la bicicleta, que estoy incorporando como plan de entrenamiento semanal.
Pero ayer corrí.
Si bien ya no sabía si era corredor. Busqué retirarme a los cuarteles de invierno como corredor, a pesar de estar en pleno verano. Mis días como corredor los veía liquidados, y tan sólo podía entrever como en un ensoñamiento esos primeros seis meses del año en los que corrí el Maratón de Sevilla, la subida a la Ragua y bastantes más carreras, algunas de ellas muy satisfactorias en cuanto a sensaciones y tiempos.
Intentaba buscar un nexo de unión entre aquel corredor de los primeros siete meses del año y el corredor que bajando de Tiena comprendió que algo no funcionaba ya bien.
Pero ayer, cinco de septiembre, volví a correr 13 kilómetros por una de las rutas que más me motivan.
Tras 21 días de parón obligado, por la mente pasan muchas ideas. Nunca fuí pesimista pero sabía que mi puesta en escena ya no podía ser la misma; es más, incluso cabría la posibilidad de que ni tan siquiera pudiera ya ser.
Pero pudo ser.
Tal vez demasiados kilómetros para el reencuentro con los caminos. Nos ocurre a los maratonianos que muchos kilómetros nos parecen pocos. Acostumbrados a correr grandes distancias, nos es fácil autoconvencernos que debemos hacer menos cuando estamos en un periodo recuperatorio.
Sabía que la función aeróbica no iba a estar deteriorada y que, incluso en esos días de parón, pocos días había faltado a mi cita con los estiramientos, la flexibilidad y los abdominales. Además, en ese intervalo, hubo una aceptable etapa ciclista de entre 40 y 45 kilómetros. El peso seguía estable y no había desconectado con el ejercicio. Pero correr es otra cosa.
No obstante, en el entreno de ayer la única preocupación que tenía en mente era el comportamiento del Aquiles izquierdo, sin valorar el sobreesfuerzo que debí de hacer en algunas zonas de rampas o la dificultad de los últimos kilómetros.
Pero el Aquiles se portó bien. Hoy tengo algo de dolor -no excesivo-, pero durante el entrenamiento no existió tal dolor. Alguna molestia sí que hubo, pero sin apenas trascendencia.
Esa sensación, lógicamente, me dio alas. Pensé que si mi máxima prioridad era que el Aquiles se comportara, todo lo demás me parecía insignificante y salvable. Incluso, el fuerte punzamiento en el soleo derecho que apareció en el kilómetro 11 y que creía ya superado.
Soy consciente que la situación del Aquiles me apartará de grandes gestas -suponiendo que alguna vez las haya llevado a cabo- en esto del correr. Comprendo que a duras penas podré acabar una media maratón, y mucho menos un maratón o una subida tipo Ragua.
Sin embargo, sé que podré seguir corriendo. Tal vez no con la regularidad deseada -de ahí la alternancia ciclista-, pero podré seguir corriendo. Seguir corriendo como actividad placentera, como actividad de mantenimiento, e incluso compitiendo en distancias cortas. Pero me temo que no podré ir más allá.
Por eso hablaba al principio de la voluntad. Porque ayer fue la voluntad de querer correr la que me hizo vestirme de corto, a pesar de que en un primer momento tanto la ropa técnica y las zapatillas, otrora tan familiares, me parecían extrañas. Como si fueran propiedad de otra persona.

13 comentarios:

  1. Amigo, no creas que este es tu final como corredor de larga distancia. Las lesiones siempre nos acompañarán, yo no levanto cabeza desde enero por el isquio derecho, pero tarde o temprano saldremos de estas, tu de tu aquiles y yo de mi isquio.
    Mientras, disfrutaremos con los muchos o poco kms que hagamos, al fin y al cabo, somos corredores.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Anónimo7/9/09, 8:41

    Desde luego que razón tiene Paco Montoro, tú el aquiles, él el isquio y yo mi tendinitis, jajajajaja!!!. Así que por mi parte adios a Motril, a Granada, a Cordoba y quizás lo deje todo para Enero y de ahí a los 101 en Octubre 2010. ¡¡ Conmigo no puede una tendinits !!!!. Animo y paciencia!!!.
    Saludos Aleandro.

    ResponderEliminar
  3. José Antonio, desde el cariño, a veces eres muy tremebundo. Claro que volverás a correr un maratón y muchas medias. Eso es voluntad.

    Las lesiones son parte del negocio. Es cierto que se han cebado contigo, pero seguro que las puedes, con tiempo y paciencia, superar. Yo sé de un corredor al que se le partió el tendón de aquiles y eso no ha sido óbice para bajar de 2 horas 3 minútos en Maratón.

    Así que ánimo y a amortizar la bici mientras que te recuperas y como entrenamiento complementario. Además, como si te viera, seguro que hicistes los 13 KM. rapidillos. La de veces que hemos dicho que hay que volver despues de una lesión poco a poco y ojo que yo soy el menos indicado para hablar.

    Un abrazo desde la Pérfida

    ResponderEliminar
  4. Mucho ánimo estimado Jose Antonio, a tí atléticamente, te queda cuerda para rato.Ahora, al compaginarlo con la bicicleta seguro que hasta mejoras como he visto en varios conocidos de las carreras populares. Yo no me atrevo con la bici, me dan pánico esas carreteras y lo incivilizados que somos/son algunos al volante. Un saludo cordial.

    ResponderEliminar
  5. Eres corredor. Lo sabes. Igual que sabes que no podrás dejar de correr; podrás con una y mil lesiones, de eso estoy seguro. Paciencia, pues las molestias remitirán.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. No sé que deciros amigos. No encuentro el talón de Aquiles en condiciones para correr, a pesar de que no está tan mal como creía tras correr el sábado.
    Es cierto que en ocasiones he sido tremebundo como dice Antonio - llorica diría yo-, pero ahora la cosa parece sería y no se trata tan sólo de microroturas sin importancia. Ojalá me quede cuerda para rato como vaticina Alfredo.
    Aunque somos corredores como afirman Paco y Javi, y por supuesto, hay que intentar seguir adelante.
    ALeandro, también yo voy camino de perderme esos eventos que tanto me gustan.
    Saludos y gracias por vuestros ánimos.

    ResponderEliminar
  7. Como me alegra ver que te a ido bien...ahora me identifico mucho contigo, yo aun no me planteo correr, pero espero que este no sea ni mucho menos el fin de ambos en la larga distancia. Seguro que nos queda mucha guerra para vencer al dichoso aquiles...

    ResponderEliminar
  8. Paco espero que nos podamos identificar corriendo, que es lo nuestro.
    El Aquiles es un asunto delicado, mucho más que otras lesiones que sufrimos como corredores. Pero hemos de mantener la mente fría porque para retirarnos tenemos tiempo. Seguramnente habrás comprobado que la bici va bien para este gran tendón.
    Mucha ánimo.

    ResponderEliminar
  9. Paisano, es peor la lesion mental que la fisica, y no tengas duda que tu andadura a pedales te dara satisfacciones para correr, más indirectamente. NOs vemos a pie, a pedales o en barra.

    ResponderEliminar
  10. Las tres opciones me satisfacen Mario. No está en mi ánimo renunciar a ninguna.
    A ver si vas preparando una rutilla fácil para este novato, a partir del 17, que estaré fuera del país una semana.

    ResponderEliminar
  11. Alter, yo creo que entre la bici y volver a correr, serás de nuevo la bestia que eres.

    Me emocionó el SMS. Mucho. Un millón de gracias.

    ResponderEliminar
  12. Jesús: una bestia herida jeje. No, en serio, he tomado nota y he de replantearme objetivos. Ahora más bici, que volveré a correr con más fuerza.
    Deseando ver esa dedicatoria...¡¡

    ResponderEliminar
  13. La bicicleta es ideal para la tendinitis de aquiles. Si tienes el tendon incluso algo inflamado notaras como tras cada salida en bici se produce un drenaje de la zona dolorida.De todas maneras, una lesion de ese tipo siempre es un sintoma de que uno se ha excedido por lo que si se quiere disfrutar de seguir corriendo no quedara mas remedio que un replanteamiento de objetivos. Animo y paciencia.

    ResponderEliminar

Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...